18 de enero de 2021

Prohibido Olvidar

Un día como hoy, 18 de enero de 2003, hace 18 años.

Atilio Martínez[1]

Los 150 paramilitares de Colombia (AUCU) invaden a la comunidad de Paya y Púcuru en donde asesinan al cacique Ernesto Ayala, Sam Pascual Ayala y al señor Luis Enrique Martínez en la comunidad de Paya, y en Púcuru (Ubsangandidiwal) asesinan a cacique principal Gilberto Vásquez.

Profesor Atilio entrevistando en el sitio.

Fragmento:

En el momento de la llegada de los paramilitares a Paya, la gente estaba tomando la chicha, era una fiesta sagrada de la comunidad” …

Mientras tanto, a las 2 de la tarde, otro grupo de los paramilitares tomaron la comunidad, y amenazaron a las personas que estaban en la fiesta dentro onmaggednega (Casa del Congreso), decían burlescamente: ¡Bailan!, ¡Bailan!

Algunos comuneros vieron que los paramilitares excavaron la tierra para enterrar minas antipersonales. Ya era las 5 de la tarde; de repente, los comuneros escuchan ráfagas de ametralladoras.

Casos, desesperación, gritos se apoderan en las calles de Paya (Bai), comenzaron a sufrir el desplazamiento forzado.

Mientras los paramilitares llevaron al sagla Ernesto Ayala, a San Pascual Ayala y a Gilberto Vásquez para cometer la tortura, y luego asesinarlos.

Los dos comisionados Casildo y Enrique justamente regresaban de Púcuru hacia la trocha de Paya, sin saber nada de lo que estaba pasando. Y fueron interceptados por los paramilitares.

En presencia de ellos, los paramilitares, empezaron a cometer la tortura.

 

“Amarraron a mi papá Ernesto Ayala y a San Pascual Ayala. Cada uno nos dejaron mirando hacia 4 direcciones diferentes, nadie podía ver los rostros.  Nos amarraron. Un paramilitar comunica por radio a su supuesto jefe: - “¿Qué hacemos?, ya tenemos amarrado”-. Una voz por radio le contestó: ¡Mátalo!

Un paramilitar saca el machete

 

“A mi papá le dieron dos puñaladas, y lloraba y lloraba.  Así, salvajemente, puñalean a mi papá.  Mi papá gritando y gritando, en medio de chorro de sangre”.

Mientras otros paramilitares torturaban a San Pascual Ayala... El señor Gilberto Vásquez presenciaba toda esa atrocidad que cometían los paramilitares. En ese momento, a él lo salvaron para que les sirviera de guía hacia la comunidad de Púcuru.

Representantes de diferentes comunidades llegan a Bai (Paya) a recordar la masacre

Ahora corre mi suerte.

 

“Me agarraron. Me apuñalaron en el estómago, en el cuello; me tiraron en el piso. Trataron de degollarme, pero el cuchillo no tenía filo; solo me hirieron en el cuello. Me caí y me hice el muerto. Todos pisaron mi cuerpo”. 

Un paramilitar se me acercó y me tomó el pulso. Le decía a su jefe: “ya murió”. 

Y los paramilitares se preguntaron entre ellos mismos: - ¿Vamos a Paya o a Púcuru? 

Luego, los paramilitares marchan a Púcuru para cometer otro asesinato, guiados por Gilberto Vásquez.  En el camino se toparon con las mujeres.

Sitio de la masacre. Investigando los hechos in situ

En Púcuru, todas las mujeres salieron desesperadas, algunos hombres se quedaron en el pueblo. Los “paras” entraron a onmaggednega (Casa del Congreso) y no había nadie. Mientras algunos hombres estaban observando en una loma.  Al rato sonaron varios disparos.


“Solo encontramos tendido el cadáver de Gilberto Vásquez, la bala atravesó su cuerpo. Al ver este macabro hecho, nos dio miedo”.   Fue una incursión armada de los paramilitares, saquearon la tienda, el centro de salud, y quemaron los ranchos…”

El cadáver de Gilberto Vásquez, con un disparo en la parte posterior de la cabeza fue dejado dentro de su casa.

 

“A mi papá lo mataron, le prendieron fuego al rancho... Le arrancaron la cabellera con un cuchillo yo no sé cómo hay gente que hace esa desgracia”.  “Mi padre pagó por todo el pueblo -No quiero ni recordar lo que pasó porque fue torturado, la cabeza le quedó desfigurada, le cortaron los brazos, le dispararon en el pecho; es algo muy horrible”

 

“La sangre derramada de mi padre se la trague la tierra y crezca un árbol, que les dé frutos a nuestros hijos gunas”, decía el hijo de Gilberto: Jorge Vásquez.

Son fragmentos testimoniales sobre la masacre de los gunas perpetrada en la comunidad de Paya y Púcuru por los paramilitares colombianos, el día 18 de enero de 2003. Narrados por los mismos protagonistas de la masacre, agradecemos a las autoridades de Paya y Púcuru, a los niños, a las mujeres, a los jóvenes, a las abuelas, a los abuelos que tuvieron paciencia conmigo para plasmar esa historia de masacre en Paya y Púcuru: Pueblos ancestrales del territorio guna.

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Investigado por Atilio Martínez

Profesor, historiador y miembro del Instituto del Patrimonio Cultural del Pueblo Guna (IPCPG) de Onmaggeddummad Namaggaled

18 de enero de 2017.


[1] Resumen

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