14 de febrero de 2025

El cambio climático como lucha de clases. Entrevista con Matthew T. Huber

Matthew T. Huber 21/01/2025

 


El cambio climático es una cuestión de clase porque una parte importante de las emisiones recae sobre una minoría empresarial. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), la producción eléctrica y térmica supone un veinticinco por ciento de los gases de efecto invernadero en emisiones directas; por su parte, el sector industrial representa más de un cincuenta por ciento del consumo global de energía, según la Energy Information Agency (2018). Por tanto, la crisis climática no se solucionará con mejoras graduales en nuestros estilos de vida ni con donaciones puntuales para compensar la huella de carbono. De acuerdo con Matthew T. Huber en El futuro de la revolución (Errata Naturae, 2024), la única forma eficaz de encarar el problema es enfrentarse a un sistema capitalista desbocado que agrava la emergencia climática. El futuro de la revolución pasa por entender que el cambio climático es una cuestión de lucha de clases. Y la lucha de clases implica, entre otras cosas, el fortalecimiento de la conciencia obrera y de los sindicatos. Huber es profesor de Geografía en la Universidad de Siracusa y entre sus libros también destaca Lifeblood: Oil, Freedom, and the Forces of Capital (2013). La entrevista la realizó Andrés Lomeña para Sin Permiso.

 

ANDRÉS LOMEÑA: Los incendios en Los Ángeles no han distinguido entre viviendas humildes y viviendas de personas adineradas. Al parecer, había más estaciones de bomberos en los años sesenta que ahora y como no hay bomberos suficientes, están contratando a presos por menos de treinta dólares al día. Para mí es una prueba más sobre la importancia de lo público y el poder de las infraestructuras sociales. Quiero pensar que se va a aprender algo tras esta tragedia.

MATTHEW T. HUBER: Dudo mucho que esta crisis vaya a ser la que nos enseñe a actuar en el cambio climático. Las crisis siguen produciéndose, pero la inacción relativa continúa. El problema es que estos desastres, aun siendo horribles, aún afectan a relativamente poca gente, y el cambio climático requiere una movilización social que implique una política inspiradora para millones de personas, tanto si estas han experimentado desastres climáticos como si no.

Tienes toda la razón a la hora de señalar la importancia de las infraestructuras públicas. El cambio climático es un problema de inversión en infraestructura pública en todos los frentes que tiene abiertos. Es como si lo hubiéramos olvidado después de décadas de austeridad neoliberal, pero tradicionalmente solo el sector público es el que está interesado en invertir en infraestructuras a largo plazo porque no es algo particularmente rentable para el capital. Tal y como muestra Brett Christophers en su nuevo libro The Price is Wrong, esperamos que de alguna forma el sector privado lleve a cabo la transición energética por nosotros (y no es ninguna sorpresa que lo vean como algo poco rentable). La electricidad en particular conlleva grandes inversiones de capital fijo a largo plazo en la transmisión de energía y en las centrales eléctricas.

Además, la adaptación al clima también tiene que ver con invertir en infraestructuras públicas como bomberos, control de inundaciones y otras formas de seguridad. En Estados Unidos, tal y como muestra el proyecto The Living New Deal, hemos vivido casi un siglo de inversiones en infraestructuras públicas. El que todo se esté desmoronando y el cambio climático solo intensifica la necesidad de reconstruir la economía política para orientarla a los bienes públicos. Desgraciadamente, la “Bidenconomía” no ha sido eso: se usaron fondos públicos para subvencionar soluciones a los mercados privados tanto desde la perspectiva de la inversión como desde el punto de vista del consumidor.

 

A.L.: Se ha sabido que la emisión de metano con el sabotaje al gaseoducto Nord Stream ha sido la mayor que se ha producido hasta ahora. Por otra parte, Trump habla de hacerse con Groenlandia por los metales de las tierras raras. Me gustaría saber cómo conectar el concepto de clase en este escenario de conflictos medioambientales e internacionales.

M.H.: Bueno, todo sigue siendo una cuestión de clase porque para transformar nuestro sistema energético hay que enfrentarse al poder de clase de los propietarios fuertemente interesados en la rentabilidad de la infraestructura de los combustibles fósiles. Tienes razón en que hay una dimensión internacional y no es suficiente con analizar la idea de clase solo a nivel nacional, como yo he hecho en Estados Unidos. Necesitamos abordar la “lucha global de clases”, tal y como sostiene Ramaa Vasudevan en un artículo reciente. Mi libro se centra en las teorías marxistas de clase, pero también pienso que necesitamos una teoría marxista del imperialismo para entender el problema. De hecho, trabajo en eso ahora mismo, pues intento pensar en la relación que hay entre ecología e imperialismo mediante las teorías marxistas.

 

A.L.: Algunas prohibiciones en Europa se ven ridículas porque se pretende legislar sobre bienes sin importancia (las pajitas serían el ejemplo más destacado) cuando la industria del plástico es omnipresente. Usted ha abordado un análisis exhaustivo de la industria en torno al nitrógeno.

M.H.: Sí, aunque he elegido el nitrógeno porque resultó que estaba investigando sobre él. No lo elegí porque fuera una prioridad frente al plástico, por ejemplo, sino porque fue un estudio de caso de cómo la propiedad capitalista se desarrolla a través de formas de producción intensivas en carbono. El nitrógeno tiene un gran impacto en el clima (está entre el uno y el tres por ciento de las emisiones globales), pero el impacto del plástico puede ser mayor. El del acero y el cemento son mayores, con toda seguridad. ¡Necesitamos estudios de casos de todos ellos! Una idea importante que quiero resaltar es que la reestructuración de esas formas industriales de producción tendría más impacto que cualquiera de los cambios en nuestros estilos de vida (pajitas de plástico incluidas) que puedan llevar a cabo los defensores del clima y la clase profesional [entendida como aquella que realiza alguna forma de trabajo intelectual].

 

A.L.: Al pertenecer a esa clase profesional, siento que solo estoy hablando dentro de una burbuja de filtros para otras personas de la misma clase social. Quizás por eso Guy Standing acuñó el concepto de precariado, para unir a la clase media profesional y a la clase trabajadora. En todo caso, no sé cómo las ideas pueden abrirse paso en esta esfera pública tan deteriorada por las fake news y todo tipo de desinformaciones.

M.H.: Esa es una pregunta muy importante. En mi opinión, no son solo los activistas climáticos, sino toda la izquierda, la que está confinada en burbujas o islas de información. Una mayoría encerrada en burbujas solo escribe para conseguir legitimidad de otros que están también dentro de la burbuja. El objetivo debe ser traducir y compartir nuestras ideas más allá de esas burbujas, es decir, saber cómo llegar a la mayoría de la clase trabajadora.

No me gusta demasiado la palabra “precariado” porque desde una perspectiva marxista, el proletariado ya era precario por definición.

Piensa en esto: al eliminar a los estratos más privilegiados como los expertos y los directores, todavía nos queda en torno a un sesenta y tres por ciento de la población trabajando en empleos manuales y de bajos salarios en el sector servicios (enfrentándose a una gran inseguridad económica en aspectos como la vivienda, la energía, los alimentos y en mi país, la salud). En los viejos tiempos, los partidos socialistas y los sindicatos crearon sus propios medios (periódicos y revistas) que llegaban al proletariado y servían para levantar partidos políticos. Ahora, la clase trabajadora está más dispersa y atomizada. Está claro que necesitamos aprovechar las redes sociales para llegar a audiencias masivas, pero están controladas por capitalistas tecnológicos que diseñan algoritmos para mantenernos separados. Es un problema difícil, pero tenemos que resolverlo.

 

A.L.: No sé si resumo bien su libro al decir que bastaría con acabar con la lógica de la plusvalía.

M.H.: Sí, en última instancia creo que es la solución, pero también digo en el libro que es difícil imaginar la derrota de esa lógica de la plusvalía con una izquierda y un movimiento obrero tan débiles. Por eso creo que deberíamos empezar por asumir el control de algunos sectores relevantes para el clima, como la electricidad. La propiedad pública al menos da la posibilidad de que el sector pueda orientarse hacia otras lógicas, además de la plusvalía, como las necesidades humanas y ecológicas (aunque en realidad, las empresas eléctricas públicas pueden ser tan corruptas como las privadas). Ya lo dije en mi primera respuesta: el cambio climático es fundamentalmente un problema de “inversión”. Necesitamos ejercer fuerza social sobre las inversiones para poder planificar la transición ecológica a la escala y la velocidad requeridas. El capital no está ni estará interesado en ese proyecto.

Matthew T. Huber, es profesor de Geografía en la Universidad de Siracusa y entre sus libros también destaca Lifeblood: Oil, Freedom, and the Forces of Capital (2013).

Fuente:

https://sinpermiso.info/textos/el-cambio-climatico-como-lucha-de-clases-entrevista-con-matthew-t-huber

 

13 de febrero de 2025

Ukupa en Emergencia: La Comunidad Kuna en tierra firme que el Agua está borrando del mapa

Adalberto "Diginya" Hernández Thompson

 6 de febrero de 2025

Una Tragedia Silenciosa que Necesita Atención Inmediata

El 23 de diciembre de 2024, en vísperas de Navidad, 50 viviendas de la comunidad de Ukupa fueron inundadas, dejando a decenas de familias kunas sin refugio. Las aguas del río y el mar, que han ido ganando terreno año tras año, llegaron esta vez con una fuerza incontrolable, arrasando arbustos y destruyendo hogares.

Ukupa, hogar de 150 familias, unas 700 personas enfrentan una crisis humanitaria que no ha recibido la atención necesaria a nivel nacional ni internacional. Esta comunidad, como muchas otras en Guna Yala, está al borde del desplazamiento forzado por el cambio climático. Sin un plan de reubicación claro y con el temor de perder su identidad cultural en el proceso, la población de Ukupa clama por ayuda urgente.

Una Crisis Anunciada: El Desplazamiento Forzado de Ukupa

La emergencia del 23 de diciembre no es un hecho aislado. Desde el año 1976, 2000 y 2010, las inundaciones ya habían puesto en alerta a la comunidad, que comenzó a considerar la posibilidad de trasladarse a un terreno más seguro. El sitio identificado es Wissubmur, una zona en tierra firme ubicada entre 8 y 10 metros sobre el nivel del mar, al este de la actual ubicación con una mayor seguridad en épocas de lluvia y en los momentos cuando el vierto norte azota con más fuerza, este nuevo espacio les ofrecería protección contra el aumento del océano y las crecidas del río.

Sin embargo, el traslado a Wissubmur enfrenta múltiples desafíos:

  • Falta de apoyo gubernamental para la reubicación planificada y con infraestructura adecuada.
  • Riesgo de pérdida cultural si se imponen modelos de vivienda ajenos a la arquitectura tradicional kuna.
  • Escasez de recursos para la construcción de viviendas con materiales locales como caña blanca, jira y palma “weruk”.

El pueblo kuna no quiere una solución impuesta ni improvisada. Desean trasladarse sin perder su forma de vida y sin ser forzados a habitar casas de cemento que no responden a sus necesidades ni a su relación con la naturaleza.

La Crisis Climática ya Está Aquí

Ukupa es solo un ejemplo de una crisis mucho mayor. Según informes del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), Panamá es uno de los países más vulnerables al aumento del nivel del mar. En la comarca Guna Yala, al menos 30 comunidades (20,000 personas aproximado), están en peligro de desaparecer por la erosión costera y el avance de las aguas.

La migración forzada ya ha comenzado en algunas islas de la comarca. Sin embargo, la falta de planificación y apoyo ha convertido estos desplazamientos en procesos caóticos y difíciles, con comunidades abandonadas a su suerte.

Si no se toman medidas inmediatas, Ukupa podría ser la siguiente en desaparecer.

Llamado Urgente: ¿Qué se Necesita?

  • Atención Inmediata para los Damnificados

Las 50 familias afectadas por la inundación del 23 de diciembre necesitan vivienda temporal, alimentos y apoyo logístico para reconstruir lo que han perdido.

  • Un Plan de Reubicación Respetuoso y Sostenible

El traslado a Wissubmur debe hacerse con consulta directa a la comunidad, respetando su cultura y garantizando acceso a servicios básicos.

  • Apoyo para la Construcción con Materiales Tradicionales

La comunidad necesita asistencia técnica y financiera para levantar sus nuevas viviendas con materiales naturales que garantizan frescura y durabilidad, en lugar de estructuras de concreto impuestas desde fuera.

  • Compromiso del Gobierno y la Comunidad Internacional

La crisis climática en Guna Yala no es un problema local; es una emergencia global. Se requiere la intervención de organismos internacionales, ONGs y el Estado panameño para garantizar soluciones sostenibles.

Ukupa no Puede Esperar Más

Cada día que pasa, el agua sigue avanzando y la comunidad pierde más terreno. Si no se actúa ahora, Ukupa será otra comunidad indígena forzada a desaparecer bajo la indiferencia y la falta de acción.

Este es un llamado a la sociedad panameña, a los medios de comunicación y a las organizaciones internacionales: Ukupa necesita ayuda ahora. No permitamos que la historia de este pueblo se borre junto con su tierra.

 Como Guna Dule y estudioso de la vida comunitaria del pueblo, identifico a Wissubmur como una zona segura, cercana a las plantaciones y huertos comunitarios, lo que refuerza la conexión profunda que el pueblo kuna han mantenido históricamente con su entorno natural. Para nuestro pueblo, la tierra no es solo un espacio para habitar, sino una extensión de su identidad cultural y espiritual. La decisión de trasladarse a Wissubmur responde no solo a la necesidad de protección frente al avance del mar y las crecidas del río, sino también a la búsqueda de un buen vivir en equilibrio con la naturaleza.

Este traslado debe ser resiliente y sostenible, respetando el conocimiento ancestral sobre la construcción de viviendas y el uso de materiales del entorno. La comunidad requiere apoyo para la recolección y uso de caña blanca, jira, palma y madera local, elementos esenciales en la arquitectura tradicional kuna. Estos materiales, además de ser abundantes y renovables, garantizan viviendas frescas, resistentes a los vientos y adaptadas al clima tropical.

El reto no es solo mudarse, sino hacerlo sin perder la esencia de su cultura. La transición a Wissubmur debe asegurar que las nuevas viviendas sean construidas con los principios arquitectónicos heredados de nuestros ancestros, donde la orientación, ventilación y materiales reflejen su sabiduría ecológica. Así, el pueblo kuna podrá seguir habitando su territorio de manera digna y sostenible, reafirmando su identidad en armonía con la naturaleza.

Fuente: https://www.linkedin.com/pulse/ukupa-en-emergencia-la-comunidad-kuna-tierra-firme-el-vr2ke/

8 de febrero de 2025

La diversidad genética disminuye en el mundo, pero los esfuerzos ayudan a mantener las especies

 Naturaleza

Estudio revela la pérdida de dos tercios de la diversidad genética global, pero subraya que los esfuerzos de conservación están revirtiendo esta situación en algunas especies

 

Redacción / EP

31 de enero de 2025

Lince ibérico tiene baja diversidad genética / Foto: FP

Un equipo científico internacional, con participación de personal investigador de la Estación Biológica de Doñana - CSIC, ha acometido un estudio que revela que se está perdiendo diversidad genética en todo el planeta, pero también indica que los esfuerzos de conservación están ayudando a salvaguardar las especies.

 

628 especies de animales, plantas y hongos 

Así lo explica en una nota el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que detalla que el estudio, publicado en la prestigiosa revista científica Nature (1), ha sido dirigido por la profesora asociada Catherine Grueber, de la Universidad de Sídney y ha contado con la colaboración de un equipo científico de diferentes países como España, Reino Unido, Suecia, Polonia, Grecia y China.

Los análisis abarcan más de tres décadas (de 1985 a 2019) y 628 especies de animales, plantas y hongos de todos los ámbitos terrestres y la mayoría de los marítimos de la Tierra. Los resultados revelaron pérdidas en diversidad genética de dos tercios de las poblaciones analizadas, particularmente en los casos en los que se indicaba como amenazas los cambios de uso de suelo, enfermedades, explotación o persecución.

La diversidad genética es necesaria para garantizar la supervivencia de las especies a largo plazo. Proporciona las herramientas para enfrentarse a problemas de conservación futuro

CARLES VILÀ, investigador de la EBD-CSIB, coautor del estudio

"La diversidad genética es necesaria para garantizar la supervivencia de las especies a largo plazo. Proporciona las herramientas para enfrentarse a problemas de conservación futuro. Esto se puede hacer, por ejemplo, permitiendo la adaptación a cambios ambientales --como puede ser los asociados al cambio climático-- o facilitando la lucha contra patógenos", explica Carles Vilà, investigador de la Estación Biológica de Doñana - CSIC y coautor del estudio.

 

La diversidad disminuye a un ritmo sin precedentes

A su vez, en el estudio se demostró que, en general, la diversidad genética se mantuvo, o incluso aumentó, con la implementación de acciones de conservación destinadas a reforzar las poblaciones con la introducción de nuevos individuos o gestionándolas retirando otros para mejorar las condiciones del resto, mejorando las condiciones ambientales a través de la restauración ecológica o controlando las plagas.

La acción de los conservacionistas está revirtiendo estas pérdidas y ayudando a crear poblaciones genéticamente diversas que puedan afrontar mejor los retos del futuro

CATHERINE GRUEBER, Universidad de Sidney

"Es innegable que la biodiversidad está disminuyendo a un ritmo sin precedentes en todo el planeta, pero hay atisbos de esperanza. La acción de los conservacionistas está revirtiendo estas pérdidas y ayudando a crear poblaciones genéticamente diversas que puedan afrontar mejor los retos del futuro", comenta la profesora Grueber.

"Los avances en genética y estadística nos han proporcionado nuevas herramientas que nos permiten seguir aprendiendo de los estudios mucho tiempo después de que se hayan llevado a cabo, lo que supone una enorme ventaja cuando analizamos poblaciones y tendencias a escala mundial", ha añadido.

 

El lince ibérico, un ejemplo en España

Medidas de conservación que pueden mejorar o mantener la diversidad genética están las translocaciones (traslado de animales entre poblaciones en beneficio de una especie o ecosistema), restauración de hábitats, control de poblaciones (eliminación de algunos individuos para mejorar las condiciones de los que quedan) y control de especies asilvestradas o plagas

Entre las medidas de conservación que pueden mejorar o mantener la diversidad genética están las translocaciones (traslado de animales entre poblaciones en beneficio de una especie o ecosistema), la restauración de hábitats, el control de poblaciones (eliminación de algunos individuos para mejorar las condiciones de los que quedan) y el control de especies asilvestradas o plagas.

Entre los éxitos cosechados figuran la reintroducción del bandicut doradouna especie de marsupial, en zonas de Australia Occidental, la liberación de zorros árticos procedentes de programas de cría en cautividad en Escandinavia, la translocación de perritos de las praderas mayores a poblaciones existentes en Norteamérica y el tratamiento eficaz de enfermedades en poblaciones de perritos de las praderas de cola negra, que ha mejorado la salud de las colonias del centro-norte de Montana en Estados Unidos.

En España, un buen ejemplo es el lince ibérico, como explica José Antonio Godoy, investigador de la Estación Biológica de Doñana y también coautor del estudio. "El caso del lince ibérico ilustra muy bien como una especie pierde diversidad genética como consecuencia del declive y también muestra cómo las actuaciones de conservación, incluidas la cría en cautividad y el reforzamiento de las poblaciones mediante translocaciones, pueden mejorar la situación genética y revertir el declive demográfico. Al mismo tiempo resalta la necesidad de detectar la pérdida de diversidad cuanto antes para aplicar las medidas de gestión correctoras antes de que sea demasiado tarde", ha indicado.

El equipo científico espera que los resultados fomenten los esfuerzos de conservación y conduzcan a una mayor protección de las poblaciones que actualmente no se gestionan. "Este estudio muestra que necesitamos aumentar la inversión en programas de seguimiento genético y asegurar que nuestras estrategias de conservación incluyan acciones específicas para mantener la diversidad genética, especialmente en especies amenazadas y espacios protegidos", concluye Jennifer Leonard, investigadora de la Estación Biológica de Doñana y coautora del estudio.

Referencias

Fuente: https://www.ecoavant.com/naturaleza/la-diversidad-genetica-disminuye-en-el-mundo_14656_102.html


15 de enero de 2025

AUTONOMÍAS EMANCIPADORAS EN CENTROAMÉRICA

1.   PANAMÁ

 


La información compartida por Panamá ha sido transmitida desde las experiencias acumuladas en la defensa del Pueblo Guna en el país, estas reflexiones estuvieron a cargo de Taira Stanley, Coordinadora de proyectos Oficina de los Pueblos Indígenas en la Universidad de Panamá; Bernal Castillo, Director de la Oficina de los Pueblos Indígenas de la Universidad de Panamá y Geodisio Castillo, Investigador del Centro de Desarollo Ambiental y Humano (CENDAH) y del Instituto de Patrimonio Cultural del Pueblo Guna, IPCPG.


LA AUTONOMÍA GUNA

A través de grandes hitos históricos el pueblo Gunadule reconoce su pasado como un factor vital en la autonomía presente y futura para su pueblo, donde se garantice el respeto a su identidad, lengua propia, territorio, espiritualidad, cultura y sus propios conocimientos y saberes.

Partiendo de estas nociones el Pueblo Gunadule, reconoce como:

La enseñanza de la abuela:


  • La hermenéutica del conocimiento de la naturaleza que venimos de una sola tinaja y que todos los hermanos nacieron en una sola placenta, ella es el corazón de la identidad.


El pasado y presente de la enseñanza de la abuela:


  • La estructura social, política y cultural, cuando se crean los Onmagged (Congresos),
  • En 1871, se logra consolidar el territorio con la creación de la comarca de Tulenega,
  • El territorio Guna se fragmenta en varios sitios: Los hechos históricos de la Revolución Tule de 1925, donde los Guna se levantan contra el gobierno,
  • A partir de este conflicto el gobierno de Panamá reconoce los territorios Indígenas con la Ley 59 de 1930, que crea la Reserva de San Blas, y después la Ley 2 de 1938, creándose la Comarca de San Blas,
  • Con la Ley 16 de 1953 se aprueba la condición administrativa y jurídica, reconociendo la Carta Orgánica como forma Indígena de gobierno, y se reconoce la autoridad del Congreso General Guna y de la figura de los Sagladummagan.


Presente de la enseñanza de la abuela:


  • Sobre esta enseñanza se fundamenta la estructura de autogobierno de la comarca Gunayala,
  • El gobierno regional de la comarca Gunayala está compuesto por los Congresos Generales Guna,
  • Ley Fundamental de Gunayala, es la ley que rige en la comarca, que constituye la división política cuya organización, administración y funcionamiento, y están sujetos a un régimen especial,
  • Estructura de autogobierno de la comarca Gunayala: el Onmaggeddummad Namaggaled: Congreso General de la Cultura Guna; el Onmaggeddummad Sunmaggaled: Congreso General Guna, autoridad máxima de carácter político y administrativo cuya función es la relación con el Estado panameño para los proyectos de desarrollo que entran a la región y controla las finanzas de la comarca; y finalmente, los Sagladummagan (Caciques, Congreso Local, Comunidad/ Sagla delegados).

Es a través de la existencia de estas estructuras de autogobierno del Pueblo Gunadule donde se legitima su autonomía, gobernabilidad y territorio. Actualmente gestionan un turismo controlado, así como un control territorial que les permite definir los límites de la comarca, y de los medios de transportes tanto terrestres y marítimos.


Limitaciones/ Desafíos actuales

Algunas de las mayores preocupaciones y limitaciones que se agudizan y complejizan para el pueblo Guna, y que demandan de una especial atención e intervención, se describen a continuación


  • Adolescentes y jóvenes: desvinculados con la identidad Guna, deserción escolar, consumo de drogas, aumento de embarazos en adolescentes;
  • Problemas sociales: migración, pobreza, desempleo, violencia doméstica,
  • Servicios de Salud: Desnutrición y falta de programas de salud,
  • Educación de calidad: Ausencia de Centro de capacitación y áreas de recreación.
  • Problemas ambientales: Aumento de nivel de mar y basura

El complejo contexto actual del Pueblo Guna transita entre un balance y reconocimiento de sus desafíos y activos como sus principales recursos para consolidar su autonomía en un ejercicio pleno al derecho de la libre determinación.

El Pueblo Guna se encuentra además demandando ante el Estado que se establezcan los límites territoriales y la recuperación de las tierras ancestrales de Nurdargana, las que fueron excluidas por parte del Estado panameño cuando se creó la comarca. Hay empresas multinacionales interesadas en ocupar estas tierras que pertenecen históricamente al Pueblo Guna. Esta demanda fue llevada ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en donde aún se encuentra el caso.

En este sentido se demandan políticas públicas para el desarrollo económico y territorial (como un puente de oportunidades económicas para su autogestión y fortalecimiento a la autonomía territorial). La autonomía Guna o Neggsed se desarrolla bajo las instituciones de su autogobierno, es decir un territorio que es controlado por los propios Guna con capacidad de autodeterminación y con estructuras propias que han sido reconocidas a nivel de los gobiernos del Estado y a nivel internacional.

Conscientes de la importancia de preservar el saber cultural acumulado que debe de transmitirse de forma práctica y sistemática, el pueblo de Guna dispone del Centro de Atención y Aprendizaje Ina Ibegungalu. Sin embargo, esto parece ser insuficiente ante los problemas de migración y desvinculación de la juventud Guna por preservar su identidad. Es por ello que se demanda una educación bilingüe, que se desarrolle e implemente una educación Guna con visión propia. Esta visión debe ser construida por las mismas comunidades (comuneros) mientras que las autoridades deben hacer cumplir las normas que se generen y luego recibir el apoyo de planes y programas de entidades gubernamentales.

Para finalizar, es necesaria la consolidación del duleina (medicina guna), a través de las plantas medicinales. Existe una percepción de poco interés del gobierno de Panamá por apoyar la salud intercultural.

 

Fuente: https://ecampusontario.pressbooks.pub/autonomiasemancipadorasencentroamerica/chapter/panama/


21 de diciembre de 2024

Fondos millonarios para la biodiversidad: Una propuesta peligrosa

 

Bosque de Gunayala. Foto: Gubiler, 2024

La propuesta de “cerrar la brecha financiera de la biodiversidad” no aborda las causas subyacentes de la pérdida de biodiversidad, sino que profundiza la financiarización de la naturaleza, lo que permite al sector empresarial y financiero sacar provecho de la crisis ambiental. Sobre esto realiza un análisis Andre Standing, integrante de la Coalición por Acuerdos Pesqueros Justos (CFFA), en esta entrevista publicada por Acción Ecológica durante la COP16 del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB).

Mientras se realizaba en Cali, Colombia, la 16º Conferencia de las Partes (COP 16) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), la organización ecuatoriana Acción Ecológica publicó una conversación con Andre Standing, integrante de la Coalición por Acuerdos Pesqueros Justos (CFFA, por sus siglas en inglés), una plataforma de organizaciones europeas y africanas en defensa de las comunidades pesqueras artesanales africanas.

Standing realiza un análisis crítico sobre una de las ideas dominantes en las reuniones del CDB, que afirma que para combatir la pérdida de biodiversidad se necesita invertir 700 millones de dólares anuales, especialmente en los países del Sur global.

La COP16 finalizó el 1 de noviembre pasado sin un acuerdo acerca de la creación de un fondo mundial para cubrir ese déficit. Sin embargo, la propuesta se mantiene en los documentos que guían la agenda del CDB, del cual participan 196 países.

Compartimos aquí la entrevista completa[1], publicada el 28 de octubre de 2024. 

Hablar de un déficit de 700.000 millones de dólares para financiar la biodiversidad es una propuesta peligrosa para las personas y la naturaleza 

Entre el 21 de octubre y el 1 de noviembre se celebra en Cali, Colombia, la 16º Conferencia de las Partes (COP 16) del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) (1). El documento de base para las negociaciones es el Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal (GBF, por sus siglas en inglés), adoptado durante la COP 15 del CDB, en 2022 (2).

El Marco Global de Biodiversidad establece, entre sus objetivos globales para 2050, la meta de lograr recursos financieros suficientes para cerrar progresivamente la brecha de financiación de la biodiversidad de 700.000 millones de dólares anuales. Por este motivo, uno de los temas clave que se debatirán en Cali en la COP16 son los mecanismos financieros necesarios para cerrar este déficit.

Sin embargo, al igual que ocurre con la financiación de la lucha contra el cambio climático, que afirma que se necesitarían al menos 100.000 millones de dólares al año para combatirlo, estas cifras salen de cálculos descabellados, pero están claramente dirigidas a intentar salvar al capitalismo de su actual crisis de acumulación.

Uno de los informes clave para que el CDB haya llegado a esta cifra de 700.000 millones en el Marco Mundial de la Biodiversidad de Kunming-Montreal es el documento Financiar la naturaleza: Cerrando la brecha financiera global de la biodiversidad (3). No es la primera vez que documentos de renombre elaborados por consultores sirven de base para los debates internacionales sobre el clima y la biodiversidad. Lo mismo ocurrió con el histórico documento Informe Stern: La economía del cambio climático (4) encargado por el gobierno británico y publicado en octubre de 2006 (Nicholas Stern fue economista del Banco Mundial) o el informe provisional sobre La economía de los ecosistemas y la biodiversidad (TEEB, por su nombre en inglés) (5) en 2008, encargado por la Comisión Europea, con Pavan Sukhdev como responsable (entonces jefe de la división de mercados internacionales del Deutsche Bank).

En el caso de Financiar la naturaleza, lo elaboraron tres organizaciones. El Instituto Paulson, fundado por Henry Paulson, ex Secretario del Tesoro de Estados Unidos y antiguo alto cargo de Goldman Sachs; The Nature Conservancy, la mayor transnacional conservacionista del mundo y ahora socia del sistema financiero internacional; y el Centro Cornell Atkinson para la Sostenibilidad, un think tank estadounidense creado por David Atkinson, ex vicepresidente de JP Morgan, uno de los mayores conglomerados financieros del mundo. En el prólogo de la publicación figuran nombres como directores del Fondo Monetario Internacional (FM), el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Central Europeo, así como Michael Bloomberg, fundador de la empresa de información financiera Bloomberg, entre otros.

No es de extrañar que estos informes, como Financiar la naturaleza: Cerrando la brecha financiera global de la biodiversidad, estén dirigidos por personal bancario, ya que no se trata de propuestas para abordar las causas subyacentes de la pérdida de biodiversidad o el cambio climático, sino de profundizar en la financiarización de la naturaleza para sacar provecho de las crisis medioambientales y favorecer al sector privado empresarial con la ayuda del sistema financiero global.

En la siguiente entrevista con Andre Standing, de la Coalición por Acuerdos Pesqueros Justos (CFFA), aprenderemos más sobre el informe Financiar la Naturaleza y los peligros de ponerle precio a la biodiversidad.

Acción Ecológica: Andre, acabas de publicar un largo artículo (6) sobre el documento «Financing Nature: Closing the Global Biodiversity Finance Gap», que se ha convertido en uno de los informes más citados sobre conservación de la biodiversidad. También se hace referencia a él en el Objetivo D del Marco de Biodiversidad de Kunming-Montreal y se utilizó para establecer objetivos precisos para la movilización de recursos por las Partes del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) de las Naciones Unidas. Es así que se argumenta en la COP16 es que existe un enorme déficit, o brecha, de financiación de al menos 700.000 millones de dólares al año.

Dinos, ¿por qué se habla tanto de brecha en la financiación de la biodiversidad? ¿A qué se refieren cuando hablan de déficit en el dinero que debería invertirse?

Andre Standing: Financiar la naturaleza ha sido un informe increíblemente influyente. Muchas organizaciones aceptan con fe ciega el déficit de financiación de 700.000 millones de dólares y, por supuesto, esto también incluye a los arquitectos del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal. Hay algo muy atractivo en ver la crisis de la biodiversidad como un problema que requiere mucho dinero para resolverse. Sin embargo, creo que es esencial que la gente se dé cuenta de que esa cifra es un disparate, basada en unos cálculos muy dudosos. También creo que la idea de un déficit de financiación es una forma peligrosa de enfocar los debates sobre lo que se necesita para transformar las sociedades a fin de mejorar la conservación de la naturaleza. Pero es un enfoque que conviene a muchas organizaciones.

Los informes sobre el déficit de financiación se han convertido en un tipo de publicación muy popular en la última década. Todos siguen la misma fórmula y muestran sistemáticamente que la brecha es tan grande que la financiación pública no puede cerrarla, por lo que la financiación privada debe acudir al rescate. Sus recomendaciones siempre incluyen estrategias como “mezclar” dinero público con inversión privada...(7) Así que lo importante es considerar que estos informes sobre el déficit de financiación, incluido el de Financiar la naturaleza, tienen una motivación ideológica. Nadie debería aceptar estas cifras a menos que esté dispuesto a respaldar la opinión de que salvar la biodiversidad depende de una transferencia masiva de poder al sector financiero privado.

Acción Ecológica: En tu artículo describes por qué la cifra de 700.000 millones no es fiable. ¿Puede explicar cuáles son los problemas con esta cifra?

Andre Standing: Creo que el problema es que mucha de la gente que utiliza esta cifra probablemente no ha leído el informe en su totalidad.

Los informes sobre el déficit de financiación empiezan por establecer una base de referencia de lo que se gasta actualmente. Así, el documento Financiar la naturaleza intenta contabilizar todo el dinero que se gasta en el mundo y que tendría un impacto positivo en la conservación de la biodiversidad. Me parece extraño imaginar que alguien pueda hacer esto. Sin embargo, lo que hicieron los autores de este informe fue sumar todo el dinero que gastan los gobiernos en biodiversidad, con todo el dinero que se gasta a través de la ayuda al desarrollo, así como el dinero que se gasta a través de la financiación privada y los sistemas basados en el mercado, como los sistemas de etiquetado ecológico, las compensaciones de biodiversidad y los bonos verdes. El resultado, según los autores es que el mundo gasta unos 140.000 millones de dólares al año en salvar la biodiversidad.

Como describo en mi artículo, hay muchos problemas con los datos subyacentes. Parte del problema es que este método contabiliza iniciativas que sabemos que son ineficaces. Financiar la naturaleza, por ejemplo, asume que cuando el Banco Mundial informa que ha gastado millones en un proyecto destinado a reformas forestales o pesqueras, ese dinero ha tenido éxito. También se asume que los miles de millones gastados en compensaciones de biodiversidad tienen un beneficio neto para la naturaleza. Una gran parte de los fondos contabilizados por este mismo informe también procede de falsos bonos verdes y del valor global del Forest Stewardship Council (FSC) -entidad certificadora de las plantaciones forestales- o el «aceite de palma sostenible».

Pero también hay cuestiones más fundamentales. El informe acepta una relación directa entre dinero y conservación de la biodiversidad. Más dinero equivale a más éxito. Pero no tiene sentido comparar los gastos de una empresa estadounidense que paga por compensar la pérdida de biodiversidad con los de una organización comunitaria que trabaja en un proyecto de permacultura en un país del Sur. Lo que también resulta especialmente problemático de Financiar la naturaleza es que no hace ningún esfuerzo por recoger los esfuerzos y gastos de millones de Pueblos Indígenas y pequeños agricultores o pescadores que actúan como custodios de vastas zonas del planeta. No se incluyen en absoluto, mientras que unos pocos millones de dólares recaudados en un bono verde sí. Del mismo modo, el valor de un producto con una etiqueta ecológica corporativa se añade al total del gasto en biodiversidad, pero algo producido por un pequeño agricultor o pescador sin etiqueta no se contabiliza, aunque sepamos que este último es mucho más respetuoso con el medio ambiente que el primero.

Así pues, la cifra de referencia de lo que se está gastando no sólo que es falsa, sino que se basa en una perspectiva errónea. Y no hay una reflexión crítica sobre los resultados del dinero destinado a salvar la naturaleza, puesto que una parte del dinero representa un lavado verde corporativo que, de hecho, tiene un impacto perjudicial sobre la biodiversidad.

Acción Ecológica: Entonces, si el informe Financiar la naturaleza ha inventado una cifra de lo que se gasta, ¿cómo llega a una cifra de lo que se necesita?

André Standing: Bueno, la respuesta corta es que se inventan esta cifra basándose en unos cuantos informes polémicos. Es poco creíble que los autores del informe sepan cuánto dinero se necesita para resolver la crisis de la biodiversidad.

Por supuesto, el problema de calcular cuánto dinero se necesita para salvar la naturaleza depende del enfoque que se adopte. Un buen ejemplo de ello es el objetivo 30×30. En Financiar la naturaleza se basan en una cifra elaborada por otro informe que estimaba cuánto costaría declarar el 30 por ciento del planeta reserva natural estricta. Según ese informe, los costes anuales de funcionamiento de las zonas protegidas ascenderían a unos 190.000 millones de dólares. Se podrían decir muchas cosas sobre la exactitud de esa cifra, pero lo más grave es que la cifra de 190.000 millones se basa en un tipo específico de régimen de gestión, basado en gran medida en la aplicación de la ley y el ecoturismo. Alguien llegaría a una perspectiva completamente distinta de los costes si creyera en las áreas protegidas gestionadas por comunidades locales, donde muchas funciones de gestión se basan en el voluntariado y la ayuda mutua.

Me interesan especialmente las pesquerías marinas, y Financiar la naturaleza supuso que el mundo necesita gastar entre 23.000 y 47.000 millones de dólares en gestión pesquera para garantizar la sostenibilidad de los caladeros y la recuperación de las poblaciones de peces. Se trata de una cifra ridícula basada en un oscuro artículo académico escrito por biólogos marinos estadounidenses que proyectaba los costes mundiales de gestión de la pesca si todos los países gestionaran sus pesquerías como lo hace Estados Unidos: mediante cuotas individuales de captura. Cualquiera que esté familiarizado con la pesca sabe que este modelo es totalmente inaceptable para muchos países del Sur, ya que pondría en peligro el sustento de millones de personas. Además, una cantidad considerable de literatura sobre gestión pesquera muestra que lo que gastan los gobiernos en gestión no es un buen indicador de lo bien que se gestionan las pesquerías. Los expertos no se ponen de acuerdo sobre cuáles son los ingredientes del éxito, pero muchos apuntan a la importancia de la gobernanza democrática, la capacidad de resistir a los grupos de presión empresariales y a la corrupción, y sistemas de tenencia que favorezcan métodos de pesca artesanal de bajo impacto. El dinero, o la falta de él, no es el mayor problema.

Así pues, si nos preguntamos cómo han llegado los autores de Financiar la naturaleza a una estimación de lo que hay que gastar, está bastante claro que estas cifras proceden de algunos trabajos de investigación muy dudosos que nadie debería tomarse en serio.

Acción Ecológica: Tu artículo describe Financiar la naturaleza como una fantasía neoliberal. Esto se debe a la forma en que se prevé cerrar la brecha de financiación. ¿Puedes explicarlo?

André Standing: Financiar la naturaleza es un informe largo. Tiene más de 230 páginas. Aproximadamente la mitad se dedica a describir cómo cerrar el déficit de financiación imaginado. Lo que se expone en esta parte del informe es que el enorme déficit de financiación es demasiado grande para los gobiernos, por lo que la mayor parte del dinero necesario debe proceder de las finanzas privadas y las empresas. Se hace una propuesta bastante detallada sobre la procedencia del dinero. Se espera que los gobiernos sólo aumenten el gasto en biodiversidad en un 50 por ciento, y que la ayuda al desarrollo aumente en un 100 por ciento. Son partes bastante pequeñas de la propuesta. En comparación, elementos como las compensaciones por pérdida de biodiversidad, los bonos verdes y las ecoetiquetas tienen que crecer más de veinte veces, lo que significa que se convierten en la corriente dominante de financiación para la conservación de la biodiversidad.

Creo que esta propuesta no es sorprendente, dado que Financiar la naturaleza fue redactada por tres organizaciones estadounidenses muy vinculadas al sector bancario. Pero tenemos que ver que esta es la visión en el futuro. Lo que también dice el informe es que, para desbloquear todo este flujo de financiación privada, los Estados y las comunidades tienen que alinearse, de modo que puedan asegurarse de que las circunstancias son propicias para los inversores privados. Creo que debemos preguntarnos qué significa eso en la práctica. Esencialmente, significa que la gestión de los recursos naturales tiene que privatizarse y gestionarse con ánimo de lucro, y que los escasos fondos estatales deben utilizarse para garantías crediticias, por ejemplo.

Lo que resulta evidente al leer Financiar la naturaleza es que todo esto es una fantasía. El informe no es una publicación seria sobre soluciones a la crisis de la biodiversidad, sino una elaborada herramienta de marketing escrita por organizaciones que quieren vender la conservación a los inversores. La pregunta que debemos hacernos es cómo este informe ha llegado tomarse tan en serio y cómo ha llegado a incluirse en el texto del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal. Lastimosamente, muchas organizaciones aliadas hacen también referencia al déficit de financiación de 700.000 millones de dólares como si fuera real.

Acción Ecológica: Estamos de acuerdo en que se trata de un problema del que estamos siendo testigos en muchas reuniones internacionales. Por ejemplo, en septiembre de este año, un mes antes de la COP16, se celebró en Colombia la Cumbre sobre Financiación de la Biodiversidad (8), organizada por el gobierno colombiano. En esta cumbre, a la que asistieron el Banco Mundial, el BID, asociaciones de banca privada, instituciones como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNDU) o el Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés) o grandes ONGs como WWF y otros, quedó claro hacia dónde se dirige esta financiación. Es abrir enormes flujos de dinero del sector público al sector privado y a los bancos; abrir un devastador y peligroso endeudamiento de los pequeños y medianos empresarios colombianos mediante el acceso a créditos verdes o azules; y, la búsqueda de nuevos negocios con menor riesgo para los inversionistas mediante garantías y seguros; y, al mismo tiempo, tomar de los fondos filantrópicos para el medio ambiente, que se sabe ascienden a miles de millones de dólares de donantes privados. Por mencionar sólo algunos de los intereses de quienes ponen sus miras en lucrar con la crisis de pérdida de biodiversidad y no parecen verdaderamente preocupados por atacar las causas de esta crisis.

La misma lógica se está aplicando ahora en la reunión de la COP16. Entonces, ¿por qué la idea del déficit de financiación recibe un apoyo tan generalizado?

André Standing: Creo que exponer los defectos de la idea del déficit de financiación de 700.000 millones plantea una serie de cuestiones difíciles. Por supuesto, muchas organizaciones que trabajan en el ámbito de la conservación buscan más dinero, y estas enormes cifras del déficit de financiación son claramente útiles. También es cierto que los países del Norte tienen una deuda ecológica con los del Sur, y creo que algunas organizaciones malinterpretan estas cifras como una especie de objetivo de reparación de esta deuda.

Pero creo que necesitamos reflexionar más seriamente sobre el papel del dinero en la conservación y, en particular, sobre las amenazas que supone orientarse hacia un modelo de pago de la conservación mediante financiación privada. La cuestión central de Financiar la Naturaleza es cómo gestiona la sociedad los recursos compartidos. Cómo se genera y distribuye el dinero es de vital importancia, pero la idea de que los sistemas sostenibles y equitativos de gestión de los recursos dependen de enormes cantidades de inversión externa parece errónea y contradice mucho de lo que defienden los movimientos sociales del Sur, como revivir el ideal de tejer y cuidar territorios, y avanzar hacia la soberanía alimentaria.

Como tú lo dices, la vía de la financiación privada aumentará el flujo de dinero hacia los países del Sur, pero gran parte será en forma de deuda. Este dinero tendrá que ser reembolsado. Así que, si se cierra la brecha de financiación, acabará representando una enorme transferencia de riqueza del Sur al Norte. También implicará probablemente una continuación de la transferencia del control sobre el uso de los recursos naturales a las organizaciones mejor situadas para acceder al capital financiero. Creo que es evidente por qué el déficit de financiación de 700.000 millones de dólares no debe asociarse al pago de una deuda ecológica.

Al denunciar el objetivo de los 700.000 millones de dólares como un peligroso disparate, no debemos pasar por alto que existen auténticas necesidades de redistribución del dinero, incluido el apoyo a entidades gubernamentales y organizaciones de la sociedad civil o comunitarias con escasos recursos. Pero la cuestión, que debería ser el centro de atención de la COP16, es cómo puede generarse este dinero de forma sostenible, equitativa y justa complementando al mismo tiempo un sistema que no esté casado con el crecimiento económico interminable. Desgraciadamente, gracias a informes como Financiar la naturaleza, parece que vamos en la dirección equivocada.

Acción Ecológica: Como bien lo explicas, el documento Financiar la naturaleza ha tenido un profundo impacto en los debates mundiales sobre la conservación de la biodiversidad y se utiliza para uno de los cuatro objetivos del Acuerdo Marco del CDB de Kunming-Montreal. Esto se está viendo en las negociaciones sobre biodiversidad de la COP16. En Cali se está profundizando en la idea de que poner precio a la naturaleza y su financiarización puede servir para salvar el planeta.

Debemos recordar que la propuesta de “cerrar las brechas de financiación” no aparece con el tema de la financiación del clima o la biodiversidad. Esta ha sido una obsesión de los capitalistas durante siglos. Ya ha ocurrido, por ejemplo, para acelerar la salida de mercancías y la necesidad de ferrocarriles o carreteras, las subvenciones estatales o, sobre todo, para hacer frente a la resistencia, la resistencia de la naturaleza y la resistencia de los pueblos.

Centrarse en aumentar la financiación para el cambio climático o la biodiversidad es una distracción de los debates urgentes sobre las causas profundas de la pérdida de biodiversidad o del calentamiento global, como la necesidad de dejar los hidrocarburos en el suelo, de producir y transportar menos manufacturas y de que el Norte global consuma menos, y de respetar los derechos colectivos, de los pueblos y de la naturaleza.

(1) Sixteenth meeting of the Conference of the Parties to the Convention on Biological Diversity (COP 16) https://www.cbd.int/conferences/2024

(2) Decisión adoptada por la Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica, diciembre 2022 https://www.cbd.int/doc/decisions/cop-15/cop-15-dec-04-en.pdf

(3) El informe completo de Financing Nature está disponible aquí: https://www.paulsoninstitute.org/wp-content/uploads/2020/10/FINANCING-NATURE_Full-Report_Final-with-endorsements_101420.pdf

(4) Gobierno del Reino Unido. TEEB. https://web.archive.org/web/20061114045919/http://www.hm-treasury.gov.uk/independent_reviews/stern_review_economics_climate_change/stern_review_report.cfmResumen en inglés aquí. https://www.miteco.gob.es/content/dam/miteco/es/cambio-climatico/publicaciones/documentos-de-interes/stern_conclusiones_esp_tcm30-178350.pdf

(5) La economía de los ecosistemas y la biodiversidad, Comunidades Europeas, 2008 https://www.teebweb.org/media/2008/05/TEEB-Interim-Report_Spanish.pdf

(6) CFFA, Why the $700 billion funding gap for biodiversity is dangerous nonsense: Implications for the oceans and small-scale fisheries, octubre 2024 https://www.cffacape.org/publications-blog/funding-gap-dangerous-nonsense

(7) Véase UNCTAD (2023) “SDG investment is growing, but too slowly: The investment gap is now $4 trillion, up from $2.5 in 2015”, disponible aquí. https://unctad.org/publication/sdg-investment-trends-monitor-issue-4

(8) Cumbre sobre financiamiento para la biodiversidad, Camino a la COP16, 20 de septiembre de 2024 https://www.youtube.com/watch?v=kToDWiNbQMY

 

Fuente: Boletín del WRM Nº 273 | Diciembre 2024 |pp.31- 37 wrm@wrm.org.uy | http://www.wrm.org.uy/es