Castillo, G. (*), 2001. Administradores
de su propio patrimonio: turismo naturalista y científico en Nusagandi, Área Sivestre Protegida de
Narganá, Kuna Yala, Panamá.
Resumen
TIERRA Y MAR caribeño se fusionan en el este de Panamá – Kuna Yala. El territorio kuna ocupa una
extensión de 7,513 km2, el cual solo la parte terrestre tiene 4,480
km2 y un archipiélago extendido en los 448 kilómetros de largo con
más de 350 islas de formación coralina, rodeadas de agua cristalina. Kuna Yala
está compuesta de cuatro (4) Corregimientos con 51 comunidades, 49 de ellas
netamente kuna, con una población
total de 32,446 habitantes.
El objetivo de este
trabajo es promover la única área protegida ubicada dentro de la Comarca Kuna
Yala, la cual por sí sola es un área silvestre, con ecosistemas terrestres y
marino costera rica en recursos naturales y biodiversidad. Resaltar el papel
que han jugado los investigadores o científicos para sentar las bases del
turismo naturalista o ecológico, entendiendo que la investigación científica y
el turismo ecológico se dan las manos y no deben separarse. El turismo
ecológico no podría existir sin un conocimiento previo profundo y documentado
de la naturaleza que se estudia, dándole una valoración económica a estos
recursos naturales y la biodiversidad biológica del área. Estas actividades de
turismo naturalista y científica con educación en conservación dirigida al
hombre, ocurre en Nusagandi, sede
administrativa del Área Silvestre Protegida de Narganá. Ubicado en pleno bosque
tropical lluvioso o nublado en la cordillera de San Blas, el cual cuenta con
albergue para 25 visitantes, baños y comedor, y con senderos educativos, es
accesible al área a través de la Panamericana hasta entrar por la carretera El
Llano-Carti, que atraviesa al área protegida.
Con un bosque verde
primario, con condiciones topográficas severas, sin ninguna intervención humana,
son áreas de protección, que aún mantienen el 80% de su estado natural. El
bosque costero es un bosque intervenido, de condición intermedia entre bosque
primario y secundario, en regeneración natural o con sistemas agroecológicos de
producción de nainu, propio del kuna y con un 75% de los arrecifes
coralinos en estado natural, con nuevas especies kuna-panameñas descubiertas para la ciencia, en el 2000.
El Área Silvestre Protegida de Narganá,
primeramente fue establecida por el Congreso General Kuna (CGK), mediante Resolución No. 3 del 7 de
noviembre de 1987, en la comunidad de Achudup. Luego mediante Resolución
JD-023-94 de 2 de Agosto de 1994, por INRENARE. Tiene una extensión de 100,000
hectáreas (incluyendo la parte marina). Actualmente se está en un proceso de
manejo o gestión compartida entre el
CGK y la ANAM.
Palabras claves: Kuna Yala, Panamá, Autoridad Nacional del
Ambiente, Congreso General Kuna, turismo naturalista, turismo científico, área
protegida, Nusagandi, senderos
educativos, sistemas agroecológicos, bosque lluvioso, arrecifes coralinos,
biodiversidad, gestión compartida
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TIERRA Y MAR caribeño se fusionan en el
este de Panamá – KUNA YALA[1]. El territorio Kuna, ocupa una franja territorial de 7,513 kilómetros cuadrados, solo la parte continental ocupa 4,480 kilómetros cuadrados y un archipiélago extendido en los 448 kilómetros de
largo con más de 350 islas de formación coralina. Ubicado desde una
isla-comunidad se divisa la cordillera de San Blas que sirve de límite natural
a la Comarca o territorio Kuna de la Provincia de Panamá y Darién. Un bosque
verde primario, con condiciones topográficas severas, sin ninguna intervención
humana, son áreas de protección, que aún mantienen el 80% de su estado natural.
El bosque costero es un bosque intervenido, de condición intermedia entre
bosque primario y secundario, son terrenos que fueron desboscados hace 10 años
o más y en algunos casos hasta 40 años o más.
Viceversa,
ubicado desde el Centro Biológico para la Conservación (CEBIOCON) en Nusagandi,
sede administrativa de la Asociación de Empleados Kuna/Programa de Ecología y
Manejo de Áreas Silvestres de Kuna Yala (AEK/PEMASKY), podemos observar las
aguas cristalinas del caribe que rodean las muchas islas coralinas que acabo de
anotar en líneas anteriores.
ADMINISTRADORES DE SU
PROPIO PATRIMONIO
La belleza natural y cultural del que goza la
Comarca Kuna Yala ha sido descubierta desde su existencia a mediados del siglo
XIX. Pero la Comarca Kuna no se ha convertido en el clásico paraíso turístico.
Al contrario prevalece las decisiones de los habitantes, a través de su
Congreso General Kuna (CGK), sobre los intereses del gobierno nacional e
intereses privados.
Los
kunas se han ingeniado para explotar el turismo por sus propios esfuerzos. Y
este comercio está lleno de costos y riesgos, que los propios pequeños
empresarios los cuentan con orgullo.
Las
actividades turísticas en la vida del kuna vienen creciendo desde los años ´60,
es una invasión económica y cultural muy visible y se acrecientan en los años
´70. En los años ´60 gran parte de las empresas turísticas fueron controladas
por extranjeros norteamericanos. Estas actividades al igual que hoy, se
concentran en el sector Carti (parte del Corregimiento de Narganá). El turismo
en Kuna Yala, ha sido un turismo tradicional de visitantes extranjeros,
norteamericanos y europeos que llegan en transatlánticos, otros en avionetas.
La oferta de los kunas es variada para los visitantes, los que llegan en
transatlánticos bajan a las comunidades, disponen de poco tiempo y gastan mucha
plata, el cual podía considerarse turismo de comunidades. Los que llegan en
avionetas para quedarse en pequeños hoteles kunas, todos de propiedad y
administración kuna, van a las playas, bucean en arrecifes coralinos, pescan y
conviven si quieren con la comunidad comprando molas u otras artesanías
hechas por comuneros, y tomando fotografías. Las agencias turísticas
nacionales, son los que venden los paquetes turísticos y los kunas que tienen
sus hoteles son receptores.
La
mujer kuna cose estupendas molas, diseñadas a mano, son artes
que representan la naturaleza, la actividad cotidiana del pueblo, entre otros.
La cual, la mola, nos representa a nivel internacional, simbolizando
nuestra identidad cultural, como pueblo. La comercialización de la mola
ha hecho que pierda sus diseños originales por diseños comerciales no
originales. Hasta tal punto que mujeres no kunas están siendo capacitadas, por
las propias mujeres kunas, para coser las molas.
Sin
embargo, la educación de nuestros ancestros, a través de cantos tradicionales y
diálogos en congresos locales, nos ha dado un arma para controlar, buscar y
manejar el contacto con otras sociedades, que ha hecho de nuestro pueblo lograr
mantener una autonomía política per se
y cultural propia.
Las
actividades turísticas no son las únicas amenazas al pueblo kuna, llegan en
diferentes formas, concesiones mineras, base militar, entre otros. El CGK ha
rechazado proyectos turísticos de grandes proporciones que el gobierno, a
través del Instituto Panameño de Turismo (IPAT), quiso instalar en la Comarca.
Una muy reciente ocurrió en 1995, que provocó grave crisis entre el gobierno y
los kunas hasta que el gobierno desistió.
Veamos
brevemente el caso (Castillo y Arias, 1997): El área en conflicto es zona de
amortiguamiento del área protegida de Kuna Yala. La relación entre las partes
en conflicto antes del mismo, ha sido de mutuo respeto hasta que en 1995, una
compañía llamada Desarrollo Turístico Mandinga S.A., puso en marcha planes para
construir un complejo turístico a lo largo del límite occidental de la Comarca
Kuna Yala. Tierras históricas, utilizadas y conservadas por los kunas, aunque
fuese considerado por el gobierno fuera de la Comarca. El área nunca había sido
demarcada.
Se
dio un enfrentamiento entre el pueblo kuna y el Alcalde del Distrito de Santa
Isabel, Provincia de Colón, a raíz de la solicitud del Alcalde al Ministerio de
Gobierno y Justicia (MGJ), específicamente a la Comisión de Límites del
gobierno, demarcar físicamente y poner hitos en 10 kilómetros de los límites de
la Comarca Kuna, por intereses de adjudicar un terreno de 7,000 hectáreas a la
compañía de Desarrollo Turístico Mandinga S.A. La solicitud del Alcalde fue
ejecutada casi inmediatamente. El pueblo kuna rechazó dicha demarcación,
quitando los hitos establecidos, porque utiliza los recursos naturales, tiene
parcelas agrícolas y/o agroforestales y tiene presencia de la comunidad de
Daindi en los terrenos que se quiso adjudicar a la compañía turística.
En
su segundo intento el Alcalde, para poner nuevamente los hitos en los límites
de Kuna Yala, esta vez llevó consigo a la Policía Nacional en una patrullera
naval para imponer a la fuerza la decisión tomada. La respuesta a la actitud de
fuerza de parte del Alcalde, no se hizo esperar de parte del pueblo kuna, que
reunidos en CGK extraordinario tomaron la decisión de enfrentarse en defensa de
su territorio histórico y la dignidad como pueblo. La solidaridad nacional e
internacional tampoco llegó tarde, estuvo en el mismo momento, pues los kunas
utilizaron todos los medios de comunicación modernos al alcance de sus manos.
Por otra parte el CGK extraordinario creó una comisión negociadora. Al gobierno
no le quedó más remedio, que a través del MGJ, detener la acción del Alcalde.
Como
resultado la compañía Desarrollo Turístico Mandinga S.A., tuvo que retirarse
del área, llevando consigo toda su maquinaria. Y la adjudicación de tierras a
campesinos cercanas a los límites de Kuna Yala, también fueron detenidas.
Casos
similares se han dado con hoteles turísticos manejados por extranjeros, como el
de Moody cerca de Río Sidra y el de Barton en Ailigandi. En la actualidad dos
empresas turísticas nacionales que se instalaron sin el permiso del CGK una de
ellas se ve obligada a desmantelar y sacar sus bienes después de un infructuoso
proceso de negociación. El hotel Iskardup al final quedó bajo la administración
del CGK. Es una gran responsabilidad que ha tomado el CGK, por tanto, necesitan
su personal capacitarse en la administración y/o manejo del turismo con
conocimiento de los ecosistemas del área.
Acercándose
al denso bosque de la divisoria de aguas continentales (cordillera de San
Blas), que representa los límites físicos de la Comarca Kuna, se notan los
avances de la deforestación para dar paso a los pastizales. La situación fue
más preocupante en los inicios del año ´70, cuando se inicia la construcción
del camino de penetración El Llano-Carti, porque el ritmo de la invasión de
colonos aumentó al área, bosques se cortaban y se quemaban, y los pastos seguían
creciendo. Los kunas temían que a través del camino de penetración, el control
del negocio del turismo sería amenazado, ya que las compañías hoteleras y las
agencias de viajes podrían empujar su presencia en Kuna Yala.
Estas
preocupaciones fueron fundamentadas a mediados de los ´70, cuando el IPAT, con
respaldo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), intentó imponer un
proyecto hotelero de US$50 millones en la región Carti. El hotel iba a ser
construido en un arrecife artificial, con capacidad de 1,166 turistas, y con
aeropuerto propio para vuelos internacionales. El proyecto no pasó ni por el
estudio de factibilidad, fue rechazado por el pueblo kuna (Falla, 1979).
Para
seguir defendiendo los límites de su territorio, contra la invasión de colonos,
la caza furtiva y control de flujo de turistas a las comunidades, utilizando el
camino El Llano-Carti, fueron poderosas razones para que los kunas a través del
proyecto – PEMASKY, construyeran en Nusagandi, una estación de control a lo
largo del camino.
EL TURISMO
NATURALISTA
Son
numerosos los atractivos ecoturísticos de Kuna Yala, distinguimos el bosque
nuboso por la cordillera de San Blas, protegido por el Área Silvestre Protegida de Kuna Yala, Corregimiento de Narganá
(100,000 hectáreas), declarado el 2 de agosto de 1994, por la Junta Directiva
del Instituto Nacional de Recursos Naturales Renovables (INRENARE), hoy
Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM)[2]. Junto al Darién, Kuna Yala forman el último reducto centroamericano de una
naturaleza extraordinaria, que aún no es atravesado por una carretera asfaltada[3]. Toda actividad turística que se desarrolle aquí deberá ser estrictamente de
naturaleza ecoturística y del más bajo impacto.
Para
que nuestras futuras generaciones sigan disfrutando, como lo hacemos ahora, de
sus recursos naturales y de la diversidad biológica, surge la idea de un
proyecto de estudio para el manejo de áreas silvestres en 1983.
Los
estudios tanto sobre los recursos naturales como culturales, fueron las bases
científicas y culturales para elaborar un plan de manejo para el área del
Corregimiento de Narganá, como una primera fase de estudio y continuar una
segunda fase para otros corregimientos de la Comarca, cosa que hasta el momento
no se ha hecho.
El
plan PEMASKY (PEMASKY, 1995), propone un ordenamiento del uso de los recursos
naturales, por medio de la conservación de los ecosistemas terrestres y marinos
de la Comarca Kuna, protegiendo a su vez los valores culturales e históricos
del pueblo. El plan recomienda manejar y seguir utilizando los recursos
naturales y la diversidad biológica en forma sostenible, asegurando que sean en
beneficio de las comunidades. También recomienda fomentar la investigación
científica, la educación ambiental, el desarrollo agroforestal kuna, innovándola
y el turismo naturalista, bajo el respeto de las normas culturales del pueblo
kuna.
Las
sugerencias o recomendaciones contenidas en el plan, muchas de ellas no han
sido cumplidas, cosa que no profundizaré, pero sí podría decir que por una parte
es por falta de dinero para la ejecución del plan y por otra, que es la razón
de mayor peso, los aspectos culturales, que chocan con la occidental, que el
pueblo aprendió a barajear para seguir adelante…
Dentro
del plan también se establece la construcción de una sede administrativa de la
AEK/PEMASKY en Nusagandi, como respuesta a la incursión de colonos en las
estribaciones de la Provincia de Panamá en la frontera con Kuna Yala.
En
Nusagandi empezó el turismo naturalista
o ecoturismo, primero llegaron los
científicos que venían a realizar investigaciones sobre nuestra flora y fauna,
atraídos por la oportunidad que ofreció y sigue ofreciendo PEMASKY. Estos
científicos se convirtieron en los primeros promotores del turismo naturalista,
ya que propiciaron la llegada de más investigadores tanto nacional y
extranjero. Los investigadores extranjeros provenían principalmente del
Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) con sede en Panamá.
Para ello AEK/PEMASKY hizo firmar al STRI/Panamá varios convenios de
cooperación científica y aceptar las normas establecidas por AEK/PEMASKY sobre
la investigación en el área, y una de ellas, es que todo investigador siempre
debe tener a un co-investigador kuna, para que éste se capacite y luego pueda
continuar solo con las investigaciones científicas en el área, y otra era que
cualquier “descubrimiento” debe llevar nombre original o sea kuna, y así
ocurrió con SAPIGARDA, un árbol de
la familia Simaroubaceae (PEMASKY/AEK, 1988).
Las
publicaciones científicas, han sido otro medio que han dado a conocer a Kuna
Yala. Muchos científicos nos legaron inclusive el material del que hoy disponen
nuestros guardarecursos/guías para explicar los procesos biológicos que ocurren
en el área y su importancia para protegerlos.
Es
importante resaltar el papel que han jugado los investigadores para sentar las
bases del ecoturismo, y la creación del área protegida de Kuna Yala.
Comprendemos que la investigación científica y el ecoturismo se dan de las
manos y no deben separarse. El ecoturismo no podría existir sin un conocimiento
previo profundo y documentado de la naturaleza que se estudia. Y eso que aún
nos falta valorar económicamente los recursos naturales y la diversidad
biológica del área.
A
principios de los ´90, se generó una nueva corriente ecoturística hacia
Nusagandi. No eran los científicos que llegaban, ahora estaban llegando amantes
de la naturaleza, observadores de aves, estudiantes que venían a pasar sus
vacaciones en nuestra área protegida. La sociedad AUDOBON de Panamá
(observadores de aves), inició la actividad para traer a los observadores de
aves a Nusagandi. Aquí la avifauna es muy rica e inclusive especies de las
estribaciones así como del este de Panamá y aves raras del área del Canal de
Panamá. Como el sotobosque no es tan denso, no oculta las aves furtivas del
suelo. Nusagandi es considerado como uno de los mejores lugares de Panamá para
observar las aves, declarado por la sociedad AUDOBON. Tucanes, pavones, pavas
crestadas y si tienen suerte el águila harpía puede ser observado.
Actualmente
Nusagandi cuenta con un Centro Biológico para la Conservación (CEBIOCON),
ubicado en pleno bosque tropical lluvioso o nublado en la cordillera (divisoria
de aguas continentales) limítrofe de Kuna Yala. Se encuentra a una altura de
450 msnm (1,500 pies). Alrededor de Nusagandi existen un sin número de paisajes
y diversos sitios que se pueden visitar. Podemos llegar a las cascadas
naturales a través de senderos naturales interpretativos; uno de los senderos
más visitados es la de Ina-Igar
(sendero plantas medicinales), de 800 metros de largo, una reciente publicación
e investigación hecha por dos investigadores kunas, habla de las plantas
medicinales que existen en el sendero citado (Paredes y Herrera, 1997).
Para
llegar al lugar sólo se toma dos horas, partiendo desde la ciudad de Panamá por
la carretera Panamericana (hacia Darién) y llegar a la entrada del camino de
penetración El Llano-Carti (en el lado Caribe). Para el futuro otra área de
suma importancia que será co-administrada por la AEK/PEMASKY/Congreso General
Kuna, será el área de Cangandi.
Sin
encargarnos de promocionar el ecoturismo, hoy día a Nusagandi llegan muchas
visitas que inician sus aventuras en los meses de octubre, todo el verano e
inicios de la temporada lluviosa. Llegan visitantes de todo el mundo ya sean en
parejas, familias, solitarios, escuelas y universidades. Esta nueva corriente
de turistas ecológicos no cuenta con el apoyo de la entidad gubernamental
correspondiente. Son las empresas privadas quienes iniciaron la labor de
promoción a nivel nacional e internacional, tanto en la publicidad y relaciones
públicas, como en viajes de promoción, destinados a atraer la atención sobre la
riqueza natural y cultural de Kuna Yala.
PROBLEMA QUE
ENFRENTAR
Actualmente
existe un aumento de la demanda por el turismo ecológico en el área protegida
de la Comarca Kuna Yala (Corregimiento de Narganá). Pero la falta de capacidad
en el manejo o administración adecuada del turismo ecológico pone en peligro la
conservación de los recursos naturales y la diversidad biológica y cultural del
pueblo kuna.
No
es simplemente el número de turistas lo que genera el deterioro de las áreas de
conservación. Un pequeño número de turistas ignorantes puede a menudo causar
graves daños a un área determinada. El problema reside en inculcarle al turista
un sentido de la responsabilidad, lo mismo a los agentes de turismo. Entonces
lo que se trata es información, informar al turista en dónde están, cuáles son
las normas culturales de la región, la fragilidad del ecosistema que visita,
entre otros.
Hemos
observado que el ecoturista típico es culto, disfruta de la vida en su
naturaleza, es entusiasta, apoya sin interés el área, tiene especial interés en
el ambiente y de sus recursos naturales.
Dentro
del Plan Maestro de Turismo del gobierno nacional, la Comarca Kuna es
considerada como una de las áreas para el desarrollo del turismo. El plan es un
gran aporte al desarrollo del turismo en la región. Sin embargo, el plan está
fuera de la realidad de la sociedad kuna.
Tanto
es así, que desde que se inició la implementación del Plan Maestro, el turismo
en Kuna Yala ha generado problemas a las comunidades con empresas turísticas no
kunas que desean realizar negocios en la región. Esto ha motivado la
intervención del CGK ante el gobierno y las empresas. Y por ello la Comisión de
Turismo del CGK ha establecido normas propias para el manejo del turismo en la
Comarca Kuna Yala. Normas que a nuestro juicio necesitan ser evaluadas para
mejorarlas.
La
demanda por el turismo a las áreas naturales crece y lo intereses de los
conservacionistas por encontrar alternativas económicas para manejar los
recursos naturales también crecen.
CONCLUSIÓN
De
nuestra experiencia podemos concluir con algunos supuestos, que se debe
profundizarse según la realidad de cada región indígena. Entre estos podemos
decir:
Es
factible ligar los incentivos económicos turísticos con la conservación de los
recursos naturales que garanticen un sistema de manejo adecuado sostenible, con
alternativas en el estudio y/o desarrollando una metodología de medición y
valoración económica para los recursos naturales de la región.
Es
factible una alianza entre empresas dedicadas al turismo y ONG´s
conservacionistas (Acta, 1996) y entre instituciones o universidades.
Establecer
una agencia ecoturística propia, para beneficio de otras organizaciones
indígenas receptoras de turismo, y a través del mismo realizar la gestión
pública y privada, promociona el desarrollo del turismo ecológico y la
autogestión.
Contemplar
alternativas para productores, para el desarrollo de las artesanías, los
sistemas agroforestales o la agricultura orgánica y la horticultura orgánica no
alteran el desarrollo del turismo ecológico, al contrario lo integran.
Los
beneficios del bosque como sistema son numerosos, complejos y de difícil
valoración incluyendo sus funciones respecto a almacenamiento de biomasa,
intercambio gaseoso, retención de sedimentos, reserva de agua, reserva de
carbono, atractivos turísticos y otros. De ahí la necesidad de manejar el
bosque para un aprovechamiento responsable. Iguales beneficios ofrece los
recursos marinos, y estos son más olvidados.
El
desarrollo del ecoturismo necesita la elaboración de un plan integrado de
manejo y desarrollo sostenible comarcal; plan que debe ser elaborado con
participación comunitaria.
Además
debemos de comprender perfectamente que como organizaciones tenemos que
renovarnos e innovarnos, ante nuevas exigencias y los retos que nos plante el
nuevo milenio, dentro del concepto de la globalización.
La
vocación de Centroamérica para el ecoturismo es innegable. Todos los elementos
básicos están ahí. Sólo hace falta conjugar esfuerzos, donde se respete el
derecho de los pueblos indígenas, quienes son los guardianes históricos de
estos recursos ecoturísticos.
REFERENCIAS:
ACTA DE FORMACIÓN DEL
PACTO DE ALIANZA PARA EL DESARROLLO DEL TURISMO ECOLÓGICO EN LA COMARCA KUNA
YALA. AEK/PEMASKY, Fundación Osiskun,
Cabañas Guanidup, S.A., Cooperativa de Servicios Múltiples Kuna Yala, R.L.
Panamá, 1997. 3 p.
CASTILLO, G. y ARIAS,
E. Caso:
Conflicto
por el uso de los recursos naturales y los límites de la Comarca Kuna Yala,
Panamá. En: Manejo de conflictos en recursos naturales. Memoria
del curso realizado en San José, Costa Rica del 14 al 29 de octubre de 1996.
Universidad para la Paz, ciudad Colón. 1997. 33-35 pp.
FALLA, R. El
tesoro de San Blas: Turismo en San Blas. Centro de Capacitación Social, Serie
El Indio Panameño, Panamá. 1979.
PAREDES, R. y
HERRERA, H. Guía Interpretativa de Plantas Medicinales: Inaigar, Nusagandi, Kuna
Yala.
AEK/PEMASKY, Universidad de Panamá. Panamá, 1997. 119 p.
PEMASKY/AEK. Programa de investigación, monitoreo y
cooperación científica: información para los investigadores. Panamá, 1988.
26 p.
PEMASKY/AEK. Biosfera de la Comarca Kuna Yala: Plan
General de Manejo y Desarrollo. Resumen Ejecutivo. Equipo Técnico
Consultor de PEMASKY. Informe a la OIMT. Nusagandi, Kuna Yala, Panamá. 1995. 77
p. [informe PEMASKY: 2ª. Revisión]
Notas:
2. Hoy la realidad ha cambiado en la Comarca. El turismo, principalmente en
la Región Gardi es un boom, se sale
de control, aunque el Congreso tenga normas establecidas. Pero dejo este
artículo para sus análisis o comentarios y comparación con lo que ocurre actualmente.
3. El área de Nusagandi hoy día, a partir del 2000, está bajo la
administración del Congreso General Guna (CGG).
_________________________
(*)
Gubiler (Geodisio) Castillo.
Director Ejecutivo del Programa de Ecología para el Manejo de Áreas Silvestres
de Kuna Yala (PEMASKY). Correo-e: geodisio@yahoo.com
___________________________
[1] Hoy se escribe Gunayala, pero se pronuncia igual como siempre
[2] Antes de la declaración de parte de INRENARE, el mismo CGK declaró el área protegida y avaló el plan de manejo en 1987, en la comunidad de Assudub
[3] Hoy esta carretera – El Llano-Carti, está asfaltada