La gestión de recursos tradicional del pueblo kuna de Panamá se basa en
una cosmovisión de interconexiones
11 / 2009
Para comprender los sistemas, instituciones y las prácticas tradicionales
de una comarca indígena de la República Centroamericana de Panamá, la del
pueblo kuna, es necesario conocer de antemano su cosmovisión, que
postula que nada en este mundo existe de manera aislada o retirada, sino todo
lo contrario, todo está interconectado y en movimiento. El hombre, las plantas,
los animales y los espíritus representan los elementos dinámicos dentro de un
conjunto mucho más grande y complejo conocido como nabguana, un término
kuna que designa la naturaleza en su sentido más amplio.
Para
el pueblo kuna todos los elementos tienen un espacio, un tiempo y una
función dentro de este complejo sistema conocido como nabguana. Valerio
Núñez, en su libro “La Obra de Baba”, (La Obra de Dios), recoge testimonios que
describen la Tierra como “la madre de toda cosa, la Gran Madre. Ella es la
guardiana y la que custodia con gran cariño todo lo que existe; tiene espíritu
y vivimos de ella. La Gran Madre Tierra tiene una fuerza que atrae y nos
permite mantener el equilibrio. Los padres enseñan que el mundo tiene ocho
capas espirituales donde se encuentran oro, plata, hierro y muchos otros minerales,
que sirven de sostén a la Madre Tierra. Si dejamos que se explote todo esto, lo
árboles se secarían y la producción mermaría. Por eso tenemos que cuidarlos y
no maltratarlos”.
La Comarca de Kuna Yala es una de las cinco comarcas indígenas existentes
en la República de Panamá. Situada en el nordeste del país, su administración
está sujeta a un régimen espacial propio establecido en la Ley 20 del 31 de
enero de 1957. El gobierno panameño reconoce el derecho del pueblo kuna
sobre sus tierras y sobre sus formas de cultura tradicional. Sus órganos de
gobierno son el Consejo General Kuna, el Saila Dummagan, los Congresos
Locales y el Sailagan.
En el año 2000 se publica el Anmar Igar (compilación de normas kunas),
con la intención de rellenar los vacíos que quedaban en algunos artículos de la
Ley 16, sobre todo los relacionados con los límites administrativos de la
comarca. El Anmar Igar recoge varias disposiciones relativas a la
materia pesquera. El artículo 44 del capitulo VII trata de los recursos naturales:
“El Congreso General Kuna, a través de las autoridades y
organismos que para este fin se establezcan, protegerá, conservará y velará por
la utilización racional de los recursos naturales, tales como la flora o la
cubierta forestal, la fauna, los suelos, las aguas, las especies marinas y
lacustres y toda biodiversidad, en coordinación con las autoridades
tradicionales respectivas u organismos privados”.
El artículo 45 dispone que “habrá un tiempo de veda para todos los
animales vulnerables de extinción parcial o total, que señalarán las
autoridades regionales; no se utilizarán medios y técnicas que permitan la
explotación a gran escala de manera que pongan en peligro su existencia en los
mares, costas y tierras de Kuna Yala”.
Áreas protegidas
Según el artículo 46, “El Congreso General podrá declarar lugares
marinos o terrestres, áreas y ecosistemas protegidos; o adoptar otras medidas
para la conservación y reproducción de especies”.
Además de la máxima autoridad de la comarca, el Congreso General Kuna,
existen otros grupos que participan en la administración pesquera en el ámbito
local, y en especial en lo referente a la pesca y venta de la langosta. Estos
grupos son conocidos como “grupos de langosteros”, pueden estar integrados por
cinco o más personas con el fin último de vender y conseguir dinero para la
gestión del grupo.
El pueblo kuna se estableció en la zona costera hace poco más de
cien años. Sin embargo, aplica los conocimientos adquiridos en tierra firme
trasladándolos a las zonas marinas y costeras. Esto se puede ver en algunos de
los mecanismos que utilizan en su manejo, y en las instituciones que componen
la comarca. Por otra parte han aprendido también nuevos conocimientos
provenientes de su relación diaria marhombre que les han llevado a analizar el
mar y sus sistemas de manera mucho más profunda.
En materia de pesca la gran mayoría de las prácticas tradicionales
pesqueras existentes en la comarca de Kuna Yala tienen su base en la
cosmovisión kuna de tierra firme, y en las prácticas pesqueras que el
pueblo kuna antes realizaba en los ríos. Antes de instalarse en la costa
los kuna habitaban los grandes ríos de Panamá y Colombia (río Atrato,
río Cuenca, río Tuira, entre muchos otros). A partir del siglo XVII poco a poco
se fueron desplazando a través de estos ríos y otros afluentes desde el
interior hasta la costa y desde la costa hasta las islas donde viven
actualmente. Este proceso migratorio fue gradual, ya que hasta mediados del
siglo XIX no se trasladan definitivamente a las islas. Así el asentamiento
sobre las islas caribeñas es relativamente reciente, por lo que no es extraño
que los ancianos y los grandes sabios kunas en el “Onmaked Nega” (Casa
del Congreso) afirmen que los kunas tienen su procedencia y origen cerca
de los grandes ríos, que constituyen igualmente su última morada.
En estos ríos los kuna desarrollaron sus artes de pesca, como la
pesca con lanza (suar emaked), la pesca de envenenamiento localizado, y
las pequeñas trampas (nasas). Si en el pasado se trataba de acciones
organizadas y comunitarias, el contacto con las costas del Caribe a partir del
siglo XIX hizo que desarrollaran y diversificaran aun más sus actividades de
pesca y que éstas se volvieran mucho menos organizadas y menos comunitarias.
Tanto es así que hoy la pesca por dinero ha suplantando las acciones de pesca
comunitaria.
La pesca tradicional de los kuna tiene bajo impacto ambiental.
Utilizan generalmente pequeños barcos (canoas) hechas de madera en zonas
costeras a no más de doce o quince millas de distancia, dentro de lo que se
conoce como mar territorial. La captura está orientada a abastecer generalmente
el consumo local extrayendo cantidades moderadas de peces, mariscos, moluscos y
crustáceos. Los kuna obtienen de estos sistemas la gran mayoría de la
proteína animal que consumen.
Gestión de recursos
En cuanto a las herramientas de gestión ambiental suelen ser de índole
espiritual e incluyen elementos como tabúes, historias, narraciones y cantos
que han sido poco estudiados y documentados. Según la historia oral del pueblo kuna,
todo lo que conocemos hoy como especies marinas eran seres humanos, todos
tenían nombres propios como Olobiskaliler u Olonaidiginya. Entonces apareció
Ibeler, que fundó el inna nega (casa de la chicha), hizo emborrachar a
todas esas personas y posteriormente se convirtieron en animales por eso
Olobiskaliler hoy es Dulup (langosta) y Olonaidiginya es Nali (tiburón). Por
ese motivo muchos de los modelos de uso y manejo tradicional marina kuna
prohíben el consumo de algunos de estos animales.
Se cuenta que en tiempos anteriores el manejo de la tortuga marina era
sostenible, existían reglamentos para el aprovechamiento de sus huevos (la
mitad de cada puesta) y no se daba caza a la tortuga, ya que al consumir su
carne, el espíritu del animal podría causar una grave enfermedad. No obstante,
hoy día en la comarca la carne de tortugas es consumida y comercializada y sus
huevos son aprovechados al máximo. Se comercializa asimismo el carey de la
tortuga Eretmochelys imbricada. Estas acciones de índole comercial han
provocado una disminución en la población de tortugas marinas en la comarca, a
pesar de la existencia de una veda comarcal, tal como lo refleja la resolución
08/11/2006 del Congreso General Kuna.
Actualmente en muchas áreas de Kuna Yala, el intercambio por dinero ha
suplantado los valores tradicionales de la hospitalidad y el intercambio. La
pesca y la caza, que antiguamente eran actividades estrictamente de
subsistencia, se practican con mayor frecuencia por el dinero que pueda
representar. Las enseñanzas del Pab Igala (leyes de dios), las
tradiciones de cantos históricos del Onmakednega (casa de congreso), que
tienen un contenido fuertemente ecologista, muchas veces son ignoradas por las
generaciones jóvenes.
Los tabúes, los cantos y las actitudes de manejo y uso de la naturaleza
están siendo rápidamente reemplazados por la lógica mercantilista que todo lo
convierte en “producto” y, por lo tanto, comerciable. El empuje viene de fuera
de la sociedad indígena, pero los kunas participan, por acción y por
omisión, en el despilfarro de los recursos para obtener dinero. A pesar de
ello, el pueblo kuna ha respondido defendiendo sus recursos naturales,
lingüísticos y culturales mediante sus propias iniciativas institucionales y de
autogobierno.
En este sentido, es de vital urgencia que la comarca encuentre una nueva
ruta para fortalecer su modelo de conservación adoptando algunos elementos del
mundo científico moderno. Entre las líneas básicas de actuación que se proponen
figuran las siguientes:
- fortalecimiento,
protección, recuperación y divulgación de los conocimientos tradicionales
indígenas kunas en materia de uso y manejo ambiental marino-costero y el
modelo de gestión participativa y adaptativa comunitaria;
- protección,
recuperación y manejo de los sistemas marino-costeros y pesqueros;
- utilización
y aplicación efectiva de las legislaciones internacionales y nacionales
que apoyan la gestión ambiental marina y las actividades de pesca artesanal;
- realización
de estudios e investigación sobre el tema pesquero;
- mayor
comunicación, concienciación y participación comunitaria;
- promoción
del derecho a un desarrollo propio, y
- refuerzo
de la educación ambiental sobre el uso sostenible de los recursos marinos
y costeros y la pesca artesanal