Dule oba - maíz criollo o nativo |
La situación actual del planeta debe llamarnos la atención, por la variabilidad alta de las condiciones climáticas que estamos viviendo. Y en toda esta búsqueda de alternativas para que la alimentación pueda ofrecernos en la mesa hoy y mañana, una de las alternativas viables es la agroecología para enfrentar el riesgo.
¿Por qué, la agroecología? Porque aprovecha el saber tradicional, y no necesariamente debemos tomar definiciones modernas sobre agroecología. Lo nuestro es práctico. Muchos de los agricultores indígenas preguntan, “¿Cómo puedo recuperar mi chacra[1]? ¿Existe una tecnología que me pueda ayudar?”. Se ha demostrado que la tecnología moderna, con muchos fertilizantes, pesticidas y monocultivos con variedades híbridas simples, no producen cultivos en las chacras, desplazando a muchas comunidades y ha causado degradación ecológica y cultural sobre el saber tradicional (Castillo 2006; Rothschild comp. y ed. 1996).
Gualu - camote |
Mientras que nuestros sistemas agroecológicos aplican los conceptos y principios ecológicos, culturales y espirituales diseñando agroecosistemas sostenibles, y nunca han dependido de agroquímicos. Las interacciones ecológicas y los sinergismos entre sus componentes biológicos o agrobiodiversidad proveen los mecanismos para que los sistemas subsidien la fertilidad de su propio suelo, la productividad y la protección de los cultivos y el ambiente mismo.
La biodiversidad agrícola que se produce en sistemas agroecológicos indígenas, es una forma común del “buen vivir”. Se caracteriza por el uso de numerosas variedades de productos en cada nainu. Por ejemplo, los agricultores Quechua y Aymara de los Andes cultivan hasta 500 variedades de papas en las terrazas de una comunidad y los hermanos de la Cuenca Amazónica pueden cultivar hasta más de 100 productos en una hectárea de bosque quemado y talado (Rothschild comp. y ed. 1996). Eso es producto del conocimiento de la naturaleza, hacer de un sistema agroecológico como un bosque; es decir, en una hectárea de bosque se pueden encontrar aproximadamente hasta 100 especies de árboles, pero en este caso en un nainu establecemos policultivos o sistemas agroforestales.
Gabi dubalet - frijol abono |
Talar y quemar cada verano, no nos devuelve el bosque original, pero devuelve nuevamente la vida, evitando la erosión y una mejor gestión de los suelos, comprendiendo los sistemas de sucesión entre bosque – agricultura y barbecho, la forma más común que nuestros pueblos utilizan los bosques. Hacer descansar a la tierra, para que se recupere y volver a ofrecer su esencia, sus frutos a la población y a la vida silvestre.
Pero hay que reconocer que nuestros conocimientos tradicionales se pierden cada día, no hay un sistema o método de diseminar estos conocimientos, aunque los Congresos Generales y principalmente la Cultural hacen el esfuerzo en esta tarea.
En Kuna Yala hubo y vienen proyectos, que tienen orientaciones hacia la adaptación al cambio del clima. Hay documentos sobre proyectos sobre desarrollo sostenible, estrategias ambientales comunitarias archivadas que hay que ejecutarlas (Cambellotti 1997; Castillo 2007). Hay experiencias para lograr la gestión forestal comunitaria y agroforestería (Castillo 2004). Bien o mal, pero ya existen informaciones para actuar mejor.
Gracias al apoyo del Programa de Pequeñas Donaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PPD-PNUD), la Asociación Indígena Ambiental (AIA) en alianza con el Centro de Desarrollo Ambiental y Humano (CENDAH) iniciarán a responder a estas necesidades de adaptación mediante el proyecto de “capacitación y extensión o asistencia técnica agroecológica” (CEAF), incluyendo la recuperación de cultivos tradicionales que se están perdiendo, la investigación participativa para la aplicación de algunas actividades de adaptación como lo es la conservación de los suelos e innovando los sistemas agroecológicos prevalecientes en las comunidades de Akuanusadup y Yandup-Narganá.
La participación directa de los productores de ambas comunidades en el proyecto dará continuidad al proceso de desarrollo y de adaptación, y se recopilará información sobre las experiencias adquiridas a través de este proyecto para su utilización en los diálogos ambientales[2]. Cabe señalar que este proyecto no es la solución a los problemas de los productores y/o la comunidad, este “proyecto” no busca el desarrollo, sino dirige o facilita su atención hacia la gente, hacia “procesos” de desarrollo a largo plazo.
La finalidad del proyecto consiste en “motivar a los productores agrícolas de la comunidad de Akuanusadup y Yandup-Narganá al proceso de desarrollo de sistemas agroecológicos y/o agroforestales adaptables, persistentes y estables, que contribuyan a minimizar la tala y quema, al incremento de la productividad y al bienestar socio-económico familiar, sin disminuir la capacidad de producción del suelo”. Por el momento no nos preocupa el incremento de la producción, hasta que los propios agricultores se empoderen de los conocimientos tecnológicos a pequeña escala, para iniciar la innovación de su agricultura. Porque serán ellos los motores de su desarrollo.
El proyecto CEAF también diseñará una estrategia de investigación, recuperando los conocimientos tradicionales que se pierden, de ahí, innovar los sistemas agroecológicos prevalecientes para mejorar el suelo, recuperar su fertilidad y luego dar paso al incremento de la producción. Y la mejor forma en este proceso de desarrollo – capacitación-extensión-investigación - tiene mayor oportunidad de llegar a tener éxito y sostenibilidad si la comunidad a través de los productores participan, al punto que sientan, que ellos dirigen el proceso, que ellos tienen el mando y no la zanahoria (Diesen 2000). Facilitarles el análisis y las amenazas que enfrentan, y de llegar a un consenso sobre las acciones que deben tomar. De esta manera la comunidad productora es objeto como sujeto de la investigación, y no solo objeto de la investigación (Freire 2008), como ocurre en la investigación tradicional relacionada con el desarrollo[3].
La práctica agroecológica o de agricultura sostenible kuna innovado, contribuirá a la conservación y recuperación de la fertilidad del uso del suelo, estaríamos adaptando una acción frente al cambio del clima - evitando la deforestación. Además al contribuir a minimizar la tala y quema de los bosques, con estas acciones estaremos contribuyendo a la mitigación del cambio climático. Esta acción no solo orientará a los agricultores varones, sino también se ha visto el interés y necesidad de la mujeres en participar y de los estudiantes o niños para tomen conciencia del conocimiento agroecológico y ambiental, porque ellos son los que pueden insistir a sus padres para que las cosas se hagan y produzcan[4].
Es por eso que CEAF involucra a los productores agrícolas, mujeres y niños en las actividades del proyecto, lograr que con la participación activa se tomen decisiones y elaboren un plan estratégico de capacitación y extensión incorporando los conocimientos tradicionales, ayudando al establecimiento e implementación de los sistemas agroecológicos que serán establecidos y su monitoreo en la restauración de la tierra. Las acciones del proyecto CEAF será comenzar en pequeño, introduciendo e innovando tecnología a pequeña escala, como labranza “cero”, labranza ecológica o mínima, surcos productivos, uso del aparato “A”, entre otros, pero la decisión lo tomarán los propios productores. Estos serán aplicados bajo el sistema de la agricultura de nainu.
Mujeres kuna contruyendo aparato "A" |
Por otra parte en este proceso agroecológico, las acciones involucran la captura de carbono en los suelos y en la biomasa para un mejor manejo de la tierra para reducir las emisiones de gases de invernadero (FAO 2002)[5]; además al incrementar el contenido de materia orgánica tendrá efectos significativos directos en las propiedades del suelo y un impacto positivo sobre las cualidades ambientales o agrícolas y sobre la biodiversidad. Las consecuencias incluirán una mayor fertilidad del suelo y productividad de la tierra para la producción de alimentos (Yágodin et al 1986) y para la seguridad alimentaria. Esta herramienta agroecológica también hará que las prácticas agrícolas sean más sostenibles y ayudará a prevenir o mitigar la degradación de los recursos de la tierra.
Las actividades del proyecto, al mantener una agricultura de nainu, preserva y conserva el suelo y la biodiversidad adaptándolos y mitiga la degradación forestal, reduciendo a escala local las emisiones de gases de efecto invernadero (reducción de emisiones de CO2, como también de metano – CH4 y óxido nitroso – N2O), que contribuyen al calentamiento del planeta.
Finalmente el proyecto propiciará la enseñanza y diseminación de metodologías y estrategias a otros productores agrícolas de otras comunidades y de ser posible a campesinos del país. Los conocimientos tradicionales locales al combinarse con los conocimientos occidentales amigables con la naturaleza multiplican los conocimientos en beneficio del desarrollo comarcal y por tanto de otros pueblos hermanos indígenas y del país.
El intercambio y suministro de información, la extensión-investigación o comunicación es parte esencial del proceso de enseñanza y toma de conciencia comunitaria. La extensión-investigación o comunicación comunitaria participativa implica aspectos sobre qué comunicar, la forma más adecuada de hacerlo y cómo involucrar a la gente en el proceso (Bennett 2004; Freire 1987). Porque el desarrollo sostenible no puede tener lugar sin la participación de la comunidad. Sin embargo, dentro de la actual práctica de desarrollo, una real participación de la comunidad es difícil de lograr, es por eso, que la participación es de interesados avalados por la propia comunidad.
Apenas este proyecto es un primer paso hacia el verdadero proceso de desarrollo. Estos tipos de proyectos no pueden ser de un año, sino un proceso de largo plazo. Ahora que nos enfrentamos al cambio climático.
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Referencias citadas:
Bennett, A. 2004. Enlazando el paisaje: el papel de los corredores y la conectividad en la conservación de la vida silvestre. /Tr. por José María Blanch. San José, C. R.: UICN. 278 p.
Cambellotti, M. 1997. Desarrollo sostenible en Kuna Yala Proyecto PAN/B7-3010/93/140. Informe de seguimiento técnico administrativo y evaluación de mediano plazo. Euronet Consulting. Mayo 1997. 30 p. + anexos
Castillo, G. 2007. Informe Final. “Consultoría para la elaboración y actualización de planes estratégicos para el uso de los recursos naturales en la Comarca Kuna Yala, Ecoregión Darién-Kuna, Panamá”. CON-BID-DB-007. Período: del 18 de septiembre al 19 de diciembre de 2007. Programa Manejo Integrado de Ecosistemas en Comunidades Indígenas (PMIIE). Fondo BID/FMAM No. GRT/FM-9011-RS. Fondo BM/FMAM No. TF054186. ACICAFOC, CICA, CCAD. Panamá. 38 p. + anexos (3 planes estratégicos)
Castillo, 2006. Informe Final de Actividades. “Capacitación en técnicas de agroecología según los conocimientos tradicionales indígenas”. Período: del 8 de mayo al 15 de junio de 2006. Programa Manejo Integrado de Ecosistemas en Comunidades Indígenas (PMIIE). Fondo BID/FMAM No. GRT/FM-9011-RS. Fondo BM/FMAM No. TF054186. ACICAFOC, CICA, CCAD. Panamá. 60 p. + anexos
Castillo, G. 2004. Logrando la gestión en manejo forestal comunitario. En: Reflexiones en Torno a la Problemática de la Gestión de Proyectos Indígenas. Fortaleciendo las Capacidades Gerenciales de los Pueblos Indígenas /Carlos Brenes et al. 1ª. ed. – Valle de Ángeles, Francisco Morazán, Honduras 27 de abril al 1º de mayo de 2003. Managua: URRACAN (156 p.). 60-72 pp.
Castillo, Yonilia y Castillo, G. 2011. Percepción de necesidades e intereses en las comunidades de Akuanusadup y Yandup-Narganá. Proyecto Capacitación y Extensión Agroecológico. 1ª. evaluación ante-proyecto. Kuna Yala. 7 p. 31 de enero de 2011. (Informe al PPD-PNUD)
Diesen, A. van 2000. Reteniendo la batuta y entregando la zanahoria: dilemas que surgen cuando las agencias de desarrollo utilizan el ERP. En: Investigación ejemplar: conceptos y aplicaciones /Lou Keune. 1ª. ed., San José, Costa Rica: DEI. 159-176 PP.
FAO 2002. Captura de carbono en los suelos para un mejor manejo de la tierra. Informes sobre recursos mundiales de suelos, 96. 73 p. ftp://ftp.fao.org/docrep/fao/004/y2779S/y2779s00.pdf
Freire, P. 2008. Pedagogía del oprimido. Siglo XXI. 232 p.
Freire, P. 1987. ¿Extensión o comunicación? La concientización en el medio rural. Siglo XXI editores. 114 p.
Yágodin, B. A., Smirnov, P. y Peterburgski 1986. Agroquímica, Tomo I. /Tr. del ruso por Ramiro Rincón Zabaco y Francisco Vargas Salazar/. Editorial Mir Moscú. 416 p.
[1] Chacra, nainu, conuco, milpa, etc. son sistemas agroecológicos de los pueblos indígenas, significan lo mismo - cultivo de parcelas agroforestales, policultivos o cultivos mixtos, sus métodos varían en cada región o realidad ambiental y cultural
[2] Sobre ‘deforestación evitada’ o RED, REDD y REDD+, ya se ha hablado o informado mucho, solo toca prepararse con buenas proyecciones o propuestas que hagan una buena gestión forestal, su conservación y desarrollo comunitario, tomando en cuenta nuestros conocimientos tradicionales
[3] Dilemas de muchas agencias de desarrollo, que utilizan la ERP (Evaluación Rural Participativa) u otros nombres que llevan como el ERR (Evaluación Rural Rápida), etc. (Diesen 2000)
[4] Primera evaluación realizada antes de iniciar el proyecto de Capacitación y Extensión Agroecológica en las comunidades de Akuanusadup y Yandup-Narganá (Castillo y Castillo 2011)
[5] Ya hay ideas de separar el dióxido de carbono (CO2) y almacenarlo bajo tierra es. Es una idea de una falsa solución, porque no está técnicamente disponible, en vez de dar soluciones puede crear problemas a las generaciones futuras