Por Servindi
Idioma Español
País Internacional
Compartimos una importante declaración que saluda el reciente informe El cambio climático y la tierra, que recuerda que el reconocimiento de los derechos a la tierra y bosques de los pueblos indígenas es parte de una solución efectiva para frenar la crisis climática.
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País Internacional
Compartimos una importante declaración que saluda el reciente informe El cambio climático y la tierra, que recuerda que el reconocimiento de los derechos a la tierra y bosques de los pueblos indígenas es parte de una solución efectiva para frenar la crisis climática.
14 agosto 2019
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El informe
del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU
(IPCC) presentado el 8 de agosto refiere, por primera vez, al papel crucial que
desempeñan los pueblos indígenas y las comunidades locales en la preservación
de los ecosistemas y la prevención de la deforestación.
Así lo
enfatiza Alain Frechette, director de Análisis Estratégico y Compromiso Global,
de la Iniciativa para los Derechos y Recursos (RRI, según sus siglas en
inglés), y quien tiene más de 25 años de servicio en gestión de recursos
naturales, conservación de la biodiversidad y cambio climático.
Cabe
destacar que Alain. Inició su carrera en agencias estatales y provinciales de
bosques y áreas protegidas en los Estados Unidos y Canadá antes de hacer
consultorías estratégicas con organizaciones multilaterales, agencias de
desarrollo y ONG como la UICN, el IDRC, el Banco Mundial e instituciones de las
Naciones Unidas en África, Asia, Europa y la América Latina.
A
continuación reproducimos unas reflexiones de Alain Frechette y enseguida la
declaración con motivo del informe.
Una declaración de los
pueblos indígenas y las comunidades locales sobre el Informe especial del IPCC
sobre el cambio climático y la tierra
Por Alain
Frechette
Hemos
recibido muchas noticias nefastas sobre el clima. El año pasado, el Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC) nos
advirtió que tenemos 12 años para prevenir los peores efectos del cambio
climático. Los científicos ahora advierten que la infraestructura de políticas
para alinearnos con estos objetivos debe estar establecida para el 2020, en un
momento en que demasiados líderes mundiales parecen no estar dispuestos a tomar
medidas.
El informe
de hoy del IPCC es un crítico recordatorio por parte de los principales
científicos del mundo de que ya existe una solución efectiva a esta crisis:
reconocer los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales que
han cuidado los bosques del mundo por generaciones.
Por
primera vez, el informe del IPCC hace referencia al papel crucial que
desempeñan los pueblos indígenas y las comunidades locales del mundo en la
preservación de los ecosistemas y la prevención de la deforestación, ambos
vitales para la lucha global para combatir el cambio climático.
Hemos
visto la contundente evidencia de esto durante años, y la comunidad política ya
no puede darse el lujo de retrasar la acción para reconocer los derechos de
tierras comunitarios a la tierra para asegurar nuestro futuro colectivo.
En
respuesta al informe, las organizaciones y redes indígenas y comunitarias, que
representan a 42 países que abarcan 1,6 mil millones de hectáreas de bosques,
incluido el 76 por ciento de los bosques tropicales del mundo, emitieron un
comunicado. Su declaración resalta la ciencia que respalda lo que se ha sabido
desde siempre y concluye con recomendaciones concretas para los tomadores de
decisiones.
IPCC está de acuerdo con los pueblos indígenas y las comunidades
locales* sobre el cambio climático
Declaración de los pueblos indígenas y las comunidades locales de 42
países, más de 1.600 millones de hectáreas de tierras manejadas por los
pueblos indígenas y comunidades locales y el 76 % de los bosques tropicales
del mundo, sobre el Informe Especial sobre el Cambio Climático y la Tierra
del IPCC.
Finalmente,
los mejores científicos del mundo reconocen lo que siempre hemos sabido.
Nosotros,
los pueblos indígenas y las comunidades locales, desempeñamos un papel
fundamental en la administración y salvaguarda de las tierras y bosques del
mundo. Por primera vez, el informe del Grupo Intergubernamental de Expertos
sobre el Cambio Climático (International Panel on Climate Change, IPCC)
publicado hoy reconoce que fortalecer nuestros derechos es una solución
crítica a la crisis climática.
El
informe deja en claro que reconocer los derechos de los pueblos indígenas,
las comunidades locales y las mujeres dentro de esos grupos en
todo el mundo es una solución climática escalable, y que todos los actores
deben hacernos socios en las medidas a favor de la protección climática.
Nuestro conocimiento tradicional y manejo sostenible de las tierras y bosques
del mundo son clave para reducir las emisiones globales con el fin de limitar
el aumento de la temperatura global a 1,5 grados para el año 2030. Hemos
cuidado nuestras tierras y bosques, y la biodiversidad que contienen, durante
generaciones. Con el apoyo apropiado, podemos seguir haciéndolo para las
próximas generaciones.
Tal como
reconoce ahora el IPCC, un cuerpo sustancial y cada vez más extenso de
literatura científica demuestra nuestra función crítica como guardianes de la
tierra y los bosques del mundo. Esto es lo que muestra la evidencia:
1. Los derechos comunitarios seguros sobre la
tierra y los recursos son fundamentales para una gestión sostenible y para la
conservación eficaz de los bosques. Los bosques de propiedad legítima o
designados para ser usados por los pueblos indígenas y las comunidades
locales están vinculados con:
·
Menores índices de deforestación y degradación forestal.
·
Menor conflicto, apropiación ilegal y cambio en el uso de la tierra a
gran escala / cobertura del suelo.
·
Menor cantidad de emisiones de carbono y mayor almacenamiento de
carbono.
·
Mayor inversión en actividades para el mantenimiento de los bosques.
·
Mejor conservación de los bosques y la biodiversidad.
·
Medidas de restauración forestal más equitativas y sostenibles.
·
Más beneficios para más personas.
·
Mejores resultados a nivel social, ambiental y económico en general,
que en los bosques administrados por entidades públicas o privadas,
incluyendo áreas protegidas.
·
2. Manejamos
al menos un 22 % (218 gigatoneladas) del carbono total que se encuentra en
los bosques tropicales y subtropicales (incluyendo tanto fuentes
superficiales como subterráneas).
·
·
Al menos un tercio de este carbono —y probablemente mucho más— está en
áreas donde no tenemos formalmente reconocidos nuestros derechos sobre la
tierra. La falta de reconocimiento legal de nuestros derechos deja a nuestros
bosques vulnerables frente a proyectos ambientalmente destructivos que
devastan bosques y liberan enormes cantidades de carbono a la atmósfera.[x]
·
El reconocimiento legal de nuestros derechos a la tierra y el apoyo a
nuestras iniciativas es fundamental para el éxito de las medidas globales
destinadas a mitigar el cambio climático.
3. Las
tierras de los pueblos indígenas se entrecruzan con aproximadamente un 40 %
de todas las áreas protegidas y más de un 65 % de las tierras más remotas y
menos habitadas del mundo.
La
protección de los derechos de las comunidades sobre las tierras que manejan
consuetudinariamente es fundamental para proteger la biodiversidad del mundo,
conservar los ecosistemas amenazados y restaurar las tierras degradadas.
·
Los pueblos indígenas y las comunidades locales son tan eficaces —y
a menudo mejores— para proteger la biodiversidad como las áreas protegidas
controladas por el estado.
·
La diversidad cultural y la diversidad biológica están fuertemente
integradas: los derechos seguros a la tierra son fundamentales para nuestro
manejo sostenible de la naturaleza, y el mantenimiento de nuestros sistemas
de conocimiento tradicionales es esencial para conservar la biodiversidad y
la gobernanza ambiental eficaz en general.
4. La
libertad de autogobernarnos, apalancar nuestro conocimiento tradicional y
adaptarnos a nuestras circunstancias cambiantes es esencial para lograr un
futuro más sostenible y resistente al clima—en particular a través del liderazgo de
las mujeres indígenas y de las comunidades.
5. No obstante, hasta el momento, nuestras contribuciones han
sido pasadas por alto. A pesar de que los pueblos indígenas y las comunidades
locales son propietarios consuetudinarios de más del 50 % de las tierras del
mundo, los gobiernos reconocen formalmente nuestra propiedad solamente
respecto de un 10 %. Las mujeres de nuestras comunidades —que cada vez
más desempeñan importantes roles como líderes, administradoras de bosques y
proveedoras económicas— tienen aún menos probabilidades de que se reconozcan
sus derechos.
En
muchos lugares, ya está implementada la infraestructura legal para reconocer
los derechos: los bosques comunitarios legalmente reconocidos aumentaron un
40 % (150 millones de hectáreas) en los últimos 15 años. Podríamos lograr más
del doble de ese progreso —y beneficiar a 200 millones de personas— si se
implementara la legislación existente en tan solo cuatro países (Colombia,
DRC, India, Indonesia).
Esta
brecha entre nuestros derechos legales y consuetudinarios hace que nosotros y
nuestras tierras seamos vulnerables a las crecientes amenazas de la
producción agroindustrial, las prácticas destructivas de la minería y la
tala, y los desarrollos de infraestructura de gran escala, y enfrentamos una
mayor criminalización y violencia frente a nuestros esfuerzos por proteger a
la Madre Tierra. Al menos 365 defensores de los derechos a la tierra fueron
asesinados desde la firma del Acuerdo de París, y muchos más fueron víctimas
de violencia y enjuiciamientos injustos.
Por el
contrario, allí donde se respetan nuestros derechos, ofrecemos una
alternativa a los modelos económicos que requieren soluciones de compromiso
entre el medio ambiente y el desarrollo. Nuestro conocimiento tradicional y
nuestra visión holística de la naturaleza nos permiten alimentar al mundo,
proteger nuestros bosques y mantener la biodiversidad global. Respetar
plenamente los derechos de los pueblos indígenas, las comunidades locales y
particularmente las mujeres que las habitan representa la mayor oportunidad
para el mundo —en términos de superficie de tierra y cantidad de personas
afectadas— para promover los objetivos de desarrollo y clima globales.
Para
capitalizar la solución que ofrecemos, exhortamos a los gobiernos, la
comunidad internacional y el sector privado a cumplir con el mayor nivel de
derecho, estándares y mejores prácticas internacionales en todas las acciones
e inversiones en paisajes rurales. Teniendo esto en cuenta, invitamos a los
actores a:
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Fuente: Servindi