11 de noviembre de 2020

Turismo de naturaleza en el área protegida de Nargana

Geodisio Castillo e Isaac Bastidas

Disfrutar de la naturaleza, es de los pueblos indígenas, porque sus vidas, sus actividades, sus culturas en general están basadas en la naturaleza. El pueblo gunadule desde su existencia ha disfrutado de su naturaleza. Solo en 1800, se denomina por primera vez “turismo” del inglés “tourism” como palabra para indicar los viajes con el fin de diversión y ocio[1].

Grupo 1 - Guías escuchando la presentación del Inaduled Horacio Arosemena, en el Centro de Atención y Aprendizaje Ina Ibegungalu, Bingandi. Foto: Archivo Guías

Las actividades de turismo se vienen desarrollándose en la Comarca hace varias décadas, principalmente de playa y sol. Viene realizándose sin ninguna planificación estratégica hasta la actualidad. El turismo de playa y sol, ha tenido un gran impacto, en la creación de una nueva modalidad - las cabañas turísticas[2]. Una nueva modalidad, porque antes, solo dos hoteles del sector Gardi recibían a turistas. El turismo comunitario o cultural, también existe desde hace varias décadas; turistas que llegan en barcos transatlánticos al sector Gardi, llegan directo a las comunidades, para contemplar y comprar objetos artesanales. El archipiélago de Gunayala, principalmente del sector Gardi, siempre ha sido un sitio de promoción de turismo (FPCI, 2000).

El turismo bien gestionado en un área protegida es un gran aliado de la conservación y un motor de educación ambiental. Antes de promover el turismo en el área protegida de Nargana, el Instituto del Patrimonio Cultural del Pueblo Guna (IPCPG), el Instituto de Investigación y Desarrollo de Kuna Yala (IIDKY), la Secretaría de Defensa Territorial y la Secretaría de Turismo, como Grupo de Trabajo sobre Área Protegida del Corregimiento de Nargana (GTAPCN), es rescatar y/o fortalecer el área protegida de Nargana o la Comarca de la Biosfera. Legalmente el área protegida de Nargana, está establecida, primero por la ley comarcal, que avala su existencia y su Plan General de Manejo y Desarrollo de Gunayala (PEMASKY/AEK, 1995)[3], y por decreto de INRENARE (actual Ministerio de Ambiente), quien solo reconoce la parte terrestre[4].

Para rescatar y revalorar el área silvestre protegida del Corregimiento de Nargana, el grupo de trabajo ha establecido una hoja de ruta de docencia sobre el área protegida de Nargana. Su historia, vivencias, dedicación, investigación, patrullaje, elaboración de la estrategia, entre otros, son los temas desarrollados y por desarrollar. Divulgar, educar a través de diálogos o conferencias virtuales y presenciales con dirigentes en Nusagandi, son actividades iniciales del GTAPCN.

Las áreas protegidas son espacios educativos e impulsan el autodesarrollo sostenible de la Comarca y aseguran la calidad de vida de su población, como viene demostrándose desde su existencia, generan beneficios ambientales que incluyen: recursos para la alimentación, medicinas, control de enfermedades, conserva material genético, la producción de agua, la generación de oxígeno, la captura de carbono, la regulación del clima, la prevención de inundaciones, el resguardo del patrimonio cultural de la nación gunadule y ser elementos de indiscutible valor estético, recreativo, paisajístico, y mágico-espiritual.

Turismo naturalista o ecoturismo

Promover el turismo naturalista en el área protegida, necesita tomar en cuenta algunas consideraciones. La primera es, que el objetivo del turismo en un área protegida es muy diferente que el objetivo del turismo en otro sitio[5]. El objetivo del turismo en el caso del área silvestre protegida de Nargana, es fomentar la CONSERVACIÓN, para generar desarrollo en las comunidades aledañas y que fomente la EDUCACIÓN en conservación.

Grupo 2 - Guías de turismo en el mirador Udirbi. Foto: Archivo Guías

La segunda, el turismo en un área protegida se realiza en espacios frágiles y de gran valor ambiental, pero extremadamente subvaluados. No hemos sabido reconocer y generarle un valor económico. Según Novoa Goicochea (2011), es importante valorar desde un punto de vista económico los recursos naturales que se derivan de su protección, por los bienes y servicios ambientales que ofrece un área protegida. Es un bien ambiental con valor económico, por el que las personas tienen preferencias y muestran disposición a pagar. Además, la valoración económica ambiental de los recursos naturales contribuye al proceso de toma de decisiones económicas; y, mejora la gestión de los recursos naturales (Hernández Santoyo, et al, 2010).

La tercera, para promover el turismo naturalista en el área protegida tenemos antes que tener estrategias de control y manejo de visitantes, y, sobre todo, una comunicación estrecha y una visión común entre los guías y operadores de turismo y las que tienen la responsabilidad de conservar el área protegida.

El turismo de naturaleza, se desarrolló en el área de Nusagandi, en su tiempo denominado Centro Biológico por la Conservación (CEBIOCON). A pesar que el Proyecto de Estudio y Manejo de Áreas Silvestres de Kuna Yala (PEMASKY 1983-1987), aún sin plan estratégico, en sus planes operativos anuales (POAs), contemplaron actividades de turismo naturalista, para captar fondos y resultaron exitosos. Con la estrategia elaborada (1987), desarrollaron aún más el turismo naturalista, bajo la variante de turismo científico, que ofrecieron muchos datos científicos de los sitios estudiados del área silvestre protegida de Nargana, tanto terrestre y marino (CCT, 1995; Guzmán, et al, 2001). Estas actividades se ejecutaron bajo la guía del plan estratégico, programa de uso público, y en especial el subprograma de turismo naturalista (PEMASKY/AEK, 1995). Fue un ejemplo de manejo del turismo, administrando su propio patrimonio (Castillo, 2001)[6].

El turismo naturalista o ecológico fue una práctica muy bien planificada, organizada y ejecutada por PEMASKY[7] en el área de Nusagandi. Ofreció oportunidades y facilidades para conocer los recursos tropicales terrestres y marinos de Gunayala, y así mismo conocer a su propia comunidad, sin impactar adversamente sobre los recursos naturales o la misma cultura (PEMASKY, 1995). No es turismo activo o de aventura, como lo suelen confundir.

La naturaleza fue el entorno en la que los visitantes se relacionaron, porque la sostenibilidad ambiental es la vocación de dicho turismo naturalista. Específicamente se desarrollaron actividades de turismo ornitológico para la observación de las aves, el turismo científico para la investigación científica, el turismo cultural en las comunidades o el turismo rural. De ahí, podemos indicar, que el turismo naturalista su vocación es la sostenibilidad ambiental, ya sea a través de la gestión de sus recursos o de su contribución al estudio y la investigación de la naturaleza. Por tanto, suelen tener un contacto más estrecho con la naturaleza: áreas de montaña, senderos, islas, corales, peces, entre otros.

Lo que PEMASKY no pudo desarrollar es el agroturismo, que mezcla aspectos del turismo gastronómico, que consiste en la visita a los nainugan y espacios similares con el propósito de conocer el proceso de producción de determinados cultivos y su disfrute. Lógicamente presentarle al visitante, una tierra o suelo sin agroquímicos y productos alimentarios orgánicos, manejados bajo su propio sistema de producción de nainu[8]. También, lo que aún falta desarrollar, es la visita a jardines botánicos ya sean con plantas medicinales o árboles, como lo que se desarrolla en el Centro de Atención y Aprendizaje Ina Ibegungalu, en Bingandi.

La Organización Mundial de Turismo (OMT), define el ecoturismo o turismo naturalista a toda forma de turismo que gira en torno a la naturaleza[9]. No porque su nombre lo dice ecoturismo o naturalista, todas las actividades se desarrollan bajo este concepto, la relación cultural del hombre con la naturaleza. Actualmente el turismo naturalista, provocó práctica de otros tipos de turismo que toman ciertas bases ideológicas y contextuales para su realización. Es decir, dieron pautas a la diversificación del turismo en el mercado de bienes y servicios. Tales como el senderismo, agroturismo, entre otros. Este turismo agrupa de acuerdo con el interés del turista en cuatro grandes modalidades: “Ecoturismo”, “Turismo de Aventura”, “Turismo Rural” y “Turismo Cultural”.

Definamos estas tres variantes de turismo naturalista:

Turismo de Aventura: Su finalidad es realizar actividades recreativas, asociadas a desafíos impuestos por la naturaleza, como el senderismo, donde se participa de la armonía con el ambiente, respetando el patrimonio natural, cultural, histórico, entre otros.

Turismo Rural: Su finalidad es realizar actividades de convivencia e interacción con una comunidad rural, en todas aquellas expresiones sociales, culturales y productivas cotidianas de la población.

Ecoturismo: Su finalidad es la convivencia e interacción con el ambiente natural, a áreas relativamente poco alteradas, para disfrutar y apreciar la naturaleza a la vez que se promueve la conservación, tiene un bajo impacto ambiental y proporciona un beneficio socioeconómico a la población local.

Turismo Cultural o Comunitario: Se concibe como el conjunto de actividades ligadas al conocimiento y disfrute de los bienes y servicios del patrimonio cultural de un lugar, o de sus modos de vida, tradiciones y costumbres (Villar Mata, Peña Pérez, 1997)[10]. El turismo cultural es motivado por conocer, comprender y disfrutar el conjunto de rasgos y elementos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o grupo social de un destino específico[11].

El desarrollo del turismo cultural y del del turismo rural en el ámbito rural se apoyan mutuamente, desde la oferta turística se han de integrar los recursos de ambos, favoreciendo la diversificación y ampliación mutua de sus ofertas (Villar Mata, Peña Pérez, 1997).

¿Qué es ser un guía de turismo?

Un guía de turismo es el “rostro”, la “imagen” de la comarca, por lo tanto, del país. Un guía de turismo, es el representante cultural. Es la persona que disemina la cultura, la historia, la realidad, el patrimonio turístico tangibles e intangibles de la nación Gunadule. Ofrece servicios de asistencia; el cual puede prestar sus servicios bajo la modalidad de guía general o guía especializado en un tema o localidad especifica de carácter cultural. Un guía es reconocido formalmente para la labor que debe desempeñar.

Por su parte, el Comité Europeo de Normalización (CEN) definió al guía de turismo como “la persona que guía a los visitantes en el idioma de su elección e interpreta el patrimonio cultural y natural de la zona, que regularmente cuenta con una titulación específica sobre dicha zona, por lo general reconocido por la autoridad competente”[12].

Por lo anterior, el guía de turismo es una persona entusiasta anfitrión que siempre está dispuesto para brindar hospitalidad a clientes especiales (turistas nacionales y/o internacionales); es una persona autodidacta y disciplinada; aprender otros idiomas, otras formas de vida y de interpretar el mundo y su naturaleza o ambiente; y estos conocimientos aplicarlos en su labor de guía de turismo. Y así satisfacer a los visitantes, sus expectativas de información y de disfrute lúdico, y se cumplan los objetivos de la entidad organizadora del servicio.

Guías gunadule buscando alternativas

La Asociación Guna de Guías y Operadores de Turismo, han mostrado mucho interés en desarrollar el turismo naturalista dentro del área silvestre protegida de Nargana. Realizar visitas por los diferentes senderos educativos e interpretativos que aún sobreviven, paisajes como las cascadas, entre otros, por el área de Nusagandi y Bingandi.

Grupo 2 – Guías de turismo con la naturaleza de Bingandi. Foto: Archivo Guías

Con esta iniciativa se apoya al fortalecimiento del área silvestre protegida de Nargana. Por lo que será necesario como primer paso revisar y actualizar el plan estratégico (PEMASKY/AEK, 1995), y desarrollar una estrategia o plan de acción a corto plazo sobre el turismo naturalista. Por lo tanto, no será necesario elaborar algo nuevo, solo revisar y actualizar la estrategia existente.

El área silvestre protegida de Nargana ofrece a los guías de la Asociación Guna un turismo alternativo. Es decir, “búsqueda de nuevas rarezas o singularidades para experimentar nuevas vivencias y experiencias visitando lugares desconocidos, efectuando actividades al aire libre y en espacios naturales; considerado como un modelo más participativo que considera la evolución cultural del hombre individual y social” (Molina, Rodríguez y Cuamea, 1986).

Talleres de capacitación u orientación

La Asociación Guna de Guías y Operadores de Turismo, han solicitado al GTAPCN, apoyo para su orientación y capacitación sobre temas ambientales, turismo naturalista, biodiversidad, áreas protegidas, Comarca de la Biosfera, defensa territorial, historia del área, entre otros temas. La meta inicial de los guías es elaborar a corto plazo una estrategia para poder desarrollar el turismo naturalista o ecoturismo en los sitios del área protegida de Nargana.

En el mes de octubre, se han realizado dos (2) talleres de capacitación para los dules guías y operadores de turismo en Nusagandi. En estos dos talleres, en total han participado 17 guías, y según la organización, falta un grupo por participar. La modalidad de los talleres fueron teóricas y prácticas, visitando sitios de interés, como Ina Igar (sendero plantas y árboles medicinales), Cascada Nusagandi, Mirador Udirbi y al Centro de Atención y Aprendizaje Ina Ibegungalu, en Bingandi.

En el Centro de Atención y Aprendizaje Ina Ibegungalu, el señor Horacio Arosemena, presidente de la asociación Inadulegan de la Comarca, del Congreso General de la Cultura Guna (CGCG), atendió a los guías hablándoles sobre el valor medicinal y espiritual de duleina. Visitaron lugares donde se desarrolla los cultivos agroforestales y medicinales, contemplaron y disfrutaron de la naturaleza del lugar.

Un tema de mucho interés fue sobre la defensa territorial. Defender el territorio, sus límites es un trabajo de conciencia, “formado desde los albores de la juventud”, como lo plantearon al ver al señor Avelino Pérez cuando joven y cuando es actualmente. La defensa territorial es una secretaría y sus guardabosques deben continuar trabajando o luchando, cuan pandemia exista. No hay que dar cuartel a los invasores colonos, cazadores y mineros por nuestros recursos naturales y biodiversidad, - expresaron los presentes a los talleres[13].

Entendieron que los guardabosques, pueden, es que son unos excelentes guías de turismo naturalista, porque conocen los sitios de atracción que aún no son explotados. Conservar los recursos naturales, su biodiversidad y sitios paisajísticos es la lucha que se viene dando desde la existencia del área protegida de Nargana.

Situación actual del área protegida de Nargana

Para hacer realidad el interés de los guías de turismo, es hacer entender a la actual administración, que las actuaciones en el área protegida de Nargana debe ser descentralizada. Es decir, tener su propia dirección o gerencia, un director con conocimientos sobre el área o sobre áreas protegidas. Creemos que esta solicitud debe ser bien apreciada por la administración actual del Congreso General Guna y del Congreso General de la Cultura Guna.

El área silvestre protegida de Nargana constituyen una de las principales herramientas de gestión ambiental para la conservación de los ecosistemas y, por tanto, representa una importante fuente proveedora de servicios ambientales, que son aprovechados como insumo por los sectores de turismo tradicional, transporte, extracción de cascajos, entre otros, sin existir un pago para la gestión del área protegida.

Lo que existió en su tiempo (PEMASKY/AEK, 1995), cuando el área protegida de Nargana tenía su propia dirección, estructura u organigrama y funcionamiento, hoy no existe. Además, el plan estratégico, después de 1995, no ha vuelto a ser revisado y actualizado, que es una de las primeras tareas para reorganizar el área protegida. Entonces, lo que ocurre actualmente, es casi nula la operatividad ambiental dentro del área.

El manejo efectivo del área protegida de Nargana depende, en gran medida, del grado de conocimiento y complejidad de los ecosistemas, el administrador se enfrenta con frecuencia a decisiones de manejo que son desconocidas. Agregan dificultad al manejo del área protegida la complejidad de un sistema legal (Gunayala y nacional), los valores culturales intrínsecos, los intereses y desarrollo de actividades productivas cercanas o dependientes de los recursos como de la zona natural o negserred[14].

La gerencia de un área protegida se mide a través de la ejecución de acciones indispensables que conllevan el logro de los objetivos planteados en la estrategia. La efectividad del manejo es considerada como el conjunto de acciones que, basándose en las aptitudes, capacidades y competencias particulares, permiten cumplir satisfactoriamente la función para la cual fue creada el área protegida (Izurieta, 1997).

Bibliografía

Castillo, G., 2001. Administradores de su propio patrimonio: turismo naturalista y científico en Nusagandi, Área Silvestre Protegida de Nargana, Kuna Yala, Panamá. En: Boletín del WRM (Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales), Número 59 – junio 2002.

CCT, 1995. Inventario forestal del Corregimiento No. 1, Comarca Kuna Yala. Informe Final presentado a la AEK/PEMASKY. Agosto 1995. Panamá. 85 p. + anexos

FPCI, 2000. Promoción de turismo ecológico en las costas del Archipiélago de Kuna Yala, costa atlántica de Panamá. Proyecto ejecutado de julio 1999 a julio 2000. Fundación para la Promoción del Conocimiento Indígena (Onel Masardule Arias). Panamá. PROARCA/CAPAS. 9 p.

Guzmán, H., Andréfouët, S., Guevara, C. A. & John Akl, J., 2002. Distribución, Estructura, y Estado de Conservación de los Arrecifes Coralinos de Kuna-Yala (San Blas), República de Panamá. INFORME FINAL PRESENTADO A PEMASKY & NATURA. STRI-Panamá, Panamá. 41 p.

Hernández Santoyo, A., Casas Vilardell, C. M., León Sánchez, M. A. y Pérez León, V. E., 2010. Valoración económica de bienes y servicios ambientales en áreas protegidas: contribución al proceso de toma de decisiones. Universidad de Pinar del Río, Cuba. Retos de la Dirección 4 (2) 2010. 12 p.

Izurieta, A. 1997. Evaluación de la Eficiencia del Manejo de Áreas Protegidas: Validación de una Metodología Aplicada a un Subsistema de Áreas Protegidas y sus Zonas de Influencia, en el Área de Conservación Osa, Costa Rica. Tesis Mag. Scientiae. CATIE, Turrialba, Costa Rica.

Molina, S., Rodríguez, M. y Cuamea, F., 1986. Turismo alternativo. Un acercamiento crítico y conceptual. Nuevo Tiempo Libre, México. 9 p. Serie Textos No. 1

Novoa Goicochea, Z. I., 2011. Valoración económica del patrimonio natural: Las áreas naturales protegidas. Espacio y Desarrollo N° 23, 2011, pp. 131-154

PEMASKY/AEK, 1995. Biosfera de la Comarca Kuna Yala. Plan General de Manejo y Desarrollo de Kuna Yala. Equipo Técnico Consultor de PEMASKY. Nusagandi, Kuna Yala, Panamá. 77 p.

Villar Mata, Francisco y Peña Pérez, Teresa, 1997. Turismo rural versus turismo cultural: El caso de Castilla y León. Turismo: recursos y estrategias. Turismo cultural. Universidad de Burgos. Escuela Superior de Turismo de Burgos. 14 p.



[1] Etimológicamente del griego “tornos” que significa movimiento de ida y vuelta.

[2] Cabañas turísticas, administrado por familias, individuos, grupos o asociaciones guna y ha generado fuentes de empleo

[3] La ley comarcal reconoce tierra y mar, Resolución No. 3, del 7 de noviembre de 1987, Assudub

[4] Declarado el 2 de agosto de 1994. Resolución JD-022-94, Gaceta Oficial: 22617, 07-09-1994

[5] Generalmente el turismo es visto como un motor generador de empleo, desarrollo económico, inversión, bienestar, divisas, y otros intereses, al menos así se concibe

[7] Después de 1987, cuando se avala la estrategia de manejo y desarrollo de Gunayala, PEMASKY como proyecto, se transforma en el Programa de Ecología y Manejo del Área Silvestre de Kuna Yala (mantiene la sigla PEMASKY)

[8] Nainu – sistema agroforestal propio de los agricultores Gunadule

[13] La secretaría de defensa territorial, en estos momentos no está laborando

[14] Negserred o Zona Natural, una de las zonas de manejo del área protegida de Nargana, ubicado desde el pie de monte hasta la cordillera de Gunayala

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