26 de febrero de 2019

MOLA, JUVENTUD Y REVOLUCIÓN DULE

Geodisio Castillo

Se celebran los 94 años de la gesta heroica de la Revolución Dule de 1925. Desde que se aprobó el Plan Estratégico de Gunayala (PEGY 2015-2025), Onmaggeddummad Namaggaled (Congreso General de la Cultura Guna), comenzó a ejecutar acciones del plan y con ello las actividades hacia los 100 años de la Revolución Dule. El día 24 de febrero Onmaggeddummad Namaggaled y el Instituto del Patrimonio Cultural del Pueblo Guna realizó el Foro sobre La Mola y la Revolución Dule apoyado por la Alcaldía de Panamá, y el Museo del Canal Interoceánico.

Participando en el Foro Mola y la Revolución Dule, 24 de febrero de 2019

Dos expertos sobre la mola disertaron sobre el Origen de la Mola y Galu Dugbis (“Universidad de la Mola”), la señora Briseida Iglesias y el Argar Pedro Félix respectivamente. La juventud fue representada por la joven Rosabel Morales y como maestros de ceremonia Olonaguiguiryai Mercebeth Garrido e Ivaldo Pérez.

“Sean mis primeras palabras para agradecer a la Institución que represento, al Instituto del Patrimonio Cultural del Pueblo Guna y a mi máxima entidad Onmaggeddummad Namaggaled, a los Sagladummagan, sus asesores y a su cuerpo técnico de científicos que me escogieron para representar a la juventud en este día de felicidad para todo el Pueblo Gunadule, al celebrar los 94 años de la Revolución Dule”, palabras introductorias.

“Mi agradecimiento a mi otro Congreso, Onmaggeddummad Sunmaggaled, a los Sagladummagan y cuyos representantes se han hecho presentes y a todos los compañeros que laboramos por una sola causa el desarrollo sostenible de nuestra comarca Gunayala”.

La juventud, pueden decirnos muchas cosas que ven y sienten. “Solo quiero dialogar lo que he visto y lo que siento como joven sobre la Mola y la Revolución Dule. Se preguntarán ¿Qué tiene que ver la Mola y la Revolución? Mucho…. Mucho debe ver nuestra Mola, porque la denigración de parte de la policía colonial partió de ellos, maltrataron, violaron a nuestras madres quitándoles la mola, el oro de la nariz, nos robaron el oro, desnudaron a Nabgwana – nuestra Madre Tierra”, enfatiza Rosabel.

La juventud debe iniciar una nueva etapa en sus vidas. Una nueva etapa que debe caracterizarse por el aprovechamiento íntegro del impulso adquirido en el pasado, para alcanzar nuevas metas y otear las exigencias dinámicas de nuestra Comarca en la actualidad.

Para vivir o hacer realidad esta nueva etapa, el cambio debe partir de nosotros mismos, “yo soy el que debo cambiar primero”, valorar lo nuestro no a medias, hacerlo práctico no solo en discursos, no solo en conferencias, no solo en entrevistas,… poner nuestras mola completa, no a medias,… celebrar la Revolución no solo en febrero, sino en cada momento de nuestros días; en nuestro trabajo diario, construyendo nuestro futuro, construyendo el desarrollo sostenible y humano.

Difícil toda esta nueva etapa que queramos construir, que por igual demanda sensibilidad, reflexión, estudio y acción ininterrumpida para conjugar el pensamiento que nos orienta con la realidad que debemos transformar, dentro de nuestra institucionalidad.

Contamos, con un Plan Estratégico (PEGY 2025), con todo lo necesario para salir airosos en esta nueva etapa. PEGY fue elaborado para llegar a los 100 años de la Revolución, airoso, levantando alas para no caer, así lo mantiene Onmaggeddummad Namaggaled y su Instituto del Pueblo (Instituto del Patrimonio Cultural del Pueblo Guna). No es tarea fácil, y eso juntos se hace. Hagamos como si ésta fuera nuestra última oportunidad para hacer todo lo que debemos hacer.

Las lecciones del pasado demuestran la facultad de nuestras instituciones para adaptarse a las variables condiciones del país y también para convertir éstas en punto de partida para lograr condiciones nuevas.

Disponemos de un rico legado, de flexibilidad, que ha permitido vencer o eludir obstáculos y superar dificultades, sin quebrantar la línea esencial que ha legado nuestros padres de la Revolución. Sin caer en el disolvente oportunismo, la juventud necesita que se incorporen nuevas ideas, adoptar nuevos métodos, nutriéndose de la problemática misma de la Comarca y del país para señalar nuevas metas y para proseguir con decisión y prudencia nuestro camino.

La lucha cultural se impone, nuestra mola se impone en todos los ámbitos, a nivel local, nacional e internacional y con ello llevar el mensaje de nuestra Revolución, de nuestra historia, con tenacidad y paciencia, a orientar las conductas o comportamientos. Lucha cultural persistente, que debe inspirarse en un realismo imaginativo y en la tenacidad y la pasión, que ayuden a alcanzar lo que parece sueño. Se debe dar la bienvenida a la juventud para organizar eventos culturales, talleres, charlas, foros, investigación apoyado por el Congreso de la Cultura y su Instituto.

La lucha por la calidad de la educación, hacer realidad la Educación Bilingüe Intercultural (EBI) y los empleos, la igualdad entre hombres y mujeres o la situación del ambiente tendrán un profundo impacto en las vidas de jóvenes dule. Por eso, la juventud debe reivindicar un papel protagonista para lograr un maña más justo y sostenible.

La juventud necesitan ser profesionales que se enloden en su cultura. Ser joven ahora implica una gran responsabilidad, porque no solo este mes de la revolución dule debemos celebrar, eso debe ser todos los días, como se ha dicho, cada momento que construyamos nuestras vidas y la sociedad. Porque lo que hacemos ahora, es una celebración pasajera, superficial. En todo momento hay que vivir la revolución, en todo momento hay que usar nuestra mola. Usarla como debe ser y no a medias; es decir, no hay luchas de generaciones, hoy hay un enfrentamiento social, real, aún hay discriminación hacia nuestros pueblos indígenas y hacia otros grupos culturalmente diferentes. Es por eso, que nuestra lucha no debe ser a medias.

Igual debe dar ejemplo los actuales dirigentes, que no sean personas a medias, cumplan con el legado dejado de nuestros líderes que hicieron realidad nuestros sueños, porque como bien lo dijera Nele: “Quiero que la cultura de mi pueblo perdure dentro del marco universal de las culturas de los pueblos del mundo”.

14 de febrero de 2019

Límites, fascismo territorial y la derecha sin complejos

Por Yayo Herrero López
Idioma Español
1 febrero 2019




Los grupos de ultraderecha buscan desviar la mirada del proceso de desposesión y expulsión que estamos viviendo. Solo en un clima de tensión, violencia e histeria es posible esconder dicho proceso.

Nube de contaminación sobre la ciudad china de Shanghai. 2008. SUICUP

El Club de Roma advertía en 1972 sobre la inviabilidad del crecimiento indefinido de la población y sus consumos en un planeta con límites físicos. Aunque esas proyecciones sobre la disponibilidad de recursos fueron denostadas, la información científica que disponemos hoy valida en buena medida lo que entonces se auguraba.

El IPCC advierte en su último informe que disponemos de doce años para mitigar el calentamiento global y limitar el alcance de la catástrofe global. De lo contrario, millones de personas estarán en peligro ante las crecientes sequías, inundaciones, incendios, hambrunas y pobreza.

La Agencia Internacional de la Energía en su último informe anual advierte que en 2025 será imposible satisfacer la demanda de petróleo. Igualmente señala problemas con el carbón, uranio y gas natural. También lo afirma Brufau, máximo responsable de Repsol, que habla de previsible escasez de petróleo en un par de años. Estos desajustes provocarán una fortísima inestabilidad en los precios del petróleo.

El declive de la energía fósil y la crisis climática obligan a una transición del sector energético y del transporte hacia energías renovables. Ello implicará depender de otros minerales que también son finitos. La electrificación de los vehículos estará probablemente limitada por el uso de cobalto, litio y níquel; podría haber restricciones para las aleaciones de acero que necesitan cromo, molibdeno o vanadio y en equipos electrónicos que requieren plata, cobre o tántalo. La energía solar fotovoltaica demandará materiales tales como indio, selenio, estaño o teluro y la energía eólica está asociada a imanes permanentes que requieren neodimio y disprosio. La extracción de los minerales nombrados se encuentra en situación de riesgo alto, cuando no ha sobrepasado ya sus picos.

Todos estos factores inciden en la economía y las personas. Tras la crisis de 2007 y sin habernos recuperado, estamos en puertas de una nueva recesión económica. Los síntomas están ahí para quien quiera verlos. General Motors anuncia el cierre de cinco plantas en NorteaméricaArcelor anuncia un ERTE para 2019Vodafone anuncia un ERE en España, Alcoa pretende cerrar las secciones con más consumo energético, el sector financiero afronta dos grandes ERE, etc. Seguirán las refinerías, empresas de automoción y otras, no porque se apliquen políticas ecológicas como se dice a veces, sino porque los capitales abandonan sectores que no dan los beneficios que esperan y, con ellos desechan a las personas trabajadoras.

A su vez, las condiciones materiales de vida empeoran. La vulnerabilidad económica afecta al 32,6% de la población española. Casi un 30% de las familias emplean ahorros o piden dinero prestado para hacer frente a sus gastos. Se extreman las formas de explotación y, los empleos mal pagados y precarios se convierten en una nueva normalidad.

Wallerstein plantea que las crisis cíclicas del capitalismo se producirán cada vez más seguidas al topar con los límites del planeta. Tiene razón. La economía, no nos cansamos de repetir, es un subsistema del medio natural en el que se inserta, no al revés. Tanto por el lado de la extracción como de los residuos, nuestro planeta se encuentra en una situación de translimitación. Eso significa que el decrecimiento de la esfera material de la economía es simplemente un dato. El crecimiento económico actual está directamente acoplado al uso de materias primas y, ante su declive, se estanca y retrocede inevitablemente.

Hoy, la humanidad necesita un planeta y medio para vivir. La huella ecológica mide la superficie ecológicamente productiva necesaria para producir los recursos consumidos por una persona media de una determinada comunidad humana, así como para absorber los residuos que generaEsa superficie se dispara en lugares como Estados Unidos o Europa. Es decir, los países enriquecidos no viven con los recursos de sus propios territorios, sino con las materias primas y productos manufacturados con cargo a otros lugares. En España, el 80% de la energía y 75% de los minerales utilizados proceden fundamentalmente de América Latina y África, y los alimentos que consumimos requieren el doble del territorio nacional.

En su obra Mein Kampf, Hitler declaró que los alemanes merecían “espacio vital” acorde con la dignidad de la raza aria y defendió la legitimidad moral de ocupar los territorios de otros pueblos inferiores y eliminar a quienes vivían en ellos. Si cambiamos espacio vital por huella ecológica iluminamos dimensiones ocultas que explican la emergencia de movimientos de extrema derecha.

El capitalismo mundializado en este planeta translimitado ha intensificado los mecanismos de apropiación de tierra, agua, energía, animales, minerales y explotación de trabajo humano. Instrumentos financieros, deuda, compañías aseguradoras, y todo un conjunto de leyes, tratados internacionales y acuerdos constituyen una verdadera arquitectura de la impunidad que allana el camino para que complejos entramados económicos transnacionales, apoyados en gobiernos a diferentes escalas, despojen a los pueblos, destruyan territorios, desmantelen las redes de protección pública y comunitaria que existan, y criminalicen y repriman las resistencias que surjan.

Este es el fascismo territorial que, dice Boaventura Souza Santos, establece fronteras internas y externas que separan a quienes están dentro de quienes son población sobrante. Un fascismo que se esconde detrás de una democracia vaciada.

Esta construcción política es asumida como ley natural y cuenta con amplio consenso, no solo de las derechas sino también de la socialdemocracia. Las tensiones sociales que se crean pueden hacer saltar las costuras del modelo. Los chalecos amarillos, las movilizaciones en Polonia, el movimiento feminista, el de pensionistas, las propias personas migrantes organizadas en caravanas y/o grupos de asalto a las vallas, son manifestaciones de ese malestar.

En medio de estas turbulencias se produce un repunte significativo de opciones políticas de ultraderecha. Trump, Bolsonaro o Abascal enarbolan un discurso xenófobo, misógino, histriónico y agresivo que evoca un pasado glorioso que nunca existió. Buscan desviar la mirada del proceso de desposesión y expulsión que estamos viviendo. Solo en un clima de tensión, violencia e histeria es posible esconder dicho proceso.

La economía globalizada asienta el fascismo territorial a partir de la ingeniería social y la racionalidad económica que considera que las vidas y los territorios importan solo en función del “valor añadido” que produzcan. La extrema derecha es el cómplice necesario que criminaliza, estigmatiza, deshumaniza y legitima el abandono y expulsión de las personas “sobrantes”. La ultraderecha pretende mantener el orden del fascismo territorial mediante el miedo, la desconfianza y el ejercicio del poder contra el último.

El feminismo está en el centro de su diana, creo que por tres motivos. Uno, por ser un movimiento organizado, de masas y transversal que ha lanzado un órdago al sistema en su conjunto y que reclama revertir las prioridades económicas y políticas poniendo las personas en el centro; dos, porque en un marco de recortes y destrucción de servicios públicos, se pretende que las mujeres garanticen la reproducción cotidiana de la vida; y tres, porque es fácil generar rechazo contra un movimiento que cuestiona los privilegios de la mitad de la población y que pone patas arriba la ética reaccionaria familiarista que lleva milenios asentada.

La extrema derecha exacerba la virilidad más añeja y cobarde. Una virilidad sumisa al poder, fuerte con los débiles, que quiere “poner a las mujeres en su sitio”, se crece cuando trata con brutalidad a los animales o cuando humilla y criminaliza a personas extranjeras o a quienes piensan distinto… sin complejos. Todo vale excepto señalar las lógicas económicas y los agentes que provocan la crisis y levantan vallas para proteger los privilegios de los ricos. Ocultan el despojo material y canalizan la rabia y el miedo a través del linchamiento social de colectivos declarados como monstruosos.

¿Cómo hacer para garantizar las condiciones de vida para todas las personas? ¿Cómo afrontar la reducción del tamaño material de la economía de la forma menos dolorosa? ¿Qué modelo de producción y consumo es viable para no expulsar masivamente seres vivos? ¿Cómo mantener vínculos de solidaridad y apoyo mutuo que frenen las guerras entre pobres, vacunen de la xenofobia y del repliegue patriarcal?

Señalar las causas estructurales y a quienes están detrás de este proceso de acumulación por desposesión es condición necesaria para crear las condiciones políticas que permitan recomponer un metabolismo social en el que la vida digna sea posible.

Yayo Herrero es activista y ecofeminista. Antropóloga, ingeniera técnica agrícola y diplomada en Educación Social.



Publicado por Rebelión, 1 de enero, 2019

Una crisis ambiental silenciosa en Panamá

Por Olmedo Carrasquilla
Idioma Español
País Panamá
1 febrero 2019

En las últimas décadas, nuestro istmo ha estado plagado de concesiones extractivas, como también, de un pensamiento huérfano hacia la escena global que nos invoca mitigar las graves consecuencias que el cambio climático genera.



Miles de hectáreas de riqueza ecológica perdemos a raíz del mal llamado desarrollo importado, del nivel de conciencia socioambiental desarticulado a los programas educativos, y la poca o nula innovación de campañas ambientales que incida a transformar la inmovilidad ciudadana a otros impactos negativos del sector industrial.
Un sinnúmero de cuadros negativos que se repliegan en los medios de comunicación convencional y redes sociales; cuya acción despierta alarma e indignación, sin una herramienta pública que rompa con la tradicional forma de denuncia; es actualmente, un desahogo coyuntural cibernético sin fundamento espitemológico ambiental, asimilado en el antropocentrismo.

He aquí un cuestionamiento a la ingobernabilidad ambiental, que recae sobre las funciones incoherentes del deber de cuidado, versus la antítesis de que la tecnología avanzada, recompensará los daños ocasionados por el extractivismo. Un overshot, por la incapacidad de regenerar lo destruido, sin reconocer el peligro de sobreponernos a los bienes comunes irrenovables.

El Panamá que deseamos, por la urgente necesidad, nos conduce a crear un país bajo un sistema de valores a través de la Economía Ecológica, tal como lo expresa el economista ecólogo Joan Martínez Alier, cuya tesis, transformaría los estándares de producción que la economía clásica nunca abordó. Es decir, la cuestión ambiental o sustentabilidad socioambiental debe ser considerada en la economía nacional; y no verla solamente como un objeto accesorio, academisista, inerte a la demanda de suplir el desequilibrio entre la materia prima y consumo irresponsable.

Todo por igual, (gobernandos y gobernantes obedeciendo), tenemos el deber facultativo de emprender otro modelo de vida con las cualidades que nos ofrece nuestra soberanía ecológica; con la responsabilidad colectiva, más allá del rol empresarial, en donde superemos el síndrome de la coyuntura de los desastres naturales, de la degradación ambiental y del ciclo económico depredador.

A propósito, en sus últimas décadas, ha fracasado por medio del discurso desarrollista.

No es abogar por otra ideología, sino es la descolonización de lo imperante e inoperante que no funcionó socialmente, que ha acumulado para una economía desigual, y cuyo aporte es ejercida por los impuestos de la gran mayoría, a cambio del poco beneficio. Es posible que pudiese incrementarse en otros modos de producción económica como la Agroecología.

Suena interesante, y motivador, en algunos casos, como el romanticismo activista. Pero, ya es hora que todos los ciudadanos, además de la denuncia, innovemos nuestra forma de  organizarnos, actuar y transformar la propuesta de sociedad ilusa que el mercado nos impone.

La cuestión ambiental no es un compromiso de la sociedad civil organizada, sino erga omnes, (igual para todas y todos). Constituyéndose en un sistema de contrapesos y consensos sociales para que nuestra biodiversidad panameña no sea usurpada por inequívocos dictámenes económicos que llevaría a nuestro país al colapso.


Por Olmedo Carrasquilla - Colectivo Voces Ecológicas COVEC


Fuente: Desinformémonos

10 de febrero de 2019

La Rebelión del Sagla Girbiler (San Luis) y los Robinson en 1919 en la génesis de la Revolución Dule

Por: Bernal Castillo
Introducción
A vísperas de los 100 años de la Revolución Dule, presentamos a otro abuelo que se enfrentó a la política civilizadora y contra los abusos de la policía colonial en 1919 en la comunidad de Aggwanusadub, y el posterior apoyo de los hermanos Robinson (Inaediginye y Alfred) en Yandub por estas políticas del gobierno panameño en ese entonces.
 
Con la implementación de una política de asimilación, integración y de civilizar a los gunas por parte del gobierno panameño desde la constitución de 1904, se inicia los cambios culturales y luego con la fundación de la Circunscripción de San Blas en 1915, con los abusos de la policía colonial panameña, se prepara las gestiones por parte del sagla Ologindibibbilele (Colman) a los hechos de Bila Iba en febrero de 1925.
La rebelión oculta
En este contexto, ocurren los hechos de la revuelta del sagla Girbiler (San Luis), Carlos Robinson y Alfred Robinson, en 1919 contra la policía colonial en Yandub y Aggwanusadub. A pesar de que la comunidad de Yandub era el principal foco desde donde se impartía la “política civilizadora” sobre la región, también era escenario de conflictos internos, con la presencia de la policía colonial y de las principales instituciones públicas del gobierno en la comunidad.
En Yandub, el gobierno, desde el principio, tuvo el apoyo de líderes de la comunidad como Inaediginye (Carlos Robinson) y de la juventud, encabezada por Claudio Iglesias y Estanislao López, quienes apoyaban las medidas de abolición de los valores gunas en las comunidades de Yandub y en Aggwanusadub, pero al incrementarse las medidas de asimilación y de integración sobre toda la región, emergió un descontento generalizado.
Estas contradicciones surgen en primera instancia desde la llegada de las misioneras bautistas a la comunidad en 1913. Para ese mismo año, los jóvenes que estudiaron en la ciudad capital formados en las escuelas católicas retornaron a la comunidad y se opusieron a las misioneras bautistas. En este sentido, contaron con el apoyo del Intendente y de la policía colonial. Para 1916, entró en funcionamiento la Escuela Pública y el gobierno obligó a Inaediginye (Robinson) a cumplir la regla de que los niños y las niñas menores fueran a la escuela pública. En caso de no cumplirse, los padres eran multados o arrestados. La policía colonial también estaba por expulsar a las misioneras bautistas, ya que la escuela de las misioneras tenía más niños matriculados que la escuela pública, apoyada por los jóvenes.
Este problema perduró por varios años en Yandub y Aggwanusadub, conflicto que se dio entre los dirigentes ancianos e Inaediginye y los jóvenes por el control interno de la comunidad, ya que con la llegada de las misioneras bautistas, Inaediginye (Robinson) les otorgó ciertos derechos dentro de la comunidad, y la juventud partidarios del gobierno nacional veía con peligro su control interno y que la iglesia bautista podía fortalecerse en la región.
Sin embargo, las tensiones en ambas comunidades llegaron a su punto de enfrentamiento en diciembre de 1918 cuando los jóvenes partidarios del cambio incentivaban fiestas y bailes no tradicionales gunas; entre éstos, el baile del tamborito y del uso del traje típico panameña “la pollera” en las escuelas públicas y otras muestras de cambio cultural, con el visto bueno de las maestras y la policía colonial. Según una carta dirigida por la maestra Ana Moreno de James al intendente señala que el 25 de diciembre ellos organizaron unas actividades recreativas con los niños y padres de familia de la escuela. Pero una vez terminada de cantar el himno nacional, uno de los seguidores de Robinson se enfrentó en una acalorada discusión, por lo que, la maestra, para disipar el momento desagradable, improvisó un tamborito con la música de una canción llamada “La Pollera”. Tal acto provocó la tensión entre los seguidores de Robinson, y Robinson aconsejó a los padres que no dejaran a sus hijas participar en la actividad.
Tres días más tarde, el 28 de diciembre, la policía panameña de Aggwanusadub encarceló al sagla Nieve, por declarar en público que las niñas de escuela que bailaron se habían prostituido. Poco después de su arresto, Robinson y sus sualibed (traducción literal: hombres con bastón o vigilantes de la comunidad) armados con palos y bayonetas, fueron de Yandub hacia Aggwanusadub donde demandaron la libertad de Nieve y se comprometieron en aprehender al policía estatal que lo había puesto preso y ordenó allanar la residencia de la maestra Elisa de Garrido con el fin de presionarla, ya que consideraban estos bailes como acto escandaloso en la comunidad. Sin embargo, Ramón Garrido y otro agente policial les salieron al paso, revólver en mano; Robinson se retractó y regreso a su isla.
Poco después, llegó a Aggwanusadub un grupo más grande de policías armados con bayonetas. Ante esta situación, Robinson y el Jefe del Destacamento Garrido mantuvieron una confrontación verbal. Según, Howe, por más que Robinson llamara a la gente de la isla a que ayudaran a liberar al prisionero, parece que a su grupo nuevamente le faltó la voluntad de enfrentarse a los fusiles de la policía , posiblemente, por el débil sentimiento de libertad que existía entre los comuneros de Yandub y Aggwanusadub, ya que desde 1907 ambas comunidades habían estado en un constante sometimiento psicológico por la apertura de la educación y la presencia de la policía, que son factores importantes que merman el sentimiento de la rebeldía de un pueblo.
Ambos bandos continuaron acusándose entre sí en cartas que enviaban al intendente, por lo que, el jefe de la policía de Narganá, Ramón Garrido, llegó a Porvenir el 4 de enero de 1919, para presentar una queja formal contra Robinson, pues alegó que Robinson y sus seguidores habían amenazado a la maestra de Aggwanusadub. (Daba la casualidad que la maestra era su esposa).
El intendente Vaglio, que se mantuvo por varias semanas sin tomar medidas fuerte contra la revuelta, consideró que Robinson había actuado motivado por el temor a perder su posición como líder de la comunidad frente a los jóvenes militantes del gobierno encabezado por Claudio Iglesias, y hacer entender a Robinson que todo poder en la región emanaba del gobierno y del intendente.
En febrero de ese año, Claudio Iglesias denunció a Robinson y a sus aliados, de haberlo atacado mientras participaba en un inocente juego de dominó en la tienda de su propiedad tan sólo porque ahí se vendía licor. Según el informe policial, Robinson y sus partidarios y demás arrastraron a uno de los policías indígenas, y fue llevado a la cárcel del pueblo que Robinson había construido. En ese sitio hoy funciona el centro de salud del pueblo. Ese incidente consta en una carta firmada por los agentes coloniales (policías) Arturo R. Pérez y Guillermo Denis:
“Corazón de Jesús, Febrero 5 de 1919. Señor Jefe de la Circunscripción de San Blas. –Pongo en vuestro conocimiento el hecho de que ha sido causa el Ságuila Charles Robinson habiendo ultrajado (sic) miserablemente y violado el establecimiento del señor Claudio Iglesias por el hecho de que vendió licor a algunos indígenas; consistiendo tal ultraje en el asaltamiento del establecimiento por dicho Charles Robinson con sus Policías y algunos particulares, como si se tratase de ultimar a algunos enemigos. Al verse dicho señor agredido de tal modo trató de defenderse cosa que no pudo llevar a cabo por que se le fue encima la mayor de los indios. Algunos le agarraron por los brazos, otros por la correa y el mismo Charles lo asió por el cuello. De este modo iba a ser conducido al calabazo, cosa que no lo hicieron por habérseles debatido el punto”.
Basado en el informe policial, el Intendente Vaglio, viajó a la comunidad para conocer de viva voz las quejas contra Robinson, donde existía un sinnúmero de denuncias en su contra por parte de la juventud, por los comerciantes que vendían licor, por el inspector de la escuela por el maltrato que recibía, y las maestras, quienes indicaban que Robinson no permitía que los niños y niñas asistieran a las escuelas públicas. También se acusó al sagla Charles Sam Lewis por haber arrestado a dos niños que no querían estudiar con las misioneras sino que querían asistir a la escuela pública. El sagla Charles Sam Lewis, de Aggwanusadub, por estar apoyando a Robinson, fue destituido como jefe de la comunidad: una violación flagrante del Intendente contra las autoridades gunas. Sin embargo, Robinson, para complacer la política del Intendente, manifestó que era innecesario que la comunidad de Aggwanusadub tuviera otro sagla, ya que al estar cerca, él podía gobernar con Claudio Iglesias y los agentes del gobierno, aunque en el fondo no estaba de acuerdo con la medida, pues el sagla Charles Sam Lewis siempre lo había apoyado, y estaba en contra de la política del gobierno, que motivó posteriormente la rebeldía de ambas comunidades. Por este motivo, Claudio Iglesias solicitó la intervención del Intendente Humberto Vaglio a favor de los jóvenes. Al final se llegó a un acuerdo en el que los ancianos de ambos pueblos respetarían a la juventud, con la amenaza de que si incurrían en actos de rebeldía, Inaediginye (Robinson) y sus partidarios serían encarcelados. Con este hecho, el poder de Robinson en la comunidad fue sometido, y Robinson tuvo que renunciar a su escolta y compartir el poder con Claudio Iglesias y Ramón Garrido.
A pesar de la sentencia del intendente sobre Robinson, las luchas internas continuaron. En marzo de 1919, Robinson vuelve a colocar a Charles Sam Lewis como sagla de Aggwanusadub, contradiciendo la medida del intendente. Asimismo, hubo constantes cartas del Intendente Vaglio al Presidente Porras contra Robinson, por considerarlo como rebelde que trataba de instigar a las comunidades contra el gobierno, ya que Robinson deseaba comunicarse directamente con el Presidente como muestra de su rebeldía contra el Intendente.
Sin embargo, el tema de las escuelas quedó mezclado con otra medida del gobierno: la abolición de la vestimenta de las mujeres y niñas gunas, específicamente las argollas de oro y las ligaduras de cuentas con que se ceñían los brazos y piernas, medida que el Presidente Porras había ordenado el 2 de abril, como disposición para adelantar “la obra de la civilización y de cultura nacional”. Porras manifestaba al Intendente Vaglio que apoyaba sus medidas de la “civilización” en la región, y que si Robinson no acataba su dirección lo amonestara y debía de someterse a sus órdenes, si no le quitaba su mando como sagla de Narganá.
La política que emanaba del gobierno nacional era eliminar la vestimenta femenina que simboliza de una manera fundamental la identidad guna, medida que se inició en la comunidad de Yandub y Aggwanusadub, y luego en toda la región, ya que el sector conservador partidarios de Robinson no estaban de acuerdo con esta medida, aunque también aceptaban que el cambio fuera lento. Así, pues, la eliminación de las indumentarias de las mujeres es una de las bases detonante de la Rebelión Dule.
La Rebelión de Girbiler (San Luis)
El inicio del espíritu de la rebelión dule se inicia en las comunidades de Aggwanusadub y Yandub, ya que fueron en ambas comunidades donde se iniciaron los primeros sufrimientos, dolores de la identidad guna, y de las primeras revueltas contra la política civilizadora del gobierno panameño y es una historia que no se menciona en la historia oral guna, pero los ancianos de ambas comunidades lo mencionan en sus relatos.
Desde que se fundó la escuela en las comunidades de Yandub y Aggwanusadub el 16 de mayo de 1916, siendo Girbiler sagla en Aggwanusadub, se inicia una política brutal contra el pensamiento guna de olvidar sus raíces ancestrales hacia la juventud. Por ello, en 1917 es donde se comienza a enfrentarse el sagla Girbiler contra los policías coloniales y maestros para que los valores culturales gunas no se pierdan en su comunidad, ya que se obligaban a los padres llevar a sus hijos a la escuela pública.
El levantamiento del sagla Girbiler en la comunidad de Aggwanusadub en junio de 1919, fue un rejuego de fuerzas con el apoyo de sus aliados, ya que en varias ocasiones lo destituían de su puesto de mando y luego lo volvía ocupar: en el mes febrero fue destituido por el Intendente, luego en marzo volvió a ocupar su puesto por orden de Robinson, y en abril nuevamente Vaglio lo quita del puesto.
¿Nos preguntamos quién es el sagla Girbiler (San Luis Edisin)?.
No se sabe la fecha de nacimiento del sagla San Luis, solo que nació en Neggan, primer poblado de los habitantes de Yandub y Aggwanusadub en tierra firme, y junto a su padre Girbiler a mediados del siglo XIX se trasladaron a la isla de Aggwanusadub como los primeros abuelos que habitaron la comunidad. Después de la muerte del sagla Soowadin en 1915, fue escogido sagla de Aggwanusadub.
Los hijos de San Luis, fueron el sagla Luis Edisin Díaz y sus cuatros hermanas, y vivieron en Ubggisuggun. Entre sus nietos figura el sagla de José Manuel Díaz de Yandub, entre otros.
Una vez como sagla, viendo los abusos que se estaban dando en su comunidad, decide enfrentarse contra la política estatal y de la policía colonial, motivando entre la comunidad no seguir las ordenes de la policía colonial.
Todas las acciones hace que el pueblo se levante contra las políticas del gobierno y, por esta acción, por orden del intendente Vaglio, el sagla San Luis fue amarrado entre las piernas, golpeado y arrastrado por la comunidad hasta el muelle por los policías coloniales y llevado preso hacia Colón en una motonave de la policía, y por las golpizas posteriormente falleció. Según, el inaduled Regulo Mora, de la comunidad de Ubggisuggun, quien es bisnieto de San Luis, nos dice, “Que a su abuelo, lo iban a matar, pero luego llegaron los otros saglagan y detuvieron la acción de la golpiza”.
Como se indica, en una nota del 18 de junio, donde el Presidente Porras le solicita información de los sucesos ya que Charles Lewis se queja del maltrato sufrido que le infirió la policía en Narganá. Luego, en otra carta, Vaglio le responde a Porras de lo sucedido:
“Al respecto a la posdata que me pone sobre el indio Charles Lewis, le informo lo siguiente:-
Este indio rebelde como ninguno, bruto por excelencia y más (sic) cuando se embriaga con cocaína, se le quitó el mando de Ságuila de Corazón de Jesús con anuencia de su Jefe Charles Robinson, quien lo había nombrado como tal. Hechas las consideraciones de las barbaridades que cometía en su isla, poniendo preso a los niños que asistían a las escuelas del Gobierno y a los que no querían asistir a las escuelas bíblicas, lo amonesté ante los demás indios y Ságuilas en el “meeting” que hice en Narganá con motivo de las divergencias que se suscitaban en aquel lugar entre los partidarios de los jóvenes y viejos, que fue cuando nombré a Claudio Iglesias jefe de Policía ad-honorem, lo cual debe recordad usted.
Desde esa época ha permanecido Charles Lewis sin mando y el pueblo en que vive más tranquilo. Pero, en días pasados que me fui para Puerto Obaldía, aprovechó mis ausencia y como siempre ha sido el “leader” más malo de esa tribu, convocó a los demás indios y celebró varios “meetings” encabezados por él, en los que le sugerió a los demás indios que le pusieran los alzamuros a las indias, que yó no los mandaba a ellos ni a los demás de su tribu, que las cartas que yo decía que eran de Ud., no son sino hechas en El Porvenir, falsificadas, y que ellos no obedecerían en adelante mis órdenes absurdas. Que a mí me decían de coger, quitarme las polainas y zapatos y luego obligarme a caminar descalzo sobre un poco de piedras puntiagudas. No demoró mucho en sublebarse (sic) todo el pueblo y entre ellos formaron una bulla tal, que en la isla de Playón Chico se sabía ya el alboroto de Charles Lewis.
A mi regreso fui directamente a su casa y no pudiendo obtener un relato verídico sobre lo sucedido, le comuniqué arresto a él y a otro de los más caracterizados. Charles Lewis se negó a cumplir la orden que le comunicaba el Agente de Policía y hubo necesidad de conducirlo contra su voluntad”.
Esta acción de violar los derechos gunas fue acogida con beneplácito por el Presidente Belisario Porras:
“He recibido su muy importante carta del 28 del mes de junio, en la cual me da cuenta de encontrarse elaborando un informe que debe presentar al Sr. Secretario de Gobierno y Justicia, por sus seis meses de Administración, y en la cual me informa igualmente de la conducta del indio Charles Lewis, revoltoso y ebrio que le ha dado a Ud. mucho que hacer en el último mes. Supérfluo (sic) en decirle que su conducta ha sido ajustada al deber, lo único que tengo que reprocharle es que Ud., después de castigarlo como merecía, le hubiera regalado dinero, pues esos indios no tienen buen criterio y no pueden juzgar bien los sentimientos de caridad. Sin que sea cruel, absténgase de favorecer a esos indios cuando los crea culpables de alguna falta”.
En un informe que hizo Humberto Vaglio al Secretario de Gobierno y Justicia, Ricardo J. Alfaro, nos hace referencia del porqué sustituyeron como sagla de Aggwanusadub a San Luis o Sam Lewis: por su actitud rebelde contra las acciones del gobierno:
“Esta jefatura en Febrero, se vió obligada en bien de la tranquilidad de los pueblos de Narganá y Corazón de Jesús, suprimir al Saguila de este último, Charles Sam Lewis, y para ello hubieron dos motivos poderoso.
El primero es el de ser este sujeto malo y perverso, un verdadero soberano autócrata en su isla, con buenas disposiciones para ser un varón vulgar, sin instrucciones ninguna ó instintos nada buenos.
El segundo motivo es más importante, ya que esta Jefatura se aprovechó de esta circunstancia para demostrar con la eliminación de Sam Lewis, que los Ságuilas no ejercían su mando por derecho divino y que bien podía esta Jefatura suprimirlos cuando no hicieran falta ó su conducta fuese reprochable”.
Con ello, se observa la violación que hacía el gobierno nacional con su política de imposición por controlar la región y con ello quitar y colocar saglagan adeptos a su control como ocurrió en Aggwanusadub, y como se intentó también en las comunidades del golfo (Suggunbali) y Gardi Muladub, sin embargo, dicha situación casi no pudieron realizarla por la presión que ejercían los lideres Colman e Inabaginia en sus comunidades aliadas.
Por todo lo dicho, podemos considerar a San Luis como el primer mártir de la revolución guna: por sus acciones de rebeldía y resistencia, provocando posteriormente el levantamiento en la comunidad de Yandub y Aggwanusadub por la actitud de desprecio de la policía colonial.
En ese sentido, consideramos que el levantamiento San Luis y de los Robinson fue el primer descontento de un sector guna contra el gobierno nacional, ya que entre 1920 a 1922 las tensiones se agravaron y hubo otros levantamientos de comunidades que estaban en contra de la política del gobierno central, y con estas acciones se dan las génesis a la Rebelión Dule en 1925. Luego, de lo ocurrido en esta revuelta, el gobierno nacional reforzó su control sobre la comunidad de Yandub, la cual, por esta razón, se mantuvo aliada al gobierno durante los años posteriores.
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