Tema complejo, voy a tener que hacer un esfuerzo mantenerme centrado en lo que me interesa compartir.
Bosque
natural en el Área Silvestre del Corregimiento de Nargana, Comarca Gunayala.
Foto: Gubiler – 03/21
La importancia de las Áreas Naturales Protegidas (ANPs) como
herramienta de conservación tiene poca (o mucha) discusión -considerando
incluso los errores y horrores en su aplicación-, en época reciente se está
revelando una acelerada evolución de sus paradigmas, cambios en la concepción y
el manejo que deberían haberlas hecho más efectivas, aunque no hay pruebas
contundentes que eso sea una realidad, de acuerdo a todos los artículos que
alertan sobre la pérdida de biodiversidad (incluso DENTRO de las ANPs), las
amenazas extractivistas (incluyendo el Turismo) etc. etc.
El paradigma inicial de ANPs sin gente, inventado
con el PN Yellowstone, ha entrado en crisis definitiva a
pesar del nuevo impulso de ciertos sectores del ámbito científico,
lamentablemente dos de ellos, científicos y lideres mundiales del paradigma de
conservación de la biodiversidad proveniente del norte global, fallecieron
recientemente: Edward
Wilson y Thomas
Lovejoy, nuestras condolencias a sus familiares y afectos. También hay
partes de la sociedad que absorbieron la fábula que los primeros parques
nacionales estaban vacíos de seres humanos, incluidos trabajadores de las ANPs
y Guardaparques, es posible que una de las causas de la persistencia del cuento
sea que los pueblos erradicados fueron impedidos de volver.
Con el tiempo y el trabajo sin pausa de las todavía pocas
organizaciones, se van a acomodando los melones en el carro y se va imponiendo
la realidad de la presencia del ser humano en la naturaleza, y cómo hacer
conservación en esa realidad.
En el ya indiscutible escenario de cambio global, las ANPs
estatales no son suficientes, han surgido diferentes formas de ANPs, o de
Gobernanza de ANPs, además del reconocimiento a los territorios de los pueblos
indígenas, a sus derechos sobre ese territorio, y sobre todo su aporte a la
conservación.
¿Como puede ser el despliegue territorial de los responsables de
la gestión de las ANPs para asegurar los objetivos de creación?
Para esta editorial vamos a hacer una introducción de cómo es en
las ANPs administradas por el Estado, que aún son las más numerosas, sin
embargo, es de aplicación para otras formas de Gobernanza de territorios
destinados a conservación de biodiversidad y patrimonio cultural. Al menos para
iniciar un debate y propuestas.
Lo que en algún momento se definió como “ocupación territorial”,
con los guardaparques como figura central de esa acción, un trabajador
generalista con conocimientos y habilidades para desempeñarse en cualquier
situación, hoy va transitando hacia un “despliegue territorial” con equipos multidisciplinarios,
o personal con la formación necesaria y específica para cada unidad de
conservación, laboralmente se denominan Guardaparques y cada vez más con la
denominación genérica de Agentes de Conservación. Denominación y
conceptualización resistida por algunos grupos de colegas pero que se va
imponiendo a pesar de todo.
En esos equipos ya encontramos miembros de la comunidad, sean
pueblos originarios o criollos, del interior o vecinos. Volveremos sobre este
tema.
Este despliegue territorial no es solo un cambio de
denominación, sino que va hacia un manejo inclusivo de la conservación. Digamos
que opuesto a la militarización de la conservación, que no muestra muchos
resultados efectivos y cuesta vidas. Dicho esto, con el convencimiento que la
protección continúa siendo una función importante, que también está tomando
rumbos diversos, como la convocatoria a las fuerzas de seguridad en varios
países de la región. Otro tema a desarrollar pues tampoco demuestra mucho éxito
en evitar conflictos y en resultados positivos.
Un análisis histórico nos muestra la vinculación con los cambios
de paradigma y su vinculación con procesos mayores que ocurren en una
sociedad.
Por ejemplo, en Argentina, los primeros colegas que fueron
convocados para ejercer como Guardaparques, en el año 1922 y en el Parque
Nacional del Sud -hoy PN Nahuel Huapi- tenían que cumplir el requisito de ser
pobladores rurales NO indígenas.
Una herencia de la “conquista del desierto” ocurrida décadas
antes mediante, ejecutada para expulsar y reducir a la servidumbre a los
pueblos originarios de la Patagonia argentina, donde está ubicado ese Parque
Nacional. La negación de la preexistencia de ese otro sujeto llega a nuestros
días con Guardaparques Nacionales y de otras jurisdicciones que aún los consideran
extraños en su territorio… y se consideran a sí mismos como los originarios,
cuando por las características del sistema nacional argentino en la actualidad
la mayoría proviene del ámbito urbano y lejano.
Desconcertante.
En la actualidad en la composición del Cuerpo de Guardaparques
Nacionales la presencia de miembros de los pueblos originarios es casi
inexistente, no ya por esos requisitos del pasado, sino por los actuales.
Cumplir con la educación terciaria y/o universitaria para las comunidades originarias
es casi una fantasía por las condiciones socioeconómicas, que aún se mantienen
desde la conquista española y la posterior conquista del desierto en Patagonia.
En la región hay otros casos muy diferentes que desde mi punto
de vista son positivos, por los motivos que fueren -siempre podemos encontrar
el pelo al huevo- hay países que se diferencian. En Perú la normativa establece
en las competencias de los Guardaparques que sean pobladores locales y tengan
conocimiento de lenguas nativas. Sorprendente.
Escribo y se me viene a la mente que esto de las lenguas nativas
es una rareza casi absoluta, y en la oferta académica que habilita a
desempeñarse como Guardaparque se incluye la enseñanza del idioma… inglés,
derivación del peso del turismo en la conservación. Y de la colonización.
Bien, avancemos, diferente origen y complejo proceso en el que
están inmersos los agentes de conservación de la región, en cada país
acompañando el proceso de las áreas naturales protegidas, con cierta
confluencia conceptual en la última década, pero que derivará en las
especializaciones necesarias.
En Chile desde su origen vinculados a lo forestal, aún hoy
dependientes de una organización de carácter privado aplica políticas de Estado
y administra territorio público, o en Uruguay vinculados al patrimonio cultural
(los fuertes y fortalezas de las conquistas españolas y portuguesas, caso que
conozco de primera mano por haber sido a mediados de los ochenta el primer
Guardaparque en la Fortaleza de Santa Teresa, que es administrada por el
Ejército de ese país…duré poco), en ambos países están en la actualidad en otra
etapa, a la que han llegado con la participación efectiva del personal a través
de instituciones que los agruparon. En Brasil siguen estableciendo su identidad
a los empujones, con más impulso en los Estados subnacionales que en el Estado
Federal.
Otro tema para un largo e interesante artículo que podría tener
coautores de cada país.
En ese escenario de gobernanza y roles de los trabajadores de
las ANPs definidos por las organizaciones administradoras (y la sociedad de
cada país, no son actores independientes autodefinidos y autogobernados), la
organización del personal y su despliegue territorial se dispone mediante
normas, Decretos del Poder Ejecutivo Nacional de cada país y luego por otras
inferiores.
Encontramos así dos estrategias básicas para disponer el
personal de terreno con funciones generales de Guardaparques, incluyendo las de
Control y Fiscalización, a las que se suma el resto de personal (logística,
investigación, uso público):
- Destacamento(s) de
ocupación temporaria por un(a) Guarda o un equipo, que pueden ser reemplazados
por otros o ellos mismos, en un sistema escalonado de días de descanso, en los
que retornan a sus comunidades de origen, y desde el que tienen responsabilidad
laboral en el territorio donde está implantado.
- Seccional(es) –
Vivienda en la que viven permanentemente el/la Guardaparque, solos o con su
familia, desde la que tienen responsabilidad laboral en el territorio donde
está implantada.
Desde ambas se proyecta el manejo del sector, de acuerdo a los
fines que esté dispuesto. Si hay recepción de visitantes y uso público, si es
para control y patrullaje, para dar seguridad a visitantes y apoyo logístico a
investigadores, algunos están en zonas de frontera, en fin, una diversidad
interminable de variables.
El primer caso es el más extendido la región. Cuando son
equipos, éstos pueden estar integrados sólo por Guardas que realizan todas las
tareas (incluyendo las logísticas como la comida), en muy pocos casos son
equipos de trabajadores con diferentes funciones, casi un lujo…
El segundo tiene en los parques nacionales argentinos la
aplicación más extendida, pero ni siquiera del país, ya que en las otras
jurisdicciones (provincias), los destacamentos son más frecuentes. Cabe
enfatizar que la seccionalidad tiene otro aspecto vinculado, el sistema de
traslados: por reglamento luego de dos años de permanencia el personal queda
sujeto al traslado a otro destino, y a los cuatro años indefectiblemente debería hacerlo.
Cada estrategia tiene consecuencias múltiples y diversas, para
la administración de los sistemas y la efectividad del manejo de las unidades
de conservación, …y en la vida privada y familiar de les Guardaparques y sus
familias.
Me interesan particularmente las consecuencias sobre las
personas.
La calidad de vida durante la ocupación de los destacamentos se
ve afectada por las condiciones de la infraestructura y la logística.
Hacinamiento y a veces ardua convivencia de hombres y mujeres, compañeras
expuestas a abusos, otras han perdido derechos por estar embarazadas, al ser
exceptuadas de cubrir los destacamentos y perder los adicionales en el salario
-eso no ocurre con el personal masculino-, por mencionar apenas un puñado de
casos que hemos ido reuniendo con los aportes de compañeras y compañeros. La
situación de identidad de género de cada compañero y compartir los espacios
laborales desde ese lugar, es toda una historia.
Las seccionales -que conservan una carga emocional particular en
los Guardaparques Nacionales argentinos-, tienen sus pros y contras
institucionales y familiares. El momento de comienzo de la escolaridad de los
hijos, los problemas económicos por un solo salario familiar, situaciones de
salud y la distancia a los centros de atención, y en los últimos años se da la
peculiaridad de que ambos adultos son Guardaparques, ambos con el lógico
interés de desarrollarse profesionalmente. ¿Quién se queda en casa con los
niños?
Las condiciones edilicias y de servicios de ambas estrategias es
OTRO tema, siempre necesitan mantenimiento y reparaciones, que se realizan con
el financiamiento (no siempre) del empleador y con el trabajo del empleado, que
además de llevar adelante las tareas propias como la relación con las
comunidades -si corresponde en ese territorio-, patrullar, dar apoyo a la
investigación (natural o cultural), hacer el mantenimiento de los equipos (de
comunicación, de seguridad), de los vehículos (camioneta, lancha, moto), de
los yeguarizos (si corresponde), etc. etc., se dedica a reparar la casa, el
galpón, el corral, etc.
Pasando a las consideraciones institucionales, el despliegue
territorial está asociado a cumplir con las tareas que aseguran mantener las
condiciones de los objetivos de conservación en el espacio donde está
implantado el destacamento o la seccional, de acuerdo al Plan de Manejo - Gestión,
de la zona en la que se encuentre (no será lo mismo en una zona de uso
intensivo que tenga que asegurar la intangibilidad).
Hay poco estudiado y publicado en ese sentido, la mayoría de los
artículos analizan el impacto en controlar y/o reducir la presión de caza
furtiva, ninguno de los que conocemos para nuestra región de América Latina y
El Caribe, se ha estudiado la efectividad del despliegue territorial
considerando la ubicación de las estaciones de Guardaparques, los patrullajes,
las vías de comunicación, por ejemplo estos artículos que utilizo en mis
clases: Blom y otros 2005, Hilborn y otros 2006, Jenks y otros 2012, Ghoddousi
y otros 2016, Dong y otros 2018, ver las citas completas al pie de la
Editorial.
Paso a compartir una anécdota que espero sea fiel al recuerdo.
Estando como “aspirante a Guardaparque” en el Centro de Instrucción de
Guardaparques, Isla Victoria, PN Nahuel Huapi, Argentina, año 1984, llegó de
visita un Guardaparque canadiense del PN Jasper, lamentablemente no recuerdo su
nombre, nos relató cómo era el despliegue territorial en ese parque,
establecido geográficamente con estaciones de Guardaparques ubicadas en los
límites, que eran ocupadas sucesivamente por el personal que se trasladaba de
una a otra, y desde la última al Centro Operativo General, donde realizaban los
informes y pasaban a disfrutar de los días de descanso. Sería sencillo de
corroborarlo hoy en día, me quedo con el recuerdo.
Sin embargo, de allí pasé a la experiencia de las Seccionales
sin solución de continuidad, y con conocimiento de un corto debate hace décadas
sobre la conveniencia para el personal o institucional de la seccionalidad en
la Administración de Parques Nacionales.
Ahora vamos a presentar otras experiencias, en otros continentes
los colegas salen de su vivienda, donde sea que esté, y se dirigen a desempeñar
sus funciones en todo el territorio asignado, incluyendo ANPs (o espacios
protegidos para usar un concepto más local).
En España, país en el que tengo muchos conocidos y estimados
colegas, son unos 6.000 Agentes (llegaron a 7 mil), con competencias en flora,
fauna, incendios forestales (y su investigación), ambiente en general que tiene
que ver con: tendidos eléctricos, contaminación, entre otras muchas tareas.
Imaginen lo que es aplicar para un puesto con funciones tan diversas.
..
Esta estrategia también se aplica en otro país con colegas
amigos, Portugal, donde los Agentes da Natureza actúan en todo el territorio
nacional, claro que, en una cantidad sensiblemente menor, apenas 200 colegas
(Francisco Semedo com. pers.).
Y un dato, en América Latina y El Caribe, el personal con
funciones de inspectores de flora y fauna, forestales, minería, de ambiente,
patrimonio paleontológico y arqueológico, etc. etc. son muy pocos (hay casos
preocupantes de inexistencia de personal con estas funciones). Para pensar si
los Guardaparques pueden expandir sus responsabilidades a toda la jurisdicción.
Finalmente, como cierre de estas reflexiones, el impacto que
tiene en la vida del trabajador el despliegue territorial, sin importar la
estrategia de la organización administradora, no aparece con la frecuencia que
corresponde en artículos, análisis, evaluaciones de efectividad, ni en los
documentos sindicales, sería bueno que se le preste mayor atención.
Blom, A., R. van Zalinge, I.
Heitkonig, H. Prins (2005). Factors influencing the distribution of
large mammals within a protected Central African forest. Oryx 39 (2005) 4.
39. 10.1017/S0030605305001080.
Ghoddousi, A., H. Khaleghi,
S. Amirhossein y otros (2016) Effects of ranger stations on predator
and prey distribution and abundance in an Iranian steppe landscape. Animal
Conservation. 19. 273-280. 10.1111/acv.12240.
Hilborn, R., P. Arcese, M.
Borner, J. Hando, J. Grant C. Hopcraft, y otros, (2006). Effective
Enforcement in a Conservation Area. Science 314. 1266.
10.1126/science.1132780.
Dong, L.K. S. Sinutok, A. X.
Sutinee, N. P. Dong, y otros (2018). A quick comparison of patrol
efforts for supportive protection: A case study of two stations in Vietnam.
Applied Ecology and Environmental Research. 16. 1767-1781.
10.15666/aeer/1602_17671781.
Jenks, K., J. Howard, P.
Leimgruber, Peter. (2012). Do Ranger Stations Deter Poaching Activity
in National Parks in Thailand?. Biotropica. 44. 10.1111/j.1744-7429.2012.00869.x.
Daniel Paz Barreto. ex Representante Sudamericano FIG, ex Presidente FLG
Fuente: En: Boletín Áreas Naturales Protegidas y
Guardaparques 238 - https://groups.google.com/g/anambiental/c/Mth1gA4NTVc