24 de febrero de 2011

LA REVOLUCIÓN DE LOS GUNASDULEMAR (*) DE 1925

Por Arysteides Turpana

El nacimiento de la república de Panamá, hecho acaecido el 3 de noviembre de 1903, seccionó Dule Nega (la patria de lo Gunasdulemar, apodados “Kunas o Cunas”) y produjo  como corolario histórico a los hoy  “dule colombianos” y “dule panameños” ya que  una porción de Dule Nega quedó en posesión de Colombia y la otra porción, Kuna Yala,  es tierra del Estado Nacional de Panamá.

Así como la invasión española de 1492 impulsó a los americanos raizales  a mantener una guerra permanente, esta independencia, la de Panamá, trajo consigo también sus propias provocaciones. El colonialismo interno o la política indigenista panameña no escatimó esfuerzos en tratar de “civilizar y cristianizar a los “bárbaros Gunasdulemar. Esta mentalidad racista, proclive a florecer en el alma del etnoladinopanameño, la  podemos ilustrar con las palabras de   Ramón Valdés, un preclaro hombre de la época: “La Asamblea Nacional, en la ley 59 de 1908, estableció con bastante acierto el plan que se ha de realizar para reducir a la vida civilizada las tribus salvajes de indígenas que existen en el país. Las más numerosas de esas tribus son las de la raza cuna que habitan en las costas llamadas de San Blas…”.  

A fin de cumplir con su programa indigenista el gobierno etnoladinopanameño creó la Policía Colonial, que posteriormente fue reforzada con un grupo de jóvenes Gunasdulemar, educados e instruidos en la metrópoli. Uno de esos jóvenes fue Claudio Iglesias. Había culminado sus estudios en la Escuela de Artes y Oficios, con el flamante título de ebanista. Habiendo sido nombrado en el Cuerpo de la Policía Colonial empezó a atacar con más  furor su cultura materna. El colonialismo interno empezó a mostrar sus primero frutos y, sus primeros frutos habían sido creados a imagen y semejanza de los etnoladinopanameños. Esta fue una de las épocas  en que la cultura Dule  sintió con más violencia el azote y la persecución por parte del colonialismo interno y de sus representantes: los Naggar Sidsigan (La Policía Colonial).

En 1921, se fundó en la isla de Yanndup la Sociedad de Jóvenes Indígenas, cuyo primer presidente fue Claudio Iglesias, y Estanislao López, su secretario. Los integrantes de esta sociedad de Yanndup se caracterizaron por su mórbida patriotería ladinopanameña. En realidad, estos jóvenes  habían sido desnaturalizados y envenenados, de tal forma que resultaron ser más “civilizados” que los “civilizados”: odiaban y detestaban  su cultura materna y la cultura de sus ancestros. Ellos eran: Máscara ladina y piel de cobre.

El 2 de abril de 1921, André Mojica, un etnoladinopanameño,  gobernador de San Blas –hoy Kuna Yala- emitió una nota al Dr. Belisario Porras, presidente de la República, en la que le decía textualmente: “Grato me es informar a usted que, de acuerdo con la labor incesante de civilización y progreso que se incita en esta región, se ha llevado a efecto del modo más armonioso  y correcto la extirpación total del uso de los alzamuros (narigueras) y guines ( chaquiras) en el sexo femenino de las tribus de Narganá y Corazón de Jesús, conforme a los deseos  de Usted.(…) El desuso de esta costumbre constituye ya en dichas tribus un verdadero paso de adelanto que da  la civilización de indígenas en esta región y nos hace creer que así como abandonaron estas costumbres, acogerán las nuestras en no lejanos días y cambiarán de modo de vivir por completo. Firmado: Andrés Mojica, Intendente de San Blas.

Estando en Yanndup, una señora originaria de Uwargandup fue víctima de una estas actividades “civilizatorias”. Sin embargo, la señora logró escapar y volver a su pueblo natal. En la noche, una tropa de la Policía Colonial integrada por Miguel Gordon H, Benigno Ospina, Agustín González, Domingo Sanguillén y Claudio Iglesias, zarpó hacia aquel pueblo con la intención de apresar a la señora y reducirla a la “civilización”, pero antes, el cuerpo represivo encerró en la cárcel de Yanndup a su hija, a su yerno y a su hijo. Era costumbre de la Policía Colonial Panameña apresar a las mujeres para violarlas en la cárcel, sin pudor alguno frente a sus esposos  y  padres.

Los  Uwargandupenses se aprestaron para la lucha contra la gendarmería, quienes, en efecto, llegaron a dicho islilla, cual vulpejas, al amparo de la noche, el 20 de abril de 1921. En la refriega murió Claudio Iglesias. A partir de ese encontronazo, la situación en el País Dule  se hizo más insegura, tensa y hostil.

Después del incidente de Uwargandup, el colonialismo interno atacó con más violencia y la inseguridad fue mayor. Mucha gente de Akwa Nusadup, Yanndup y de Uwargandup, empezaron a salir de allí y se fueron a vivir a las costas, lejos de los ruidos marciales. De esta forma, fueron ocupadas las tierras de Aidirgandii, Ukubba, Irgandii, Mayungandii… Cuando ello empezó a ocurrir, el señor Ramón Garrido, Jefe del primer Destacamento, el 11 de mayo de 1921, le escribió la siguiente nota al Intendente: “Informo a usted que la mayor parte de los habitantes del pueblo de Corazón de Jesús( Akwa Nusadup)  se han mudado para un lugar de la costa en tierra firme, denomido (sic) Mayugandi. Espero que Usted me ordene que (sic) debo hacer al respecto”. Andrés Mojica le respondió: “Sírvase llamar a Charles Robinson (un kuna y colaborador del Estado Nacional de Panamá) a su Despacho, y manifestarle que debe procurar impedir que los habitantes del pueblo de Corazón de Jesús continúen saliendo de  la población, y que haga causa común con el gobierno de ser eficaz y efectiva”.

Los abusos de los Naggar Sidsigan cada vez eran más insolentes. Así fue cómo aparecieron las cárceles y los clubes. Los discos y las victrolas  llenaron con sus ecos el cielo silencioso del País Dule. En las noches, las caracolas de la Policía Colonial anunciaban que había llegado la hora del baile y, los milicos iban de casa en casa, a sacar a las mujeres para llevárselas  al Club. A las  que  se oponían, se las encarcelaba, se les multaba y eran violadas, por oponerse a la “civilización”. Por otra parte, a los varones que se  resistían igualmente a que sus parientes de sexo femenino fuesen al Club, eran maltratados a toletazos, encarcelados, multados y obligados a realizar trabajos forzados: había que bailar el fox-trot, el Charleston, el Onestep. El asunto estaba tan grave que hasta el sagla Inatoyginya, que era otro colaborador ,  también fue  víctima del colonialismo interno: “ El Ságuila Inatoiquiña, de Tupile, se ha presentado a este Despacho a quejarse de la conducta irregular que con respecto a él y a los indios que están bajo su mando, observa el Jefe del Destacamento de la Policía Colonial en ese lugar, señor Miguel Gordon, quien, según el mencionado Ságuila, maltrata a los indios, los arresta sin motivo justificativo, y hasta ha llegado a amenazar de muerte a Inatoiquiña , según aseveración de los indígenas Adolfo y Olo Gailipe ”.

He aquí otra nota del mismo tenor fechada el 22 de enero de 1923 y dirigida al señor Ubaldo Barría, Secretario Encargado de la Intendencia y firmada por Miguel Gordon, Encargado del 3er. Destacamento: “Bajo custodia de el Agente Ismael Mojica, remito a usted en calidad de detenidos para que cumplan la pena de (29) veintinueve días de arresto en trabajos forzados los indígenas Cusdoro y Paloviquiña. Estos indígenas son dos viejos reacios a todo lo que es civilización, (…) Revisando el libro de filiaciones  o “Cuadro de Calificación” que se lleva en esta Oficina, he visto que estos indios siempre han figurado como cabeza de los motines armados de escopetas y contra las autoridades. Espero que Usted le dé un buen castigo y como son buenos hacheros los utilice en los trabajos de la ESTRELLA DE COTO. Con mi mayor consideración soy de usted su atento servidor y subalterno Miguel Gordon H, Encargado del Destacamento.

Rosa Luxemburgo dijo que a la violencia reaccionaria había que responderle con la violencia revolucionaria, y así fue cómo el 21 de febrero de 1925, el País Dule declaró su independencia. Sin embargo, los historiadores etnoladinopanameños, muchos de ellos catedráticos universitarios,  han querido consagrar una mentira y han dicho que este estallido fue una intervención yanqui. Escuchemos a uno de ellos, que desviadamente afirma: “A juicio de algunos autores panameños, el levantamiento de los indios kuna de San Blas, guiados por el norteamericano Richard O. Marsh, intentando crear una “república” bajo el protectorado de los Estados Unidos, fue otra de las formas intervencionistas en nuestro país, ocurrida en febrero de 1925. Tal fue la llamada República de Tule, cuyo creador e instigador escapó a la justicia panameña amparado por el barco de guerra de los Estados Unidos” (Chong: 1980)

Como vamos viendo, la Policía Colonial Panameña practicaba todo tipo de desmanes. Llegaba la Policía y cometía toda clase de desafueros. Las escopetas de cacería  eran requisadas y a las autoridades tradicionales se les quitaba  el mando de los poblados. La gente estaba obligada a trabajar sin remuneración en la construcción de los clubes y de las cárceles. Sin embargo, fueron los mismos construcctores sus primeros “huéspedes”. Allí no había derecho a la protesta. Las multas resultaban ser onerosas, por esos a los presidiaros con harta frecuencia se les incautaba sus bienes. Amén de ello, se le prohibió a la gente a visitar a sus amigos y parientes de otros pueblos sin el consentimiento de la Policía Colonial, tal como se confirma en la carta de 11 de mayo de 1921.

Cuando a Gaygirgordup se le bautizó con el nombre de El Porvenir y se le declaró capital de Kuna Yala, llegó el gobernador etnoladinopanameño e impuso nuevos sistemas de impuestos. Todos los pescadores de tortuga tuvieron que pagar un gravamen. El gobernador creó una cadena de tiendas de  ultramarinos donde se vendía licor. Al mismo tiempo, se le obligó a la gente a vender sus cocos y los caparazones de  tortugas  a las autoridades coloniales, que pagaban un precio menor en comparación con los que liquidaban otros comerciantes.

El gobierno panameño vendió también las tierras de los Dules a los estadounidense, quienes introdujeron como mano operaria  a los presos y  los criminales etnoladinos. Los cultivos de los Gunasdulemar  fueron arrasados en pro de los extranjeros a manos de los etnoladinopanameños. Los asaltos y las violaciones crecieron.

Por el Este, aparecieron unos caucheros. Robaban los cayucos y saqueaban las siembras y derribaban los árboles frutales. Estos caucheros le pagaban un tributo al gobernador etnoladino panameño.

Este escenario histórico le sirvió de marco de crecimiento a la figura magnánima de Nele Kantule, sagla de Usdup. El 12 de febrero de 1925, el Congreso de los Dulemar firmó la Declaración de independencia y Derechos Humanos del Pueblo Tule de San Blas y de Darién; sin embargo, no fue sino hasta el 22 de febrero, cuando se dio el golpe. Era un Domingo de Carnaval, según el calendario occidental.

Cuando los revolucionarios fueron a la guerra, iban instruidos en dos aspectos fundamentales.

1: Ejecutar a todos los etnoladinos, civiles y militares.
2: Apresar a los policías indígenas y colaboradores y respetar sus vidas.

Los Gunasdulemar esperaron la fiesta báquica de los etnoladinos, los Carnavales, para dar el golpe de una forma certera e inteligente. El Estado Nacional de Panamá tenía avasallada una gran parte del País Dule. Sus dominios se extendían desde Gaygirgordup hasta Dad Naggwe Dupbir. Los destacamentos de la Policía Colonial estaban ubicados en Gaygirgordup, Yanndup y Dupbir. Sin embargo, existían pequeños cuarteles  en Mammardup, Uwargandup, Akua Nusadup, Digir, Niadup y Ukub Seni.

El 22 de febrero de 1925, se dio el golpe. En la isla de Digir, al entrar uno de los policías al Club fue apresado por los revolucionarios y luego ahorcado. El policía nativo fue golpeado. Después de este hecho, las mujeres volvieron a usar de nuevo la vestimenta tradicional tal como lo hacen hoy en dicha población, en tanto que en Niadup, el policía etnoladinopanameño  había escuchado ciertos rumores acerca de la Revolución, por eso, en la tarde cuando vio un cayuco acercarse, se retiró a una de las islas vecinas en compañía de dos policías Gunasdulemar. Desde su guarida dispararon contra el cayuco, el cual se vio obligado a retornar a Digir: era un grupo de civiles oriundo de allí mismo, de Niadup, que había presenciado el acontecimiento de Digir. Cuando los Naggar Sidsigan  regresaron a Niadup, encontraron que los revolucionarios se habían apoderado  del cuartel. Los insurrectos les quitaron la vida. En otra zona de la Comarca, en  Ailigandii, de madrugada, zarparon cien cayucos con  el propósito de invadir Dad Naggwe Dupbir. Ello no se logró. Entonces, los revolucionarios se enrumbaron a Ukub Seni. Aquí apresaron a dos agentes. En horas de la mañana, Miguel H. Gordon, Jefe del Tercer Destacamento, desde Dupbir despachó una comitiva para saber cómo se desarrolla el Carnaval de Ukub Seni. La comitiva estaba formada por dos etnoladinos y un latino: un comerciante español. Al irse acercando el navío, los libertarios dispararon sobre los tres extraños, quienes murieron en el acto. Entre tanto en Yanndup, una persona pasó todo el día buscando solidaridad en el pueblo. No consiguió adeptos. Sin embargo, cuando se supo que la Revolución había estallado, los progobiernistas salieron en estampida.

El 24 de febrero era Martes de Carnaval. En la mañana, Miguel H.Gordon llegó a Ukub Seni. Se le capturó y su vida se extinguió. Entre tanto en Dad  Naggue Dupbir, tan pronto como se supo el destino de Gordon y del resto de la gendarmería, los nacionalistas  procedieron a enviar al cielo a todos los policías.  A la medianoche llegaron los cien cayucos con treinta (30) prisioneros nativos, que llegaban en calidad de traidores a la patria y a la raza.

En Yanndup, mientras tanto, Charles Robinson, el único indio progobiernista que no había podido huir ya que se había escondido en un anaquel, de noche salió de su encierro y huyó a Santa Isabel, en la provincia de Colón. En tanto, los policías de Mammardup,  al enterarse de la Revolución,  se evaporaron enseguida. Los activistas detuvieron a cuatros civiles etnoladinopanameños, tres de los cuales encontraron la muerte y el cuarto se libró del peligro. En la madrugada de ese día, Estanislao López llegó a Gaygirgordup y contó lo que estaba ocurriendo en todo el País Dule. Acto seguido se dirigió a la ciudad capital.

El 25 de febrero, Miércoles de Ceniza. En Yanndup, en  la alborada, los últimos comerciantes españoles huyeron hacia Santa Isabel. Al mediodía, los partisanos tomaron Yanndup e instalaron un Gobierno Revolucionario. Ese mismo día, en Uwargandup, cuando un etnoladinopanameño era acribillado, Estaneslao López llegaba a la ciudad de Panamá con las primeras  luces. Hizo entrega de una nota al Intendente, que se encontraba en la ciudad. Por esa misiva, Carlos López, Secretario de la Gobernación, (hoy Ministerio de Gobierno y Justicia) se enteró del suceso. A  últimas horas, los diarios divulgaron la noticia.

Al día siguiente, el 26 de febrero, en la ciudad de Panamá se improvisó un ejército de cien  (100) etnoladinos, al mando de tres (3) capitanes.

El 27  de febrero, de madrugada llegó a Ukubba una comisión revolucionaria para detener  al sagla colaborador del Estado Nacional lo mismo que a su hijo, quienes  entregaron su alma al creador, cuando uno de los libertarios los acribilló. En horas de la tarde, el barco Isla levó anclas desde Colón para reprimir la “rebelión de los indios”. Su guía era Estanislao López.

El 28 de febrero a las 8:00 a.m., el barco Isla, llegó al Golfo de San Blas, donde el destructor estadounidense Cleveland, alquilado por el gobierno revolucionario del País Dule a los estadounidenses, le obstruyó el paso.

Durante toda la noche, hasta el 1 de marzo, hubo negociaciones entre los representes del gobierno panameño y los revolucionarios.

Finalmente, el 4 de marzo, de aquel mismo año, se firmó un Convenio de Paz entre el País Dule-hoy Kuna Yala- y el estado nacional de Panamá.


(*) Cuna o Kuna es el apodo que se le da al pueblo de los  DULE (singular) y DULEMAR (plural), palabra cuya traducción corresponde a persona, gente, individuo. En cuanto a la palabra “Cuna” o “Kuna” ,mal escrita y peor pronunciada, procede de NEG GUNA O NEG GUNAS o sencillamente GUNA O GUNAS, cuyo significado es “la superficie terrestre”, por lo tanto, Neg Gunas Dule o Gunas Dule (singular) y Neg Gunas Dulemar o Gunas Dulemar (plural) no es ni más ni menos que “el hijo de la mamá tierra” o “los hijos de mamá tierra” o bien “la persona que vive sobre la tierra” o su plural  o sus traducciones equivalentes; por lo tanto, Kuna  o Cuna, corre pareja para decir: “la diera” y no la tierra.
  
N.B: Un policía colonial etnoladinopanameño llamado Rafael Morales, de una forma  curiosa, unos días antes del estallido de la Revolución, presentó  su renuncia ante el gobierno nacional de Panamá. Este dato puede ser consultado en la Gaceta Oficial, número 4582. Del 27 de febrero de 1925. ¿Estaba él al tanto de la Revolución? En cuanto a Marsh, a quien los historiadores etnoladinopanameños (Moisés Chong, Ricaurte Soler, Alfredo Castillero Calvo y Cía.) señalan como el “agitador” de la Revolución libertaria de los Dules , la Gaceta Oficial número 4595, de 17 de marzo de 1925 , en un lenguaje completamente alambicada dice: “Hay motivos también para presumir que fue el mismo Marsh quien instigó a los referidos indígenas  a sublevarse contra las autoridades panameñas y a ejecutar los actos de barbarie que cometieron en personas indefensas y Agentes de la Policía Colonial destacados en las islas que forman la Circunscripción en referencia”(…) “la investigación llevada a cabo en la región sublevada no ha podido comprobar legalmente que R:O:Marsh sea responsable de algún delito común…” Intelligenti pauca.

BIBLIOGRAFÍA

Araúz, Reina Torres de: “Etnohistoria Cuna”, in Aproximación a la obra de Reina Torres de Araúz INAC, 1983.

Castillero R, Ernesto “Historia de la extraña República de Tule”, en Biblioteca selecta 1:10 (1946), págs. 17-36.

Castillo, Angélica y Micaela Méndez: La Revolución de Tule ,1925. Tesis de Licenciatura. Universidad de Panamá, 1962.

Chardkoff, Richard: “The Cuna Revolt”, en Américas 22 (1970), págs. 14-21.

Chong M. Moisés: Historia de Panamá, (Vo. Bachillerato. Según el programa oficial). 2ª., ed., Bogotá: Editorial Editextos Ltda., 1980.

Falla, Ricardo: Historia kuna, historia rebelde: la articulación del archipiélago kuna a la nación panameña. Panamá: Ediciones Centro de Capacitación Social, 1978.

Herrera, Francisco: La revolución Tule: antecedentes y nuevos aportes. Tesis de licenciatura, Universidad de Panamá, 1984.

-------“La revolución de Tule y el papel de la Legación Norteamericana”, en Revista Panameña de Antropología 3 (1987), págs. 40-56.

Howe, James: Un pueblo que no se arrodillaba, (Panamá, los Estados Unidos y los kunas de San Blas). Guatemala: Irma, 2004.

Iguaniginape Kungiler: Olonigdibipilele, caminante y guerrero de 1925. Panamá: Colectivo de Editores Kunas, Instituto Cooperativo Interamericano, 1994.

Kam Ríos, Jorge: “La Revolución Tule de 1925. La República de los hombres”, (En  Revista Lotería, -Órgano de la Lotería Nacional de Beneficencia de Panamá-  No. 424, mayo-junio de 199, págs.37-44)

23 de febrero de 2011

Impacto de la minería

Lo que ocurre en el mundo, ocurre en Panamá


América Latina
 “Salvar a la Madre Tierra significa salvarnos como personas, como pueblo… Debemos hacer del dolor de nuestra Madre Tierra, nuestro dolor y nuestra acción” (“Tierra de todos, tierra de paz”, N° 14.7, 1988).
(Coordinadora Nacional de Pastoral Indígena (CoNaPI)
Conferencia Episcopal Panameña
Panamá, República de Panamá. Panamá, 20 de febrero de 2011)



¿Desarrollo económico para quién?

Noticias Aliadas
28/01/2005


Urge que en países de la región se abra debate público sobre rol que minería debe tener para aportar realmente a un desarrollo sostenible.

América Latina se ha constituido en el destino más importante de la inversión minera en el mundo. A comienzos de la década del 90 la región captaba el 12% de la inversión minera mundial y a comienzos de la actual había casi triplicado ese flujo, captando el 33%.

El alza del precio internacional de los metales, principalmente del oro, que pasó de US$363.4 la onza en el 2003 a $433.15 en diciembre del 2004, y del cobre, que pasó de $0.80 la libra en el 2003 a $1.44 en diciembre del 2004, constituyó un incentivo para la inversión minera.

En consecuencia, las exportaciones mineras de América Latina aumentaron en más de un 40% en promedio en el 2004 en comparación con las del año anterior. El año pasado, las exportaciones mineras chilenas alcanzaron un record histórico al crecer en cerca del 90% respecto del 2003, alcanzando los $16.5 millardos. En el 2004, las exportaciones mineras en el Perú aumentaron en 44% respecto al año anterior, sumando $6.7 millardos, en tanto que en Brasil superaron los $5.2 millardos, también 44% más que en el 2003.

Los marcos legales —exoneraciones tributarias, flexibilización laboral, entre otros beneficios— que se aprobaron a principios de los 90 en los países de la región para atraer la inversión minera han probado ser eficientes en su objetivo.

Expansión de actividadLa minería ha crecido en los países tradicionalmente mineros como es el caso de Brasil, Perú y Chile —en ese orden preferidos por las compañías mineras en sus gastos de exploración en la región—, pero también ha empezado a crecer en países que no son esencialmente mineros, como Argentina y Honduras.

Igualmente, dentro de los países tradicionalmente mineros, esta actividad se ha desplazado hacia lugares nuevos.

"Esto es explicado por el uso de nueva tecnología, que permite principalmente explotar minerales que están difusos en la tierra, abarcan grandes extensiones y su concentración es relativamente baja. Y estas tecnologías son principalmente por lixiviación: con cianuro en el caso del oro, y en el caso del cobre con ácido sulfúrico, [que son] productos contaminantes", indica César Padilla, responsable del área de Minería y Comunidades del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA), con sede en Santiago de Chile.

"En el caso de Chile, la minería [antes desarrollada en zonas desérticas] está afectando a comunidades que viven en valles agrícolas, muchas de ellos económicamente rentables, muy rentables. En la mayoría de los casos realizan incluso agricultura de exportación. En la cabecera de estos valles, en el nacimiento prácticamente de los ríos, se instalan grandes proyectos transnacionales que ponen en riesgo a todo el valle", explica Padilla.

"No a la mina""Poblaciones que se enteran de que sus territorios están siendo denunciados, entregados en concesiones mineras y ellas dicen ‘no, no quiero que la minería entre a mi territorio, no forma parte de mi visión de desarrollo, al contrario la va a perjudicar’", es lo que está ocurriendo, afirma el economista José De Echave, responsable del programa Minería y Comunidades de la organización no gubernamental peruana CooperAcción.

"En un país [como el Perú] donde la minería es una actividad importante, y nadie lo discute, hay que comenzar a discutir dónde minería y dónde no minería. Por ejemplo, nosotros somos de la idea que minería en zonas protegidas, de ninguna manera, minería en nuestros pocos valles agrícolas productivos, pensamos que tampoco", añade De Echave.

Padilla ve la misma situación en Chile, donde la expansión minera se da hacia lugares donde hay comunidades productivas, viables desde el punto de vista económico, "y la actividad minera no les ofrece empleo, no les ofrece crecimiento, no les ofrece desarrollo, y solamente lo que hace es poner en riesgo la actividad agrícola producto de la posible contaminación que genera la minería".


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17 de febrero de 2011

Balu Wala o felicidad interna bruta

Balu Wala’ o felicidad interna bruta 1512392Raúl Leis R.
raulleisr@hotmail.com

¿Tiene la película Avatar algo que ver con nosotros y los que nos pasa? Más allá de su alto nivel tecnológico y costo económico, el filme de James Cameron narra –a través de analogías– una historia conocida aquí, allá y acuyá.

Recordémosla. El filme cuenta que humanos no satisfechos por la devastación de su propio planeta ocupan un planeta distante llamado Pandora. Buscan un mineral valiosísimo, que se encuentra debajo de las raíces de un imponente árbol sagrado en el hábitat de los nativos Na’vi, azulosos y enormes seres, sensibles e inteligentes, que se defienden con sus arcos y flechas y a través de su compenetración con los animales y plantas de la selva profunda.

En este marco, Jake Sully, un infante de marina paralítico, participa en un experimento, ocupar mentalmente el cuerpo de un Na’vi, un avatar que sintetiza el ADN de los humanos y los Na’vi. Su misión es espiar, infiltrarse entre los nativos para conocerlos y tratar eventualmente de convencerlos de que cooperen con la extracción del mineral, aunque al ser salvado de una muerte segura por la nativa Neytiri, se enamora no solo de ella, sino de sus ideales.

Pero detrás de Jake están dos fuerzas, los científicos que quieren conocer y entenderse amistosamente con los Na’vi; y los militares y “empresaurios” que usan la fuerza para imponer los intereses económicos que quieren depredar la naturaleza ubérrima de Pandora, para extraer el mineral. Los Na’vi viven en una armonía y comunión con el ambiente, asemejando el modo de vida y la espiritualidad de los pueblos indígenas, donde todas las cosas tienen alma.

La fuerza de las armas y del dinero se imponen en un primer momento y destruyen haciendo gala de violencia desmedida y criminal el gran árbol de la vida, y también la vida de muchos nativos, pero hacia el final del filme los Na’vi, con Jack como aliado, logran recuperar su planeta.

Este mensaje de Avatar, donde intereses aviesos quieren destruir Pandora y su gente para explorar el mineral codiciado no es nuevo. ¿No fue acaso esta la lógica del llamado descubrimiento de América hace medio milenio? ¿No hoy es la lógica de la explotación del oro, cobre y otros minerales con la minería a cielo abierto, hiriendo de muerte la frágil cobertura vegetal y envenenando a seres humanos, flora y fauna de dentro y fuera de las comarcas indígenas? ¿No es la lógica de muchas concesiones de explotación del agua, el bosque, el mar o áreas protegidas? ¿No es la lógica de expulsión por la fuerza o el dinero de los pueblos indígenas de sus tierras ancestrales?
 
Avatar nos invitar a escoger y construir otro modelo de desarrollo que se inspire en otro paradigma, como lo es el concepto del buen vivir que proviene del Sumak Kawsay en su expresión andina o el Balu Wala de Kuna Yala, bien definido por Donald Rojas: “es el eje filosófico del pensamiento y actuación individual y colectiva de los pueblos indígenas, implica una relación indisoluble e interdependiente entre el universo, la naturaleza y la humanidad, en la que se configura una base ética y moral favorable al medio ambiente, al desarrollo y de la sociedad en la que se manifiestan y se hacen necesarios la armonía, el respeto y el equilibrio” y una vida digna para todos y todas, agregamos. El buen vivir es muy diferente al “vivir bien”, entendido como el consumismo irracional, deshumanizador y depredador.

También inspira el concepto de felicidad interna bruta (FIB), propuesto por el rey de Bután, Jigme Singye Wangchuck, en 1972, como un medidor que explica la calidad de vida en términos más holísticos que el producto interno bruto (PIB), pues este coloca solo al crecimiento económico como objetivo principal. En cambio la FIB se sostiene en el concepto del desarrollo integral de la sociedad humana, que tiene sus bases en la promoción del desarrollo socioeconómico sostenible con equidad; la preservación y promoción de valores éticos, sociales, políticos y culturales; la conservación y promoción del medio ambiente; y el establecimiento del buen gobierno y el buen vivir.

Resaltemos y aprendamos de estos mensajes esenciales, antes de que Panamá y el planeta Tierra se abran como la caja de Pandora, ahogándonos en la propia marejada de males y desastres provocados por los necrófilos, esos que ponen la muerte, la violencia y la destrucción por delante de la vida y la esperanza; pues como biófilos que somos, nos corresponde edificar con aportes de tenacidad y compromiso, para lograr sociedades y personas justas y libres.

16 de febrero de 2011

Cetáceos de las aguas costeras del Pacífico norte y sur de Costa Rica

Estimados amig@s,

Como parte del trabajo de investigación de Keto que realiza sobre cetáceos desde el 2004, hemos publicado recientemente un artículo con hallazgos en los alrededores de la Reserva Biológica Isla del Caño y Parque Nacional Santa Rosa: El articulo llamado "Cetáceos de las aguas costeras del Pacífico norte y sur de Costa Rica" fue  publicado en la Revista de Biología Tropical (International Journal of Tropical Biology and Conservation).

Pueden acceder al artículo gratuitamente en la dirección:


Cita: Martínez-Fernández, D., Montero-Cordero, A & L. May-Collado. 2011. Cetáceos de las aguas costeras del Pacífico norte y sur de Costa Rica. Rev. Biol. Trop. 59(1): 283-290


Resumen español
De las 30 especies de cetáceos presentes en Costa Rica, se han realizado investigaciones exhaustivas solamente para tres especies. Lo anterior evidencia la poca información general existente sobre cetáceos, a pesar de que Costa Rica posee un notable crecimiento de actividades de avistamiento. Debido al uso que se está generando en las zonas costeras, cada vez se hace más necesario determinar la ocurrencia de cetáceos en zonas de alta actividad turística, con el fin de proponer medidas de conservación. En el presente estudio, se determinaron variables ambientales que estaban relacionadas con la presencia de especies registradas, a partir de 166 avistamientos entre el 2005 y 2006. Las especies con mayor proporción de avistamientos fueron Stenella attenuata (68%), seguida por Megaptera novaeangliae (13%) y Tursiops truncatus (10%). La presencia del delfín manchado se relaciona con cambios de salinidad y trasparencia del agua, mientras que la de la ballena jorobada estuvo relacionada con el oleaje y la temperatura superficial del agua. Se confirma la presencia de 7 especies de cetáceos en dos zonas costeras del Pacífico de Costa Rica, de las cuales tres están presentes a lo largo del año. Se encontraron variables ambientales relacionadas con la presencia de al menos dos especies.

Abstract:
Thirty cetacean species occur in Costa Rican waters but extensive research has been conducted only for three species. The latter shows there is a lack of general and local information about these mammals, even when the country, has shown a remarkable growth in whale watching activities. The increasing use of marine resources in coastal areas has also developed the need to determine the occurrence of cetaceans in areas showing high tourist presence, in order to propose sound conservation measures. In this study, environmental variables were determined and subsequently related to the presence of the species recorded, out of 166 sightings, between 2005 and 2006. The species with highest proportion of sightings were Stenella attenuata (68%), followed by Megaptera novaeangliae (13%) and Tursiops truncatus (10%). The presence of spotted dolphins is related to changes in salinity and water transparency, while that of the humpback whale was related to wave height (Beaufort scale) and water temperature. The presence of seven species of cetaceans was confirmed in two coastal areas of the Pacific coast of Costa Rica , from which three are present throughout the year. Environmental variables were found related to the presence of at least two species.


Si quisiera una copia del PDF o un resumen en español, contáctenos a: info@fundacionketo.org 

Saludos Cordiales

Equipo

Fundación Keto

 

15 de febrero de 2011

Humedales: los manglares

Los bosques salados, en peligro de no ver el mañana

Geodisio Castillo

Los manglares pertenecen a un tipo de los humedales en la categoría de pantanos de agua salada. El manglar es un ecosistema marino-costero ubicado en los trópicos y subtrópicos del planeta. Las costas de Kuna Yala y Abia Yala, se benefician de la presencia de este ecosistema.

Mangles entrada cuenca Narwadi, Narganá. Foto: Gubiler
Son especies de bosques de plantas leñosas que podemos verlos en lagunas, islas, riberas y en costas tropicales protegidas del oleaje. Debido a su ubicación costera siempre están en contacto con cuerpos de agua de origen marino, o en combinación con el agua que llega a través de escorrentías o por la desembocadura de los ríos. Esta agrupación de árboles posee adaptaciones que les permite sobrevivir en terrenos anegados con intrusiones de agua salobre o salada; es decir, crecen y se desarrollan en las zonas intermareales y terrenos anegados de los deltas y estuarios litorales, y se localizan sobre suelos salinos, arenosos, fangosos, arcillosos, con poco oxígeno y a veces ácidos. Toleran altos niveles de salinidad, raíces aéreas en forma de zancos, que les permite anclarse en suelos inestables, semillas flotantes para mayor dispersión y estructuras especializadas que propician el intercambio de gases en el suelo anaeróbico del manglar.

Los manglares constituyen un ecosistema irremplazable y único, que alberga a una increíble biodiversidad de especies animales, como el manatí, aves, peces, moluscos y crustáceos, muchas de ellas importantes para la alimentación humana. Conforman zonas de apareamiento y cría de muchas de estas especies. Además, protegen a estas costas de la erosión, y han proporcionado durante siglos multitud de recursos a las poblaciones locales.

Ecológicamente el manglar desempeña tareas importantes que permiten un equilibrio natural:

  • Control de inundaciones
  • Estabilización de la línea costera/ control de erosión
  • Retención de sedimentos y sustancias tóxicas purificando el agua que llega al mar
  • Desalinización del agua que ingresa a tierra firme
  • Fuente de materia orgánica, producción de hojarasca y exportación de biomasa
  • Protección contra tormentas / cortina rompevientos
  • Estabilización de microclimas
  • Albergan y proveen áreas de anidaje a un número considerable de especies de aves residentes y migratorias, y otros organismos marinos vulnerables o en peligro de extinción
  • Actúan como criaderos de especies de peces y de mariscos.
  • Funcionan como pulmones del medioambiente, ya que producen oxígeno y usan el bióxido de carbono del aire.
  • Se utilizan para practicar deportes acuáticos y actividades turísticas.
  • Son muy valiosos para la educación e investigación científica.

Panamá es uno de los países que a nivel de Abia Yala posee una de las mayores extensiones cubiertas por manglar. Han contribuido y contribuyen al equilibrio y calidad de la vida de manera indirecta y muy significativa en el crecimiento económico del país. Sin embargo, muchas de las actividades que se han realizado en los manglares sin la debida planificación y sin tomar en cuenta el valor ecológico de estas áreas, han causado su deterioro y en otros casos han puesto dichos lugares en peligro de desaparecer.

De los 16 géneros conocidos, en la República de Panamá están presentes entre sus costas Atlántica y Pacífica, los 5 típicos de las costas del continente Americano: Rhizophora, Avicennia, Pelliciera, Laguncularia y Conocarpus.

La mayor parte de los manglares se encuentran en la costa del Pacífico, en particular en los Golfos de San Miguel, Panamá y Chiriquí, los cuales cubren 308.12, 568.77 y 501.33 km2, respectivamente. En la costa Caribe la cobertura de manglares es de 163.82 km2, de los cuales la mayor parte se concentra en la Laguna de Chiriquí, Provincia de Bocas del Toro, con una superficie de 118.24 km2. Colón Costa Arriba y Kuna Yala, cuentan con 15.41 y 30.17 km2 de cobertura de bosque de manglar, respectivamente.
         
¿Qué especies de mangles hay en Kuna Yala?
Los recursos en Kuna Yala son bosques y tierras anegadizas que ocupan suelos inundados con agua salina cerca de las costas.

Si llegamos a las costas de Kuna Yala podemos observar que el manglar forma la asociación más extensa, entre ellos podemos ver aliguinid - mangle rojo (Rhizophora mangle), ailisichi - mangle negro (Avicennia germinans), ailisipu - mangle blanco (Laguncularia racemosa) e ilessoo - mangle botón (Conocarpus erectus).

Las otras dos asociaciones que se pueden observar son los bosques del alcornoque (Mora oleifera), y los bosques de Cativo (Prioria copaifera).

Tipos de manglares existentes en Kuna Yala
Las tres especies existentes en Kuna Yala están representadas en los cuatro tipos de manglares identificados: de borde, de cuenca, de inundación, islotes y de ribera.

  • Manglares de borde: Situados a lo largo de litorales ligeramente inclinados de tierra firme e islas, se desarrollan mejor en islas que impiden el lavado excesivo de las costas producido por las mareas altas. Frecuentemente están expuestos a bahías abiertas y reciben oleaje entre moderadas a suaves.
  • Manglares de cuenca: Surgen en depresiones topográficas con poco flujo y reflujo de agua, asociados a ríos y lagunas, frecuentemente tierra adentro y expuestos a aguas menos salinas por períodos más largos del año en comparación con los bosques costeros.
  • Manglares de inundación: Son típicos de llanos de mareas e islas completamente inundados. En estos bosques se pueden encontrar todas las especies, pero por lo general su altura no supera los 5 metros.
  • Manglares de islotes: ocurren en islas cercanas a las costas, crecen sobre arrecifes que sobresalen por encima del nivel del mar y están expuestos a oleaje entre moderadas a suaves.
  • Manglares ribereños: Se ubican en llanos de inundación de agua dulce proveniente de ríos. Durante los períodos de abundante lluvia y escorrentía esos ríos se inundan. Este tipo de manglares están sujetos a mareas y sometidos a un lavado regular.
Si conservamos el ecosistema de manglar aún existente en nuestra tierra Kuna Yala, estamos produciendo una gran cantidad de fauna, por su riqueza en materiales orgánicos, que alimentan a moluscos y crustáceos. Al ser un integrado de diversos ambientes en cada uno hay una gran cantidad de fauna y flora asociada.

Desde microorganismos hasta mamíferos, pasando por peces, moluscos, crustáceos, aves, anfibios, quelonios, reptiles e insectos forman parte de una compleja cadena que culmina en el ser humano, ya que nos sustentamos de estas especies. Y así mantendremos una seguridad y soberana alimentación.

¿Cómo se pueden afectar los mangles?
Muchas de las actividades hechas por el hombre desde tiempos inmemoriales han afectado al manglar en diferentes formas. Podemos mencionar algunas de ellas. En términos generales las comunidades han extraído de los mangles los recursos que estos nos proveen. En Kuna Yala se han utilizado para leñas principalmente, pues es considerado de calidad para dar fuego duradero. Los manglares han sido sitios utilizados para actividades pesqueras de mir (sábalo - Megalops atlantica), su intenso pesca, haciendo trampas entre manglares, tiene su efecto en la actualidad, la pesca de mir ya no se hace. Pareciera que los sábalos han buscado otros sitios seguros de manglares. Otros usos son para medicina. A nivel del país el manglar se está destruyendo, para dar paso a las actividades turísticas y de “desarrollo”.

Pero, según Greenpeace, ese no es el único problema: para la cría intensiva de langostino tropical se emplean enormes cantidades de productos químicos (alimento, fertilizantes, plaguicidas, antibióticos...) que dan lugar a un caldo tóxico que contamina los recursos hídricos locales, produciendo incluso su eutrofización e hipernitrificación.

Un 80% de las especies marinas dependen del ecosistema para subisistir, por lo que la destrucción de los manglares y otros ecosistemas costeros incide en la disminución de la pesca, las áreas de la costa se vuelven inestables: las comunidades costeras quedan expuestas a devastadores frentes tormentosos que han producido la pérdida de muchas vidas humanas en países como Bangladesh y la India. La industria camaronera amenaza la existencia de los bosques salados en casi todo el planeta.

Referencias:
BIOSFERA DE LA COMARCA KUNA YALA, 1995. Plan de general de manejo y desarrollo. PEMASKY, AEK, OIMT, CGK. Nusagandi, Kuna Yala. 77 p.
Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales, 2002. Manglares. Sustento local versus ganancia empresarial. Montevideo, Uruguay. 126 p.
Rutilio Paredes, Rolando Pérez, Robin Foster. Árboles y Arbustos Comunes de la Costa de Kuna Yala 1.

14 de febrero de 2011

REBELIÓN DULE DE 1925


RECORDANDO LOS 86 AÑOS DE REVOLUCIÓN
Geodisio Castillo

El 12 de febrero, hace 86 años nuestros padres decidieron proclamar la República de Dule, para garantizar nuestra autonomía territorial, política. Luego de esta declaración hecha en la comunidad de Ailigandi y aprobada en Onmaketnega, varios días después llegó el día de BILA IGAR (el camino de la guerra). Nuestros padres se armaron de machetes, escopetas, palos, para enfrentar a los invasores de nuestra tierra y maltratado a nuestra gente.

Aunque la declaración no es tan original, pero está implícito nuestros sentimos de gobernar nuestro propio destino. En todo caso, ya hablamos de autonomía. En el punto 4 de la Declaración de la Independencia y Derechos Humanos del Pueblo Tule de San Blas y el Darién, dice: “…otorgar al pueblo Tule el grado de Gobierno autónomo local…”

No fue el primero y el último conflicto que se produjo. Estos conflictos continúan hasta hoy en día. Conflicto limítrofe por Santa Isabel, por ejemplo, no termina. Conflicto con mineros por las cabeceras de los ríos, continúan. Conflicto cultural, mental,… Nuestros padres nos legaron una autonomía territorial y política, que es la Comarca, pero aún los conflictos de demarcación continúan. En lo político la situación es igual, manipulada por el colonialismo partidista, y una educación que no está de acuerdo a nuestra idiosincrasia. Falta mucho que hacer, es una tarea que no hemos cumplido y con la esperanza que nuestros hijos y nietos lo continúen.

Porque no es por gusto que Ologindibipilele (Colman) e Igwaibiliginya (Nele) cantaron a los niños y mujeres, cuando los combatientes zarparon a derramar su sangre, dispuestos a morir para el mañana. El canto dice:

…“Muchachas, no piensen en cosas lejos de aquí. Envíen sus pensamientos sólo al Padre, envíen sus pensamientos a la Gran Madre. No dejen que sus corazones se fijen en cosas lejos de aquí… Sus muchachos se han ido; sus hombres se han ido… Si el Padre dice: ‘Esta es la última vez que verán las caras de sus hombres’, todos sus hombres se les morirán allá”.

Jóvenes comandaron la guerrilla al mando de Olodebiliginya. Este jóven fue cuidadosamente preparado, aconsejado y alentado para una gran tarea - liberar a su pueblo. Su preparación fue radical y profunda, vigorizado en Kalu Ibaki. Los máximos dirigentes Ologindibipilele e Igwaibiliginya no le ocultaron nada de los secretos de nuestra cultura. Olodebiliginya, fue el escogido, el comandante. Se hizo una gran labor de sensibilización de comunidades para vivir el combate. Sus ideales deben reflejarse en la juventud de hoy y mañana. Es otra tarea que nos toca divulgar o diseminar. Hoy tenemos los medios, aprovechemos estos medios para cultivar conciencia por nuestra cultura, la tierra y sus recursos naturales.

Si una vez nos pintamos de rojo, lo volveríamos a repetir, repetir, repetir,… Porque la revolución no lo hicieron unas pocas personas, sino todo un pueblo que sintió atropellado, humillado y despreciado en su propia casa. Sin embargo, somos un pueblo dinámico, que acepta lo bueno del mundo occidental como medio para nuestra lucha, para alcanzar nuestras metas, bajo nuestros propios principios – duiggua neggsed – juntos dirigir nuestro futuro… Un pueblo dispuesto a esparcir su experiencia y solidaridad con otros pueblos hermanos de Abia Yala.

Referencias:

Howe, J. 2004. Un pueblo que no se arrodillaba. Panamá, los Estados Unidos y los kunas de San Blas. PLUMSOCK MESOAMERICAN STUDIES, MAYA EDUCATION FOUNDATION, CIRMA. 461 p.
Richard, R. V. y Belisario A. 2009. Mi gente que hizo historia. Nan Garburba Oduloged Igar - Proyecto Implementación de Educación Bilingüe Intercultural en los Territorios Kunas de Panamá. Fondo Mixto Hispano-Panameño de Cooperación. Kuna Yala. 76 p.
Wagua, A. (Recopila, sintetiza y traduce), 2007. Así lo vi y así me lo contaron. Datos de la Revolución Kuna. Versión del Sailadummad Inakeliginya y de kunas que vivieron la Revolución de 1925. Nan Garburba Oduloged Igar - Proyecto Implementación de Educación Bilingüe Intercultural en los Territorios Kunas de Panamá. Fondo Mixto Hispano-Panameño de Cooperación. Kuna Yala.151 p.