Los bosques secundarios con frecuencia son olvidados en el manejo forestal, pero es hora de reconocer su potencial.
Lunes, 31 Jul 2017
¿Qué es un bosque? y ¿cómo se restaura
uno? Estas aparentemente simples preguntas, fueron planteadas en búsqueda
de soluciones en un panel de discusión desarrollado durante la Reunión Anual de la Asociación de Biología
Tropical y la Conservación (ATBC
2017), celebrada en Mérida, México.
Un grupo de expertos forestales de América Latina
analizó tanto la conservación como la restauración de bosques secundarios desde
una variedad de ángulos, incluyendo su dimensión ecológica, política y social.
Partiendo de la premisa de que “la regeneración del
bosque secundario que sucede luego del uso agrícola del suelo representa un
componente importante de los paisajes modificados por el hombre a través de los
trópicos”, el panel enfatizó el rol esencial de los bosques secundarios para
las personas que viven en su proximidad, así como para las iniciativas de
restauración y objetivos internacionales como las Metas de Aichi para la Biodiversidad de Naciones
Unidas
UN CAMBIO DE ORIENTACIÓN
“La regeneración natural en bosques secundarios ha
sido ignorada y puede ser una herramienta para la restauración en iniciativas a
gran escala”, explicó el investigador principal del Centro para la Investigación Forestal Internacional
(CIFOR), Manuel Guariguata, durante su participación en el panel.
Investigación realizada a lo largo de las regiones
tropicales durante las pasadas décadas coinciden en que estas tierras, que
luego albergan árboles y arbustos y que poco a poco atraen aves y vida
silvestre en su camino hacia la madurez, son valiosas al contrarrestar la
pérdida de bosque primario, así como proveedores de servicios ecosistémicos.
Bajo la adecuada gestión, estos bosques brindan a la vez productos maderables y
no maderables a quienes viven en su proximidad y, por lo tanto, ofrecen
beneficios tanto sociales como ecológicos.
En su presentación titulada Temas clave de gobernanza y la permanencia de
bosques secundarios como herramienta para la restauración forestal a gran
escala, Guariguata afirmó que “La
permanencia de los bosques secundarios en paisajes tropicales depende principalmente
de una buena gobernanza y, en particular, del diálogo continuo entre las
agencias gubernamentales involucradas, especialmente los ministerios de
agricultura y del ambiente”.
DEFINIENDO EL RUMBO
Esta
complejidad es evidente cuando se observa la gran cantidad de formas en que los
bosques secundarios están involucrados y cómo son comprendidos.
Según Guariguata, urge un enfoque multifacético e
interdisciplinario que mejore los procesos de restauración más allá de la
plantación de árboles e incorpore a los bosques secundarios.
“Con frecuencia, y debido a asuntos técnicos y de
definición, los forestales pueden dejar de ver los bosques secundarios como
tales porque buscan un criterio específico, a pesar de que existen suficientes
árboles en ellos. Los agrónomos están entrenados para analizar suelo y
vegetación y de igual forma podrían dejar de ver el bosque. Pero los pequeños
propietarios forestales sí ven los dos aspectos, y no deberíamos ignorar esto”,
afirmó Guariguata en una entrevista posterior.
“La educación y capacitación a nivel universitario
también requieren mejorar la interdisciplinareidad, agrega Guariguata.
Los bosques secundarios pueden regenerarse de
manera natural, y con esto en mente, existe una discusión por el hecho de dejar
que la naturaleza siga su curso, por así decirlo, explica.
“Existe inherentemente mucha resiliencia en los
bosques secundarios y podemos aprovechar esto”.
Según el investigador: “Existe un juego de “trade-offs” (concesiones
mutuas), pues algunos de estos bosques tienen un componente humano central y
requieren más esfuerzo, en tanto que otros no necesitan intervenciones, pero sí
gobernanza. El proceso necesita dirección”
PASOS IMPORTANTES
Ofreciendo ejemplos que demuestran los diferentes
enfoques hacia los bosques secundarios y temas relacionados, desde Perú hasta
Indonesia y desde Etiopía hasta México, Guariguata resaltó el ejemplo de este
último país en avanzar hacia un nuevo entendimiento de los bosques secundarios.
“México está redactando un nuevo borrador de su
Código Forestal con una reevaluación de la definición de bosque secundario.
Hasta el año 2014, el código restringía la cosecha tradicional de productos
maderables y no maderables debido a asuntos de definición sobre lo que es y lo
que no es un bosque secundario. La revisión permitirá que los usuarios del
bosque colecten productos de bosques secundarios jóvenes sin un permiso”
explica Guariguata.
Tal progreso es en parte resultado de un reciente
estudio de CIFOR, una síntesis de la gobernanza de la restauración
forestal.
CONSENSO
Durante la apertura del panel de discusión en la
reunión de la ATBC, el moderador preguntó a la audiencia: “¿Deberían protegerse
los fragmentos de bosque secundario como áreas de conservación en regiones con
baja cobertura forestal y pocos bosques primarios remanentes?”
El consenso fue un “sí”, y a lo largo de la discusión
sobre la regeneración de bosques y su rol para las iniciativas de restauración
a gran escala, y de los cada vez más ambiciosos compromisos de los países para
restaurar áreas degradadas, quedó clara la necesidad de proteger y manejar
adecuadamente estos lugares.
Estos espacios, entremezclados pero vitales, tienen
un papel principal en la restauración del paisaje forestal, lo cual, en última
instancia, significa que pueden ayudar a mitigar los efectos del cambio
climático global, solo por mencionar una de las razones para prestarles
atención.
Fuente:
Los bosques en las noticias - https://forestsnews.cifor.org/50768/bosques-secundarios-una-herramienta-para-la-restauracion-forestal-a-gran-escala?fnl=en
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