27 de junio de 2013

26 DE JUNIO: DÍA INTERNACIONAL DE LOS BOSQUES TROPICALES

En el día de ayer se celebró el “Día internacional de los bosques tropicales” a nivel del planeta, pero esta celebración debe ser diario…

En la parte sur de los límites de la Comarca, por la Provincia de Panamá al igual por la Comarcas Gunas de Madungandi y Wargandi, la deforestación se incrementa aceleradamente, fenómeno que se ha acrecentado inmisericordemente en los últimos años. Los bosques naturales son devastados agresivamente para diversos fines. Cuando nos descuidamos, ya hay presencia de mineros, cazadores y otros para cortar árboles. Y ese descuidar, ésta gente furtiva lo saben.

Nos preguntamos ¿por qué es importante conservar los bosques? Hay muchas respuestas. Uno es, que los árboles absorben dióxido de carbono (C02) de la atmósfera durante su período de crecimiento y una vez llegan a la madurez, mantienen retenido todo el CO2 capturado durante ese período, lo que los convierte en sumideros seguros de carbono. Pero cuando un árbol es talado y quemado, el mismo emite a la atmósfera todo el CO2 que había retenido desde su existencia. El CO2 actúa como un aislante o como una capa manteniendo el calor cerca de la superficie de la Tierra, produciendo lo que se conoce como gases de efecto invernadero. Mientras más árboles se cortan y se queman, mayor será la cantidad de “aislante” que se estará emitiendo a la atmósfera y por ende, mayores los problemas acarreados por estos gases de efecto invernadero - el calor aumenta.

Los bosques funcionan como una alfombra, porque nos ayudan a conservar las cuencas de los ríos y protegen el suelo de la erosión, ya que cuando llueve, las hojas permiten que el agua gotee lentamente sobre el suelo. Cuando no hay árboles, por la deforestación, la lluvia cae fuertemente sobre la tierra desprotegida y sus partículas son arrastradas hacia las corrientes, enturbiando sus aguas y provocando inundaciones. Y el consumo de agua no es posible.

Los bosques son el hogar de muchos animales y plantas, y que cada una de ellas es única y ha evolucionado durante muchos años, por lo que al proteger los bosques no solamente estamos salvando árboles, sino también estamos “preservando nuestra farmacia”, que existe hace millones de años.

Nuestra Tierra es única, es frágil, por lo tanto, es tarea de todos, asumir compromiso diario de protección, preservación y conservación de nuestros bosques....

Junio 26 del 2013

26 de junio de 2013

CONGRESO GENERAL DE GUNAYALA

Comunicado a la opinión pública

El Congreso General Guna de la Comarca Gunayala desea hacer de conocimiento nacional e internacional, su más firme condena y rechazo de las medidas administrativas adoptadas por la Autoridad Nacional de Aduanas (ANA) del actual Gobierno de Ricardo Martinelli Berrocal de imponer el pago de aranceles e impuestos a las canoas colombianas que, no solo encarecen los productos de primera necesidad de las Comunidades Gunas de la Comarca, sino que va influir en la devaluación deuno de nuestros productos que es el COCO, como bien de intercambio comercial que, por más de un siglo, han utilizado las comunidades para alimentar a sus miembros. 

La Constitución Política de Panamá establece que el Estado respetará la identidad étnica de los Pueblos Indígenas y, además, la declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los Pueblos Indígenas establece que los gobiernos antes de adoptar medidas que afecten a los Pueblos Indígenas deben ser consultados y en particular el artículo 36 que establece que los Pueblos indígenas fronterizos tenemos el derecho a:

Los pueblos indígenas, en particular los que están divididos por fronteras internacionales, tienen derecho a mantener y desarrollar los contactos, las relaciones y la cooperación, incluidas las actividades de carácter espiritual, cultural, político, económico y social, con sus propios miembros, así como con otros pueblos, a través de las fronteras”.

Y en derecho internacional de los derechos humanos un Estado no puede argumentar el uso de la ley interna para restringir, violentar y violar derechos anteriormente reconocidos. 

La imposición de aranceles de manera unilateral es un acto que atenta contra la seguridad y soberanía alimentaria, por ende a la vida e integridad de miles de niños, niñas, ancianos, hombres y mujeres de nuestra Comarca. El Congreso General Guna, guardián de la seguridad de los miembros del Pueblo Guna y en cumplimiento de las Normas Gunas o internas, no dejará que se avasalle ni se quite la paz y tranquilidad de la vida cotidiana a su pueblo por esa inhumana e injusta medida. De no ser revocada, puede desencadenar una crisis política para este gobierno con desenlaces que todos los panameños podemos lamentar. 

Instamos al Gobierno Nacional a que suspenda inmediatamente esta medida y, que a través del diálogo, podamos asegurar el respeto a los derechos humanos. El Congreso General Guna llama a un estado de alerta general a todos los gunas tanto a nivel de la ciudad de Panamá y otras provincias, como de Guna Yala a las actividades que vamos a realizar por el respeto a la dignidad que nos merecemos los Pueblos Indígenas. 

Gunayala, Panamá, a los 26 días del mes de junio de 2013

http://gunayala.org.pa/Comunicado%20del%20CGG.junio.2013.pdf




25 de junio de 2013

Los derechos de los pueblos indígenas: desafíos y problemas

Rodolfo Stavenhagen

En septiembre de 2007 se dio un paso importante para el impulso del reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas del mundo cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó por aplastante mayoría la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (DNUPI), que había sido elaborada y negociada por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas durante más de 20 años. Únicamente cuatro estados (Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Estados Unidos) votaron en contra de la Declaración.

Si bien la Declaración no establece ningún derecho nuevo que no esté contemplado en otros instrumentos de derechos humanos de Naciones Unidas, es muy clara en cuanto a cómo se deben relacionar estos derechos con las condiciones específicas de los pueblos indígenas. Dadas las circunstancias históricas bajo las cuales los derechos humanos de estos pueblos han sido violados o ignorados durante tanto tiempo y en tantos países del mundo, la Declaración no sólo es una muy esperada acta de resarcimiento para los pueblos indígenas, sino que también debe ser considerada como un mapa de acción para las políticas en derechos humanos que deben ser adoptadas por los gobiernos, la sociedad civil y los propios pueblos indígenas si en verdad quieren que sus derechos sean garantizados, protegidos o promovidos.

En la literatura sobre derechos de los pueblos indígenas podemos identificar varios enfoques en torno a estas cuestiones.

1 – Los indígenas tienen todos los derechos individuales universales

Un argumento habitual es que teóricamente todos los derechos humanos se aplican a todos los individuos universalmente y por igual, de modo que también a las personas indígenas. Si éste no siempre ha sido el caso en la vida real (como está ampliamente documentado en todo el mundo), no se debe a los derechos en sí, sino a los errores en su implementación. Consecuentemente, los Estados deben desplegar esfuerzos más enérgicos para la implementación real de todos los derechos humanos, mientras que la sociedad civil así como los mecanismos internacionales de protección deben estar más alertas para hacer que los Estados asuman debidamente su responsabilidad en este sentido.

Se ha demostrado que a pesar de que las y los indígenas, como individuos, tienen en la mayoría de los países, por lo menos en el papel, los mismos derechos que cualquier otra persona, de hecho no siempre disfrutan estos derechos en la misma medida que todos los demás, particularmente en contraste con miembros de otros grupos más privilegiados. De modo que las diferencias en el cumplimiento de las normas de derechos humanos señalan desde el principio una situación de inequidad entre los pueblos indígenas y los que no lo son.

Esta desigualdad depende de circunstancias particulares. Los pueblos indígenas pueden disfrutar más de algunos derechos (por ejemplo, los políticos y civiles) que de otros, como los económicos, sociales y culturales. Pero en términos generales, los pueblos indígenas reconocen que su inserción en la estructura y la práctica de los derechos humanos está basada en un acceso diferenciado y desigual a los mismos. Esto, a su vez, puede ser el resultado de distintos factores, tales como la ineficacia de los mecanismos de implementación de los derechos humanos, la insuficiencia de políticas en materia de derechos humanos, los obstáculos que enfrentan los pueblos indígenas cuando quieren ejercer sus derechos o las diferentes formas de discriminación que siguen sufriendo en todo el mundo.

Algunos ejemplos pueden ilustrar estos factores:
 
a) En muchos países los ciudadanos indígenas tienen derecho a votar en las elecciones, pero por ser indígenas no se les proporcionan cédulas oficiales de identidad, de modo que no pueden ejercer este derecho político fundamental. Esto sucede en algunos países del sureste de Asia. Muchos indígenas guatemaltecos no pudieron votar en el referéndum constitucional de 1999 porque no se habían instalado casillas en sus comunidades.
 
b) Aunque tengan las mismas credenciales académicas, en algunos países los profesionistas y particularmente las mujeres indígenas no tienen las mismas oportunidades de empleo que los no indígenas.
 
c) Si se ven involucrados en un juicio legal, los indígenas, individual o colectivamente, no pueden exigir el mismo tipo de servicios y expertos legales que los no indígenas. Esto puede que se relacione con factores como la pobreza, la falta de conocimiento del sistema jurídico, la ignorancia de la lengua dominante u otras formas de disonancia cultural, todas ellas características de las relaciones de los pueblos indígenas con el sistema de justicia en muchos países.
 
d) En la mayoría de los países con presencia indígena, los servicios sociales que les brindan tienden a ser menores o de menor calidad que los de otros sectores de la sociedad nacional (Los ejemplos incluyen viviendas en mal estado, menor calidad de educación, prestaciones de servicios de salud por debajo de las normas, índices más elevados de mortalidad, menor esperanza de vida, niveles más altos de desnutrición, etc.…)

En la mayoría de los países, las autoridades públicas son muy conscientes de estas cuestiones, aunque en algunas partes tienden a negarlas. Y sin embargo, incluso cuando se reconocen, la acción para remediarlas no existe, es insuficiente, llega demasiado tarde o es demasiado escasa. Una respuesta general a todo esto es la creencia de que “mejorando los mecanismos para la protección de los derechos humanos” se revertirá la situación. No obstante, el esfuerzo para mejorar los mecanismos de protección de derechos humanos requiere todo tipo de acciones diferentes y es más fácil decirlo que hacerlo.

Se pueden encontrar múltiples obstáculos en el esfuerzo por mejorar los mecanismos de protección de los derechos humanos. Por ejemplo, la inercia de los sistemas burocráticos, particularmente en el jurídico donde la atención a las necesidades específicas de los pueblos indígenas puede que no sea una prioridad máxima. Con frecuencia las instituciones nacionales de derechos humanos tienen poco personal y carecen de las capacidades necesarias para brindar protección a las y los indígenas. A menudo he oído quejas de que “no hay voluntad política”. Pero más seria aún es la práctica generalizada de corrupción en las sociedades pobres con grandes desigualdades. Los pueblos indígenas a menudo son víctimas de la corrupción, y a veces ellos también participan en la corrupción.

A menos que resolvamos los detalles prácticos para mejorar los mecanismos de derechos humanos, esto seguirá siendo palabrería vacía. Pero resolver los detalles prácticos tiene que ver con las estructuras institucionales existentes, los sistemas legales y las relaciones de poder, que a su vez se relacionan con un sistema social más complejo en el que las y los indígenas son, para empezar, las víctimas históricas de violaciones a los derechos humanos. Mejorar el acceso a los tribunales, establecer una oficina de derechos humanos con atención especial a los pueblos indígenas, instaurar agencias especiales de monitoreo, adoptar medidas reguladoras y nuevas leyes apunta todo ello en la dirección correcta, pero a menos que se aborden directamente las cuestiones centrales, el progreso será lento, en el mejor de los casos.

Si los mecanismos adecuados de protección de los derechos humanos no han funcionado o al menos no han funcionado bien para los pueblos indígenas, entonces debemos contemplar otros factores, tales como la discriminación contra los pueblos indígenas en el contexto de sociedades específicas. La discriminación es un término multiuso que de hecho se refiere a un fenómeno complejo y multidimensional, o más bien, a una multitud de fenómenos de todo tipo. En el nivel más inmediato, la discriminación se refiere a las relaciones interpersonales basadas en estereotipos y prejuicios que se relacionan con las diferencias percibidas entre miembros de grupos diferentes en una sociedad.

Su expresión más universalmente conocida es la de la discriminación racial o el racismo. Esto quiere decir, el rechazo de una persona por otra en base a unas diferencias físicas percibidas (o imaginadas). El ejemplo más conocido es el de la dicotomía blanco/negro, como la que se observó en el apartheid de Sudáfrica o en los Estados Unidos durante el periodo de la segregación. El racismo en Guatemala ha sido documentado ampliamente[1]. Desde sus orígenes, el sistema de Naciones Unidas ha participado en la lucha contra la discriminación racial, básicamente contra el apartheid sudafricano. El racismo, debe decirse enérgicamente, no tiene absolutamente ninguna base científica: los grupos raciales o étnicos no son ni superiores ni inferiores en relación a otros grupos en capacidad intelectual, desarrollo cultural, capacidades mentales, inteligencia y demás (argumentos que los racistas han esgrimido a lo largo de la historia), debido al color de su piel o a otros atributos físicos. Sin embargo el racismo (el rechazo personal del “Otro” debido a sus características raciales) es un fenómeno social persistente en muchas sociedades.

Los pueblos indígenas son víctimas del racismo, y también de una discriminación cultural que no está basada únicamente en los rasgos físicos. Me he topado con este fenómeno en todas mis misiones oficiales como Relator Especial en once países, y también en muchos otros. La discriminación no sólo es cuestión de simpatías o antipatías interpersonales, sino que existe también en otros niveles. Hay discriminación institucional, por ejemplo, cuando las instituciones de servicio social están diseñadas de modo que brindan servicios principalmente a ciertos sectores de la población, y excluyen total o parcialmente, o proveen servicios de menor calidad, a otros sectores que, por lo tanto, son discriminados. Vemos esto en la mayoría de los países, donde hay una gran concentración de servicios disponibles para las personas de ingresos elevados de las áreas urbanas, y son menos los servicios que llegan a las comunidades rurales periféricas. He documentado ampliamente estas desigualdades en los informes de mis misiones en diferentes países, mostrando –principalmente sobre la base de indicadores y estadísticas oficiales— que los pueblos indígenas son víctimas de la discriminación en la distribución de bienes socialmente valiosos, por lo general los servicios sociales necesarios para mantener o mejorar los niveles de vida en cuestión de salud, educación, vivienda, ocio, medio ambiente, prestaciones, etc.

La discriminación interpersonal puede ser combatida con medidas legales (por ejemplo, prohibiendo los discursos que fomentan el odio, las organizaciones racistas, etc.) y con campañas educativas y comunitarias a favor de la tolerancia, el respeto por las diferencias culturales y físicas. Sin embargo, la discriminación institucional requiere una renovación importante de las instituciones públicas en términos de objetivos, prioridades, presupuestos, administración, fortalecimiento institucional, evaluación, retroalimentación, coordinación, y por lo tanto constituye un desafío importante para las políticas públicas y para la estructura de poder político de cualquier país. ¿Por qué? Porque las decisiones políticas en toda sociedad democrática expresan problemas de grupo, intereses económicos y sistemas estructurados de poder, de los cuales los pueblos indígenas están por lo general muy distantes tanto en términos geográficos como económicos, sociales y culturales.

De modo que los pueblos indígenas enfrentan múltiples obstáculos, como individuos y como colectivos, antes de poder tener el acceso equitativo a todos los derechos humanos individuales universales. Es por esto que el clásico enfoque liberal de los derechos humanos ha sido hasta ahora poco satisfactorio para los pueblos indígenas.

2 – Los pueblos indígenas también tienen derechos específicos

Por esto ahora debo enfocar la segunda perspectiva considerada, que se relaciona con los derechos de los pueblos indígenas tal y como han sido establecidos en los documentos internacionales pertinentes, básicamente el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.

La diferencia principal con respecto a todos los demás instrumentos existentes en materia de derechos humanos, es que aquí no son solamente los miembros individuales de las comunidades indígenas los que tienen derechos, sino la unidad colectiva, el grupo. Algunos de los Estados que intervinieron en los debates sobre estos dos instrumentos internacionales se negaron durante mucho tiempo a considerar a los pueblos indígenas como sujetos específicos de derechos humanos, y éste es uno de los motivos por los que demoró tanto tiempo el proceso de elaboración y negociación de la Declaración.

Poco a poco empieza a darse ahora una interpretación de que hay ciertos derechos humanos individuales que sólo se pueden disfrutar “en comunión con otros”, lo que significa que para efectos de derechos humanos el grupo involucrado se convierte en sujeto de los mismos por derecho propio.

No debemos olvidar que ésta es una vieja inquietud en Naciones Unidas. Hay motivos por los que el artículo primero de los pactos internacionales de derechos humanos adoptados por Naciones Unidas en 1966 se refiere al derecho fundamental de todos los pueblos: el derecho de libre determinación[2]. Pero también hay una contradicción en esta formulación, porque a pesar del artículo primero todos los demás artículos de los dos pactos internacionales se refieren a los derechos de los individuos. Desde entonces y durante muchos años, Naciones Unidas no ha osado abordar esta contradicción hasta ahora, cuando adoptó la DNUPI. Aun en años recientes, durante los debates sobre la Declaración de derechos de las personas pertenecientes a minorías (1992) la cuestión de los derechos colectivos o de grupo era cuidadosamente evitada.

¿Cómo habrán de ser definidos en términos legales estos derechos colectivos recién acuñados, cómo serán interpretados y por quién, cómo tienen que ser implementados, cómo serán protegidos? Pero más importante aún, ¿cómo será determinado el derechohabiente colectivo del derecho colectivo a la libre determinación? ¿Cómo será definido el titular de este derecho (un pueblo)?

Durante todos los años en que han sido discutidos los derechos de los pueblos en las Naciones Unidas, no se produjo consenso internacional alguno sobre la definición del término “pueblos”, ninguno que pudiera servir para referirse a estos derechos en relación a los pueblos indígenas. Una tendencia dominante en los debates de Naciones Unidas sobre derechos de los pueblos ha sido la de identificar a un pueblo con un territorio y con un gobierno. Sin duda en el caso de los pueblos indígenas esto ha sido una cuestión muy delicada. El concepto de los derechos de los pueblos tiene su origen en la era de la descolonización, de la que se ocupó la ONU durante los años posteriores a la segunda guerra mundial.

El desafío actual es renovar su utilidad en la era del multiculturalismo democrático, cuando los pueblos indígenas reclaman ellos mismos este derecho. Ahora los pueblos indígenas y los estados deben trabajar juntos en la interpretación y aplicación de las diversas facetas del derecho a la libre determinación dentro de los contextos específicos de sus países. La mayoría de los observadores de esta problemática parece estar de acuerdo que en el contexto de la DNUPI el derecho a la libre determinación debería entenderse como un derecho interno, es decir, dentro del marco de un estado independiente establecido, especialmente cuando este estado es democrático y respeta los derechos humanos. La interpretación externa de la libre determinación aplicaría en caso de secesión o separación territorial de un estado existente, y se ha dicho con demasiada frecuencia que esto no es lo que los pueblos indígenas piden cuando reclaman la libre determinación, aunque es obvio que la libre determinación externa no puede ser excluida como una posibilidad lógica. La DNUPI vincula el derecho a la libre determinación (Artículo 3) con el ejercicio de autonomía o autogobierno en cuestiones relacionadas con sus asuntos locales e internos (Artículo 4).

De modo que se debe prestar atención puntual e importante a las diversas formas y problemas del ejercicio de la libre determinación interna. En la medida en la que la situación política, social, territorial y legal de los pueblos indígenas varía considerablemente en el mundo, también el ejercicio del derecho a la libre determinación (interna) –autonomía, autogobierno—tendrá que tomar estas diferencias en consideración. Yo creo que en países donde las identidades indígenas han estado estrechamente vinculadas a territorios reconocidos (tal como puede ser el caso en el área circumpolar), el derecho a la libre determinación presentará ciertas características peculiares a este medio. Otro enfoque es el que puede ser adoptado por aquellos países que tiene una historia de tratados, o donde fueron establecidos territorios legales para los pueblos indígenas, tales como las reservas, que sería el caso en Canadá y Estados Unidos. Serán necesarios otros enfoques en aquellos países, como en Latinoamérica, que tienen una larga historia de mestizaje social y cultural en las áreas urbanas y rurales entre los pueblos indígenas y las poblaciones mestizas. ¿Cuáles han de ser el alcance y los niveles de los acuerdos autonómicos? ¿Cómo se pueden hacer legal y políticamente viables? Hay muchos ejemplos exitosos en todo el mundo, pero también muchos fracasos. Todos deberíamos aprender de estas experiencias cuando intentemos hacer una interpretación constructiva de las cláusulas de libre determinación de la DNUPI.

Una cuestión que ha surgido muchas veces durante los últimos años en los debates en la ONU, y también a nivel doméstico en muchos países, se refiere a la cuestión de la representación: ¿quién habla en nombre de los pueblos indígenas del mundo? Esta cuestión ha surgido en el Grupo de Trabajo sobre Poblaciones Indígenas, en el Foro Permanente sobre cuestiones indígenas y en la Organización Internacional del Trabajo cuando se estaba preparando el Convenio 169. También surge en el contexto interamericano con relación a la Declaración Americana sobre Derechos de los Pueblos Indígenas, y ha atormentado a más de una sesión del Cónclave Indígena ante la ONU[3].
 
Una victoria importante para los pueblos indígenas son los artículos de la DNUPI en relación a los derechos sobre la tierra, los territorios y los recursos. Tal vez no todo el mundo esté satisfecho con el texto final tal como fue aprobado por la Asamblea General (artículos 25, 26, 27, 28, 29); y por ello estos artículos también representan un desafío importante tanto para los pueblos indígenas como para los estados en términos de su interpretación adecuada, su aplicación práctica y su implementación efectiva. Todo ello puede requerir nuevas leyes, la litigación en los tribunales y negociaciones políticas minuciosas con las diferentes contrapartes. Tal como ha sido observado en países latinoamericanos y del sureste de Asia, simplemente la cuestión de mapear y demarcar tierras y territorios indígenas tradicionales -para no hablar del proceso de adjudicación- requiere de procedimientos cuidadosos, costosos, conflictivos y a menudo prolongados.

Ahora que la DNUPI ha sido adoptada, es necesario que todos los actores involucrados desarrollen estrategias efectivas de implementación. Estoy convencido de que la ONU tiene un papel permanente en este importante proceso. La DNUPI se está convirtiendo rápidamente en un punto de referencia para la acción política y judicial efectiva en derechos humanos. A los pocos días de su adopción, la Corte Suprema de Belice se refirió a ella para juzgar un caso de tierras en el que estaba involucrada la comunidad maya del distrito de Toledo; y el Congreso Nacional de Bolivia ratificó la DNUPI en su totalidad y la incorporó en la legislación nacional de Bolivia.

3 – La implementación de la Declaración

La implementación de leyes es uno de los principales obstáculos en el largo y doloroso proceso de conseguir que los derechos humanos funcionen para la gente. Me atrevo a sugerir que esto no será diferente en cuanto a la implementación de la DNUPI. En uno de mis informes al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas escribí acerca de la “brecha de la implementación” entre las leyes y la práctica real, que he observado en muchos países. Esto significa que hay muchas buenas leyes en el papel (a veces son el resultado de prolongados esfuerzos de cabildeo o de acuerdos políticos cuidadosamente negociados), pero luego algo pasa y su implementación no tiene lugar. Muchas personas con las que hablo de esto tienen una respuesta muy simple: “No hay voluntad política”. ¿Pero qué significa eso exactamente? ¿Cómo se puede hacer para que aparezca la voluntad política si no existe?

Implementar la legislación es una cuestión más compleja que la sola ausencia de voluntad política. De hecho, he observado en algunos países que las leyes sobre derechos humanos pueden ser adoptadas por una serie de razones diplomáticas, culturales, políticas u otras, incluso cuando no hay una intención real de cumplirlas, o cuando el sistema político y legal es tan complejo que su implementación es prácticamente imposible. Esto quiere decir que los políticos pueden estar dispuestos a adoptar dichas leyes aun sabiendo muy bien que no hay una posibilidad real de que sean implementadas.

Un buen caso al respecto es una ley indígena aprobada hace cosa de una década en el estado de Oaxaca, México. Sobre el papel parece una buena ley, muchos y muy distinguidos líderes indígenas locales e intelectuales participaron en su diseño y elaboración. El gobernador del Estado ejerció mucha presión para que fuera aprobada. Diez años después todavía está a la espera de ser implementada. Resulta que la mayoría de los actores involucrados en la aprobación de esta ley tenían otros objetivos en mente y ya desde el principio no les preocupaba realmente la implementación.

En otros países la política es más honesta. El primer ministro adjunto de Nueva Zelanda, por ejemplo, cuando le pregunté por qué su país no había ratificado aún el Convenio 169 de la OIT, por la cual cabildeaban activamente los indígenas maoríes, me dijo que en verdad su gobierno no tenía intención de implementarla. Pero la palma de oro se la lleva un vicepresidente de Guatemala a quien pregunté qué pensaba del hecho que todos los personajes con los que me había entrevistado durante mi misión me informaron que en el país no había voluntad política para cumplir con el acuerdo sobre cultura y derechos indígenas. Me contestó: “señor relator, tienen razón.” ¡Hablando de voluntad política! Sugiero que una de las primeras tareas en la estrategia para la implementación de la DNUPI es educar al sistema político en materia de voluntad política.

Hay una última cuestión que necesito abordar en este punto, aunque sea brevemente. En algunos espacios ha habido reacciones a la DNUPI que dicen que ésta no es un convenio o un tratado que ha de ser ratificado, y que por lo tanto no es jurídicamente vinculante ni siquiera para los miembros de Naciones Unidas que hayan votado a favor de la misma, mucho menos para aquellos que se abstuvieron o que votaron en contra. Es poco probable que surja un convenio internacional en la materia en un futuro cercano. Estoy convencido que un esfuerzo más útil a nivel mundial es lograr que la DNUPI funcione a nivel local y nacional. Unamos todos nuestros esfuerzos y buena voluntad para hacer de esta Declaración un instrumento moralmente vinculante en materia de derechos humanos. Si lo logramos, también se volverá política y legalmente vinculante.

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Rodolfo Stavenhagen es profesor emérito en El Colegio de México. En 2001-2008 fue relator especial de las Naciones Unidas para los derechos humanos de los pueblos indígenas.

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[1] Marta Casaús Arzú et. al., .Diagnóstico del racismo en Guatemala, Guatemala, 2006
[2] El artículo primero del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales es idéntico: “Todos los pueblos tienen el derecho de libre determinación. En virtud de este derecho establecen libremente su condición política y proveen asimismo a su desarrollo económico, social y cultural.”
[3] Las organizaciones indígenas involucradas en los debates en la ONU formaron un cónclave para unificar sus propuestas que fue muy activo y efectivo en las negociaciones con los estados

 



 

19 de junio de 2013

DESARROLLO DEL TURISMO NATURALISTA EN KUNA YALA: CASO NUSAGANDI

Castillo, G. (*), 2001.  Administradores de su propio patrimonio: turismo naturalista y científico en Nusagandi, Área Sivestre Protegida de Narganá, Kuna Yala, Panamá.

Resumen

TIERRA Y MAR caribeño se fusionan en el este de Panamá – Kuna Yala. El territorio kuna ocupa una extensión de 7,513 km2, el cual solo la parte terrestre tiene 4,480 km2 y un archipiélago extendido en los 448 kilómetros de largo con más de 350 islas de formación coralina, rodeadas de agua cristalina. Kuna Yala está compuesta de cuatro (4) Corregimientos con 51 comunidades, 49 de ellas netamente kuna, con una población total de 32,446 habitantes.

El objetivo de este trabajo es promover la única área protegida ubicada dentro de la Comarca Kuna Yala, la cual por sí sola es un área silvestre, con ecosistemas terrestres y marino costera rica en recursos naturales y biodiversidad. Resaltar el papel que han jugado los investigadores o científicos para sentar las bases del turismo naturalista o ecológico, entendiendo que la investigación científica y el turismo ecológico se dan las manos y no deben separarse. El turismo ecológico no podría existir sin un conocimiento previo profundo y documentado de la naturaleza que se estudia, dándole una valoración económica a estos recursos naturales y la biodiversidad biológica del área. Estas actividades de turismo naturalista y científica con educación en conservación dirigida al hombre, ocurre en Nusagandi, sede administrativa del Área Silvestre Protegida de Narganá. Ubicado en pleno bosque tropical lluvioso o nublado en la cordillera de San Blas, el cual cuenta con albergue para 25 visitantes, baños y comedor, y con senderos educativos, es accesible al área a través de la Panamericana hasta entrar por la carretera El Llano-Carti, que atraviesa al área protegida.

Con un bosque verde primario, con condiciones topográficas severas, sin ninguna intervención humana, son áreas de protección, que aún mantienen el 80% de su estado natural. El bosque costero es un bosque intervenido, de condición intermedia entre bosque primario y secundario, en regeneración natural o con sistemas agroecológicos de producción de nainu, propio del kuna y con un 75% de los arrecifes coralinos en estado natural, con nuevas especies kuna-panameñas descubiertas para la ciencia, en el 2000.

El Área Silvestre Protegida de Narganá, primeramente fue establecida por el Congreso General Kuna (CGK), mediante Resolución No. 3 del 7 de noviembre de 1987, en la comunidad de Achudup. Luego mediante Resolución JD-023-94 de 2 de Agosto de 1994, por INRENARE. Tiene una extensión de 100,000 hectáreas (incluyendo la parte marina). Actualmente se está en un proceso de manejo o gestión compartida entre el CGK y la ANAM.


Palabras claves: Kuna Yala, Panamá, Autoridad Nacional del Ambiente, Congreso General Kuna, turismo naturalista, turismo científico, área protegida, Nusagandi, senderos educativos, sistemas agroecológicos, bosque lluvioso, arrecifes coralinos, biodiversidad, gestión compartida

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TIERRA Y MAR caribeño se fusionan en el este de Panamá – KUNA YALA[1]. El territorio Kuna, ocupa una franja territorial de 7,513 kilómetros cuadrados, solo la parte continental ocupa 4,480 kilómetros cuadrados y un archipiélago extendido en los 448 kilómetros de largo con más de 350 islas de formación coralina. Ubicado desde una isla-comunidad se divisa la cordillera de San Blas que sirve de límite natural a la Comarca o territorio Kuna de la Provincia de Panamá y Darién. Un bosque verde primario, con condiciones topográficas severas, sin ninguna intervención humana, son áreas de protección, que aún mantienen el 80% de su estado natural. El bosque costero es un bosque intervenido, de condición intermedia entre bosque primario y secundario, son terrenos que fueron desboscados hace 10 años o más y en algunos casos hasta 40 años o más.

Viceversa, ubicado desde el Centro Biológico para la Conservación (CEBIOCON) en Nusagandi, sede administrativa de la Asociación de Empleados Kuna/Programa de Ecología y Manejo de Áreas Silvestres de Kuna Yala (AEK/PEMASKY), podemos observar las aguas cristalinas del caribe que rodean las muchas islas coralinas que acabo de anotar en líneas anteriores.


ADMINISTRADORES DE SU PROPIO PATRIMONIO

La  belleza natural y cultural del que goza la Comarca Kuna Yala ha sido descubierta desde su existencia a mediados del siglo XIX. Pero la Comarca Kuna no se ha convertido en el clásico paraíso turístico. Al contrario prevalece las decisiones de los habitantes, a través de su Congreso General Kuna (CGK), sobre los intereses del gobierno nacional e intereses privados.

Los kunas se han ingeniado para explotar el turismo por sus propios esfuerzos. Y este comercio está lleno de costos y riesgos, que los propios pequeños empresarios los cuentan con orgullo.

Las actividades turísticas en la vida del kuna vienen creciendo desde los años ´60, es una invasión económica y cultural muy visible y se acrecientan en los años ´70. En los años ´60 gran parte de las empresas turísticas fueron controladas por extranjeros norteamericanos. Estas actividades al igual que hoy, se concentran en el sector Carti (parte del Corregimiento de Narganá). El turismo en Kuna Yala, ha sido un turismo tradicional de visitantes extranjeros, norteamericanos y europeos que llegan en transatlánticos, otros en avionetas. La oferta de los kunas es variada para los visitantes, los que llegan en transatlánticos bajan a las comunidades, disponen de poco tiempo y gastan mucha plata, el cual podía considerarse turismo de comunidades. Los que llegan en avionetas para quedarse en pequeños hoteles kunas, todos de propiedad y administración kuna, van a las playas, bucean en arrecifes coralinos, pescan y conviven si quieren con la comunidad comprando molas u otras artesanías hechas por comuneros, y tomando fotografías. Las agencias turísticas nacionales, son los que venden los paquetes turísticos y los kunas que tienen sus hoteles son receptores.

La mujer kuna cose estupendas molas, diseñadas a mano, son artes que representan la naturaleza, la actividad cotidiana del pueblo, entre otros. La cual, la mola, nos representa a nivel internacional, simbolizando nuestra identidad cultural, como pueblo. La comercialización de la mola ha hecho que pierda sus diseños originales por diseños comerciales no originales. Hasta tal punto que mujeres no kunas están siendo capacitadas, por las propias mujeres kunas, para coser las molas.

Sin embargo, la educación de nuestros ancestros, a través de cantos tradicionales y diálogos en congresos locales, nos ha dado un arma para controlar, buscar y manejar el contacto con otras sociedades, que ha hecho de nuestro pueblo lograr mantener una autonomía política per se y cultural propia.

Las actividades turísticas no son las únicas amenazas al pueblo kuna, llegan en diferentes formas, concesiones mineras, base militar, entre otros. El CGK ha rechazado proyectos turísticos de grandes proporciones que el gobierno, a través del Instituto Panameño de Turismo (IPAT), quiso instalar en la Comarca. Una muy reciente ocurrió en 1995, que provocó grave crisis entre el gobierno y los kunas hasta que el gobierno desistió.

Veamos brevemente el caso (Castillo y Arias, 1997): El área en conflicto es zona de amortiguamiento del área protegida de Kuna Yala. La relación entre las partes en conflicto antes del mismo, ha sido de mutuo respeto hasta que en 1995, una compañía llamada Desarrollo Turístico Mandinga S.A., puso en marcha planes para construir un complejo turístico a lo largo del límite occidental de la Comarca Kuna Yala. Tierras históricas, utilizadas y conservadas por los kunas, aunque fuese considerado por el gobierno fuera de la Comarca. El área nunca había sido demarcada.

Se dio un enfrentamiento entre el pueblo kuna y el Alcalde del Distrito de Santa Isabel, Provincia de Colón, a raíz de la solicitud del Alcalde al Ministerio de Gobierno y Justicia (MGJ), específicamente a la Comisión de Límites del gobierno, demarcar físicamente y poner hitos en 10 kilómetros de los límites de la Comarca Kuna, por intereses de adjudicar un terreno de 7,000 hectáreas a la compañía de Desarrollo Turístico Mandinga S.A. La solicitud del Alcalde fue ejecutada casi inmediatamente. El pueblo kuna rechazó dicha demarcación, quitando los hitos establecidos, porque utiliza los recursos naturales, tiene parcelas agrícolas y/o agroforestales y tiene presencia de la comunidad de Daindi en los terrenos que se quiso adjudicar a la compañía turística.

En su segundo intento el Alcalde, para poner nuevamente los hitos en los límites de Kuna Yala, esta vez llevó consigo a la Policía Nacional en una patrullera naval para imponer a la fuerza la decisión tomada. La respuesta a la actitud de fuerza de parte del Alcalde, no se hizo esperar de parte del pueblo kuna, que reunidos en CGK extraordinario tomaron la decisión de enfrentarse en defensa de su territorio histórico y la dignidad como pueblo. La solidaridad nacional e internacional tampoco llegó tarde, estuvo en el mismo momento, pues los kunas utilizaron todos los medios de comunicación modernos al alcance de sus manos. Por otra parte el CGK extraordinario creó una comisión negociadora. Al gobierno no le quedó más remedio, que a través del MGJ, detener la acción del Alcalde.

Como resultado la compañía Desarrollo Turístico Mandinga S.A., tuvo que retirarse del área, llevando consigo toda su maquinaria. Y la adjudicación de tierras a campesinos cercanas a los límites de Kuna Yala, también fueron detenidas.

Casos similares se han dado con hoteles turísticos manejados por extranjeros, como el de Moody cerca de Río Sidra y el de Barton en Ailigandi. En la actualidad dos empresas turísticas nacionales que se instalaron sin el permiso del CGK una de ellas se ve obligada a desmantelar y sacar sus bienes después de un infructuoso proceso de negociación. El hotel Iskardup al final quedó bajo la administración del CGK. Es una gran responsabilidad que ha tomado el CGK, por tanto, necesitan su personal capacitarse en la administración y/o manejo del turismo con conocimiento de los ecosistemas del área.

Acercándose al denso bosque de la divisoria de aguas continentales (cordillera de San Blas), que representa los límites físicos de la Comarca Kuna, se notan los avances de la deforestación para dar paso a los pastizales. La situación fue más preocupante en los inicios del año ´70, cuando se inicia la construcción del camino de penetración El Llano-Carti, porque el ritmo de la invasión de colonos aumentó al área, bosques se cortaban y se quemaban, y los pastos seguían creciendo. Los kunas temían que a través del camino de penetración, el control del negocio del turismo sería amenazado, ya que las compañías hoteleras y las agencias de viajes podrían empujar su presencia en Kuna Yala.

Estas preocupaciones fueron fundamentadas a mediados de los ´70, cuando el IPAT, con respaldo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), intentó imponer un proyecto hotelero de US$50 millones en la región Carti. El hotel iba a ser construido en un arrecife artificial, con capacidad de 1,166 turistas, y con aeropuerto propio para vuelos internacionales. El proyecto no pasó ni por el estudio de factibilidad, fue rechazado por el pueblo kuna (Falla, 1979).

Para seguir defendiendo los límites de su territorio, contra la invasión de colonos, la caza furtiva y control de flujo de turistas a las comunidades, utilizando el camino El Llano-Carti, fueron poderosas razones para que los kunas a través del proyecto – PEMASKY, construyeran en Nusagandi, una estación de control a lo largo del camino.

 
EL TURISMO NATURALISTA

Son numerosos los atractivos ecoturísticos de Kuna Yala, distinguimos el bosque nuboso por la cordillera de San Blas, protegido por el Área Silvestre Protegida de Kuna Yala, Corregimiento de Narganá (100,000 hectáreas), declarado el 2 de agosto de 1994, por la Junta Directiva del Instituto Nacional de Recursos Naturales Renovables (INRENARE), hoy Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM)[2]. Junto al Darién, Kuna Yala forman el último reducto centroamericano de una naturaleza extraordinaria, que aún no es atravesado por una carretera asfaltada[3]. Toda actividad turística que se desarrolle aquí deberá ser estrictamente de naturaleza ecoturística y del más bajo impacto.

Para que nuestras futuras generaciones sigan disfrutando, como lo hacemos ahora, de sus recursos naturales y de la diversidad biológica, surge la idea de un proyecto de estudio para el manejo de áreas silvestres en 1983.

Los estudios tanto sobre los recursos naturales como culturales, fueron las bases científicas y culturales para elaborar un plan de manejo para el área del Corregimiento de Narganá, como una primera fase de estudio y continuar una segunda fase para otros corregimientos de la Comarca, cosa que hasta el momento no se ha hecho.

El plan PEMASKY (PEMASKY, 1995), propone un ordenamiento del uso de los recursos naturales, por medio de la conservación de los ecosistemas terrestres y marinos de la Comarca Kuna, protegiendo a su vez los valores culturales e históricos del pueblo. El plan recomienda manejar y seguir utilizando los recursos naturales y la diversidad biológica en forma sostenible, asegurando que sean en beneficio de las comunidades. También recomienda fomentar la investigación científica, la educación ambiental, el desarrollo agroforestal kuna, innovándola y el turismo naturalista, bajo el respeto de las normas culturales del pueblo kuna.

Las sugerencias o recomendaciones contenidas en el plan, muchas de ellas no han sido cumplidas, cosa que no profundizaré, pero sí podría decir que por una parte es por falta de dinero para la ejecución del plan y por otra, que es la razón de mayor peso, los aspectos culturales, que chocan con la occidental, que el pueblo aprendió a barajear para seguir adelante…

Dentro del plan también se establece la construcción de una sede administrativa de la AEK/PEMASKY en Nusagandi, como respuesta a la incursión de colonos en las estribaciones de la Provincia de Panamá en la frontera con Kuna Yala.

En Nusagandi empezó el turismo naturalista o ecoturismo, primero llegaron los científicos que venían a realizar investigaciones sobre nuestra flora y fauna, atraídos por la oportunidad que ofreció y sigue ofreciendo PEMASKY. Estos científicos se convirtieron en los primeros promotores del turismo naturalista, ya que propiciaron la llegada de más investigadores tanto nacional y extranjero. Los investigadores extranjeros provenían principalmente del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) con sede en Panamá. Para ello AEK/PEMASKY hizo firmar al STRI/Panamá varios convenios de cooperación científica y aceptar las normas establecidas por AEK/PEMASKY sobre la investigación en el área, y una de ellas, es que todo investigador siempre debe tener a un co-investigador kuna, para que éste se capacite y luego pueda continuar solo con las investigaciones científicas en el área, y otra era que cualquier “descubrimiento” debe llevar nombre original o sea kuna, y así ocurrió con SAPIGARDA, un árbol de la familia Simaroubaceae (PEMASKY/AEK, 1988).

Las publicaciones científicas, han sido otro medio que han dado a conocer a Kuna Yala. Muchos científicos nos legaron inclusive el material del que hoy disponen nuestros guardarecursos/guías para explicar los procesos biológicos que ocurren en el área y su importancia para protegerlos.

Es importante resaltar el papel que han jugado los investigadores para sentar las bases del ecoturismo, y la creación del área protegida de Kuna Yala. Comprendemos que la investigación científica y el ecoturismo se dan de las manos y no deben separarse. El ecoturismo no podría existir sin un conocimiento previo profundo y documentado de la naturaleza que se estudia. Y eso que aún nos falta valorar económicamente los recursos naturales y la diversidad biológica del área.

A principios de los ´90, se generó una nueva corriente ecoturística hacia Nusagandi. No eran los científicos que llegaban, ahora estaban llegando amantes de la naturaleza, observadores de aves, estudiantes que venían a pasar sus vacaciones en nuestra área protegida. La sociedad AUDOBON de Panamá (observadores de aves), inició la actividad para traer a los observadores de aves a Nusagandi. Aquí la avifauna es muy rica e inclusive especies de las estribaciones así como del este de Panamá y aves raras del área del Canal de Panamá. Como el sotobosque no es tan denso, no oculta las aves furtivas del suelo. Nusagandi es considerado como uno de los mejores lugares de Panamá para observar las aves, declarado por la sociedad AUDOBON. Tucanes, pavones, pavas crestadas y si tienen suerte el águila harpía puede ser observado.

Actualmente Nusagandi cuenta con un Centro Biológico para la Conservación (CEBIOCON), ubicado en pleno bosque tropical lluvioso o nublado en la cordillera (divisoria de aguas continentales) limítrofe de Kuna Yala. Se encuentra a una altura de 450 msnm (1,500 pies). Alrededor de Nusagandi existen un sin número de paisajes y diversos sitios que se pueden visitar. Podemos llegar a las cascadas naturales a través de senderos naturales interpretativos; uno de los senderos más visitados es la de Ina-Igar (sendero plantas medicinales), de 800 metros de largo, una reciente publicación e investigación hecha por dos investigadores kunas, habla de las plantas medicinales que existen en el sendero citado (Paredes y Herrera, 1997).

Para llegar al lugar sólo se toma dos horas, partiendo desde la ciudad de Panamá por la carretera Panamericana (hacia Darién) y llegar a la entrada del camino de penetración El Llano-Carti (en el lado Caribe). Para el futuro otra área de suma importancia que será co-administrada por la AEK/PEMASKY/Congreso General Kuna, será el área de Cangandi.

Sin encargarnos de promocionar el ecoturismo, hoy día a Nusagandi llegan muchas visitas que inician sus aventuras en los meses de octubre, todo el verano e inicios de la temporada lluviosa. Llegan visitantes de todo el mundo ya sean en parejas, familias, solitarios, escuelas y universidades. Esta nueva corriente de turistas ecológicos no cuenta con el apoyo de la entidad gubernamental correspondiente. Son las empresas privadas quienes iniciaron la labor de promoción a nivel nacional e internacional, tanto en la publicidad y relaciones públicas, como en viajes de promoción, destinados a atraer la atención sobre la riqueza natural y cultural de Kuna Yala.

 
PROBLEMA QUE ENFRENTAR

Actualmente existe un aumento de la demanda por el turismo ecológico en el área protegida de la Comarca Kuna Yala (Corregimiento de Narganá). Pero la falta de capacidad en el manejo o administración adecuada del turismo ecológico pone en peligro la conservación de los recursos naturales y la diversidad biológica y cultural del pueblo kuna.

No es simplemente el número de turistas lo que genera el deterioro de las áreas de conservación. Un pequeño número de turistas ignorantes puede a menudo causar graves daños a un área determinada. El problema reside en inculcarle al turista un sentido de la responsabilidad, lo mismo a los agentes de turismo. Entonces lo que se trata es información, informar al turista en dónde están, cuáles son las normas culturales de la región, la fragilidad del ecosistema que visita, entre otros.

Hemos observado que el ecoturista típico es culto, disfruta de la vida en su naturaleza, es entusiasta, apoya sin interés el área, tiene especial interés en el ambiente y de sus recursos naturales.

Dentro del Plan Maestro de Turismo del gobierno nacional, la Comarca Kuna es considerada como una de las áreas para el desarrollo del turismo. El plan es un gran aporte al desarrollo del turismo en la región. Sin embargo, el plan está fuera de la realidad de la sociedad kuna.

Tanto es así, que desde que se inició la implementación del Plan Maestro, el turismo en Kuna Yala ha generado problemas a las comunidades con empresas turísticas no kunas que desean realizar negocios en la región. Esto ha motivado la intervención del CGK ante el gobierno y las empresas. Y por ello la Comisión de Turismo del CGK ha establecido normas propias para el manejo del turismo en la Comarca Kuna Yala. Normas que a nuestro juicio necesitan ser evaluadas para mejorarlas.

La demanda por el turismo a las áreas naturales crece y lo intereses de los conservacionistas por encontrar alternativas económicas para manejar los recursos naturales también crecen.

 
CONCLUSIÓN

De nuestra experiencia podemos concluir con algunos supuestos, que se debe profundizarse según la realidad de cada región indígena. Entre estos podemos decir:

Es factible ligar los incentivos económicos turísticos con la conservación de los recursos naturales que garanticen un sistema de manejo adecuado sostenible, con alternativas en el estudio y/o desarrollando una metodología de medición y valoración económica para los recursos naturales de la región.

Es factible una alianza entre empresas dedicadas al turismo y ONG´s conservacionistas (Acta, 1996) y entre instituciones o universidades.

Establecer una agencia ecoturística propia, para beneficio de otras organizaciones indígenas receptoras de turismo, y a través del mismo realizar la gestión pública y privada, promociona el desarrollo del turismo ecológico y la autogestión.

Contemplar alternativas para productores, para el desarrollo de las artesanías, los sistemas agroforestales o la agricultura orgánica y la horticultura orgánica no alteran el desarrollo del turismo ecológico, al contrario lo integran.

Los beneficios del bosque como sistema son numerosos, complejos y de difícil valoración incluyendo sus funciones respecto a almacenamiento de biomasa, intercambio gaseoso, retención de sedimentos, reserva de agua, reserva de carbono, atractivos turísticos y otros. De ahí la necesidad de manejar el bosque para un aprovechamiento responsable. Iguales beneficios ofrece los recursos marinos, y estos son más olvidados.

El desarrollo del ecoturismo necesita la elaboración de un plan integrado de manejo y desarrollo sostenible comarcal; plan que debe ser elaborado con participación comunitaria.

Además debemos de comprender perfectamente que como organizaciones tenemos que renovarnos e innovarnos, ante nuevas exigencias y los retos que nos plante el nuevo milenio, dentro del concepto de la globalización.

La vocación de Centroamérica para el ecoturismo es innegable. Todos los elementos básicos están ahí. Sólo hace falta conjugar esfuerzos, donde se respete el derecho de los pueblos indígenas, quienes son los guardianes históricos de estos recursos ecoturísticos.

 
REFERENCIAS:

ACTA DE FORMACIÓN DEL PACTO DE ALIANZA PARA EL DESARROLLO DEL TURISMO ECOLÓGICO EN LA COMARCA KUNA YALA.          AEK/PEMASKY, Fundación Osiskun, Cabañas Guanidup, S.A., Cooperativa de Servicios Múltiples Kuna Yala, R.L. Panamá, 1997. 3 p.

CASTILLO, G. y ARIAS, E.    Caso: Conflicto por el uso de los recursos naturales y los límites de la Comarca Kuna Yala, Panamá. En: Manejo de conflictos en recursos naturales. Memoria del curso realizado en San José, Costa Rica del 14 al 29 de octubre de 1996. Universidad para la Paz, ciudad Colón. 1997. 33-35 pp.

FALLA, R.  El tesoro de San Blas: Turismo en San Blas. Centro de Capacitación Social, Serie El Indio Panameño, Panamá. 1979.

PAREDES, R. y HERRERA, H.   Guía Interpretativa de Plantas Medicinales: Inaigar, Nusagandi, Kuna Yala. AEK/PEMASKY, Universidad de Panamá. Panamá, 1997. 119 p.

PEMASKY/AEK.   Programa de investigación, monitoreo y cooperación científica: información para los investigadores. Panamá, 1988. 26 p.
 
PEMASKY/AEK.     Biosfera de la Comarca Kuna Yala: Plan General de Manejo y Desarrollo. Resumen Ejecutivo. Equipo Técnico Consultor de PEMASKY. Informe a la OIMT. Nusagandi, Kuna Yala, Panamá. 1995. 77 p. [informe PEMASKY: 2ª. Revisión]

 
 
Notas:

1. Este artículo fue escrito en 2001, http://www.guyunusa.com/resumenarticulo.php3?numero=9; Boletín del WRM (Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales), Número 59 – Junio 2002.
 
2. Hoy la realidad ha cambiado en la Comarca. El turismo, principalmente en la Región Gardi es un boom, se sale de control, aunque el Congreso tenga normas establecidas. Pero dejo este artículo para sus análisis o comentarios y comparación con lo que ocurre actualmente.
 
3. El área de Nusagandi hoy día, a partir del 2000, está bajo la administración del Congreso General Guna (CGG).

 

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(*) Gubiler (Geodisio) Castillo. Director Ejecutivo del Programa de Ecología para el Manejo de Áreas Silvestres de Kuna Yala (PEMASKY). Correo-e: geodisio@yahoo.com

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[1] Hoy se escribe Gunayala, pero se pronuncia igual como siempre
[2] Antes de la declaración de parte de INRENARE, el mismo CGK declaró el área protegida y avaló el plan de manejo en 1987, en la comunidad de Assudub
[3] Hoy esta carretera – El Llano-Carti, está asfaltada
 

4 de junio de 2013

DIA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE – 5 DE JUNIO


Para este año el Día Mundial del Medio Ambiente tiene como lema “Piensa, Aliméntate, Ahorra”, una campaña para de reducir los desechos y las pérdidas de alimentos, que diariamente los vemos.

Tenemos apoyo de nuestros agricultores en la producción de alimentos y la administración de los recursos, pero aún no los hemos dotado de instrumentos o mecanismos adecuados para sus labores, que representan uno de los modos más eficaces para terminar con la falta de alimentación y nutrir de forma sostenible a la población en aumento. Y de esta forma no depender de la capital. Como las bananas, que quizás no son productos primarios, sino secundarios.

Dependemos en gran medida de la agricultura para subsistir. Casi el 90% de nuestra población dule nos dedicábamos parcial o totalmente de la pequeña agricultura. Hoy aún la mayoría prevalece, 80% nos dedicamos a la agricultura de nainu. Con tendencias a decaerse. Pero todos somos conscientes que la agricultura y el bosque es nuestra vida, cultura y es nuestro buen vivir. De ella siempre nos hemos dependido y dependeremos siempre.

De hecho, la producción global de alimentos ocupa un 25% de la superficie habitable, un 70% de consumo de agua, un 80% de deforestación y un 30% de gases. Es, por tanto, que no podemos permitir, que la deforestación y las emisiones de gases, toquen nuestras puertas. Sin embargo, es la tendencia en nuestra Comarca.

Nuestro producto es orgánico, y es un producto que no ha contaminado el ambiente. Porque nuestros productos en mercados locales a nivel comarcal, en los que se sabe que en el pasado reciente, no ha sido necesario el transporte por carro y motor fuera de borda y por tanto, no han supuesto tantas emisiones de gas. Pero hoy las cosas tienden a cambiarse, de la que tenemos que cuidarnos o más bien, preocuparnos.

Al celebrar este día, queremos motivar que las personas se conviertan en agentes activos del desarrollo sostenible y equitativo, promover el papel fundamental de las comunidades en el cambio de actitud hacia temas ambientales y fomentar la cooperación, la cual garantizará que todas las naciones y personas disfruten de un futuro más próspero y seguro.