Geodisio Castillo
Vivero para la reforestación en Bingandi. Foto: Gubiler, 2023
Los suelos erosionados favorecen los deslizamientos de tierra y las inundaciones por las lluvias, tormentas o huracanes. La reforestación busca paliar esa situación, causada por la quema y tala indiscriminada, preservando la fertilidad del suelo con unas raíces fuertemente adheridas.
El deterioro del suelo cada vez se acelera más, el cual debemos contribuir a detener estos procesos de degradación de la tierra y la tendencia de monocultivos en Gunayala que agotan la materia orgánica de los suelos, un recurso natural base para la salud y la vida.
Al atrapar el calor del sol, los gases de efecto invernadero han mantenido el clima del planeta Tierra habitable para los seres humanos y millones de otras especies[1]. Pero esos gases están ahora desequilibrados, por las acciones del hombre y amenazan con cambiar drásticamente y que los seres vivos no podamos sobrevivir en esta Tierra.
Los niveles atmosféricos de dióxido de carbono (CO2), el gas de efecto invernadero más peligroso y prevalente, son los más altos jamás registrados y no paran de crecer[2]. Los niveles de gases de efecto invernadero están ahora tan altos principalmente porque los seres humanos los han liberado al aire al quemar combustibles fósiles, sean industriales, tala y quema de los bosques. Los gases absorben la energía solar y mantienen el calor cerca de la superficie de la Tierra, en lugar de dejarlo escapar al espacio. Esta captura de calor se conoce como efecto invernadero.
El cambio de uso de suelo y la deforestación representan una quinta parte (21%) del total de emisiones de gases de efecto invernadero de la región, mientras que en el conjunto del planeta suponen alrededor de 5%; representan el cambio de uso del suelo por ganadería y la deforestación[3]. Por lo tanto, se necesitan acciones para recuperar los suelos, fomentar la reducción de emisiones de carbono y potenciar el secuestro de carbono en el suelo.
A nivel mundial, indica la COICA (s/f), las tierras indígenas y comunitarias contienen al menos el 24% del carbono almacenado sobre el suelo en los bosques tropicales y subtropicales, y el 80% de la biodiversidad mundial. Si queremos detener la deforestación y mantener el calentamiento global a 1.5 ° C al lograr un mundo neto cero, el financiamiento climático de alta integridad debe escalarse y canalizarse a los esfuerzos de conservación liderados por indígenas[4]. Sólo respetando nuestros derechos, tradiciones y conocimientos ancestrales la comunidad internacional podrá preservar el planeta para las generaciones futuras de todas las comunidades y pueblos (CEPAL, 2014).
Por lo tanto, la reforestación[5] es una nueva oportunidad para la Tierra. La reforestación sustituye, compensa, rejuvenece, regenera los árboles cortados por una nueva generación de ellos (CGG, s/f); ofrece mantenimiento del equilibrio del ecosistema y la biodiversidad; proporciona un hábitat a diferentes comunidades, entre otros.
Con la reforestación tenemos más oportunidades para capacitarnos “aprender haciendo" y se adelantan creando plataformas o módulos de aprendizaje innovadora. Es una solución basada en la naturaleza que aprovechan el poder de la naturaleza para reducir las emisiones y adaptarse a los impactos climáticos[6].
La reforestación es una práctica ancestral que ha sido utilizada por los pueblos indígenas para restaurar y proteger los bosques y la biodiversidad[7]. El conocimiento ancestral es parte de la cultura de la nación gunadule y no propiedad de un individuo, es un derecho colectivo que pertenece y beneficia a todas las comunidades. Es para que sigan utilizando duleina, alimento y puedan vivir felices de la naturaleza. Son conocimientos ancestrales, que la ciencia occidental actualmente lo está reconociendo, como una solución para asegurar la vida, asegurando la alimentación, la biodiversidad, el ambiente y mitigar el cambio del clima (CEPAL, 2014). Son conocimientos ancestrales y procesos de desarrollo de los nacionalidades indígenas (Verdú Delgado, 2017).
Actividad de reforestación en tiempo de pandemia COVID 19, Asociación de Mujeres Rurales de Digir. Foto: Gubiler, 2022
Por lo que los pueblos indígenas de todo el mundo, en una carta abierta expresan su urgencia de luchar contra la deforestación, asumiendo esta lucha y al mismo tiempo sirviendo como guardianes de lo que queda de los ecosistemas más biodiversos de la Madre Tierra[8]. Los grupos indígenas que expresaron su apoyo: la fundación FSC Indigenous Foundation, el Comité Coordinador de los Pueblos Indígenas de África, la asociación Peoples Forest Partnership y la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques, conocida por su sigla AMPB. Otras organizaciones, entre ellas VNV Advisory Services[9].
Las investigaciones científicas han demostrado una y otra vez que los bosques y otros paisajes son más prósperos cuando se reconocen los derechos de los pueblos indígenas (CEPAL, 2014). El valor de los conocimientos de los pueblos indígenas, generales y técnicos acumulados durante generaciones, y puestos a prueba y aplicados a lo largo de milenios, que guían a las sociedades indígenas en su interacción con el ambiente que las rodea (FIDA 2016).
Según Ibáñez Blancas, et al. (2020), los conocimientos ancestrales de los pueblos indígenas no están ligados necesariamente a la categoría indígena, sino que suponen complejas construcciones sociales que incluso pueden llegar a convertirse en sistemas híbridos. Las responsabilidades de las generaciones actuales en relación con las futuras no deben ser reducidas a una concepción paternalista, centralista y como tal conservadora del mundo que habremos de legarles, concluyendo que hay que profundizar el rescate de los conocimientos ancestrales y tradicionales estimulando a incorporar los nuevos conocimientos del ámbito de la ciencia y así contribuir al empoderamiento de las culturas que los han generado, permitiendo mantener su coevolución con el ambiente con el cual conviven y en el cual se desarrollan.
Referencias:
CEPAL, 2014. Los
pueblos indígenas en América Latina. Avances en el último decenio y retos
pendientes para la garantía de sus derechos. CEPAL, Naciones Unidas, noviembre
de 2014. Santiago de
Chile. 408 p.
COICA, s/f. Pueblos Indígenas y Cambio Climático. Retos y propuestas para alcanzar las metas globales. 13 p.
Congreso General Guna (CGG), s/f. ESTATUTO DE LA COMARCA GUNAYALA. Comarca Gunayala. Panamá. 84 p.
FIDA, 2016. El
valor de los conocimientos tradicionales. Los conocimientos de los pueblos indígenas
en las estrategias de adaptación al cambio climático y la mitigación de este. Fondo
Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA). Roma (Italia). 60 p.
Ibáñez Blancas, Nicolás; Isch L., Edgar; Panario, Daniel; Gutiérrez, Ofelia; Zambrano C., Ángela, 2020. El cambio climático y los conocimientos tradicionales, miradas desde Sudamérica. Terra. Nueva Etapa, vol. XXXVI, núm. 59, 2020. Universidad Central de Venezuela, Venezuela. 16 p.
Verdú Delgado, A. D., 2017. Conocimientos
ancestrales y procesos de desarrollo. Nacionalidades indígenas del Ecuador.
Universidad Técnica Particular
de Loja. Loja-Ecuador. 236 p.
[3] https://www.cepal.org/es/noticias/experto-la-cepal-advierte-incidencia-la-deforestacion-total-emisiones-gases-america-latina
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