Por Arysteides
Turpana Igwaigliginya
Cuando una persona realiza algo que no se espera
de ella, decimos que se le salió el
cobre. En estos momentos en que la naciones
Ngäbe-Bugle han salida a defender sus comarcas y con ellas a todo el
ecosistema de la república de Panamá, un sector de racistas e ignorantes ha
saltado para menospreciar en público a nuestros connacionales. Un ejemplo de ello lo encontramos en la
edición del sábado 18 de febrero, fecha en apareció publicada la siguiente
glosa en La Estrella de Panamá, diario que circula en la capital de este país:
http://www.laestrella.com.pa/online/impreso/2012/02/18/ultimatum-ngabe-al-gobierno.asp
"Caridad
Fernandez ·
ninguna razon en todom, porque ahora
encima quieren (los panameños originarios)
que se suspenden las hidroelectricas hasta fuera de las comarcas, que se creen
estos indios? si nosotros no podemos traspasar su territorio sin pagarles una
cuota porque hasta en eso son unos bellacos, porque tenemos que permitirles que
vengan a mandar en OPanamá entero?, si quieren vivir con taparabos y alumbrarse
con guarichas que nos dejen vivir en paz, son una partida de fascinerosos,
vagos y borrachines, abnusadores de sus mujeres a las cuales ponen a trabajar y
parir mientras ellos estan echados en las hamacas chupando chirisco, vamos hombre
que no hay que cegarse, y esta cacique es una atrevida e iirespetuosa, que se
cree esta india ignorante de tratr de tu al mandatario, ella no sabe medirse
cuando habla, la iglesia tambien no esta haceindo nada por Panamá solo se
limita a escuchar y no le pone freno a esta señora que ha cogido demasiado alas
ultimamente".
Aclaremos todas las vaciedades de la
doña Caridad Fernández:
1: El origen de la
palabra Caridad tiene en latín dos formas: cháritas y cáritas. Cáritas procede de careo, carere, carui,
cariturus, que significa carecer, estar privado de algo. Cáritas es,
por tanto, carestía,
directamente relacionado con carus, cara, que es aquello de lo que se
carece. Ergo a Caridad Fernández se le puede aplicar aquello que decían los
clásicos: “Quod natura non dat, Salamanca
no prestat”, en otras palabras, como
doña Caridad Fernández carece de neuronas, por ello lo único que puede señalar son estulticias.
2: “¿Indios?”, doña Caridad, “¿indios?” Los indios son originarios
de la India, un país de Asia. Es el
séptimo país más extenso y el segundo más poblado del mundo. Limita al sur con
el Océano Índico, con el Mar Arábigo al oeste y con el Golfo de Bengala al
este. La India también limita con Pakistán al oeste, al norte con China, Nepal
y Bután y al este con Bangladesh y Birmania. Su ciudad capital es Nueva
Delhi y su ciudad más poblada es Bombay.
Entiendo que usted en su estulticia entiende por “indios” a los PANAMEÑOS RAIZALES, y en esta ocasión
particularmente, a los PANAMEÑOS RAIZALES
de la nación Ngäbe. Hay un dicho que reza así: “Donde tropieza la primera vaca, tropiezan todas las demás”. Esto
viene al caso, por ciertas afirmaciones que hacen los estultos como usted.
Veamos algunas cosas que se nos dice de Cristóbal Colon: 1: que descubrió América
(lo cual es una mentira, porque cuando este esclavista aurífago llegó a Abya Yala- el verdadero nombre de nuestro continente – ésta ya estaba
descubierta; 2: Cristóbal Colón, llamó “indios”
a los habitantes de Abya Yala, porque creyó que había llegado a la India. Esto rotula su perfecta ignorancia, ignorancia que
viajó con él a su tumba porque nunca
supo que había llegado a Abya Yala y no a la India. Así que aquí cabe a la
perfección el dicho que pregona que “Donde
la tropieza la primera vaca, tropiezan todas las demás”. En
este sentido, la lengua de Shakespeare y
de James Joyce es más exacta porque en ella la palabra “indio” aplicado por los estultos como usted y su hatajo al
americano raizal es "Native
American" o sea pueblo originario de Abya Yala, o si usted lo prefiere,
pueblo originario de América, a pesar de
que esto se restringe un poco, porque no hay que olvidar que en inglés América
es Estados Unidos, por ello, durante mucho tiempo las mentes colonizadas al
referirse a los “gringos” los llamaban
“americanos” y eso se entiende muy bien en una canción de Piero que lleva por
título casualmente “Los Americanos”.
3: ¿taparabos? O ¿taparrabos? Mi querida señora, ¡Cuán pobre es su vocabulario! Eso
se llama TAPAHUEVOS o para decirlo con una semántica más elegante: estola. Ya
que usted utiliza la palabra taparrabo,
usted me hace recordar a los psicólogos que recurren a una técnica llamada asociación verbal o semántica para curar
a sus pacientes .Históricamente, esta práctica se
relaciona con la noción de asociación de ideas ya utilizada por Aristóteles,
quien definió sus tres grandes principios: la contigüidad, la semejanza, el
contraste. Esta idea me lleva a verla a usted frente a un taparrabo actuando como los personajes femeninos de las
novelas de Henry Miller o del Marqués de Sade. Tal vez usted es la
reencarnación de Julieta, por ello
usted habla de dicha estola, ante la cual usted no se enceguece, sino que se ha
quedado asombrada. O tal vez, sea usted la versión ladinopanameña de Constance
Chatterley, el personaje femenino de D.H.Lawrence, mejor todavía si es
Emmanuelle. Dame gracias que la estoy poniendo a las
alturas de personajes de novelas
clásicas, de alto tono estético y no la
estoy remitiendo a las páginas de Playboy que es donde usted merece estar o en Venus
TV.
4:
¿Guarichas? Permítame ilustrarle, doña
Caridad Fernández: la revista Tareas, (¿la conoce usted?) en su edición de los
meses de mayo-agosto de 1995 (como ve usted, del siglo pasado), la antropóloga francesa
Doctora Françoise Guionneau-Sinclair
publicó un ensayo titulado “Los kuna de
Panamá y la Represa del Bayano, 20 años después” (págs: 103-117). En dicho
artículo, dice la investigadora gala: “el
decreto 123, del 8 de mayo de 1969 autoriza la construcción de la represa
hidroeléctrica, Ascanio Villalaz, del río Bayano que deberá suministrar energía
eléctrica a la capital del país, situada a 90 km (…).La construcción se inicia
en 1971 y el cierre de compuertas se efectúa el 16 de marzo de 1976(…).Cuando
se planificó la obra, se contempló la limpieza total del área de inundación.
Tarea que sólo se realizó parcialmente, (…) las aguas perdieron su calidad por
una remineralización de los nutrientes merced a la descomposición de la biomasa
vegetal inundada. La resultante fue la formación de fondos anóxicos (falta casi total del oxigeno en un tejido), la presencia de sulfuro de hidrógeno a
diversas profundidades, la proliferación de la vegetación acuática, la
eutrofización y la reducción de la fauna macrobentónica (…) El análisis del
agua permitió también observar huellas de los pesticidas utilizados para la
erradicación de las plantas, cuerpos sólidos en suspensión y su gran corrosión.
El resultado del panorama ecológico presentado aquí es que la disponibilidad en
aguas fue 15% inferior a lo previsto. Desde el punto de vista epidemiológico,
el impacto ecológico diezmó la población de peces, lo que propició
condiciones óptimas para la reproducción
de mosquitos anófeles (Aedes aegypti) y otros. La lechuga de agua favoreció su
proliferación así como la de de los tábanos. Su densa población es una eterna
molestia para los moradores de la región. La malaria, la encefalitis equina y
el sarampión, letal para los amerindios, son endémicos. La represa es el lugar
de refugio de numerosas golondrinas, probables vectores de microorganismos,
responsables de histoplasmosis, criptocócosis y salmonellas. La diversidad y la
biomasa de los micro invertebrados bentónicos fueron drásticamente diezmadas
(…) Así antes de la inundación, existía 12 especies predominantes, hoy, sólo
quedan dos. La virtual desaparición de camarones y de los moluscos se debe a la alteración de
su hábitat. Los peces del mar presentaban una atrofia de los ovarios por
lesiones producidas por la aplicación de
herbicidas (….) Antes de la construcción de la represa, existían 61
especies de población ictiofáunica, repartidas en 26 familias, de las cuales
sólo sobrevivieron 13, agrupadas en 6 familias. Esto significa una reducción de
79 por ciento de la ictiofauna nativa (…) En 1971, la población de la región de
Bayano, sitio de la construcción de la represa, era constituida por amerindia
kuna, emberá y wounana (…) por los “bayaneros” o “cimarrones”, descendientes de
esclavos africanos (…) y por los “colonos” de origen indohispano (cholos), campesinos sin tierra que huyen del hambre
de su provincia donde predomina el latifundio. (…) Los “colonos” llegaron al
área de la actual represa hace unos50 años. (…) Entre 1973 y 1975, se
efectuaron negociaciones entre el gobierno nacional y la población afectada.
Dos soluciones fueron adoptadas. Una se refería a los amerindios (panameños
raizales) que debían ser relocalizados en
la misma región debido a que su régimen de vida no alteraba el medio ambiente.
La otra aludía a los”bayaneros” y a los colonos (panameños de la etnia
ladina, afrodescendientes e hispanodescendientes), que, al practicar una ganadería extensiva, fueron considerados como
peligrosos. Se optó por indemnizarlos. Solo un grupo residual de “colonos” se
negó a abandonar la cuenca del río Bayano. (…) El esquema migratorio de
reinstalación en la región fue el que sigue:
a): Los colonos
que se negaron a salir, llamaron familias de su aldea originaria o
trajeron miembros de su propia parentela); b: los colonos y bayaneros que
accedieron ser indemnizados y a salir del área, REGESARON A INVADIR LA REGION.(…)La
presencia de población no amerindia (gente de la etnia ladina) crea
una presión antrópica de consideración sobre el área de la represa y sobre las
tierras indígenas, objeto del interés asiduo de los demás moradores que
consideran menos arriesgado invadir el territorio amerindio (las tierras de
los panameños raizales) que las tierras reservadas de la represa, de
las cuales podrían ser más fácilmente expulsados. Así, hoy, existen seis grupo
étnicos en la región: kuna, emberá, wounana, colonos, bayaneros y colombianos.
La apertura de la panamericana permitió a los campesinos sin tierra mover la
frontera agrícola hasta los límites de los territorios indígenas del Bayano y
del Darién. (…)En 1990, los kuna no vacilaron en tomar las armas e incluso
tomar de rehén al gobernador de aquel entonces, para defender sus justos
derechos. Sin embargo, el grupo que los adversa posee la capacidad de manipular
a su favor las estructuras gubernamentales ya que son alcaldes, corregidores,
representantes e incluso legisladores. Tienen entonces, el acceso directo a las
teclas del poder político de la sociedad dominante. (…)El otro problema
fundamental que tuvieron que encarar los amerindios (panameños raizales) fue el del lago artificial. “No hay más
peces en los ríos, y si los hay son tan chicos”, nos comenta el cacique Oller,
Olotiguipiler” entonces, tenemos que comprar peces de mar a los waga
(foráneos=. gente de la etnia ladina). Nuestras
tierras no producen sino cosechas
malas. No hay más cacería. Es difícil hoy matar un pecarí (animal ritual) y el
macho monte y los pavos desaparecieron. Solo nos queda las conservas”(…) Si
antes de la construcción de la represa ,kuna, emberá y wounana practicaban una
pesca artesanal, hoy lo han abandonado no sin consecuencias dramáticas desde el
punto de vista nutricional y ritual(…) Otro problema se suscitó inmediatamente
después de la inundación. Se trata de la deforestación agresiva del área de la
represa y de las tierras indígenas adyacentes, por los moradores que se
quedaron o regresaron o invadieron. Estos campesinos sin tierra, (que son
nómadas y destructores como me dice mi amigo el profesor Edfridcio Pérez, y a los
que el Dr. Stanley Haeckadon llamó cultores de “La cultura del potrero”) reproducen el patrón cultural de
supervivencia que fue la causa del empobrecimiento de sus minifundios de sus
lugares originarios. Se trata de crear
pastos para una ganadería extensiva y devastadora ya que estas tierras sólo son
aptas para alimentar una vaca por cada dos hectáreas. Además, practican una
agricultura de subsistencia que los mantiene en la miseria. Esta estrategia no
les asegura un porvenir estable. Por ende, optan por vender a un precio
irrisorio sus finquitas a un ganadero quien fue, en general, el que financió el
traslado e instalación de las familias inmigrantes. Esto significa que detrás
del pequeño “colono”, se esconde la temible figura del terrateniente,
todopoderoso y contra quien será muy difícil luchar. (…) En 1994, 28 por
ciento, es decir, 100 000 hectáreas del área total de la cuenca del río Bayano
y afluentes, están deforestadas. Ante esta situación, el panameño raizal
enfrenta los siguientes problemas ; a) :al mudar sus conductas nutricionales,
se enfrenta con: “problemas biomédicos tales como obesidad , diabetes,
colecistitis, colestasis hepáticas, cáncer del hígado, entre otros; b): la
pérdida de los territorios ancestrales…simboliza la pérdida de un saber: las
plantas alimentarias y nutricionales desaparecieron o son mal conocidas, así
como materiales de construcción, etc.…; c): la invasión de sus tierra por los
colonos: pequeños ganaderos, propietarios de aserraderos, latifundistas
propician conflictos interétnicos constantes; d): frente a la necesidad de
adaptarse a la vida lacustre, los amerindios (panameños raizales) debieron innovar cambios en las
construcción de las casas, hoy sobre postes y más chicas…(…) los indígenas (panameños
raizales) no tienen título de propiedad
sobre sus tierras y, obviamente, es una
situación que induce al campesino “hambriento” de tierras , cuya ley es el
alambre de púa, a desconocer el status de las comarcas.(…) Para entender la
envergadura del desastre ecológico y sociológico que significó la creación de
la represa de Bayano , es preciso aprehenderla dentro de un sistema complejo
que incluye no sólo el impacto directo causado por la represa; sino también el
impacto indirecto, inducido por la apertura de una carretera que permitió un
movimiento migratorio sostenido, desordenado y devastador.(…) Es importante
relevar que el discurso científico es afín al discurso de los caciques: No hay
más peces, no hay más animales silvestres, no hay más plantas medicinales y
alimentarias”.
Mi cara señora
Caridad Fernández, este ensayo es de 1995, es decir que se escribió hace 16 años, pero sus puntos de
vista no han perdido vigencias. Los panameños raizales que cedieren sus
tierras para la represa de Bayano en aquel tiempo no tienen luz eléctrica hasta el día de hoy, lunes 27 de febrero de 2012, como si de allí no saliera
ese destello hacia la ciudad capital. En casa de herrero, cuchillo de palo. A
la luz de la historia, no hemos sido nosotros, los panameños aurorales, quienes
hemos estado agotándole la paciencia a nadie. A quienes tiene que dejarles que
vivamos en paz es a nosotros.
Seguidamente
transcribo un par de palabras del señor Carlos E. Rangel Martín, jubilado del
Cuerpo de Ingeniero de Estados Unidos, quien en la edición del lunes 20 de
febrero de la Estrella de Panamá, en su artículo “Óptima
solución a necesidades energéticas”, escribió:“La
mayoría de los empresarios panameños tiene la idea totalmente desfasada de que
Panamá necesita seguir construyendo hidroeléctricas para suplir de suficiente
energía eléctrica al país, de forma que éste continúe creciendo sin problemas
energéticos; pero, especialmente en Europa occidental, la planificación
energética ha cambiado radicalmente desde principios del presente siglo y ahora
prescinde de las hidroeléctricas. Urge que todos los ingenieros y empresarios panameños se familiaricen con las
nuevas tecnologías que países más desarrollados, particularmente los carentes
de petróleo, han estado implementando;(…) Cualquier ingeniero eléctrico europeo
que contemple la polémica en la que estamos enfrascados, seguramente se
preguntará cómo es posible que tantos panameños todavía no conozcamos del gran
avance que ha experimentado la planificación energética; pero la razón
principal de este desconocimiento es que las autoridades encargadas de la
planificación energética jamás han hecho un esfuerzo significativo para
ilustrar debidamente a nuestra ciudadanía sobre las nuevas tecnologías que le
dan solución a similares problemas en Europa, algo que equivale a un
encubrimiento por parte de dichas autoridades. Peor aún, como resultado de la
descomposición de la flora sumergida en agua, las grandes hidroeléctricas
producen gas metano, contribuyendo a aumentar el calentamiento global”.
5: Sigue usted, mi querida Caridad
Fernández, con sus mitos: “son una partida de
fascinerosos, vagos y borrachines, abnusadores de sus mujeres a las cuales
ponen a trabajar y parir mientras ellos estan echados en las hamacas chupando
chirisco,”. ¡Qué hedonistas! Antes de hacer una afirmación, una simple afirmación,
yo no sé cuánto se documenta usted. Cada línea suya que leo la hunde de más en
más en las miasmas de su propia estupidez y en eso es usted siamesa de José Raúl Mulino, Ministro de Seguridad de
Panamá, de la Alma Cortés, que de cortés
nada tiene porque nada tiene en las molleras ya que a la luz de la genética en
lugar de tener neuronas lo que tiene es puro detritus, igualmente es usted siamesa de esa diPUTAda Marylín Vallarino, porque ustedes, Mulino ,Cortés,
Vallarino y usted, Caridad Fernández, son de la misma estopa, por eso cada vez
que dicen algo “meten la pezuña” como
dice Nietzsche. Puede ser que usted sea una beata y que como tal no conozca Panama
by night y que tampoco sabe que cuando juegan los equipos españoles de
balompié el Barça y Real Madrid ese día las cantinas y
otros lugares de diversión se llenan mientras se vacían los lugares de
trabajo. En los bares, los fanáticos
arman pendencias y se insultan en
castellano. En su libro titulado Mi General Torrijos, dice su autor José de Jesús
Martínez: “Recuerdo que una vez llegó el General Torrijos a Coclesito, en plena
mitad de la semana, y uno de los campesinos que estaba a cargo de un proyecto tenía olor a guaro. Y en Coclesito
el guaro se permite sólo para las fiestas. “Te estabas emborrachando”, le dijo
el General. “Cuando nosotros los pobres bebemos, se llama “borrachera”. Pero
cuando lo hacen ustedes los ricos, entonces se llama “fiesta”, le contestó el
campesino. (José de Jesús Martínez, en Mi general Torrijos, 1987, pág.74). Por
su parte, el novelista inglés Graham Greene escribió el siguiente párrafo: “Chuchú – (José de Jesús Martínez)-ya me había contado de la inusual costumbre
de la bebida en Panamá, una costumbre que incluso el general (Omar
Torrijos) seguía.
-somos borrachos- dijo Chuchú-; los domingos bebemos
para emborracharnos, pero no bebemos entre semana. Ustedes los europeos son
alcohólicos, ustedes beben todo el tiempo.
Me alegra que en los días que pasamos juntos haya
escogido seguir nuestra costumbre (la europea)”. (Graham Greene: El General, 1985, pág.: 59). Mi pobre
analfabestia Caridad Fernández, usted ni lee ni conoce a sus (nuestros) connacionales
y mucho menos a los ingleses.
Leíamos líneas arriba lo escrito por la profesora
francesa Françoise Guionneau sobre los peces. He aquí un fragmento de lo que
dice Graham Green en su precitada obra:
“En la orilla de esta enorme reserva se había construido la presa de Bayano con
la ayuda de los yugoslavos…La presa había provocado el desplazamiento de por lo
menos una aldea indígena, que ahora
estaba bajo el agua. Visitamos la aldea que la había sustituido y fuimos
recibido en la cabaña de reuniones por el jefe, un anciano de una dignidad
inmensa (…los) habitantes de la aldea(
…)escuchaban en silencio mientras un intérprete expresaba las quejas del pueblo contra el gobierno…El gobierno no
había cumplido su promesa: el pago que
se le garantizó por su reubicación llevaba tres meses de retraso y habían sido
trasladados demasiado tarde para cosechar: les hacían falta azúcar
y granos, los animales
salvajes que solían servirles de
alimento habían sido ahuyentados por los trabajos de la presa y todos los peces
del río estaban muertos” (Ídem: 80).
Sobre este texto de Graham Greene no o
tengo nada que comentar. Y como decían los clásicos: “Intelligenti pauca”.
Prosigamos. Usted, doña Caridad Fernández, afirma que nosotros
los panameños raizales explotamos a nuestras mujeres. Pero, ¿dónde está su
investigación? O usted parlotea por parlotear al mejor estilo de Cantinflas.
Lea el siguiente informe y entérese en qué clase de país vive usted. En una investigación
titulada Familia y Jefatura del Hogar, podemos leer lo siguiente: “De acuerdo a la información del Censo de
1990 existen en Panamá un total de 526 mil hogares. De ese conjunto de hogares,
más de 117 mil están dirigidos por una mujer, es decir, un 22,3% del total.
Esta proporción ha ido aumentando ligeramente desde 1950, cuando se registraban
con jefa mujer un 20% de los hogares nacionales. El tamaño de los hogares dirigidos por una mujer es en términos
generales más reducido que los dirigidos por un hombre, entre otras razones
porque frecuentemente dirigen su hogar sin cónyuge. En 1990 un 49,3% de hogares
con jefatura femenina tenía más de tres personas. La mayor parte de las jefas de hogar no declaran pareja
conviviente: en 1990 el 95,5% de estas mujeres dirigía su hogar sin cónyuge. El
perfil general de dichas jefas es que se trata de personas con un promedio de
edad mayor que el de los jefes varones, y con una situación socioeconómica más
deteriorada”.
Mi
estimada señora Caridad Fernández, yo quisiera creer con alma, corazón y vida, que usted no es tan estulta ni tan apedeuta
que no pueda descodificar esta sencilla frase: “El 95,5% de estas mujeres dirigía su hogar sin cónyuge”. Ahora
usted me va a decir que la encuesta se realizó en la Comarca Ngäbe… ¡No sea tan soez, mi querida señora!
Veamos
el mundo de los drogadictos: “En un estudio realizado con estudiantes de
13, 15 y 17 años de edad, por la Comisión Interamericana para el Control del
Abuso de Drogas (CICAD) en 7 países de la región, en el año 2003, se señala
que Panamá, junto con Uruguay, es catalogado como un país de elevado nivel de
consumo de drogas ilícitas.
Ahora usted, una vez más, va volverme a aducir que esta encuesta se realizó en
la nación Ngäbe…¡ No sea tan ruin! Vuelvo a citar a Nietzsche: Usted “Mete la pezuña” otra vez igual que sus siameses José Raúl Mulino, Alma
Cortés y Marylín Vallarino,
porque ustedes, Mulino, Cortés, Vallarino y usted, Caridad Fernández, son de la
misma manada.
Según sus “investigaciones”, nosotros, los
panameños raizales, maltratamos a nuestras mujeres, pero he aquí, mi cara
señora Caridad Fernández, una noticia
sobre el feminicidio que firma el periodista Alberto de León de Gracia, en la edición del
18 de octubre de 2010 de la Estrella de Panamá, (pero parece que usted no lee nada),
Panamá entre los líderes mundiales de femicidio
En los últimos años se incrementaron las cifras de
homicidios de mujeres y la falta de efectividad de las entidades de
investigación.
Las
estadísticas cada vez son más contundentes, las denuncias por violencia se han
incrementado. Los números que presentó ayer el Fondo de Población de las
Naciones Unidas nos pone en una posición nada envidiable. Sin duda, una
sociedad donde prevalece el machismo.
Alberto de León de Gracia
“PANAMÁ. Los
números no mienten, nos llenan de vergüenza, pero no nos concitan a mejorar
esta tendencia destructiva.
‘El hombre que golpea a una mujer, pierde esa condición’, decían nuestras
abuelas con marcada frecuencia. Si cada uno de nosotros hubiera seguido al pie
de la letra esta sentencia, hoy este no sería un tema de análisis,
lamentaciones y tragedia social.
Según los especialistas, la violencia de género contra las mujeres está ligada
a la falta de igualdad entre los sexos, lo que se traduce en una relación de
poder, donde el hombre domina o controla y la mujer está subordinada o depende
de él. Ese tipo de violencia es producto de ese poder y control masculino, pero
a la vez es un mecanismo para mantener poder y control sobre las mujeres.
Ayer, representantes del Fondo de Población de Naciones Unidas en Panamá
revelaron a la prensa los detalles de esta problemática mundial.
La situación de Panamá es lo que más destaca en el dosier entregado con
información relevante sobre la violencia de género.
Nuestro país, según el informe especializado, ocupa el décimo puesto
—mundialmente hablando— en número de femicidios. Son 24.58 por cada millón de
mujeres. A nivel de Latinoamérica, le siguen en este ranking negativo: El
Salvador (129), Guatemala (92), Colombia (49), Honduras (44), República
Dominicana (38), Bolivia (34) y Paraguay en el escaño 27.
Estas cifras se desprenden del Tercer informe internacional de violencia contra
la mujer en las relaciones de pareja del Centro Reina Sofía de España.
Por otro lado, datos de la Defensoría del Pueblo —recogidos a través del
Observatorio Panameño contra la Violencia de Género (OPVG) — revelan que
durante el primer semestre del presente 2010 se produjeron 40 muertes de
mujeres. De ellas 28 (el 70%) fueron femicidios (asesinato de mujeres por
razones asociadas con su género).
Lo más alarmante de estos datos es que, en los últimos años, el crecimiento de
las cifras de homicidios de mujeres, la falta de efectividad de las entidades
de investigación y persecución de estos graves delitos y las evidentes menores
penas que reciben los femicidas han hecho que las organizaciones de mujeres
hayan elevado sus protestas, y en forma más visible desde los años 2003 y 2004.
En esta problemática, el país debe elevar el bagaje educativo y de salud desde
el punto de vista no sexista, penalizar el femicidio como delito autónomo y
crear instancias judiciales específicas con sus propios jueces y fiscales
especialistas en esta materia; además de promover las políticas públicas de
igualdad en todas las áreas del gobierno, independientemente del rol del
Instituto Nacional de la Mujer; y consolidar la protección de las féminas, ya
que hoy el país solo cuenta con un albergue nacional para víctimas de la
violencia”.
¡Vamos bien! Doña Caridad Fernández, si usted quiere que los
panameños raizales, a quien usted en su ignorancia llama “indios”, quiere que la
dejen vivir en paz, usted puede emigrar de Panamá. Los Fernández tiene sus orígenes en España, si usted
emigrara a la Madrastra Patria se vería
libre de los fascineros, - yo sé que usted quiso decir facineroso- , si, mi
querida señora, usted se vería libre de
los facinerosos panameños aurorales, y en la madrastra patria a usted nunca le
dirían “cabecita negra”, ni le dirían
tampoco SUDACA- “sudamericana come mierda”-.En este caso, lo más decente que usted
puede hacer es marcharse, porque nosotros los panameños raizales somos de aquí
y aquí estábamos antes de que naciera el Estado Nacional de Panamá, es decir
,antes del 3 de noviembre de 1903 y aquí vamos a continuar: somos tropicales,
somos panameños raizales,. Compréndalo. Le deseo un buen viaje y una buena
estadía. Stefan Zweig, al hablar del mojigato de Cristóbal Colón, dijo que en sus navíos se
embarcó “toda la mugre y la escorias de
España” y “De una sola vez España se libra de alborotadores y de la gentuza más
peligrosa”.
Usted afirma: “y esta cacique es una atrevida e iirespetuosa, que se cree esta india
ignorante de tratr de tu al mandatario, ella no sabe medirse cuando habla”.
En primer
lugar la que es atrevida e irrespetuosa es usted. Aprender a respetar se
aprende en el hogar. Nadie da lo que no tiene. Además somos el producto de
nuestros propios hogares. Toda persona a quien en su hogar no le enseñaron a
respetar, es porque esos padres también eran atrevidos e irrespetuosos. La
cultura se genera por medio de una correa de transmisión. “De tal palo, tal astilla”,
o como dijera San Mateo 7:16: “a fructibus eorum cognoscetis eos”. A su atrevimiento y a su irrespetuosidad hay que agregarle su
ignorancia. Usted es bien ignorante, es tan ignorante que llama al panameño
raizal, autóctono y auténtico “Indio”, cuando
“indio” es el originario de un país
llamado India, un país de Asia. Además de ello, la cacique puede tratar de “tú” al presidente porque entre pares la
gente se puede tutear, y ella no es menos que el presidente. La cacique es la
representante máxima de la nación Ngäbe. Por eso entendemos muy bien esta frase
del vicepresidente de la República, el señor Varela, cuando le dijo al duce “el pueblo que te eligió te verá juzgado y
derrotado”. Lo tuteó por ser inter-pares. Pero más
irrespetuoso e inculto es el fascistoide etnoitaliano Martinelli que
tenemos de presidente. Cuando le habla a usted
en su maloliente propaganda y le
dice que los medios de comunicación todos los días TE bombardean con: “información negativa porque EY
dicen que eso es lo que vende. Sabes por qué Ta’ pasando todo esto, porque Tas’
haciendo un tremendo trabajo… y sigue echando PALANTE”. En mi país, Panamá,
entre el habla de un mafioso de la etnia italiana y un vulgar maleante, los
niveles del lenguaje no se diferencian.
8: Quiero terminar con algunos
señalamientos de tipo semántico. Quienes me conocen saben que mi lengua materna
no es el castellano. El castellano lo aprendí en la escuela a gramaticazos, ya
que el dulegaya que es mi lengua materna, cuando la usábamos en la escuela,
solamente por hablarla, éramos castigos.
Para evitar los gramaticazos, aprendí a
valerme del diccionario. Según el diccionario, “indígena”, que es una palabra latina femenina de la primera
declinación y que se utiliza en castellano tal como se utiliza en latín se
refiere al “Originario del país de que se trata”. En este sentido, usted, la
Cortés, la Vallarino y ese Mulino, ustedes avergüenzan mi panameñidad y son una mancha y maculan nuestra
nacionalidad, consagrada en el artículo 9 de nuestra Carta Magna cuando dice
que son panameños por nacimiento los nacidos en el territorio nacional, en
otras palabras, todos los que nacimos aquí, cholos, afrodescendientes,
sinodescendientes, panameños raízales (que no indios, porque éstos son de la
India) somos en términos castizos “indígenas”.
A luz de la etimología y de la
semántica, nosotros, los panameños raizales, originarios, autóctonos y
auténticos, por decir lo menos, no somos étnicos. La palabra "etnia" significa "gentil", proveniente del
adjetivo griego ethnikos. El adjetivo se deriva del sustantivo ethnos,
que significa gente o nación extranjera.
Así que se comete un barbarismo lingüístico, cuando a los panameños raizales
se nos cataloga de “étnico”. En Panama conviven
muchas etnias: la etnia italiana, de Ricardo Martinelli, presidente de la República
de Panamá; la etnia griega, de Demetrio
Papadimitriu, Ministro de la Presidencia de Panamá; la etnia hebrea de Salomón Shama, Ministro de Turismo de la republica de Panamá; la etnia negra, de Lucinda Molinar, Ministra de Educación. Panamá
es, pues, un país etnocrático. Pero pueblos originarios son naciones tal como lo explicó Stalin en El marxismo
y la cuestión nacional : “Nación
es una comunidad humana estable, históricamente formada y surgida sobre la base
de la comunidad de idioma, de territorio, de vida económica y de psicología,
manifestada ésta en la comunidad de cultura” , por ello, hablar de los panameños raizales
en términos étnicos es una analfabetismo de marca mayor tanto a la luz de
la etimología así como a la luz de las
Ciencias Políticas, por ello los pueblos bribri, buglé, dule, emberá,
naso, ngäbe, wounaan, son naciones panameñas enmarcadas dentro del Estado
Nacional. Y en cuanto a la Iglesia debo
decirle que ella se defiende sola. Las
naciones originarias de Abya Yala tienen mucho en común con la Iglesia: no se
pueden contar las cantidades de mártires que entre ambos han dado al mundo. Por
algo dijo Cristo en Mateo
11.12”…regnum caelorum vim patitur, et violenti
rapiunt illud”
(el reino de los cielos padece de violencias y sólo los revolucionarios podrán
alcanzarlo).
Mi querida Caridad Fernández, si
después de leer este ensayo, ensayo en el mejor sentido de Montaigne, de
Nietzsche y de Voltaire usted no ha
aprendido
1: latín
2: geografía
3: historia
4: sociología
5: antropología
6: ciencias políticas
7: literatura
8: cine
9: semántica
10: estadística… si no ha
aprendido, es porque usted es lo que es: “Quod natura no dat, Salamanca non
prestat”. Ave cacica, Silvia Carrera, vincituri
te salutant!