Adalberto "Diginya" Hernández Thompson
Una Tragedia Silenciosa que Necesita Atención
Inmediata
El 23 de diciembre de 2024, en vísperas de Navidad, 50 viviendas de la
comunidad de Ukupa fueron inundadas, dejando a decenas de familias kunas sin
refugio. Las aguas del río y el mar, que han ido ganando terreno año tras año,
llegaron esta vez con una fuerza incontrolable, arrasando arbustos y
destruyendo hogares.
Ukupa, hogar de 150 familias, unas 700 personas enfrentan una crisis humanitaria que no ha recibido la atención necesaria a nivel nacional ni internacional. Esta comunidad, como muchas otras en Guna Yala, está al borde del desplazamiento forzado por el cambio climático. Sin un plan de reubicación claro y con el temor de perder su identidad cultural en el proceso, la población de Ukupa clama por ayuda urgente.
Una Crisis Anunciada: El Desplazamiento Forzado de
Ukupa
La emergencia del 23 de diciembre no es un hecho aislado. Desde el año
1976, 2000 y 2010, las inundaciones ya habían puesto en alerta a la comunidad,
que comenzó a considerar la posibilidad de trasladarse a un terreno más seguro.
El sitio identificado es Wissubmur, una zona en tierra firme ubicada
entre 8 y 10 metros sobre el nivel del mar, al este de la actual ubicación con
una mayor seguridad en épocas de lluvia y en los momentos cuando el vierto
norte azota con más fuerza, este nuevo espacio les ofrecería protección contra
el aumento del océano y las crecidas del río.
Sin embargo, el traslado a Wissubmur enfrenta múltiples desafíos:
- Falta
de apoyo gubernamental para la reubicación planificada y con
infraestructura adecuada.
- Riesgo
de pérdida cultural si se imponen modelos de vivienda ajenos
a la arquitectura tradicional kuna.
- Escasez
de recursos para
la construcción de viviendas con materiales locales como caña blanca, jira
y palma “weruk”.
El pueblo kuna no quiere una solución impuesta ni improvisada. Desean
trasladarse sin perder su forma de vida y sin ser forzados a habitar casas de
cemento que no responden a sus necesidades ni a su relación con la naturaleza.
La Crisis Climática ya Está Aquí
Ukupa es solo un ejemplo de una crisis mucho mayor. Según informes del
Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC), Panamá es uno de los
países más vulnerables al aumento del nivel del mar. En la comarca Guna Yala,
al menos 30 comunidades (20,000 personas aproximado), están en peligro de
desaparecer por la erosión costera y el avance de las aguas.
La migración forzada ya ha comenzado en algunas islas de la comarca. Sin
embargo, la falta de planificación y apoyo ha convertido estos desplazamientos
en procesos caóticos y difíciles, con comunidades abandonadas a su suerte.
Si no se toman medidas inmediatas, Ukupa podría ser la siguiente en
desaparecer.
Llamado Urgente: ¿Qué se Necesita?
- Atención
Inmediata para los Damnificados
Las 50 familias afectadas por la inundación del 23 de diciembre
necesitan vivienda temporal, alimentos y apoyo logístico para reconstruir lo
que han perdido.
- Un
Plan de Reubicación Respetuoso y Sostenible
El traslado a Wissubmur debe hacerse con consulta directa a la
comunidad, respetando su cultura y garantizando acceso a servicios básicos.
- Apoyo
para la Construcción con Materiales Tradicionales
La comunidad necesita asistencia técnica y financiera para levantar sus
nuevas viviendas con materiales naturales que garantizan frescura y
durabilidad, en lugar de estructuras de concreto impuestas desde fuera.
- Compromiso
del Gobierno y la Comunidad Internacional
La crisis climática en Guna Yala no es un problema local; es una
emergencia global. Se requiere la intervención de organismos internacionales,
ONGs y el Estado panameño para garantizar soluciones sostenibles.
Ukupa no Puede Esperar Más
Cada día que pasa, el agua sigue avanzando y la comunidad pierde más
terreno. Si no se actúa ahora, Ukupa será otra comunidad indígena forzada a
desaparecer bajo la indiferencia y la falta de acción.
Este es un llamado a la sociedad panameña, a los medios de comunicación
y a las organizaciones internacionales: Ukupa necesita ayuda ahora. No
permitamos que la historia de este pueblo se borre junto con su tierra.
Como Guna Dule y estudioso de la
vida comunitaria del pueblo, identifico a Wissubmur como una zona segura,
cercana a las plantaciones y huertos comunitarios, lo que refuerza la conexión
profunda que el pueblo kuna han mantenido históricamente con su entorno
natural. Para nuestro pueblo, la tierra no es solo un espacio para
habitar, sino una extensión de su identidad cultural y espiritual. La decisión
de trasladarse a Wissubmur responde no solo a la necesidad de protección frente
al avance del mar y las crecidas del río, sino también a la búsqueda de un buen
vivir en equilibrio con la naturaleza.
Este traslado debe ser resiliente y sostenible, respetando el
conocimiento ancestral sobre la construcción de viviendas y el uso de
materiales del entorno. La comunidad requiere apoyo para la recolección y uso
de caña blanca, jira, palma y madera local, elementos esenciales en la
arquitectura tradicional kuna. Estos materiales, además de ser abundantes y
renovables, garantizan viviendas frescas, resistentes a los vientos y adaptadas
al clima tropical.
El reto no es solo mudarse, sino hacerlo sin perder la esencia de su
cultura. La transición a Wissubmur debe asegurar que las nuevas viviendas sean
construidas con los principios arquitectónicos heredados de nuestros ancestros,
donde la orientación, ventilación y materiales reflejen su sabiduría ecológica.
Así, el pueblo kuna podrá seguir habitando su territorio de manera digna y
sostenible, reafirmando su identidad en armonía con la naturaleza.
Fuente: https://www.linkedin.com/pulse/ukupa-en-emergencia-la-comunidad-kuna-tierra-firme-el-vr2ke/
Es muy grave y muy triste. Es urgente que cambiemos un montón de hábitos en nuestra vida cotidiana, como consumir menos, evitar el plástico siempre que podamos, usar menos el coche, etc. Reutilizar, Reciclar y Reducir el consumo.
ResponderEliminarAdemás, ¿es posible ayudar de alguna manera a las familias afectadas? ¿Cómo?