21 de julio de 2020

Un soplo de vida: Respetando la tierra desde el conocimiento ancestral

Geodisio Castillo

En un momento como la actual, con la pandemia avanzando a nuestra tierra. Con el miedo implantado, al principio nos quedamos anonadados, pero hemos reaccionado, porque nosotros los agricultores nos dimos cuenta que, solo alimentándonos sanamente, que es medicinal, nos enfrentaremos a la pandemia. Le daremos un alto a su avance si nos permiten” ... indicó un agricultor.
 
Diálogo virtual con la dirigencia de la comunidad de Yandub-Nargana
Sin embargo, para que la agricultura en la Comarca Gunayala se incremente mínimamente, necesita un “soplo de esperanza o de vida” para las comunidades, Yandub-Narganá, Nalunega, Wissubwala, Centro de Atención y Aprendizaje Ina Ibegungalu[1] y organizaciones como la juventud Olonagdiginya (jóvenes agricultores) y otras comunidades tantas que se encuentran dentro del área protegida o silvestre del corregimiento de Narganá.

El Centro de Desarrollo Ambiental y Humano (CENDAH), consciente que los agricultores, para que cumplan con su rol de desarrollo comunitario desde nuestra cosmovisión, necesitan atención y apoyo específicos para reforzar su eficacia y sostenibilidad. Los pueblos indígenas lo vienen haciendo respetando la tierra y su biodiversidad para mantenerla sana desde el conocimiento ancestral, han mantenido adaptándose a lo largo de los siglos aplicando prácticas agroforestales y de regeneración para mantener la tierra sana y asegurar la vida.

No olvidar y revalorar los conocimientos ancestrales sobre los sistemas alimentarios de nainu, es comprender la importancia que tiene el ecosistema que los rodea en la producción de alimentos. Y estar concienzados sobre la necesidad de un ambiente sano y biodiverso para el futuro de la seguridad alimentaria, identidad y cultura.

Los pequeños productores agrícolas si antes de la pandemia tenían restricciones, hoy más aún continúan enfrentándose a graves restricciones, por el distanciamiento. Algunos consiguen producir, pero no lo suficiente como para durar por todo el año. Otros tal vez puedan generar un pequeño excedente, pero se les dificulta ser solidarios, porque las semillas nativas desaparecen. En general, los pequeños agricultores Gunadule no tienen acceso a insumos productivos por la escasez de semillas que les viene encima.

CENDAH en su afán de dar un soplo de vida o de esperanza, inicia en pequeño, apoyo a las comunidades del sector 1, ubicados dentro la Zona Cultural Marina del Área Silvestre ubicado en el Corregimiento de Narganá, comunidades tales como Yandub-Narganá, eso gracias al apoyo de Cultural Survival de los Estados Unidos. Esta iniciativa, no es un proyecto, son semillas de apoyo, que crecerán y se distribuirán solidariamente a otras comunidades.

Recolectando cepas de plátanos / bananos, y producto. Foto: Adrián P.
Para que la pequeña iniciativa sea visible y cumpla sus metas, CENDAH ha formado una alianza entre el Instituto del Patrimonio Cultural del Pueblo Guna (IPCPG) de Onmaggeddummad Namaggaled (Congreso General de la Cultura Guna) y las comunidades beneficiarias[2].

El Covid-19 está agravando la vulnerable situación en la que se encuentran la mayoría de los pueblos indígenas. En este contexto, el gobierno nacional debe garantizar que las respuestas aborden los riesgos y vulnerabilidades específicas de la población indígena del país, aseguren su participación activa e incluyan medidas para su protección, basadas y respetando sus conocimientos ancestrales. Aseguren la producción alimentaria incrementándolos, a fin de salvaguardar el patrimonio agropecuario del país como garantes de nuestra seguridad alimentaria[3].

También es importante reconocer que los pueblos indígenas son socios indispensables en la lucha contra la pandemia. Los pueblos indígenas cuentan con instituciones de gobernabilidad y conocimientos igual que científica para proteger la biodiversidad, incluyendo sistemas propios de salud y alimentación, que pueden contribuir enormemente a construir respuestas exitosas de emergencia y recuperación ante la COVID-19[4].

Pareciera que los pueblos indígenas pierden con la pandemia su autonomía, la facultad de organizar y dirigir su vida interna, de acuerdo a sus propios valores, cosmovisión, instituciones, y mecanismos, con el fin de “obtener de un máximo de bienestar con un mínimo de consumo”[5].


8 de julio de 2020

Producimos alimentos sanos y orgánicos en Gunayala

Geodisio Castillo

Los productores Gunadule, hacen esfuerzos en producir alimentos sanos y orgánicos. Han tenido apoyo mal orientados, pero con la situación actual con la pandemia Covid-19, se puede redirigir las acciones a mayor producción alimentaria, en cultivos agrícolas que son medicinales y la pesca artesanal.

IPCPG/Congreso de la Cultura, apoyando al grupo Sakargunkalu, Gardi Sugdub.
Foto: Rosabel M., 070720
La agricultura Gunadule, comunal, asociativa, cooperativa y familiar, colectivamente produce, a nivel comarcal, casi el 80% de los alimentos, para no decir más. Todas las comunidades de Gunayala, tiene sus plantaciones de masi (plátano), wamadun (banano) y otros cultivos menores. Y en el Ministerio de Desarrollo Agropecuario de Panamá (MIDA), no hay registro para Gunayala, ya que somos solo una agencia comarcal de la Región de Colón[1], y solo realizan diagnóstico de la producción agropecuaria y las necesidades de las comunidades indígenas para planificar[2]. Para justificar que se ha planificado las actividades agropecuarias en los pueblos indígenas para su apoyo.

En Gunayala la agricultura familiar de nainu representan entre el 90 y el 95% de las producciones de masi – massunnad (plátano), oba (maíz), mama (yuca), siagwa (cacao), ogob (coco), y cultivos menores o de cobertura nativos. Y las adaptadas[3] como wanadun, oros ginnid (arroz rojo), oros sibbu (arroz blanco), gay (caña de azúcar) y cultivos menores. Es una agricultura solidaria, al igual que la pesca artesanal que casi a diario, los peces y frescos van al plato de la familia Gunadule.

No se sabe de la cantidad de producción alimentaria que se produce en la Comarca, pero es seguro que se aporta a la comarca y por ende al país alimento orgánico. El Instituto del Patrimonio Cultural del Pueblo Guna (IPCPG) de Onmaggeddummad Namaggaled, realizó una gira reciente a Bingandi, al Centro de Atención y Aprendizaje Ina Ibegungalu, donde se desarrolla cultivos agroforestales y medicinales. Estando ahí, unos productores vecinos a Bingandi, le solicitaron apoyo. El IPCPG no dudó en apoyar a los productores organizados Sakargunkalu, primero para buscarlos al puerto o a la mitad del camino que venían exhaustos y luego para llevarles los bananos y plátanos al puerto. Indica la asistente administradora del IPCPG, la señora Rosabel Morales - “donde podamos ayudaremos sin dudar a los productores, como lo estamos haciendo, y en alianza con otras organizaciones como el Centro de Desarrollo Ambiental y Humano (CENDAH)”.

Como los agricultores Gunadule no llevan registro de la cantidad de producción que generan a diario, no suman a la estadística del MIDA[4]. Algunos grupos de productores organizados si llevan sus registros, pero no son tomados en cuenta por el gobierno nacional. Y por eso, para los wagas no aportan al incremento de la producción alimentaria nacional. Quizás los agricultores Gunadule argumentan que lo importante no son los números, sino lo cualitativo, lo humano, lo social, lo ambiental y lo cultural. La agricultura agroforestal de nainu, es una organización económica solidaria, razonablemente calculada que permite la satisfacción de las comunidades de aquellos criterios que son puramente económicos[5].

La Secretaria de Producción y Soberanía Alimentaria de los Congresos Generales, más el Congreso General, donde están adscritas las secretarías, debe llevar registros sobre la cantidad diaria de la producción de cultivos; si lo llevan es tiempo de anunciarlos. Además, no existe un sistema de trazabilidad agroforestal que permita realizar el seguimiento del producto hasta el nainu donde fue producido, y que sean registrado. Y de parte del MIDA, que se sepa, no hay un programa dirigido de trazabilidad hacia los sistemas de producción propios de los pueblos indígenas del país, para realizar talleres de buenas prácticas y trazabilidad agroforestal[6].

La mayor parte de las experiencias productivas de los agricultores familiares de nainu del pueblo Gunadule tienen relación directa con la agroecología[7] y/o la agricultura ecológica, que promueve la producción agrícola conservando los recursos naturales de la producción de alimentos sanos tales como el suelo, agua y biodiversidad. Así evitamos que surjan una nueva cepa de gripe que se convierta en una epidemia o pandemia[8].

La agricultura familiar de nainu, es agroecológica, porque es un modo de “yer iddodisaed, nued iddodisaed” – vivir bien y de producir, con bases bioculturales y sociales, con una fuerte relación con Nabgwana, haciendo partícipe a las mujeres y jóvenes, con un nainu con elevada biodiversificación, reciclaje de productos orgánicos, que producen alimentos saludables. Con ese enfoque se debería aportar a la construcción cultural, económica, ambiental, social y política propio, llamase soberanía alimentaria[9].

“Los alimentos naturales es clave en la salud, para que no surjan las enfermedades, ya que la comida que se consume viene del bosque, como la carne de los yannu (puerco de monte), goe (venado), y otros, y ellos comen semillas, plantas medicinales, y eso entra en el cuerpo, están más sanos, y eso el guna lo consume”, como indica el argar Alberto Vásquez. Y continúa indicando que, “Por eso todo lo que comemos está llena de medicinas naturales, porque caen las hojas del isber, naggi, ila, las hojas que caen se convierten en medicina natural; mientras que los no indígenas tienen que inyectar de medicina sus alimentos. Las medicinas naturales que tenemos no se vencen, son inmunes, por eso los árboles tienen fortaleza, de allí venimos, de allí comemos”.[10].

El programa de agricultura familiar “Agro Vida” del gobierno nacional[11], dirigido a familias productoras es un proyecto para dotar de herramientas, semillas de granos básicos e insumos, para que siembren y puedan garantizar la seguridad alimentaria de sus familias. Además de eso, los agricultores familiares recibirán apoyo con capacitaciones y asistencia técnica para que puedan desarrollar sus cultivos adecuadamente. Perfecto, se aplaude, pero como llega “agro vida” a los agricultores familiares de los pueblos indígenas, en particular, en este caso, al pueblo Gunadule. Si se trabaja en alianza con la Secretaria de Producción y Soberanía Alimentaria de los Congresos Generales, se estará apoyando realmente a los productores, que estos momentos necesitan con urgencia este tipo de apoyo. Pero debería ser bajo nuestro propio sistema de producción alimentaria con semillas nativas y no las transgénicas.

Sin embargo, los que toman decisiones –y mucha otra gente– ni siquiera saben que existen importantes sistemas alimentarios que no conocen[12]. Y si lo saben, no los quieren reconocer. Los sistemas alimentarios como lo son los sistemas agroforestales de las que hablan y escuchan, es producto del conocimiento ancestral de los pueblos indígenas[13]. Como lo es el sistema de producción agroforestal de nainu.

El pueblo Gunadule tiene elaborado una estrategia (2015-2025)[14], con cinco (5) ejes, y uno es el eje sobre economía y desarrollo sostenible. Un eje donde ubica a los productores que “generen oportunidades y bienestar a las familias, y a las empresas comunitarias desarrollando e implementando una política de producción y soberanía alimentaria”. Es un eje donde sobresale la producción agroecológica, implementando, promoviendo y fortaleciendo el sistema de producción de nainu, e innovándolo con tecnología a pequeña escala, e igualmente en lo pecuario, forestería comunitaria, pesca o manejo de la pesquería, entre otros.

Además, de lo dicho anteriormente, el eje sobre economía y producción indica la necesidad de innovar el manejo agroecológico, para garantizar la producción y soberanía alimentaria, con base al conocimiento ancestral, revalorizando el papel de los sistemas de producción agroforestal de nainu o agricultura familiar, no solamente como productora de alimentos, sino como elementos para el rescate de la cultura alimentaría milenaria y estimular la investigación sobre este tema. Rescatando y defendiendo los cultivos o semillas nativas que se están perdiendo o en desuso y mejorando los cultivos básicos nativos y las adaptadas[15].

Que significa lo anterior, que el pueblo Gunadule, sí ha planificado su mañana, pero la ejecución no se hizo como se esperaba. Por lo que vemos, hay bases para hacer frente a la pandemia y no improvisar cosas que ya están elaboradas. Es hora de aplicar lo nuestro… y así podremos hablar de autonomía, si no, para nada esta palabra.

Según PEGY (2015)[16], la pérdida de autonomía no sólo puede provenir de la falta de tierra o de una casa que son basilares, sino también, como consecuencia de la falta de conciencia de la riqueza o del valor que se tiene, porque se empieza a dar más valor a las cosas del “otro”, que a las suyas. Se minusvalora la propia autonomía y uno se vuelve cada vez más dependiente de fuerzas externas.

La economía solidaria de los pueblos indígenas basada en la recolección y la caza y los sistemas de producción agroforestal de nainu imitan a un bosque natural[17]. Indudablemente son conocimientos ancestrales, con un rico conocimiento sobre ecología forestal, prácticas forestales y de manejo agroforestal, así como sobre las propiedades inmunológicas, nutricionales, medicinales y de otro tipo de los distintos productos de los bosques. La agricultura, transformada en duleina es el sostén de la salud en este tiempo de la pandemia.

Caminemos juntos a resolver lo que se ha dicho, hagamos pequeños cambios, que harán grandes diferencias. Cultivemos juntos para obtener, buenas cosechas. Construyamos el mañana juntos, como lo venimos haciendo a diario…



[1] MIDA, INFORMACIÓN GENERAL, AÑO 2018 – 2019. 46 p.
[2] MIDA Y COMARCAS COORDINAN PLAN PARA IMPULSAR PRODUCCION AGRICOLA. - https://mida.gob.pa/noticias_id_2844.html
[3] Son cultivos que no son originarios de Abiayala. Son cultivos traídos por los invasores europeos y los pueblos indígenas los adaptaron haciéndolos suyos.
[4] Sin embargo, si me consta que la agencia del MIDA, de Gunayala, si lleva registro de los cultivos que se generan en la comarca, pero con los productores con la que trabaja u ofrece asistencia técnica.
[9] Gordillo, G., Méndez Jerónimo, O. 2013. Seguridad y soberanía alimentaria (Documento base para discusión). FAO. 37 p.
[10] Argar Alberto Vásquez, comunicación personal, febrero, 2020
[13] FAO, FONDO INDIGENA 2015. Sistemas alimentarios tradicionales de los pueblos indígenas de Abya Yala. [miskiyu, garífuna, mayangna, telpaneca], Volumen II. 215 p.
[14] PEGY 2015. Gunayala 2025. Plan Estratégico de Gunayala 2015-2025. “Hacia una gestión territorial”. Congreso General Guna, Comarca Gunayala, Panamá. 112 p. + Anexo
[15] Castillo, G. 2016. RESCATE Y VALORACIÓN DE SEMILLAS Y PLANTAS NATIVAS DE LA COMARCA GUNAYALA. CENDAH, Gunayala, Panamá. 28 p. (inédito).
[16] PEGY 2015. Gunayala 2025. Plan Estratégico de Gunayala 2015-2025. “Hacia una gestión territorial”. Congreso General Guna, Comarca Gunayala, Panamá. 112 p. + Anexo
[17] Castillo, G. 2001. La Agricultura de “nainu” entre los Kunas de Panamá: Una Alternativa para el Manejo de Bosques Naturales. Etnoecológica Vol. 6 No. 8, 2001. 84-99 pp.

4 de julio de 2020

ALIANZA POR LA AGRICULTURA DE NAINU Y LA PROTECCIÓN DE LÍMITES DE GUNAYALA


Aunque los pueblos indígenas de Abiayala nada deben ver en la destrucción del ambiente, desforestándolos para plantar monocultivos y con ello la emisión de los gases de efecto invernadero causantes del cambio del clima, son efectos negativos con la que viven en sus territorios. Y en la situación actual cuando la pandemia Covid-19, pone en distanciamiento a las comunidades y en aislamiento a los agricultores, la alimentación sana y orgánica empieza a escasear. El distanciamiento no está favoreciendo al incremento de la producción alimentaria y con ello la salud.

Sagladummad de Cultura Domitilio Morris en pleno diálogo con la dirigencia de la comunidad de Nalunega. Foto: Adrián Pérez /190620
En este sentido, el Centro de Desarrollo Ambiental y Humano (CENDAH) y el Instituto del Patrimonio Cultural del Pueblo Guna (IPCPG) de Onmaggeddummad Namaggaled consideraron importante formar una Alianza por la Agricultura de Nainu y la Protección de Límites de Gunayala.

Esta Alianza es un” soplo de esperanza” para las comunidades que a diario luchan por producir alimentos a la familia y a la vez protegen los límites conflictivos por Nurdargana y Daindi, con Santa Isabel, Colón. Esta pequeña ayuda, busca incrementar la producción alimentaria de los agricultores familiares de nainu y/o comunales, y a adaptarse para generar resiliencia ante el cambio del clima y hacer frente a la pandemia Covid-19.

La Alianza, además de apoyar la producción agroforestal de nainu, promoverá diagnósticos ambientales participativos, de los diagnósticos se programarán encuentros o talleres sobre sistemas agroforestales de nainu, innovarla con tecnología a pequeña escala, encuentros con inadulegan y el tema sobre el Covid-19 desde la cosmovisión del pueblo Gunadule. Se espera que con esas actividades se impulsen una mayor adaptación y resiliencia a la pandemia y el cambio climático.

La Alianza es apoyada por Onmaggeddummad Namaggaled y coordinada por CENDAH y el IPCPG, y la integran técnicos de ambas instituciones con la participación de los agricultores. Iniciamos este apoyo de esperanza con las comunidades o sus grupos productores de Nalunega, Wissubwala y Mandi Ubgigandub. Un gran escritor dijo: “Lo pequeño es hermoso”, con ello se reclama el papel del hombre y de la naturaleza en un sistema cada vez más ajeno a la realidad.