La economía es, más bien, el estudio de cómo y por
qué “las personas”, bien sean consumidores, firmas, organizaciones sin fines de
lucro o agencias gubernamentales, toman decisiones sobre el uso de recursos
valiosos, ya sean a través de programas y/o proyectos.
De lo anterior, surge la necesidad de renovar la forma como se está llevando la
gestión ambiental. Hay que actuar bajo conceptos de una verdadera gerencia ambiental. Básicamente la gerencia ambiental tiene dos objetivos
fundamentales:
- Conservar la calidad del ambiente
- Mejorar la calidad de vida de la población
Eso
es cuidar el ambiente
donde se ejecuten los proyectos, incluye actividades de planificación
estratégica y táctica, así como desarrollo,
logro, mantenimiento, revisión, implementación de políticas ambientales, la
participación y compromisos de todos los sectores.
¿Por
qué valorar económicamente el ambiente?
Porque el ambiente es valioso. Concepto clave sobre
el que aparentemente hay acuerdos convencionales pero paradójicamente se
necesita el esfuerzo de demostrarlo.
Una
aproximación emocional muestra que la gente considera importante el ambiente,
pero esto no es suficiente para analizar los problemas y tomar decisiones. Si demostramos que tan valioso es el ambiente y sus recursos naturales,
valdrá la pena cuidarlo, conservarlo y manejarlo racionalmente.
Todas estas acciones suponen de algún modo incurrir
en costos económicos, por lo tanto poner el valor del ambiente en términos
económicos, es una forma de inducir a la sociedad y a los decisores
políticos, a que manifiesten cuanto se está dispuesto a sacrificar para
conservarlo.
|
¿Qué da valor al ambiente?
El ambiente tiene valor per se lo cual
significa que no necesita que alguien se lo otorgue. La Naturaleza, la vida, la tierra, tienen valor por sí mismo, por el
solo hecho de existir.
Por
otro lado puede pensarse que las cosas tienen valor en tanto lo tengan para el
hombre. Es el ser humano el que da valor a la naturaleza, a
los recursos naturales, y al ambiente en general. Desde
esta última posición se pueden empezar a elaborar las estrategias de otorgar
valor al ambiente.
El ambiente tiene valor porque cumple con una serie
de funciones que afectan el bienestar de las personas: los usuarios. Las
personas se ven afectadas positivamente al gozar de un ambiente sano; si se
alterara el ambiente se verían afectados negativamente. Cada vez son más
frecuentes los casos en los que la actividad nociva o positiva para el
ambiente, de un grupo social determinado (un país por ejemplo), lo padece
negativamente otros.
|
CULTURA
Y BIODIVERSIDAD ASEGURAN LA SOBERANÍA ALIMENTARIA
Los productores agrícolas trabajan día a día, sol a sol
para producir mucha comida, y sin embargo la población de países en desarrollo
se despierta y pasan el día y la noche sin un bocado de maíz, cacao y yuca. Mesoamérica
tenía por entonces al menos veinte especies botánicas domesticadas, con usos
diferentes. Cuatro de ellas sobresalían desde el punto de vista nutricional;
amaranto, frijoles, chía y maíz, constituyendo los principales componentes de
la dieta diaria. Hoy la carencia o la casi desaparición de estos alimentos
nutricionales o de micro nutrientes ha resultado en ceguera, retraso mental e inclusive a
la muerte por debilidad y falta de resistencia a enfermedades curables. El problema de la desnutrición y de la
inseguridad alimentaria permanecerá latigando a la población de los países en
desarrollo y con mucho mayor ímpetu a los pueblos indígenas.
Para
describir que sí hay sistemas agroecológicos en nuestro patio, la agricultura
de nainu[2],
que practican los Gunas es una de las
tantas existentes en los pueblos indígenas, como alternativas para alcanzar la
soberanía alimentaria[3], sistemas que ofrecen apertura para
incrementar la producción alimentaria, conocimiento indígena que ha superado la
prueba del tiempo, alimentando a su población hasta los momentos actuales. Pero
conforme la modernización avanza fueron y siguen ignorados u omitidos estos
conocimientos, dando paso a los cultivos transgénicos y agrocombustibles; sin
embargo, la inestabilidad en los cultivos transgénicos ya tiene serios
fracasos, sobre los que apenas se ha informado (Biodiversidad 2008).
A nivel
internacional se ha reconocido la importancia de la agroecología, identificando
la necesidad de “establecer los modelos
de desarrollo agroecológicos”[4].
Conocimientos que radican en la memoria histórica de los pueblos indígenas, no
solo deben servir de estudios, pues se han hecho muchos, sino que sirvan como
sistemas de producción que ofrezcan apertura para incrementar la producción
alimentaria (Biodiversidad 2008; Castillo y Beer 1983; Castillo 2001a, b).
Y
que los gobiernos faciliten la integración de la agroecología en todas sus
políticas y acciones, como herramienta para la soberanía y seguridad
alimentaria y la producción familiar sostenible de alimentos, asegurando el
desarrollo de modelos agroecológicos propios. De esta forma no se pondrá en
riesgo la seguridad alimentaria (Aizprúa 2010; Calderón 2010)
DESPERTANDO
EXPERIENCIAS
Este trabajo tiene por objeto presentar resumidamente los estudios y/o
proyectos realizados desde la perspectiva de los modos de representación,
apropiación y explotación de los recursos propios de la sociedad Guna.
Citaré muy
resumidamente seis esfuerzos o experiencias sobre actividades agroecológicas Guna, a partir del año ’80, las cuales
han sido ejecutados por ONGs Gunas en
la Comarca Gunayala. Pero en general hay muchas experiencias ejecutadas por gobiernos, políticos, iglesia,
las propias comunidades y otros interesados. Se conocen poco los resultados o a
lo mejor no se han ido divulgado debidamente. De igual manera se perfilan
nuevos proyectos, nuevas competencias.
Las experiencias que presentamos son:
- Udirbi: la
agroecología hacia la formulación de un plan de manejo y desarrollo integral de
la Comarca
- Capacitación, educación y extensión agroforestal
- Reforestación económica con plantas nativas
- Recursos forestales
- Gestionando el manejo forestal comunitario
- Agricultura familiar a comunal y sociedades o grupos
UDIRBI: LA AGROECOLOGÍA HACIA LA
FORMULACIÓN DE UN PLAN DE MANEJO Y DESARROLLO INTEGRAL DE LA COMARCA
Finales de los ’70, la juventud kuna (PEMASKY/AEK 1986) del Movimiento de la
Juventud Kuna (MJK), tuvo el sueño de ser los protagonistas en esta historia
como protectores o vigilantes de NANA (Madre Tierra)[5].
Pero para establecerse a las faldas de NANA, nada es fácil, no tenían como
traer alimentos de la ciudad o de sus comunidades, tenían que alimentarse y
tuvieron que cultivar la tierra. Sus esfuerzos valieron mucho, porque hoy el
área es protegido y conservado. Hay beneficios que hoy gozan no solo los Gunas, sino también los no Gunas.
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Mapa: Zonas de manejo y áreas de manejo sostenible de bosques: Área Silvestre
de Narganá
|
La juventud no pudo mantener sus
actividades voluntarias, y la Asociación de Empleados Kuna (AEK)[6],
rescata las actividades y establece el Proyecto Udirbi[7]. De esta forma la AEK junto con la
juventud, inicia el liderazgo de las actividades de conservación y granja
agropecuaria con bases agroecológicas en las montañas. Dos años después, con
diálogos se detuvo la invasión de los colonos campesinos, pero no pudieron
tener resultados en la producción agropecuaria, porque el suelo no era apto
para la producción.
Entonces surgen nuevas iniciativas y,
en 1982 el Congreso General Guna (CGG), autoriza a la AEK, iniciar el diseño y
gestión del Proyecto de Estudio para el Manejo de Areas Silvestres de Kuna Yala
(PEMASKY), para la protección, vigilancia, manejo y conservación de los bosques
de la Comarca como un área protegida. Como resultado se elabora el Plan General
de Manejo y Desarrollo de la Comarca Kuna Yala, el cual recomendó que el área
(Corregimiento de Narganá, como 1ª. Fase) sea declarada como Comarca (Reserva)
de la Biosfera y Sitio de Patrimonio Mundial. El plan fue aprobado por el CGG en 1987, para posteriormente ser
implementados con apoyo de INRENARE (PEMASKY/AEK 1986)[8]. El plan ha sido
implementado muy lentamente. Hasta que el mismo CGG ha olvidado la existencia
del documento. En su tiempo se desarrollaron actividades educativas
ambientales, diálogos con las comunidades, talleres de capacitaciones en
sistemas agroforestales basados en los conocimientos tradicionales,
investigaciones científicas, turismo naturalista y científica, son algunos
ejemplos de las actividades realizadas, que hoy en día ya no se están
realizando.
Hoy con el intento de diseñar el plan
integral de desarrollo comarcal, se debe tomar en cuenta el documento, que
contiene mucha información científica y análisis de la situación social,
cultural y ambiental de entonces. De igual forma existen otros documentos
revisados y analizados cuando en el 2002, se inicia el diseño del plan de desarrollo
integral de la Comarca[9]. Después de 23 años aún el documento sigue
siendo utilizado por profesionales Gunas y no Gunas y como documento de consulta en las investigaciones para
tesis y gestión de proyectos ambientales.
Después de 7 años de haber sido
declarado el área protegida del Corregimiento de Narganá por el propio CGG, es
cuando el gobierno en turno, lo reconoce y lo declara como - Área
Silvestre ubicada dentro del Corregimiento de Narganá, de la Comarca Kuna Yala,
el 2 de agosto de 1994 (INRENARE
1994)[10].
La declaración se basó por la información científica y los informes contenidos
en el plan de manejo. Pero el área protegida, aunque fue presentado a la UNESCO
no pasó a ser una Comarca de la Biosfera y Sitio de Patrimonio Mundial, la cual
fue la intensión del CGG en su resolución. En el 2000, la AEK, traspasa la
administración del área natural al propio CGG, con sede en las montañas de Nusagandi.
Las tres grandes zonas, es la forma
tradicional de uso de la tierra que el pueblo Guna práctica, fue plasmarlo en papel: zona natural o negsered,
zona cultural y zona marina (ver, Mapa). Toda esta información se contempla en
el plan ambiental de la Comarca (PEMASKY/AEK 1986).
CAPACITACIÓN, EDUCACIÓN Y EXTENSIÓN
AGROFORESTAL
Surge la idea entre los productores, realizar actividades
agrícolas en “pequeño”, con innovaciones menores y utilizando la experiencia de
los productores en pequeña escala, como así siempre los Gunas han trabajado. Para tal efecto se seleccionaron dos
comunidades distantes del uno del otro: la comunidad de Ugubseni, donde hay varias organizaciones de productores agrícolas
y la comunidad de Yandub-Narganá,
donde hay una sola organización de productores (Nadigana). Esta experiencia inició sus actividades en 1991
(Castillo 1994), por espacio de un año fue apoyado por el Fondo Mundial para la
Naturaleza (WWF-USA), la ejecución del proyecto fue facilitado a través de la
organización no gubernamental Dobbo Yala.
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Grupos
de mujeres y hombres cultivan la tierra bajo labranza mínima, Yandup-Narganá. Foto:
Gubiler, 1992
|
Los objetivos planteados por el
proyecto conjuntamente con los productores participantes fue la de contribuir a
recobrar la fertilidad de los suelos, como una alternativa válida y atractiva
para mejorar la calidad de vida de las comunidades, a través del contacto
directo con los productores, haciéndole participar de manera efectiva en la
planificación y en todo el proceso de desarrollo del proyecto. Incluye
involucrarse estrechamente con líderes comunales, religiosos, políticos, entre
otros (Castillo 1994).
A través de la capacitación y
extensión, convertida realmente en educación ambiental, se introduce en la
agricultura de nainu, la innovación de pequeñas tecnologías de conservación
de suelos, tales como la utilización de abonos verdes y cultivos de cobertura
como gabidubaled (Mucuna pruriens), en castellano llamado
frijol terciopelo o abono, el frijol machete (Canavalia ensiformes), así como materia orgánica muerta “mulch”,
labranza mínima en los sembradíos, cultivos en surcos en contorno usando el
aparato “A”. Los cultivos básicos como el plátano/banana (Musa spp.), entre estos se intercalaron el maíz (Zea mays) y caña de azúcar (Sacharum officinarum), de esta forma
controlar la erosión en los sistemas de nainu.
Otra actividad desarrollada fue el
vivero agroforestal, el cual enfocó tres objetivos: biológico y didáctico, para
la educación ambiental; social, para fortalecer la relación de
educadores-niños-padres de familia y; económico, para vender los arbolitos para
proyectos escolares de reforestación.
La educación ambiental nos invita a convertir nuestra conciencia
espontánea en conciencia lúcida, científica y transformadora (Sánchez Vázquez
19967). En este sentido, lo que hemos aprendido en nuestra labor docente
(formal e informal) sobre educación en conservación o ambiental, es constatar
que los participantes, sean estudiantes universitarios, funcionarios,
comuneros, jóvenes, mujeres o agricultores, poseen enormes voluntades y
capacidades para hacerse cargo de una pedagogía ambiental proactiva,
participativa y creadora.
En estos casos, los conocimientos tradicionales, se convierten en
propuestas prácticas y concretas expresadas en proyectos ambientales locales
necesarios, viables, aplicables y transformadores.
En definitiva, la educación ambiental no solo se debe insertar en el
contexto de la educación formal, sino que sus contenidos deben reformularse y
replantearse en la educación formal y no formal, produciendo nuevos conceptos,
paradigmas, pedagogías e instrumentos que inserten al conocimiento ambiental
los conocimientos tradicionales de nuestros pueblos indígenas y las tendencias
globales que hoy se debaten en el planeta.
REFORESTACIÓN ECONÓMICA CON PLANTAS
NATIVAS
Una tarde un grupo de productores de la comunidad de Ugubseni se me acercó para plantear la
necesidad de darle seguimiento a la capacitación y extensión agroforestal la
que se inició con apoyo de WWF-USA). La idea entre los productores para este
nuevo proyecto fue el de ampliar la experiencia obtenida hacia otras
comunidades o productores, innovar cosas nuevas, pero siempre en “pequeño”. Los
productores idearon el proyecto, es decir formularon su proyecto, facilitado
por PEMASKY/AEK.
Este proyecto (Castillo 2001a) fue
apoyado por la Fundación NATURA. Se desarrolló en los Corregimientos de Narganá
y Aligandi, entre octubre de 1998 hasta diciembre de 2000. Para ejecutar el
proyecto se plantearon dos objetivos
básicos: primero, lograr la transformación del sistema de producción forestal y
agrícola prevaleciente, en 30 has., mediante la opción agroforestal y; segundo,
recuperar 20 has. de las áreas deforestadas en la cuenca alta del Río Cangandi,
(ver, Mapa).
Las actividades se iniciaron en dos
comunidades – Yandub-Narganá y Ugubseni. Conforme el tiempo pasaba se
sumó al proyecto las comunidades de Gardi
Sugdub, Wargandub, Digir, Uguba, Aidirgandi y Dadnague Dubbir. Para facilitar las
acciones del proyecto hubo mucho diálogo informal y formal (seminario/talleres,
asistencia a los Congresos Locales y Generales) con los productores, dirigentes
y líderes comunales, educadores y otros interesados. Esta consulta comunitaria
participativa es un espacio para presentar información y conocimiento sobre las
actividades de los productores en el marco del proyecto.
|
Cultivando
banana/plátano, cuidando su biodiversidad. Foto: Gubiler, 1999
|
Para lograr la transformación del sistema
de producción forestal y agrícola prevaleciente, en 30 has., y evitar el avance
acelerado de la frontera agrícola, el deterioro de los recursos del bosque,
suelo, agua y la baja productividad de los cultivos se implementaron mejoras
(innovación) a los sistemas agroecológicos de reforestación tradicional Guna. Al final del proyecto las áreas
cultivadas se reportaron en unas 24.75 hectáreas. En ellas se sembraron
aproximadamente 18,750 plantas nativas. En los modelos de los sistemas
agroforestales aplicados se utilizaron especies nativas de valor económico,
arbóreas como la caoba nacional, el cedro espino, cedro amargo, guayacán,
corotú, madero negro o mata ratón y frutales, especialmente cítricos,
guaba, banana, plátano, café, cacao
entre otros.
De las hectáreas sembradas se
beneficiaron 21 grupos organizados, formando una alianza - la AEK con la
Organización de Pequeños Agricultores (AEKOPA)[11], el cual incluyó a seis
productores individuales. Los beneficiarios directos alcanzaron un total de 150
productores, entre estas 14 mujeres, organizados en dos grupos. Los
beneficiarios indirectos o familiares alcanzaron un total de 538 personas,
entre estos 56 de parte de las dos organizaciones productoras de mujeres.
Lograr la conservación de la cuenca
alta de Cangandi, rehabilitando las zonas degradadas del área, mediante la
reforestación con plantas nativas, unas 20 hectáreas, con 12,500 plantas
nativas, como inicio de un proyecto que necesitaría más tiempo. Sin embargo, al
cumplir la finalización del proyecto se llegó a reforestar 12 hectáreas.
También se tomó en cuenta la protección de la ribera del río. La actividad de
reforestación se realizó con especies maderables como el cedro espino, cedro
amargo, caoba nacional, guayacán, corotú y madero negro o mata ratón. Se
observó que cedro espino (igsiwal)
fue la que se adaptó al área. En esta actividad participaron muchos interesados
entre estudiantes de escuela secundaria, universitarios, educadores, compañeros
de otras ONG’s, productores, entre otros.
Para obtener semillas para la
reforestación en la cuenca alta de Cangandi y en las parcelas agrícolas de los
productores, se establecieron viveros forestales por los agricultores. Se
seleccionaron semillas de plantas nativas (mencionados en el párrafo
anteriores) del área del proyecto y en áreas de posible manejo futuro de un
bosque natural. Además, para suplir las necesidades del proyecto en semillas,
se compraron semillas y plantones fuera de la Comarca. Los viveros fueron
ubicados en lugares estratégicos, uno en la cuenca alta de Cangandi y otras
cercanas a las parcelas de los productores, en las áreas costeras y aluviales.
Al inicio se sembraron solamente plantas arbóreas, pero luego se implementaron
los frutales como de mayor interés de los productores.
Las parcelas de los productores fueron
implementadas en dos modalidades: uno a nivel familiar o grupal y el otro a
nivel individual. Los sistemas agroforestales Gunas, para incrementar la producción agrícola y forestal fueron
innovadas, introduciendo técnicas apropiadas de conservación de los suelos:
curvas a nivel utilizando el aparato "A", árboles en contorno, hoyos
productivos, y labranza mínima o ecológica. Se trató de utilizar variedades más
productivas sembradas con adecuados arreglos espaciales y densidades, para
combatir las malezas.
Para que los productores asumieran el
cambio tecnológico planteado, las actividades se realizaron mediante la
capacitación y participación en las experiencias y uso de metodologías
participativas para que el productor Guna
"aprenda haciendo" y pueda decidir sobre las ventajas y desventajas
del sistema mejorado versus el tradicional.
El componente de capacitación
consistió en brindarle al participante (no solo a los agricultores
pertenecientes al proyecto, también a otros agricultores interesados),
diálogos, charlas, seminarios, talleres, programas audiovisuales, días de
campo, tomando en cuenta los conocimientos previos de los participantes sobre
las temáticas a exponer. Se decidió capacitar a 30 productores, entre las
cuales a 15 mujeres. Al final la capacitación resultó beneficiando a 451
productores, entre las cuales 332 fueron hombres, 94 mujeres y 25 niños
escolares. En su segundo año del proyecto los propios productores fueron los
facilitadores en los seminario/talleres y asistencia a los nainugan. También se
logró involucrar a educadores, padres de familia, promotores de salud,
auxiliares, enfermeras, enfermeros, médicos, dirigentes comunales y otros
interesados.
Fue necesaria la capacitación de los
productores en la administración, la contabilidad, técnicas agroforestales, la
recolección, selección y preservación de las semillas de plantas nativas;
preparación y manejo de los viveros y, en programas de reforestación social.
El plan de capacitación definió cuatro
grandes temas: Manejo de bosque natural y
biodiversidad; Agroforestería o
agricultura sostenible; Fortalecimiento
de la capacidad comunitaria; y Educación
ambiental.
También se establecieron un
Fondo Rotativo de préstamo para el cultivo agroforestal. Valorando la plantación
agroforestal de una hectárea en B/.3,000.00 El préstamo que se otorga a los
agricultores es de B/.700.00 por hectárea, aportando de su parte B/.2,300.00 en
mano de obra y otros servicios. Los agricultores tuvieron que tomar cursos de
capacitación, antes que el Comité de Crédito apruebe la solicitud del préstamo.
A la firma del acuerdo entre
el agricultor el Comité de Crédito se le desembolsa la primera partida (30%),
La segunda partida (30%) se desembolsa una vez sembrados los cultivos. La
tercera partida (20%) se desembolsa el primer año de ejecución del proyecto y
la última partida (20%) se le entrega el segundo año siguiente. A los
agricultores se les dio un plazo de dos años para pagar el préstamo mediante la
producción (productos agrícolas). Se pagará el préstamo en 70% de la producción
obtenida de parte del agricultor y el otro 30% será para consumo familiar o lo
que el agricultor decida con su producto.
RECURSOS
FORESTALES (INVENTARIO FORESTAL)
Con apoyo del Centro Científico Tropical de Costa Rica
(CCT 1995), se realizó el inventario forestal en el Corregimiento de Narganá,
en una superficie de 21,550 has de los cuales más de 13,500 corresponden a
bosques primarios y unos 2,800 has a bosques secundarios. Se identificaron tres
tipos de bosques: bosque primario, bosque secundario y bosque intervenido. Sin
embargo, dependiendo del grado de intervención humana se encontraron matorrales
o áreas de cultivo temporal, de protección y otro tipo de vegetación (ver,
Cuadro 1).
Cuadro 1. Cobertura vegetal del área, por distintas
categorías reconocidas, Corregimiento Narganá, Gunayala
Tipo
de cobertura
|
Superficie
(Has)
|
Proporción
(%)
|
Bosque
primario
Bosque
secundario
Bosque
intervenido
Matorral,
cultivo temporal
Áreas
de protección
|
13,676
2,875
1,281
1,043
2,675
|
63.5
13.3
6.0
4.8
12.4
|
Superficie
Total
|
21,550
|
100.0
|
Se encontraron 276 especies,
clasificadas en cuatro categorías, de acuerdo a su posibilidad de uso
maderable: especies comerciales, especies utilizables, especies potenciales y
especies no comerciales. Las especies más abundantes y frecuentes fueron el Brosimum
utile, el Manilkara bidentata y el
Osteophloem platyspermum.
GESTIONANDO EL MANEJO FORESAL
COMUNITARIO
La crisis del campo
no es un fenómeno nuevo. Uds. mismos bien lo han escuchado que nuestro pueblos
indígenas tenemos costumbres bien rígidas, reacios a nuevas oportunidades o
tecnología, pero la verdad, es que esta resistencia al cambio viene de siglos
de ser humillados, soportar vientos violentos de cambios. Son programas
tratándose de imponerse menospreciando los conocimientos indígenas.
|
Trabajando
la madera y conservando su ambiente, a través de una planificación participativa. Foto: Gubiler, 1999
|
Sin
embargo, también conocemos que (Castillo
2004a), “estamos frente
a una crisis ecológica, el saqueo potencial de nuestros sistemas hídricos y la
perdida de valiosos recursos marinos”. Uno, por nosotros mismos y otro, por
gente ajena a nuestra cultura. Abordar la crisis mediante la puesta en marcha
de la silvicultura comunitaria en la Comarca, no es nada fácil, aunque sepamos
que estamos sacando madera sin planificación.
Estas mismas raíces (PEMASKY/AEK
1997) han hecho que “el pueblo Guna sea muy
perspicaz ante cosas nuevas, como cuando se le habla de aprovechamiento de madera, también están al día informándose sobre
los efectos negativos que ha producido los proyectos sobre explotación
maderable, tanto en el ámbito nacional e internacional. Además el Guna imita todo lo que ve, y es el temor
de las autoridades y dirigentes, que estas acciones sin manejo lleguen fuera
del alcance o control de las comunidades. Todo ello nos indica, que si
realmente se quiere apoyar al éxito del desarrollo sostenible del pueblo Guna, debemos ir paulatinamente,
capacitando, investigando, realizando extensión y al mismo tiempo educando a la
población”. Este es el riesgo principal al que se enfrentó el proyecto al que
me estoy refiriendo, esto implica que el Congreso debe normar el uso de los
recursos forestales dentro del territorio Guna.
Normas establecidas en nuestra ley fundamental Anmar Igar (CGK 2001), que no están siendo aplicados por las
comunidades o se aplican a su conveniencia.
Con el proyecto “manejo forestal comunitario” (Castillo 2001b; Castillo 2004a)
se actualizaron mucha información relacionado al manejo de los bosques
naturales y a la agroecología local. Para llegar a concretizar el proyecto,
hubo muchos pasos que dar, como un estudio sobre “necesidades e intereses de la población Guna relacionadas con el
aprovechamiento de los recursos forestales maderables y no maderables”
(Ortega Serrano y otros 2002), de
igual forma hubo mucho diálogo con las comunidades, muchos malos entendidos,
porque era la primera vez que se tocaba el asunto de aprovechar sosteniblemente
los árboles, aunque ya se sacaba y se sigue sacando madera sin planes de manejo
en ciertas comunidades por ciertas personas en los 4 Corregimientos. Fue un
proyecto (PEMASKY/AEK 1997) apoyado
por la Organización Internacional de las Maderas Tropicales (OIMT), iniciado en
1998 finalizado en 2003. Tuvo apoyo del gobierno nacional en la entidad -
Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) y del propio CGG.
Posteriormente, para el buen manejo
forestal se hizo una división del territorio en tres sectores. El sector que se
encuentra en tierras bajas, cerca de la costa (zona cultural), se dedicaría al
desarrollo agroforestal y a la protección de la biodiversidad agrícola, por
poseer tierras más productivas y de mejor acceso, con una extensión aproximada
a las 18,000 has. Un segundo sector ubicado en la franja intermedia, con mayor
presencia de bosques (zona cultural), se dedicaría al manejo forestal, con un
área estimada en 22,000 has y un tercer sector ubicado en las partes altas de
las montañas (zona neg serred) se dedicaría principalmente a la
protección de las aguas y la biodiversidad con una extensión de 60,000 has. (Ver,
Mapa).
Por otra parte la falta de presencia humana en el bosque favorece que
tantos colonos de afuera como aún personas de la Comarca piensen que los
bosques sólo son útiles para la agricultura. De ahí, la necesidad urgente e
indispensable de la demarcación física de la Comarca a fin de garantizar su
protección.
Solamente contemplar, cantar y no hacer nada sobre
este bosque, nuestros conocimientos no valen. Los productos del bosque de uso
diario como la sabdur (Genipa americana), almendro del monte (Dipteryx panamensis), sabbawala (Ostefloe plastisfermium), bailawala
(Myroxylon pereirae), entre otros,
nos demuestran que si hay tareas que realizar al respecto (ver, Cuadro 2). La
tarea es que estos conocimientos sobre los árboles maderables, no maderables,
medicinales y frutales sean rescatados, sistematizados y aplicados en modelos
agroecológicos propios, para su uso o aprovechamiento racional en beneficio de
las comunidades y del país (Castillo
2001b).
Los objetivos específicos resumidos en
dicho proyecto son: a) Implementar en cinco comunidades del Corregimiento de
Narganá, planes de manejo forestal, b) Implementar un programa de capacitación en manejo
forestal para las comunidades, grupos de productores y personal de AEK/PEMASKY.
El proyecto se dividió en dos
componentes: uno orientado al manejo forestal comunitario y el segundo
encaminado a la capacitación y extensión forestal comunitaria.
Cuadro 2. Ejemplos de algunos árboles no maderables y maderables
PFNM encontrados en las AMFP’s:
|
PFM
encontradas en las AMFP´s:
|
Kuna
|
Científico
|
Común español
|
Científico
|
Sabba
Werug
Ila
Sargi
Sabdur
|
Osteophloem plastyspermum
Manicaria saccifera
Socratea exorrhiza
Heteropsis oblongifolia
Genipa americana
|
María
Cedro macho
Amarillo
Níspero
Almendro del monte
Hoyito
Cacique
|
Calophyllum nubicola
Carapa guianensis
Terminalia
sp.
Manilkara bidentata
Dipteryx panamensis
Eschweilera
Brosimum
utile
|
El proyecto contó
con una sólida base conceptual; se tomó mucho en cuenta la percepción de la
influencia externa que podía ocurrir. Sin embargo, algo que quizás aunque
también se haya tomado en cuenta, se dejó pasar, como quien dice: “este asunto
lo conocemos y lo resolvemos”, fue la influencia interna de la propia cultura
kuna versus el técnico (Castillo 2004a). Además como sabemos, también aún
siguen predominando los enfoques provenientes de las ciencias naturales y las
soluciones de carácter técnico y económico. Menor importancia se ha dado al
análisis de los procesos históricos e interculturales, políticos, sociales y
culturales de los pueblos indígenas que han generado los conocimientos
técnico-científicos sostenibles (Castillo 2004b) y que han sido legitimado e
institucionalizado por los modelos de desarrollo capitalista induciéndolos a
prácticas depredadoras e insostenibles de uso de los recursos forestales del
planeta, degradándolas y degradando la calidad de vida del hombre (Verolme y
Moussa 1999). Pero es el interés y el entusiasmo existentes en el
pueblo guna, dos factores
fundamentales para el desarrollo forestal y/o agroforestal, apenas comienza a
dar pasos.
AGRICULTURA
FAMILIAR A COMUNAL Y SOCIEDADES O GRUPOS
Desde su existencia el pueblo Guna trabaja la tierra familiarmente, y no tanto colectivamente,
cuenta el señor Inaiduli[12].
“Desde que me trasladé de mi comunidad Usdub
(Corregimiento de Ailigandi), a vivir a la comunidad de Miria Ubigandub (Corregimiento de Narganá), el sistema de
producción era familiar, con el tiempo, la comunidad decidió por trabajar la
tierra en forma colectiva. Este sistema consiste en que juntos (comunidad)
realizan la limpieza del terreno en yoleb
(verano) – socola, tala y quema, hasta más de 15 hectáreas, dependiendo de
cuánta familia existe en la comunidad. Se cultiva la tierra ya sean
banana/plátano, maíz, yuca u otros productos agrícolas anuales. Luego la
parcela grande se reparte en pequeñas parcelas de aproximadamente 0.45
hectáreas, para las familias, con el fin que les den mantenimiento.
Esta forma de trabajar la tierra se
decidió por las razones siguientes: uno, cuando el nainu familiar, después de ser aprovechado se deja en descanso
(barbecho) y llega al estado de nainu
serred (bosque secundario), en eta etapa de regeneración natural se pierden
los linderos de nainugan (parcelas).
Desconociendo los linderos y creyendo que es un bosque sin dueño, es cuando
otros productores entran hacer su agricultura, de ahí surgen problemas de
linderos, porque surgen los dueños.
Dos, jóvenes que vienen de otras
comunidades y se casan, - como mi caso, anota Inaiduli, “no teníamos acceso a nainugan,
por lo tanto, no podíamos trabajar la tierra”. Para resolver tal situación, la
comunidad resolvió darle oportunidad a todos, entonces es cuando el sistema de
producción familiar cambia al colectivo”.
Pero qué ocurre con este sistema,
sigue comunicando el amigo Inaiduli,
“esta forma de trabajo ha traído problemas, uno, porque no todos le dan
mantenimiento a sus nainugan, los
cultivos se pierden y hasta no llegan a cosechar, otros que los mantienen
tienen éxitos y llegan a producir sus cultivos, se alimentan y hasta pueden
llegar a vender. Entonces surgen los problemas sociales, principalmente el
robo. Dos, porque ahora los productores, comunalmente hablando, tienen que
esperar al nainu sagla (jefe de la
tierra o parcela), que decida si trabajan la tierra este verano o no. Entonces
si no trabajan, surge el ocio y con ello el robo”.
Con el pasar del tiempo surgieron otro
tipo de organizaciones, grandes “sociedades” de hasta 90 miembros y más,
dedicados principalmente a los cultivos comerciales de ogob (coco) y asue (aguacate). Con el pasar del
tiempo, cuenta el sagla Benjamín
Obaldía[13]
de la comunidad de Yandub-Narganá,
fue decayendo las “sociedades” que tenían grandes tiendas; piensa Benjamín, que
fue por la influencia exógena de patrones culturales diferentes al pensamiento
de los señores de esta época con una visión diferente que decían no seremos “ni
ricos ni pobres”, cosa que ya no se piensa igual hoy día. Al tomar las riendas
estos jóvenes de su época no pudieron mantener las “sociedades”. Muchos desaparecieron.
Hoy algunas “sociedades” aún subsisten.
La agricultura Guna
ha pasado por un proceso histórico, que en otra ocasión vale la pena hacerlos
conocer. La iglesia católica también jugó un papel importante en la
transformación de la agricultura en Gunayala. Pequeños grupos de agricultores
organizados surgieron en los años ’80, organizados en diferentes modalidades
(cooperativas, cooperativa comunal, asociaciones, amigos, grupos). Alrededor de
más de 15 grupos existieron en esta época. Sus principales cultivos fueron el
cultivo de guineo/plátano, arroz, maíz, yuca, café, cacao y naturalmente el ogob. En 2001 había 14 grupos
organizados de producción agroforestal (Castillo 2001a). En la actualidad estos
grupos ya no existen, han desaparecido, muchos de estos señores viven en las
ciudades.
En el 2013, hay 30 grupos “comunitarios”, 24 se
dedican a la agroforestería que se mantienen bajo subproyectos de inversiones
ambientales del Corredor Biológico Mesoamericano del Atlántico Panameño de la
Autoridad Nacional del Ambiente (CBMAP II-ANAM)[14].
De igual forma el Programa de Pequeñas Donaciones (PPD) del Programa de las
Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), con los proyectos que aprueben para
este año, aumentarán los grupos “comunitarios” (PPD–FMAM-PNUD 2009). En todo este proceso los agricultores
fueron capacitándose u orientándose a buscar sus propias alternativas
agroecológicas o de desarrollo. Sin embargo, la producción ha mermado
drásticamente. A tal punto esperan bananas o plátanos procedentes de la capital
y de Colombia.
La problemática de producción agrícola y forestal en
Gunayala, no es de ahora (Castillo, 1987), tanto es así, hay varias
resoluciones de parte del CGG, solicitando a las comunidades trabajar la
tierra, para incrementar la agricultura o alimento[15]. Lo
natural es que sea el propio pueblo Guna
el que busque la mejor manera de salir adelante, para superar situaciones como
la que están surgiendo sobre ogob
(coco) y las canoas colombianas[16].
¿Entonces qué ha pasado? Según Bunch
(1982) “la gente no aprecia lo que no le cuesta”, cuando se crea el paternalismo, el paternalismo de las
donaciones, el paternalismo de hacer cosas para la gente. Y aún es visible en
Gunayala como en las comunidades del interior del país, maquinarias oxidadas,
olvidadas, porque de nada han servido. Porque un tractor no es posible arar la
tierra en pendientes.
PENSANDO EN EL MAÑANA…
El hambre y la desnutrición no
son el resultado de la fatalidad, ni de un problema geográfico, ni de fenómenos
climatológicos adversos. El hambre y la desnutrición son el resultado de haber
excluido a millones de personas del acceso a bienes y recursos productivos
tales como la tierra, el bosque, el mar, el agua, las semillas, la tecnología y
el conocimiento. Principalmente a los pueblos indígenas. Son, ante todo,
consecuencia de las causas subyacentes, políticas económicas, agrícolas y
comerciales a escala mundial, regional y nacional impuestas en el actual
proceso de reestructuración económica global (Castillo 2007; Verolme y Moussa
1999).
Entonces es importante reflexionar sobre la capacidad de gestión ambiental que han tenido los
Pueblos Indígenas sobreviviendo más allá del 12 de octubre del año 1492, y que
no obstante se demuestra al mundo que las adversidades, que vivieron nuestros
ancestros hicieron de ellos acumular un gran conocimiento en economía y gerencia ambiental; es decir, experiencia en el manejo de la dieta
alimentaria sana, nutritiva y consolidada, aunque en los últimos años, debido a
que se le ha despojado de todo, no sólo de sus tierras, territorios, recursos
naturales, sino de la visión y de los grandes conocimientos, porque han sido
desplazado por ideas y conocimientos menos sostenibles, esta dieta alimentaria
ha sido quebrantado por la intromisión de las ideas y políticas externas a
ellas, como los alimentos transgénicos (Biodiversidad 2008).
"La
cultura y biodiversidad al servicio de la soberanía alimentaria", debe
rendir tributo a los pueblos indígenas y campesinos por defender la cultura y
biodiversidad con miras a garantizar a todo el mundo acceso sostenible a
suficientes alimentos de alta calidad como para llevar vidas activas y sanas (Posey
1999; Ventocilla y otros 1999). Además porque muchas de las áreas donde
habitan pueblos indígenas y comunidades locales son cruciales para los
esfuerzos globales de conservación y contra el cambio climático (Posición…
2009).
Los Gunas y otros pueblos indígenas también
tenemos que reconocer que estamos dejándonos perder nuestros recursos naturales
y biodiversidad, la producción no se incrementa y tenemos bajo conocimiento de
manejo sostenible de bosques y agroforestería tradicional ante nuevas
realidades, aumenta nuestra población y seguimos utilizando tecnologías
agrícolas-forestales inadecuadas, seguimos talando y quemando, aprovechamos la
tierra, sus productores y ya no alimentamos a nuestra Madre-Tierra, reconocer
que estos problemas son causadas por la pérdida de los conocimientos
tradicionales, ya no lo transmitimos a la nueva generación (Biodiversidad 2008; Castillo 2004b; Stier 1997).
Los Gunas (Castillo 1994), como todos los
pueblos indígenas nos debemos reacomodarnos a las condiciones actuales del
sistema del nuevo siglo, adaptando nuevas estrategias no tanto de “resistencia”
y de “lamentos”, sino de acción de desarrollo, y en defensa del ambiente y sus
recursos naturales… Al ser los indígenas uno de los grupos sociales más
afectados por la pobreza y, a la vez, defensores del ambiente, se hace más
urgente incorporar sus ideas y necesidades para lograr un desarrollo
sostenible. Ahora el desafío es de recuperar diversas técnicas indígenas, como
los sistemas agroecológicos, como la agroforestería, concepto importante para
contribuir a la ordenación y al desarrollo rural. Por lo tanto, los
conservacionistas, científicos, planificadores, políticos tienen que converger
con los pueblos indígenas y campesinos en una sola propuesta de desarrollo. Son
los conocimientos agroecológicos, ecológicos, creatividad y visión global sobre
los problemas, que poseen nuestros pueblos, los que facilitarán mucho la tarea
de llevar a los países en que habitan hacia un desarrollo sin destrucción. ¡Aún
no es tarde!...
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Notas:
[1]. CENDAH, charla presentada a los estudiantes de la
carrera de Economía Ambiental, Facultad de Economía,
Universidad de Panamá. 21
de junio de 2013
[2]. Nainu:
semánticamente significa “tierra propia”. Son sistemas agroforestales
agroecológicos propios del pueblo
kuna, ya sean cultivos en laderas o en tierras
planas. En laderas cuando se cosecha dos a tres años se deja la parcela
en
barbecho, cumpliendo un ciclo de barbecho de más de 50 años, cosa que se está
dejando de cumplir
[3]. La
soberanía alimentaria es un concepto político proteccionista introducido en
1996 por Vía Campesina en Roma,
con motivo de la Cumbre Mundial de la
Alimentación de la Organización para la Alimentación y la Agricultura
(FAO). Se
entiende como la facultad de cada Estado para definir sus propias políticas
agrarias y alimentarias de
acuerdo a objetivos de desarrollo sostenible y
seguridad alimentaria. Ello implica la protección del mercado
doméstico contra
los productos excedentarios que se venden más baratos en el mercado
internacional, y contra la
práctica del dumping (venta por debajo de los costos
de producción), (Delgado y Escobar 2009)
[4]. Foro para la Soberanía Alimentaria que tuvo
lugar en Roma, en junio de 2002, paralelo a la Cumbre Mundial de
Alimentos
[5]. Período cuando se iniciaba la construcción
del camino de penetración El Llano-Carti, y la juventud Guna decidió
con su presencia detener la invasión de colonos hacia
el territorio Guna. Porque bien se
conoce que detrás de todo
camino abierto, hay invasión.
[6]. Asociación Ecológica Kuna
[7]. Udirbi es una palma (Colpothrinax cookii), que abunda en el
área
[8]. Resolución No.3, del 7 de noviembre de 1987.
Congreso General Kuna, Achudup, Kuna
Yala
[9]. Congreso General Guna, Yandub-Narganá,
noviembre de 2002 (Resolución)
[10]. La declaración del Área
Silvestre de Narganá, de parte del Instituto Nacional de Recursos Naturales
Renovables
(INRENARE), no fue consultada y tampoco el plan de manejo fue aprobado
oficialmente por el gobierno nacional.
El plan manejo para que sea un documento
legal o ser aprobado por la ANAM, necesita ser presentado bajo formato
oficial.
Por lo tanto, necesita ser revisado y actualizado y no tanto hacer uno nuevo
[11]. Mediados del año ´80 se
conformó la Central Única de Productores Agrícolas de Kuna Yala (CUPAKY), cuyo
objetivo fue incrementar la producción agrícola
[12]. Comunicación personal, 25
y 26 de junio de 2010, Miria Ubigandub.
Médico-botánico, agricultor y hoy empresario
de cabaña turística Senidub
[13]. Comunicación personal,
junio de 2004. Fue sagla de su comunidad, pero siempre ha sido dirigente del
grupo
productor Nadigana, hasta la actualidad
[14]. Comunicación personal de
Buddy Obaldía. Promotor Comunitario de CBMAP II-ANAM, junio de 2013
[15]. CGK, 2006. RESOLUCION No.
03/06/06. “Preocupados por la falta de incremento de la producción agrícola, la
pérdida del conocimiento del sistema agroecológico de producción de nainu en la Comarca Kuna Yala”… Gardi S
Sugdup, Comarca Kuna Yala, los
días del 22 al 25 de junio de 2006. 2 p.
[16]. Informe realizado en la
Asamblea del CGG, Sasardi-Muladub, 6
al 9 de junio de 2013
Documento en PDF: https://app.box.com/s/pte3xtepklrc15ono3zt