26 de febrero de 2017

AGRICULTURA DE NAINU: ENFRENTANDO DIVERSOS RETOS QUE PUEDE TENER UN EFECTO RENOVADOR

Geodisio Castillo

El pueblo dule ha venido enfrentando conflictos socioambientales desde su existencia en la Comarca, no es un fenómeno reciente (Castillo, 2005; Castillo, 2017). Las disputas por el uso, acceso y control de territorios y recursos naturales (agua, bosques, tierras, minerales, semillas, entre otros) han estado siempre presentes; no obstante, la modalidad que ahora presentan es distinta, del cual, se debe prevenirse. Porque hoy no solo hay una pugna por los recursos y territorios, sino también, y, sobre todo, en la afectación o el riesgo de afectación socioambiental que generan las modalidades de apropiación y explotación en la era global–neoliberal (Castillo, 2005; Tetreault, Ochoa y Hernández, 2012).


Cultivos de siagwa (cacao)+gabi (café)+masi (plátano/banano) y el capataz. Nainu Grupo de Productores de Mamardub. Foto: Gubiler
Se están desplazando concepciones locales e indígenas relacionadas con la agricultura de la vida, y se han introducido nuevas concepciones meramente técnicas como cultivos híbridos y transgénicos, ingeniería, trabajo y factores de la producción (Gerritsen, Figueroa Bautista, et al., 2012)

Al tal punto, hoy día, pocos son los agricultores dules, que valoran los conocimientos ancestrales legados; ellos, diariamente establecen estrategias vitales para el desarrollo de sus comunidades, en base a la agricultura familiar y comunal. Se está dejando de valorar la gestión agroecológica y/o ambiental.

Valor de la diversidad de cultivos en nainugan

Veamos, cinco de la mañana, o casi a esta hora o mucho antes, diariamente, los agricultores dules se levantan para asistir a sus nainugan. Personas o visitantes que no están acostumbrados a ver nainus o nainugan lleno de diversidad, enseguida piensa que los agricultores dules no saben sembrar o cuidar sus cultivos. Porque esta diversidad biológica es compartida con los arvenses[1]. Encontramos cultivos de mama (yuca), masi (plátano / banano), ogob (coco), moe (zapallo), osi (piña), siagwa (cacao), swiddi (guanábana), aswe (aguacate), nalub (pisfá), árboles de uso doméstico y artesanal, plantas medicinales, entre otros.

Esta diversidad de plantas con diferentes hábitos de crecimiento, doseles y estructuras radiculares permiten un mejor uso de los insumos ambientales tales como nutrientes, agua y radiación solar. La combinación de cultivos permite utilizar al máximo un determinado ambiente. En los sistemas complejos agroforestales, se puede cultivar por debajo de la copa de los árboles (Castillo y Beer, 1983; Nicholls et al., 2001).

Estos diseños múltiples de cultivo o policultivos aseguran una producción constante de alimentos y una cubierta vegetal para la protección del suelo. Al asegurar un abastecimiento de alimentos regular y diverso, se puede garantizar una dieta variada y adecuada en cuanto a la nutrición. Además, garantizan la estabilidad de la producción, la reducción de los riesgos al mínimo, la disminución de la incidencia de los insectos y las enfermedades, el uso eficaz de la mano de obra, la intensificación de la producción con recursos limitados y aumento máximo de la rentabilidad con bajos niveles de tecnología (Francis et al., 1976; Harwood, 1979).

Una cosecha extensa de cultivos reduce la necesidad de almacenamiento a menudo, peligrosa en climas lluviosos. Una secuencia continua de cultivos también mantiene las relaciones bióticas (relación depredador / presa, fijación del nitrógeno)[2] que benefician al agricultor (Castillo y Beer, 1983; Nicholls et al., 2001). La mayoría de los agricultores dules han empleado prácticas diseñadas para optimizar la productividad en el largo plazo, en vez de incrementarla en un corto plazo (Castillo, 2016; Gliessman, 2002).

Los agricultores sustentan la fertilidad del suelo, manteniendo ciclos cerrados de nutrientes, energía, agua y desechos. Así, muchos agricultores enriquecen sus suelos con la recolección de nutrientes (tales como humus de los bosques, desechos orgánicos, igli-saa[3]) que provienen de fuera de sus nainus, adoptando sistemas de barbecho o de rotación o incluyendo leguminosas (gabidubaled – Mucuna spp.) en sus patrones de cultivo intercalado. Cosa que aún mantienen los agricultores de la comunidad de Nusadub, en sus nainus de mama[4].

El agricultor conoce desde tiempo antiguo que la repetición de un cultivo sobre la misma parcela conduce a un descenso inevitable de los rendimientos que pueden decrecer considerablemente (Castillo y Beer, 1983; Francis et al., 2003). Es el caso de los cultivos en ladera, entonces, es cuando rotan las parcelas, o realizan el ciclo de barbecho.

No es el caso de los nainus fijos, principalmente en terrenos planos, costeros y aluviales, donde la agricultura ha sido intensiva hasta agotar el suelo. Castillo (2016) apunta que, como resultado de ello, en la actualidad, es la baja producción en estos tipos de suelos. Y, eso, que las semillas no han mejorado, y, las nativas están en desuso. Los conocimientos tradicionales se van perdiendo poco a poco.

En la época actual que vivimos, con el cambio climático que incide en los cultivos, el largo periodo de calor y falta de humedad o lluvia, los agricultores deben dedicarse a cultivos resistentes a la sequedad, como gwalu (camote), buggwa (ñame nativo o blanco) y mama. Y poner nuevamente en práctica, las técnicas de manejo de dejar materia orgánica como cobertura (mulch - hojas y seudotallos de plátanos/bananos u otras) en los cultivos o entre callejones de los cultivos, y cultivos de cobertura como moe y gwalu, para evitar la evaporación y el escurrimiento o la degradación del suelo.

Los conocimientos tradicionales están presentes

Nada ha cambiado el sistema de producción agrícola-forestal de nainu, desde que Castillo y Beer (1983) realizaron el estudio, dándose cuenta del valor ecológico, diverso, sano y con calidad de alimento. Lo que está sucediendo es que la producción está mermando, y esta situación desde los 80 los productores ya lo vienen notando.

Los conocimientos están presentes, los agricultores saben cuándo un cultivo no va a producir, cuándo está creciendo mal y lo desechan o cortan. Es un trabajo metódico para que la planta crezca fuerte y produzca más. Son conocimientos ancestrales que es hora de innovar. Porque no podemos quedar en lo mismo, hay que hacer cambios sustanciales en el sistema de producción de nainu. “Hay que cerrar los ciclos, aunque haya sido bueno, para dar el siguiente paso”.

La diversificación es también una buena estrategia para conseguir una economía y una sociedad solidaria más equilibrada y estable, menos dependiente, y una forma de conseguir un acceso más igualitario al trabajo y a la independencia económica por parte de las mujeres, garantizando sus derechos para cultivar la tierra, expulsadas en mayor proporción que los hombres de la actividad agraria[5].

Los agricultores dules son parte de los más del 60% de tierra cultivada en el planeta trabajada con métodos tradicionales (Ruthenberg, 1971). Los sistemas agrícolas tradicionales han beneficiado al planeta, gracias a siglos de evolución cultural y biológica de ecosistemas, mediante lo cual se ha adaptado a las condiciones locales (Egger, 1981; León Sicard, 2009).

Los pequeños agricultores han desarrollado y/o heredado sistemas agrícolas complejos que les han permitido satisfacer sus necesidades alimentarias durante siglos, aún en condiciones ambientales adversas. Valoran la totalidad del sistema productivo agrícola y no sólo los rendimientos de un solo cultivo. Estos sistemas forman paisajes de tipo cultural y agroecológico, y, por ello, es poco valorado por la ciencia, hasta no hace mucho (Erickson, 2006; FIDA; 2016). Sin embargo, ésta valoración o aprendizaje se debe dar rápidamente o esta riqueza del conocimiento tradicional práctico se perderá para siempre, como está ocurriendo en la agricultura dule.

Enfrentando diversos retos

La agricultura dule enfrenta en la actualidad diversos retos que pueden tener un efecto renovador, aun mayor sobre la ya de por sí falta de incremento en la producción alimentaria. Dicha renovación puede realizarse mediante la ordenación de plantas cultivadas en rotaciones y alternativas de cultivos (Avelares et al., 2003). O por la apuesta desde distintos ámbitos por la introducción de actividades tales como la innovación o el mejoramiento y/o renovación de los cultivos tradicionales agroforestales prevalecientes (Castillo, 2014a[6]; Ruthenberg, 1971; FAO, 1984).

Se observa un marcado declive en el trabajo de campo de parte de la juventud, como resultado de la influencia en obtener insumos externos en forma rápida, con efectos negativos a la larga para la sociedad dule (Castillo, 2016). La interrupción constante de las actividades agrícolas por las actividades culturales propios del pueblo dule, y, como consecuencia, de los sistemas de producción de alimentos se traduce en una pérdida lenta y constante de los medios de vida, ocasionando el aumento de la migración a las ciudades y con ello el empobrecimiento (Castillo, 2014a[7]; FAO, 2016).

Para Castillo (2016)[8], la alimentación y la soberanía alimentaria son temas que no solo hay que enfocarlos en teoría, sino en la práctica, porque son los pueblos indígenas y las mujeres los que reciben el duro golpe de la pobreza y son los que asumen las responsabilidades principales de la producción y la conservación diaria. Pero la pobreza para el pueblo dule, no es solo material y falta de servicios, sino espiritual, la negación al desarrollo colectivo, familiar y ecológicos, que la estructura actual impiden el desarrollo de las estrategias productivas y ecológicas.

Un desarrollo sostenible agroecológico, se refiere a la realización de potencialidades, al acceso gradual a estados más plenos, mayores o mejores y tiene en cuenta los incrementos cualitativos. Es decir, se refiere a la habilidad que los grupos humanos tienen para “dotarse por sí mismos de alimentos, energías, agua y otros satisfactores, así como ideas, sueños, proyectos de vida” (Toledo, 1993). Se trataría de un desarrollo participativo, basado en el despliegue de las potencialidades de las comunidades y de los agroecosistemas de los que forman parte, con un control por parte de los habitantes de la riqueza en ellas generada, garantizando la diversidad y renovabilidad de los sistemas de producción agroecológicos prevalecientes, de los recursos, manteniendo las formas de manejo por ellos generada y que conforman en gran medida la identidad y la cultura.

Los sistemas agroforestales dules prevalecientes se deben construirse a partir de los conocimientos y los recursos locales, para que sean ecológica y socialmente humanas. Es decir, más que una simple actividad productiva y económica, se constituye parte de la cultura familiar e implica el fortalecimiento de los procesos agroecológicos. En torno a esta relación – hombre-naturaleza, se configura el paisaje, la dinámica social y la cultura (Castillo, 2014b[9]; Gerritsen, Figueroa Bautista, et al., 2012).

Hay que desarrollar innovando tecnologías apropiadas a pequeña escala, sustentadas en el saber hacer y en el saber entender (Castillo, 2014b)[10]. Asimismo, es importante fortalecer los esquemas de comercialización interna alternativos, tales como los trueques (Gerritsen, Figueroa Bautista, et al., 2012).

Los agricultores dules ya no deben verse como simples jardineros, con nainugan semiabandonadas, sin mantenimiento, sino productores que inician a incrementar la producción alimentaria y otras materias primas en cantidades discretas pero sostenible cuya actividad genera externalidades ambientales positivas, creando paisaje.

REFERENCIAS

Castillo, B.D., 2017. Conflicto territorial limítrofe: Caso de la Comarca de Kuna Yala, región de Nurdargana-Playa Colorada, Comunidades Kunas de Gardi. Panamá, Panamá. 9 p. (Inédito)

Castillo, G. (coord.), 2016. Rescate y valoración de semillas y plantas nativas de la Comarca Gunayala. Gunayala, Panamá. 27 p. (Inédito)

Castillo, G. (ed.), 2005. Zona de amortiguamiento, corredor biológico y proyectos integrados de conservación y desarrollo sostenible: Alternativas al conflicto de uso de la tierra por los límites de la Comarca Kuna Yala y el Distrito de Santa Isabel, Panamá. Junta Directiva del Congreso General Kuna, Congreso General Kuna. 28 p. + Anexos (Informe Preliminar Sujeta a Revisión)

Castillo, G. y Beer, J., 1983. Utilización del bosque y de sistemas agroforestales en la Región de Gardi, Kuna Yala(San Blas, Panamá). UNU/CATIE, Turrialba, Costa Rica. 55 p. + anexos

Egger, K., 1981. Ecofarming in the tropics: characteristics and potentialities. Plant Research and Development 13:96-106.

Francis C, Lieblein G, Gliessman S, Breland T, Creamer A N, Harwood R, Salomonsson L, Helenius J, Rickerl D, Salvador R, Wiendehoeft M, Simmons S, Allen P, Altieri M, Porter J, Flora C, Poincelot R., 2003. Agroecology: the ecology of food systems. Journal of Sustainable Agriculture 22: 99-119.3

Gerritsen, P.R.W., Figueroa Bautista, P., Villalvazo López, V.M., y Castillo Castro, X.C., 2012. Fortalecimiento de la agricultura sustentable en la Costa Sur de Jalisco: La construcción de alternativas desde el quehacer campesino cotidiano. En: Conflictos socioambientales y alternativas de la sociedad civil / Coord. e introd. de D.V. Tetreault, H. Ochoa García, E. Hernández González; pref. de J. Martínez Alier, B. Rodríguez Labajos. Guadalajara, México: ITESO. pp. 215-231. (Alternativas al desarrollo)

Gliessman, S.R., 2002. Agroecología: procesos ecológicos en agricultura sostenible / Stephen R. Gliessman. — Turrialba, C.R.: CATIE. 359 p.

Harwood, R., 1979. Small farm development: understanding and improving farming systems in the humid tropics. Westview Press, Boulder, Colo. 160 p.

Ruthenberg, H., 1971. Farming systems in the tropics. Oxford University Press. London. 313 p.

Tetreault, D., Ochoa García, H. y Hernández González, E. (coords.), 2012. Conflictos socioambientales y alternativas de la sociedad civil / Coord. e introd. de D.V. Tetreault, H. Ochoa García, E. Hernández González; pref. de J. Martínez Alier, B. Rodríguez Labajos. Guadalajara, México: ITESO. 278 p. (Alternativas al desarrollo)

Toledo, V.M., 1993. Modernidad y Ecología, la nueva crisis planetaria. Ecología Política, no 3. pp. 9-22.

León Sicard, T. E., 2009.  Agroecología: Desafíos de una ciencia ambiental en construcción. Agroecología 4: 7-17

FAO, 2016. Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en Mesoamérica 2016. Fortaleciendo la gobernanza para la seguridad alimentaria y nutricional. Ciudad de Panamá, Panamá. 55 p.

FAO, 1984. Improved Production Systems as an Alternative to Shifting Cultivation. No. 53, Roma, 201 p.

Nicholls, C I; Parrella, MP; Altieri, M. A., 2001.Effects of a vegetational corridor on the abundance and dispersal of insect biodiversity within a northern Californian organic vineyard. Landscape Ecology 16:133-146.

Erickson, C., 2006. El Valor Actual de los Camellones de Cultivo Precolombinos: Experiencias del Perú y Bolivia. In F. Valdez (Ed.), Agricultura ancestral. Camellones y albarradas: Contexto social, usos y retos del pasado y del presente (pp. 315-339). Quito: Ediciones Abya-Yala.

FIDA, 2016. El valor de los conocimientos tradicionales. Los conocimientos de los pueblos indígenas en las estrategias de adaptación al cambio climático y la mitigación de este. Roma, Italia. 60 p.



[1] Se denomina maleza, mala hierba, planta arvense, monte o planta indeseable a cualquier especie vegetal que crece de forma silvestre en una zona cultivada o controlada por el ser humano como cultivos agrícolas o jardines.
[2] En ecología, la depredación es un tipo de interacción biológica en la que un individuo de una especie animal (el predador o depredador) caza a otro individuo (la presa) para subsistir. Un mismo individuo puede ser depredador de algunos animales y a su vez presa de otros, aunque en todos los casos el predador es carnívoro.
[3] Desechos producidos por las hormigas
[4] Leoncio Ceballos, Capataz de los Productores de Nusadub; comunicación personal, 8/02/17.
[5] Las mujeres dules garantizan sus derechos para cultivar la tierra - http://gubiler.blogspot.com/2015/12/las-mujeres-dules-garantizan-sus.html
[6] Castillo, G., 2014a. Sugerencias para acelerar la producción alimentaria en gunayala: reflexiones para el diálogo. En:  http://gubiler.blogspot.com/2014_05_01_archive.html
[7] Castillo, G., 2014a. Sugerencias para acelerar la producción alimentaria en gunayala: reflexiones para el diálogo. En:  http://gubiler.blogspot.com/2014_05_01_archive.html
[8] Castillo. G., 2016. Alimento, Soberanía Alimentaria y Desarrollo Comarcal. En: http://gubiler.blogspot.com/2016/02/alimento-soberania-alimentaria-y.html?spref=fb
[9] Castillo, G., 2014b. Desarrollo comarcal desde adentro: el sistema de nainu alternativa productiva, social y ecológica. En: http://gubiler.blogspot.com/2014/12/desarrollo-comarcal-desde-adentro-el.html
[10] Castillo, G., 2014b. Desarrollo comarcal desde adentro: el sistema de nainu alternativa productiva, social y ecológica. En: http://gubiler.blogspot.com/2014/12/desarrollo-comarcal-desde-adentro-el.html

10 de febrero de 2017

¿Por qué enfocarnos en los derechos económicos, sociales y culturales?

Anriette Esterhuysen

¿Avances en un enfoque de derechos para las políticas de internet?

El reconocimiento de internet como “medio de comunicación vital para que las personas puedan ejercer su derecho a la libertad de expresión o el derecho de buscar, recibir y difundir informaciones e ideas de toda índole, sin consideración de fronteras, como se garantiza en los artículos 19 de la Declaración Universal de Derechos Humanos y del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos” fue establecido expresamente por primera vez en el informe de julio de 2011 de Frank la Rue, el Relator Especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU (CDH) para la promoción y protección del derecho de libertad de opinión y expresión. Él plantea además que:

El derecho a la libertad de opinión y de expresión es un derecho fundamental en sí mismo, a la vez que factor coadyuvante de otros derechos, entre ellos los derechos económicos, sociales y culturales, como el derecho a la educación y el derecho a participar en la vida cultural y gozar de los beneficios del progreso científico y de sus aplicaciones, así como los derechos civiles y políticos, como los derechos de libertad de asociación y reunión. Así pues, al funcionar como catalizador del derecho personal a la libertad de opinión y de expresión, internet también facilita el ejercicio de otros derechos humanos diversos[1].

Para mediados de 2012 quedaba claro que otros Relatores Especiales de Naciones Unidas estaban tomando el tema de los derechos humanos e internet muy seriamente –incluyendo el Relator Especial sobre el derecho a la libertad de reunión pacífica y de asociación[2]; él de derechos culturales[3]; violencia contra las mujeres; y racismo, discriminación racial, xenofobia e intolerancia-[4]. El 5 de julio de 2012, 85 países firmaron la resolución del CDH liderada por Suecia afirmando el simple hecho de que los mismos derechos que las personas tienen fuera de línea deben ser protegidos en línea[5].

Desde esta resolución clave del 2012, el CDH ahora toma en consideración una resolución relativa a internet cada dos años, que han ido del reconocimiento básico de la aplicabilidad de los derechos humanos en el entorno en línea, a cubrir temas críticos como buscar soluciones para la brecha digital de género, los ataques a las personas por ejercer sus derechos en línea y terminar con las interrupciones intencionales de acceso a internet. La resolución de julio de 2016 relaciona los derechos humanos en línea con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible[6].

Por lo tanto, parece que más gobiernos están comprometiéndose seriamente con concretar las libertades en internet, utilizando el discurso de derechos humanos y sus mecanismos para lograrlo. Podemos encontrar mayor evidencia de ello en el lanzamiento de la Freedom Online Coalition de gobiernos en diciembre del 2011[7] y una mayor participación y aceptación de los derechos humanos como un tema legítimo a tratar en el Foro de Gobernanza de Internet (FGI)[8].

Ambivalencia

Pero ¿cuán profundo es el compromiso de los gobiernos en realidad? Los grupos de la sociedad civil desconfían, particularmente cuando, gracias a las revelaciones de Snowden, miembros de la Freedom Online Coalition como Estados Unidos y Gran Bretaña salieron a la luz como violadores de los derechos de privacidad. Tres años más tarde, la situación aún continúa luciendo bastante desalentadora.

El bloqueo y filtrado de contenidos[9] son comunes: en algunos países la práctica es endémica[10]. El gobierno ruso aprobó en 2013 una ley que le permite bloquear selectivamente contenidos que considere dañinos para los niños. Los activistas de derechos humanos consideran que la ley de protección infantil está diseñada como “una fisura que posibilita una censura más amplia en internet”. A mediados de 2013 el gobierno británico ha introducido el uso obligatorio de filtros de pornografía infantil. Muchos países en desarrollo, particularmente en África, Asia y Medio Oriente también practican activamente la censura online[11]. Aún los gobiernos comprometidos en general con la libertad de expresión están tomando acciones para limitarla en línea, tal como la decisión de Ecuador de junio de 2013 de establecer una “política de nombre real” que prohíbe la opinión anónima en línea[12]. Y las interrupciones de acceso a internet se están volviendo frecuentes en África y parte de Asia, particularmente durante las elecciones o protestas políticas[13].

Polarización Norte-Sur

Muchos gobiernos de los países en desarrollo continúan siendo ambivalentes[14]. Se resisten a apoyar activamente las libertades en internet porque a) les preocupa la “seguridad” y la amenaza del cibercrimen y del “terrorismo”; b) consideran que el crecimiento y desarrollo económico son más importantes; c) no ven (o no le convencen los argumentos a favor de) la relación entre los derechos humanos y el desarrollo; y d) ven a la agenda de libertades en internet como parte de las políticas exteriores y libre comercio manejadas por EEUU como “líder del mundo libre” a la vez que ayuda a las empresas norteamericanas a acceder a nuevos mercados y hacer negocios sin pagar impuestos ni contribuir a las inversiones extranjeras directas[15].

La cultura política también contribuye a que los países respondan de manera diferente a internet. Algunos gobiernos, particularmente en África, desconfían de internet y de su impacto en los valores tradicionales, la cultura y la identidad. Algunos simplemente sofocan la libertad de expresión y asociación como un medio de control y retención de poder. Esto es particularmente evidente en países con instituciones estatales débiles y altos niveles de corrupción. Los funcionarios del Estado y los políticos temen las consecuencias de que los ciudadanos tengan la capacidad de expresarse y participar de la esfera pública.

Brechas en la investigación, el análisis, el discurso, la defensa y la creación de redes

Estas respuestas ambivalentes y polarizadas a las políticas y la regulación de internet pueden atribuirse, al menos en parte, a brechas en la investigación, el conocimiento y el discurso en materia de derechos humanos y de políticas de internet. Estos vacíos son los siguientes:

A) Brecha en el encuadre: Se supone que todos los derechos humanos –incluidos los derechos civiles y políticos y económicos, sociales y culturales– son “indivisibles”. Sin embargo, prácticamente todo el encuadre en el discurso de la libertad de internet se ha hecho desde la perspectiva de los derechos civiles y políticos[16].

B) Brecha en la participación: La gran mayoría de los participantes en el discurso de la “libertad de internet” provienen de países desarrollados. Pocos tienen experiencia o conocimientos en teoría, políticas o prácticas de desarrollo.

C) Brecha conceptual: Internet se describe a menudo como ubicuo e integral a la vida social, política y económica contemporánea. Pero no existe una conceptualización coherente de internet desde la perspectiva de cómo el derecho, la política y la regulación deberían tratarla. Muchos gobiernos quieren un mayor control sobre internet, mientras que las empresas, la comunidad técnica y la sociedad civil tienden a resistirse a esto, aunque no siempre por las mismas razones.

D) Brecha de investigación: Se ha investigado muy poco a internet a través del prisma de los derechos económicos, sociales y culturales, que es distinto al enfoque de los “TIC para el desarrollo” (tecnologías de información y comunicación). Incluso dentro de la perspectiva de los derechos civiles y políticos, la documentación está fuertemente orientada hacia una estrecha gama de derechos civiles (libertad de expresión, privacidad y libertad de asociación).

E) Brecha de principios: La mayoría de las declaraciones de principios para las políticas, regulación y gobernanza de internet se centran en la privacidad, la libertad de expresión y asociación, y la protección contra la censura[17]. No sabemos de ningún conjunto coherente de principios diseñados para la consideración efectiva de los derechos económicos, sociales y culturales.

F) Brecha de activismo y redes: las organizaciones de derechos humanos del Sur global enfocadas al desarrollo rara vez se centran en los derechos relacionados con internet. El resultado es una brecha en cómo los grupos de derechos humanos conceptualizan la relación entre internet y los derechos económicos, sociales y culturales y cómo éstos se relacionan con el desarrollo.

Las implicaciones son claras: si queremos ampliar el discurso sobre un enfoque de la gobernanza de internet basada en derechos, debemos ampliar el discurso para incluir todos los derechos, incluidos los derechos económicos, sociales y culturales. No hacerlo sirve para reforzar las divisiones geopolíticas que condujeron a la creación de dos instrumentos de derechos separados desde su origen –cuando un único instrumento hubiera sido mucho más fácil de implementar y monitorear– y afecta negativamente la creación de espacios de configuración y definición de políticas como el Foro de Gobernanza de Internet. (Traducción APC y ALAI).
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Anrie tte Esterhuysen, Asociación para el Progreso de las Comunicaciones (APC) www.apc.org

Fuente: Internet y derechos económicos, sociales y culturales. América Latina en Movimiento. 521, febrero 2017. ALAI (coedición con APC). pp. 2-5



[1] La Rue, F. (2011). Informe del Relator Especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión (A/HRC/17/27) http://www.un.org/ga/search/view_doc.asp?symbol=A/HRC/17/27&referer=https://www.google.com/&Lang=S
[2] APC. (2012, 28 junio). Internet: APC sees progress in the full recognition of the freedom of association and assembly. APCNews. https://www.apc.org/en/node/14676
[3] Shaheed, F. (2012). Report of the Special Rapporteur in the field of cultural rights, Farida Shaheed (A/HRC/20/26). https://daccess-ods.un.org/TMP/5280131.69765472.html
[4] Ruteere, M. (2012). Report of the Special Rapporteur on contemporary forms of racism, racial discrimination, xenophobia and related intolerance, Mutuma Ruteere (A/HRC/20/33). www.ohchr.org/Documents/Issues/Racism/A.HRC.20.33_en.pdf
[5] APC. (2012, 6 julio). The UN recognises freedom of expression on the internet as a human right. APCNews. https://www.apc.org/en/node/14772
[6] APC. (2016). APC welcomes Human Rights Council resolution on the internet and human rights. https://www.apc.org/en/pubs/apc-welcomes-human-rights-council-resolution-inter
[7] La coalición tuvo su sexta reunión en Costa Rica en Octubre de 2016. Para mayor información ver: https://www.freedomonlinecoalition.com
[9] Para mayor información acerca de esta práctica ver: https://opennet.net/about-filtering
[10] La Rue, F. (2011). Op. cit.
[11] El reporte de Freedom House’s Freedom on the Net 2012 considera a solo dos de los seis países de África subsahariana como “libres”. Ver www.freedomhouse.org/sites/default/files/resources/FOTN%202012%20Summary%20of%20Findings.pdf
[12] APC. (2012, 15 agosto). New regulation threatens anonymity on the internet in Ecuador. APCNews. https://www.apc.org/en/node/14993
[13] Vernon, M. (2016, 6 junio). Pushing Back Against Internet Shutdowns. CIPESA. www.cipesa.org/2016/06/pushing-back-against-internet-shutdowns and Endalk. (2016, 11 octubre). Ethiopian Authorities Shut Down Mobile Internet and Major Social Media Sites. Global Voices. https://advox.globalvoices.org/2016/10/12/ethiopian-authorities-shut-down-mobile-internetand-major-social-media-sites
[14] Ver por ejemplo el reporte de la Oficina de Alto Comisionado de Derechos Humanos, Resumen del Panel de Expertos del Consejo de Derechos Humanos en libertad de expresión y la internet, Ginebra, 2012.
[15] Esto se refleja en la atención centrada en la ciberseguridad en la Comisión de la Unión Africana y en la Unión Internacional de Telecomunicaciones, un foro donde los países en desarrollo son en general participantes activos, así como en las negociaciones relacionadas con la revisión del Reglamento Internacional de Telecomunicaciones en la Conferencia Mundial sobre Telecomunicaciones Internacionales en diciembre de 2012.
[16] Hawtin, D. (2011). Internet charters and principles: Trends and insights. In Finlay, A. (Ed.), Global Information Society Watch 2011: Internet rights and democratisation. APC e Hivos. https://giswatch.org/mapping-democracy/internet-rights/internetcharters-and-principles-trends-and-insights-0
[17] Hawtin, D. (2011). Op. cit. Ver como ejemplo el Charter de Derechos y Principios de Internet de la coalición dinámica de derechos y principios de internet (2011): internetrightsandprinciples.org/site; la Carta de derechos en internet de APC (2006): https://www.apc.org/en/node/5677; y el Bill of Privacy Rights (2010) de la Electronic Frontier Foundation: https://www.eff.org/deeplinks/2010/05/billprivacy-rights-social-network-users

Valorización de los Arrecifes coralinos del Archipiélago guna, Comarca Guna Yala, Panamá

Arcadio Castillo D. (guna)
Biólogo, especialidad en ictiología y piscicultura

En honor a la Gran Bila Igar (Revolución de Febrero) de 1925

“Muubilli, aggwa dinagan, uamar gwable anmar gadi, degi soggu bammalad anmar ibe gegsue. Anmar sabeggwa onibuggwa saergebed. Anmar ibiyobi abegedba subugwad, degi nigwar melle anmar doggu balo”

“El mar, los arrecifes, los peces son nuestros y otras personas no nos los pueden quitar. Debemos pescar lo necesario. Tenemos toda la libertad de usar lo que la naturaleza nos brinda, pero sin sobrepasar lo necesario”

“Море, риф, рыба наши собственные и другие люди не могут удалить с нами. Мы рыбу вам нужно. У нас есть все свободы, чтобы использовать то, что дает нам природа, но не больше, чем нужно"

Dada Nele Gandule ueyob soidi nanasa

 
Introducción
Los Agwadinagan (arrecifes coralinos), constituyen uno de los ecosistemas más productivo de nuestro Muubilli (ambiente marino). Estos recursos marinos colectivamente natural forman barreras naturales que protegen las costas e islas contra las altas e intensas olas. Además, ofrecen diversas fuentes de servicios ecosistémicos como alimento, turismo, recreación, educación, investigación entre otras funciones.

Coral cuerno de alce (A. palmata). Foto: A. Castillo D.
Los responsables del deterioro de los ibdurgan demargan (recursos marinos) y la contaminación somos nosotros mismos. El calentamiento global de la tierra y de los mares es el producto de las actividades humanas y las consecuencias actuales los estamos sintiendo.

Las destrucciones naturales, y humanas tienen un gran impacto sobre los arrecifes coralinos y las comunidades coralinas (Glynn, 1976; Guzmán, et al. 2002; 2003). En los últimos 50 años los arrecifes coralinos han disminuido en un 50% debido a causas naturales como las tormentas tropicales, el crecimiento de algas, y también por el impacto de las actividades humanas como la sobrepesca de los peces loros, las aguas negras, el exceso de basura, el exceso de construcciones costeras y encallamiento de barcos y/o veleros turísticos.

Las tormentas tropicales y los encallamientos de barcos son otros de los principales factores que causan o alteran dramáticamente a los arrecifes de coral, causando destrucción y una alta fragmentación de hábitats y la mortalidad de colonias de corales masivos y ramificados (Aronson y Swanson, 1997). Obviamente, la Comarca costera y su archipiélago guna no escapan del declive actual de sus recursos marinos como son los ecosistemas costero-marinos y sus comunidades coralinas.

En Panamá, las mayores extensiones de arrecifes coralinos se encuentran al oeste del Caribe panameño en su mayoría de origen coralino. La Comarca Guna Yala y su archipiélago, se localizan al oriente del Caribe panameño, y se halla conformado por aproximadamente 365 islas, con una extensión de 3,206 km² de tierra continental y se extiende a lo largo de 375 kilómetros.

Hace sesenta años (70’) los arrecifes de Gunayala estaba mayormente compuesto por el coral cuerno de alce, A. palmata (Ogden J. & N. 2010). Esto se puede atestiguar por las enormes estructuras donde todavía aún se ven y crecen fragmentos de este coral ramificado de tamaño considerable (8 m de largo x 2 m de ancho-medido personalmente, Castillo, A., julio, 2016).

Las especies de corales ramificados A. palmata y A. cervicornis, que un día fueron las especies más abundantes, dominaron por lo general las franjas de arrecifes en la zona somera de la cresta del arrecife (Jackson 2006; Ogden J. & N. 2010), son particularmente importantes, ya que proporcionan la estructura tridimensional vital para muchos arrecifes (Pandolfi y Jackson 2006).

Contamos en la actualidad con la Ley 2 del 7 de Enero de 2006 en la que se protege y conservan los arrecifes de coral. Sin embargo, hacemos caso omiso de dichas leyes, y menos nosotros, los pescadores y la misma población.

El estudio realizado en el año 2001, sobre la Distribución, Estructura y Estado de Conservación de los Arrecifes Coralinos en Kuna Yala, se ha convertido en el estudio con más autoridad e influencia hasta la fecha sobre los efectos del declive de las mismas. El Sistema Arrecifal de Guna Yala (SAGY)-alberga una alta diversidad de corales, y es el mejor desarrollado de los arrecifes coralinos de nuestro país.


La Comarca y su Archipiélago Gunayala
Una manera en que las personas podemos tener una idea del valor y la importancia de un recurso natural, es dándole un valor económico a las funciones y servicios que nos proveen. En respuesta a esto, se analizó el estudio llevado a cabo en el año 2001 sobre la distribución, estructura y estado de conservación de los arrecifes coralinos en Gunayala, el valor económico puntual de los 56 sitios monitoreado ese año. Los resultados de este monitoreo nos permite conocer la actividad económica que se genera en función de estos recursos y su valor en los años subsiguientes.

Naturaleza bella. Una isla coralina con palmas de ogob (Coco nucifera). Foto: A. Castillo D.
El trabajo de campo consistió en la exploración del lecho marino, específicamente en los 56 sitios seleccionados ese tiempo. Estos arrecifes de barrera o de franja se destacan por ser resistentes ante las altas intensidad de oleaje, el flujo de las corrientes marinas, y tormentas tropicales. En aguas someras, el arrecife está dominado por diversos corales, algas, macro-algas, corales blandos (gorgonias u octocorales), esponjas, crustáceos y una diversidad de peces.

¿Cómo se utilizan los arrecifes de coral y recursos asociados en Gunayala?
La recreación y el turismo son los principales usuarios que le damos a los recursos costeros y marinos en archipiélago guna. También, los utilizamos para la pesca, sin embargo, nos falta desarrollar un programa de investigación y de educación constante de estos recursos naturales a docentes y personas interesadas. De igual manera, los arrecifes de coral y ambientes asociados nos proveen muchos otros servicios. Por ejemplo, los manglares, las praderas marinas y los arrecifes, protegen las costas de la erosion marina y de otros impactos como los tormentas y huracanes.

¿Qué es el valor económico total?
El valor económico total de los arrecifes de coral y ambientes asociados son todos los bienes y servicios que provee el recurso.

Algunos de los bienes y servicios son fáciles de valorar porque mide una transacción de mercado. Por ejemplo, cuando vamos a consumir pescados o mariscos pagamos un precio. De la misma manera, cuando vamos a la playa pagamos por el estacionamiento, la comida, el transporte y alojamiento. Sin embargo, los arrecifes de coral y ambientes asociados proveen una variedad de servicios donde no se miden las transacciones de mercado.


La Pesca
La cosecha del mar (peces, dulub, crustáceos, pulpos entre otros) que consumimos son especies que habitan en los arrecifes.

En el archipiélago guna, el 90 % de los pescadores captura especies de arrecife. Sin embargo, se observa que la pesca reportada se ha reducido considerablemente en los últimos años. Se necesita tomar datos o registrar la pesca de los productos del mar para de consumo interno y comercial y así estimar su valor económico.


Turismo y recreación
El área marina de Gunayala es evidente de gran importancia para la recreación y el turismo en el país y para nosotros mismos, no sólo en términos de lo que aporta esta actividad a la economía, si no en el valor que se deriva del disfrute de estos recursos por la sociedad.

Investigación y educación
El archipiélago guna es y sirve como un laboratorio natural, donde se han llevado a cabo investigaciones de diversos tipos en años pasados. Muchas de estas investigaciones están dirigidas al desarrollo de medidas de manejo, conservación de la biodiversidad y el conocimiento académico, entre otros.

Según los investigadores, esta zona marina es importante para la investigación por su gran variedad de recursos naturales, su ubicación, y la diversidad de usos y actividades que ocurren en ésta.


¿Por qué debemos conservar los arrecifes de coral?
Los arrecifes de coral y ambientes asociados son importantes para la economía de un pueblo y, además, tienen una función social muy significativa, ya que proveen oportunidades para la recreación de los turistas extranjeros y nacionales. Sin embargo, aun cuando estos recursos aportan millones de dólares a la economía del país, los mismos se han estado declinándose aceleradamente, a causa de los seres humanos. Por ejemplo, dañamos el coral con tan sólo tocarlo y extraerlo de sus hábitats.

Otras actividades que dañan los arrecifes de coral y los ambientes asociados son las prácticas recreativas sin controles (ej. el anclaje sobre los corales y pastos marinos, la aceleración de los botes y los motores fuera de borda sobre estas áreas, y el manejo inadecuado de la basura, que actualmente estamos inundados en ellas); los desarrollos urbanos sin las medidas adecuadas; la sobrepesca; el blanqueamiento y las enfermedades de los corales. Existe, además, la preocupación de que estas causas naturales que afectan los arrecifes de coral por el aumento del nivel del mar y el calentamiento global.

Valor de los arrecifes de coral guna
La Comarca Guna costera e insular fue valorada con fuego y sangre gracias a nuestros padres visionarios que lucharon por ella un febrero del año 1925. Y gracias a esta gesta heroica y a la gran revolución del 25’, fue reconocida como Reserva en 1930 y como Comarca en 1938 y sus límites por la ley 16 de 1953, la cual fue ratificada en el año de 1957. Sin embargo, los límites marinos fueron obviados. Al elaborar el Plan General de Desarrollo Comarcal, el Proyecto de Estudio para el Manejo de Áreas Silvestres de Kuna Yala (PEMASKY, 1990) recomienda la inclusión del territorio marino, con una extensión de 2,294 km².

Corales muertos y vivos. Fotos: A. Castillo D., 2016
Según, el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, estima que el valor económico anual de los servicios ecosistémicos de los arrecifes de coral están entre USD $100.000 y USD $600.000 por km². Según el estudio realizado en el 2001, se estima que, en los 56 sitios puntuales de los arrecifes monitoreados, la superficie total de estos arrecifes coralinos del archipiélago guna es de 638.66 km². Teniendo en cuenta estos valores, los arrecifes de Gunayala, podría estar valorado en hasta más de USD $383.196 millones de dólares.

Pues, habra que desarrollar un programa de conservación y de educación constante de estos recursos natuales a docentes y personas interesadas. Y con mucha más razón se debería trabajar o buscar mecanismos en la creación o establecer Redes de Áreas Natural Marinas Protegidas (RANMP), en el archipiélago guna para su protección y conservación que tanto lucharon nuestros padres un febrero del año 1925…

Referencias
1.     Asociación Interamericana para la Defensa del Ambiente, AIDA. 2012. Los arrecifes de coral en Costa Rica: valor económico, amenazas y compromisos legales internacionales que obligan a protegerlos. AIDA Y Conservation International. p 37.

2.     Castillo, B. D. 2016. Problemas limítrofes de la Comarca Kuna Yala, del sector oeste de la Comarca Kuna. Inédito.

3.     Decreto Ejecutivo No. 29, del 24 de junio de 1994, donde se prohíbe la extracción de peces de arrecifes.

4.     Guzmán, H. M., P. A. G. Barnes, C. E. Lovelock, And I.Garcia Rivas, M., López W H., Poot, J. G., Serralde, R, R., y Zepeda, A, V. 2012. Prevención y Manejo de Encallamientos de Embarcaciones en el Parque Nacional Arrecifes de Xcalak, México: Una Respuesta Temprana para Lograr el Éxito.

5.     Guzmán, Héctor, M., Guevara, Carlos A., Castillo, Arcadio. 2003. Natural disturbances and mining of Panamanian coral reefs by indigenous people", Conservation Biology, vol. 17, No. 5, pp. 1396-1401.

6.     Guzmán, H. M., Andréfouet, S., Guevara, C. A., Akl, J. 2002. Distribución, Estructura, y Estado de Conservación de los Arrecifes Coralinos de Kuna-Yala (San Blas), República de Panamá. Smithsonian Tropical Research Institute, Panamá, Report to PEMASKY and NATURA. P 44.

7.     INRENARE. 1994. “Área Silvestre ubicada dentro de la Comarca o Reserva Indígena”. Resolución No. J. D. -022-94, 2 de agosto de 1994. Gaceta Oficial 7 de septiembre de 1994. No 22.617. Panamá. 18-19 pp.

8.     Ogden J. & N. 2010. Field Observations over 40 years on the Coral Reefs of the Comarca Kuna Yala. Report to the Congreso General Kuna & Smithsonian Tropical Research Institute.

9.     PEMASKY. 1990. Comarca de la Biósfera de Kuna Yala. Plan General de Manejo y Desarrollo (Resumen Ejecutivo). Preparado por: Equipo Técnico de PEMASKY. Impreso por M & RG. 77p.

10.  Mumby P. J., et al., 2014. Servicios de ecosistema y su valor. Hacia la Resiliencia del Arrecife y Medios de Vida Sustentables. Un manual para los administradores de arrecifes de coral del caribe.