Geodisio
Castillo
El pueblo dule ha venido enfrentando
conflictos socioambientales desde su existencia en la Comarca, no es un
fenómeno reciente (Castillo, 2005; Castillo, 2017). Las disputas por el uso,
acceso y control de territorios y recursos naturales (agua, bosques, tierras,
minerales, semillas, entre otros) han estado siempre presentes; no obstante, la
modalidad que ahora presentan es distinta, del cual, se debe prevenirse. Porque
hoy no solo hay una pugna por los recursos y territorios, sino también, y,
sobre todo, en la afectación o el riesgo de afectación socioambiental que
generan las modalidades de apropiación y explotación en la era
global–neoliberal (Castillo, 2005; Tetreault, Ochoa y Hernández, 2012).
Cultivos de
siagwa (cacao)+gabi (café)+masi (plátano/banano) y el capataz. Nainu Grupo de
Productores de Mamardub. Foto: Gubiler
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Se están desplazando concepciones
locales e indígenas relacionadas con la agricultura de la vida, y se han
introducido nuevas concepciones meramente técnicas como cultivos híbridos y
transgénicos, ingeniería, trabajo y factores de la producción (Gerritsen,
Figueroa Bautista, et al., 2012)
Al tal punto, hoy día, pocos son los
agricultores dules, que valoran los conocimientos ancestrales legados; ellos,
diariamente establecen estrategias vitales para el desarrollo de sus
comunidades, en base a la agricultura familiar y comunal. Se está dejando de
valorar la gestión agroecológica y/o ambiental.
Valor de la diversidad de cultivos en nainugan
Veamos, cinco de la mañana, o casi a
esta hora o mucho antes, diariamente, los agricultores dules se levantan para
asistir a sus nainugan. Personas o visitantes que no están acostumbrados a ver
nainus o nainugan lleno de diversidad, enseguida piensa que los agricultores
dules no saben sembrar o cuidar sus cultivos. Porque esta diversidad biológica
es compartida con los arvenses[1].
Encontramos cultivos de mama (yuca), masi (plátano / banano), ogob (coco), moe
(zapallo), osi (piña), siagwa (cacao), swiddi (guanábana), aswe (aguacate), nalub
(pisfá), árboles de uso doméstico y artesanal, plantas medicinales, entre
otros.
Esta diversidad de plantas con
diferentes hábitos de crecimiento, doseles y estructuras radiculares permiten
un mejor uso de los insumos ambientales tales como nutrientes, agua y radiación
solar. La combinación de cultivos permite utilizar al máximo un determinado
ambiente. En los sistemas complejos agroforestales, se puede cultivar por debajo
de la copa de los árboles (Castillo y Beer, 1983; Nicholls et al., 2001).
Estos diseños múltiples de cultivo o
policultivos aseguran una producción constante de alimentos y una cubierta vegetal
para la protección del suelo. Al asegurar un abastecimiento de alimentos
regular y diverso, se puede garantizar una dieta variada y adecuada en cuanto a
la nutrición. Además, garantizan la estabilidad de la producción, la
reducción de los riesgos al mínimo, la disminución de la incidencia de los
insectos y las enfermedades, el uso eficaz de la mano de obra, la
intensificación de la producción con recursos limitados y aumento máximo de la
rentabilidad con bajos niveles de tecnología (Francis et al., 1976; Harwood, 1979).
Una cosecha extensa de cultivos reduce la necesidad
de almacenamiento a menudo, peligrosa en climas lluviosos. Una secuencia
continua de cultivos también mantiene las relaciones bióticas (relación
depredador / presa, fijación del nitrógeno)[2]
que benefician al agricultor
(Castillo y Beer, 1983; Nicholls et al., 2001). La mayoría de los
agricultores dules han empleado prácticas diseñadas para optimizar la
productividad en el largo plazo, en vez de incrementarla en un corto plazo (Castillo,
2016; Gliessman, 2002).
Los agricultores sustentan la
fertilidad del suelo, manteniendo ciclos cerrados de nutrientes, energía, agua
y desechos. Así, muchos agricultores enriquecen sus suelos con la recolección
de nutrientes (tales como humus de los bosques, desechos orgánicos, igli-saa[3])
que provienen de fuera de sus nainus, adoptando sistemas de barbecho o de
rotación o incluyendo leguminosas (gabidubaled – Mucuna spp.) en sus patrones de cultivo intercalado. Cosa que aún
mantienen los agricultores de la comunidad de Nusadub, en sus nainus de mama[4].
El agricultor conoce desde tiempo
antiguo que la repetición de un cultivo sobre la misma parcela conduce a un
descenso inevitable de los rendimientos que pueden decrecer considerablemente (Castillo y Beer, 1983; Francis et
al., 2003). Es el caso de los cultivos en ladera, entonces, es cuando rotan
las parcelas, o realizan el ciclo de barbecho.
No es el caso de los nainus fijos,
principalmente en terrenos planos, costeros y aluviales, donde la agricultura
ha sido intensiva hasta agotar el suelo. Castillo (2016) apunta que, como resultado
de ello, en la actualidad, es la baja producción en estos tipos de suelos. Y,
eso, que las semillas no han mejorado, y, las nativas están en desuso. Los
conocimientos tradicionales se van perdiendo poco a poco.
En la época actual que vivimos, con el
cambio climático que incide en los cultivos, el largo periodo de calor y falta
de humedad o lluvia, los agricultores deben dedicarse a cultivos resistentes a
la sequedad, como gwalu (camote), buggwa (ñame nativo o blanco) y mama. Y poner
nuevamente en práctica, las técnicas de manejo de dejar
materia orgánica como cobertura (mulch - hojas y seudotallos de
plátanos/bananos u otras) en los cultivos o entre callejones de los cultivos, y
cultivos de cobertura como moe y gwalu, para evitar la evaporación y el
escurrimiento o la degradación del suelo.
Los conocimientos tradicionales están presentes
Nada ha
cambiado el sistema de producción agrícola-forestal de nainu, desde que
Castillo y Beer (1983) realizaron el estudio, dándose cuenta del valor
ecológico, diverso, sano y con calidad de alimento. Lo que está sucediendo es
que la producción está mermando, y esta situación desde los 80 los productores
ya lo vienen notando.
Los
conocimientos están presentes, los agricultores saben cuándo un cultivo no va a
producir, cuándo está creciendo mal y lo desechan o cortan. Es un trabajo
metódico para que la planta crezca fuerte y produzca más. Son conocimientos
ancestrales que es hora de innovar. Porque no podemos quedar en lo mismo, hay
que hacer cambios sustanciales en el sistema de producción de nainu. “Hay que
cerrar los ciclos, aunque haya sido bueno, para dar el siguiente paso”.
La
diversificación es también una buena estrategia para conseguir una economía y
una sociedad solidaria más equilibrada y estable, menos dependiente, y una
forma de conseguir un acceso más igualitario al trabajo y a la independencia
económica por parte de las mujeres, garantizando sus derechos para cultivar la
tierra, expulsadas en mayor proporción que los hombres de la actividad agraria[5].
Los
agricultores dules son parte de los más del 60% de tierra cultivada en el
planeta trabajada con métodos tradicionales (Ruthenberg, 1971). Los sistemas
agrícolas tradicionales han beneficiado al planeta, gracias a siglos de
evolución cultural y biológica de ecosistemas, mediante lo cual se ha adaptado
a las condiciones locales (Egger, 1981; León Sicard, 2009).
Los
pequeños agricultores han desarrollado y/o heredado sistemas agrícolas complejos
que les han permitido satisfacer sus necesidades alimentarias durante siglos,
aún en condiciones ambientales adversas. Valoran la totalidad del sistema
productivo agrícola y no sólo los rendimientos de un solo cultivo. Estos
sistemas forman paisajes de tipo cultural y agroecológico, y, por ello, es poco
valorado por la ciencia, hasta no hace mucho (Erickson, 2006; FIDA; 2016). Sin embargo, ésta valoración o aprendizaje se
debe dar rápidamente o esta riqueza del conocimiento tradicional práctico se
perderá para siempre, como está ocurriendo en la agricultura dule.
Enfrentando
diversos retos
La
agricultura dule enfrenta en la actualidad diversos retos que pueden tener un
efecto renovador, aun mayor sobre la ya de por sí falta de incremento en la
producción alimentaria. Dicha renovación puede realizarse mediante la
ordenación de plantas cultivadas en rotaciones y alternativas de cultivos
(Avelares et al., 2003). O por la apuesta
desde distintos ámbitos por la introducción de actividades tales como la
innovación o el mejoramiento y/o renovación de los cultivos tradicionales
agroforestales prevalecientes (Castillo, 2014a[6];
Ruthenberg, 1971; FAO, 1984).
Se
observa un marcado declive en el trabajo de campo de parte de la juventud, como
resultado de la influencia en obtener insumos externos en forma rápida, con
efectos negativos a la larga para la sociedad dule (Castillo, 2016). La
interrupción constante de las actividades agrícolas por las actividades
culturales propios del pueblo dule, y, como consecuencia, de los sistemas de
producción de alimentos se traduce en una pérdida lenta y constante de los
medios de vida, ocasionando el aumento de la migración a las ciudades y con
ello el empobrecimiento (Castillo, 2014a[7];
FAO, 2016).
Para
Castillo (2016)[8],
la alimentación y la soberanía alimentaria son temas que no solo hay que
enfocarlos en teoría, sino en la práctica, porque son los pueblos indígenas y
las mujeres los que reciben el duro golpe de la pobreza y son los que asumen
las responsabilidades principales de la producción y la conservación diaria.
Pero la pobreza para el pueblo dule, no es solo material y falta de servicios,
sino espiritual, la negación al desarrollo colectivo, familiar y ecológicos,
que la estructura actual impiden el desarrollo de las estrategias productivas y
ecológicas.
Un
desarrollo sostenible agroecológico, se refiere a la realización de
potencialidades, al acceso gradual a estados más plenos, mayores o mejores y
tiene en cuenta los incrementos cualitativos. Es decir, se refiere a la
habilidad que los grupos humanos tienen para “dotarse por sí mismos de alimentos, energías, agua y otros
satisfactores, así como ideas, sueños, proyectos de vida” (Toledo, 1993).
Se trataría de un desarrollo participativo, basado en el despliegue de las
potencialidades de las comunidades y de los agroecosistemas de los que forman
parte, con un control por parte de los habitantes de la riqueza en ellas
generada, garantizando la diversidad y renovabilidad de los sistemas de
producción agroecológicos prevalecientes, de los recursos, manteniendo las
formas de manejo por ellos generada y que conforman en gran medida la identidad
y la cultura.
Los
sistemas agroforestales dules prevalecientes se deben construirse a partir de
los conocimientos y los recursos locales, para que sean ecológica y socialmente
humanas. Es decir, más que una simple actividad productiva y económica, se
constituye parte de la cultura familiar e implica el fortalecimiento de los
procesos agroecológicos. En torno a esta relación – hombre-naturaleza, se configura el paisaje, la dinámica social y la
cultura (Castillo, 2014b[9];
Gerritsen, Figueroa Bautista, et al.,
2012).
Hay que
desarrollar innovando tecnologías apropiadas a pequeña escala, sustentadas en
el saber hacer y en el saber entender (Castillo, 2014b)[10].
Asimismo, es importante fortalecer los esquemas de comercialización interna alternativos,
tales como los trueques (Gerritsen, Figueroa Bautista, et al., 2012).
Los
agricultores dules ya no deben verse como simples jardineros, con nainugan semiabandonadas,
sin mantenimiento, sino productores que inician a incrementar la producción
alimentaria y otras materias primas en cantidades discretas pero sostenible
cuya actividad genera externalidades ambientales positivas, creando paisaje.
REFERENCIAS
Castillo, B.D., 2017. Conflicto
territorial limítrofe: Caso de la Comarca de Kuna Yala, región de
Nurdargana-Playa Colorada, Comunidades Kunas de Gardi. Panamá, Panamá. 9 p.
(Inédito)
Castillo, G. (coord.), 2016. Rescate y
valoración de semillas y plantas nativas de la Comarca Gunayala. Gunayala,
Panamá. 27 p. (Inédito)
Castillo, G. (ed.), 2005. Zona de
amortiguamiento, corredor biológico y proyectos integrados de conservación y
desarrollo sostenible: Alternativas al conflicto de uso de la tierra por los
límites de la Comarca Kuna Yala y el Distrito de Santa Isabel, Panamá. Junta
Directiva del Congreso General Kuna, Congreso General Kuna. 28 p. + Anexos
(Informe Preliminar Sujeta a Revisión)
Castillo, G. y Beer, J., 1983. Utilización del
bosque y de sistemas agroforestales en la Región de Gardi, Kuna Yala(San Blas,
Panamá). UNU/CATIE, Turrialba, Costa Rica. 55 p. + anexos
Egger, K., 1981. Ecofarming in the
tropics: characteristics and potentialities. Plant Research and Development 13:96-106.
Francis C, Lieblein G, Gliessman S, Breland T, Creamer A N, Harwood R,
Salomonsson L, Helenius J, Rickerl D, Salvador R, Wiendehoeft M, Simmons S,
Allen P, Altieri M, Porter J, Flora C, Poincelot R., 2003. Agroecology: the ecology of food systems. Journal of Sustainable
Agriculture 22: 99-119.3
Gerritsen, P.R.W., Figueroa Bautista, P.,
Villalvazo López, V.M., y Castillo Castro, X.C., 2012. Fortalecimiento de
la agricultura sustentable en la Costa Sur de Jalisco: La construcción de
alternativas desde el quehacer campesino cotidiano. En: Conflictos
socioambientales y alternativas de la sociedad civil / Coord. e introd. de D.V.
Tetreault, H. Ochoa García, E. Hernández González; pref. de J. Martínez Alier,
B. Rodríguez Labajos. Guadalajara, México: ITESO. pp. 215-231. (Alternativas al
desarrollo)
Gliessman, S.R., 2002. Agroecología:
procesos ecológicos en agricultura sostenible / Stephen R. Gliessman. —
Turrialba, C.R.: CATIE. 359 p.
Harwood, R., 1979. Small farm
development: understanding and improving farming systems in the humid tropics.
Westview Press, Boulder, Colo. 160 p.
Ruthenberg, H., 1971. Farming systems in
the tropics. Oxford University Press. London. 313 p.
Tetreault, D., Ochoa García, H. y Hernández
González, E. (coords.), 2012. Conflictos socioambientales y alternativas
de la sociedad civil / Coord. e introd. de D.V. Tetreault, H. Ochoa García, E.
Hernández González; pref. de J. Martínez Alier, B. Rodríguez Labajos.
Guadalajara, México: ITESO. 278 p. (Alternativas al desarrollo)
Toledo, V.M., 1993. Modernidad y
Ecología, la nueva crisis planetaria. Ecología Política, no 3. pp. 9-22.
León Sicard, T. E., 2009. Agroecología: Desafíos de una ciencia
ambiental en construcción. Agroecología 4: 7-17
FAO, 2016. Panorama de la Seguridad Alimentaria
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Nicholls, C I; Parrella, MP; Altieri, M. A., 2001.Effects of a vegetational corridor on the abundance and dispersal of
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16:133-146.
Erickson, C., 2006. El Valor Actual de
los Camellones de Cultivo Precolombinos: Experiencias del Perú y Bolivia. In
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social, usos y retos del pasado y del presente (pp. 315-339). Quito: Ediciones
Abya-Yala.
FIDA, 2016. El valor de los conocimientos
tradicionales. Los conocimientos de los pueblos indígenas en las estrategias de
adaptación al cambio climático y la mitigación de este. Roma, Italia. 60 p.
[1] Se
denomina maleza, mala hierba, planta arvense, monte o planta indeseable a
cualquier especie vegetal que crece de forma silvestre en una zona cultivada o
controlada por el ser humano como cultivos agrícolas o jardines.
[2] En
ecología, la depredación es un tipo de interacción biológica en la que un
individuo de una especie animal (el predador o depredador) caza a otro
individuo (la presa) para subsistir. Un mismo individuo puede ser depredador de
algunos animales y a su vez presa de otros, aunque en todos los casos el
predador es carnívoro.
[3]
Desechos producidos por las hormigas
[4]
Leoncio Ceballos, Capataz de los Productores de Nusadub; comunicación personal,
8/02/17.
[5] Las
mujeres dules garantizan sus derechos para cultivar la tierra - http://gubiler.blogspot.com/2015/12/las-mujeres-dules-garantizan-sus.html
[6] Castillo,
G., 2014a. Sugerencias para acelerar la producción alimentaria en gunayala:
reflexiones para el diálogo. En: http://gubiler.blogspot.com/2014_05_01_archive.html
[7]
Castillo, G., 2014a. Sugerencias para acelerar la producción alimentaria en
gunayala: reflexiones para el diálogo. En: http://gubiler.blogspot.com/2014_05_01_archive.html
[8]
Castillo. G., 2016. Alimento, Soberanía Alimentaria y Desarrollo Comarcal. En: http://gubiler.blogspot.com/2016/02/alimento-soberania-alimentaria-y.html?spref=fb
[9]
Castillo, G., 2014b. Desarrollo comarcal desde adentro: el sistema de nainu
alternativa productiva, social y ecológica. En: http://gubiler.blogspot.com/2014/12/desarrollo-comarcal-desde-adentro-el.html
[10] Castillo,
G., 2014b. Desarrollo comarcal desde adentro: el sistema de nainu alternativa
productiva, social y ecológica. En: http://gubiler.blogspot.com/2014/12/desarrollo-comarcal-desde-adentro-el.html