21 de marzo de 2024

DÍA MUNDIAL DEL AGUA: EL AGUA PARA LA PROSPERIDAD Y LA PAZ

Geodisio Castillo

Cuando uno camina en medio de un bosque negsered[1] o entre los hermanos árboles, a su alrededor se llena de sombra y agua o humedad. Las hojas de los árboles gotean agua. Las aguas de los ríos siempre están abundantes. El cual significa que los bosques nutren de agua a los ríos, al agua subterránea, la lluvia que cae; los bosques reducen la erosión de los suelos, son filtros naturales que retienen los sedimentos filtrando el agua.

El 22 de marzo de 2024 se celebra el Día Mundial del Agua, un evento anual creado por Naciones Unidas para concienciar a la humanidad sobre la falta de acceso al agua potable de miles de habitantes de la Tierra y la urgencia de abordar la crisis mundial del agua. “El agua puede crear paz o desencadenar conflictos”. En este año de 2024, el Día Mundial del Agua se centra en el agua para la prosperidad y la paz.

La deforestación y degradación de los bosques agudiza el cambio climático desencadenando procesos abruptos de extrema sequía y lluvias excesivas, no son simples desastres naturales. Estos fenómenos provocados nos llevan al calentamiento global o al aumento de la temperatura de la superficie de la Tierra. Todo eso, por la sed de ganar más capital.

La actividad minera, la construcción de nuevas “urbanizaciones”, que no solo ha destruido la capa vegetal que anteriormente protegía la tierra, sino que ha creado las condiciones propicias para la tragedia que se vive en Abiayala y países del viejo continente, con grandes inundaciones, escasez de agua, destrucción de áreas de cultivos, entre otros.

La escasez de agua no solo puede desencadenar guerras, sino también puede ser usada como elemento de lucha. Las tensiones geopolíticas pueden acabar por restringir el acceso al agua, en especial, en regiones situadas alrededor de cuencas fluviales transfronterizas[2].

Hay mucho conocimiento ancestral, el cual no se disemina como debe ser. Se necesita diseminar el conocimiento ancestral a la nueva generación y ponerlo en práctica para continuar conservando el agua. El pueblo gunadule surge del agua, su vida es rodeada y depende del agua. “Nana derramó la corriente de las aguas. La corriente del río emitió su quejido en las entrañas de la madre, y en su corteza brotaron las semillas, las cepas… Surgió el verdor, y el cuerpo de la madre se llenó de hermosos y robustos árboles con su variado colorido. Y es por eso que la llamamos madre”[3].

Por estos conocimientos, mantenemos vestida de verde a Ologwadule o Madre Tierra. Por lo que la Biosfera de Gunayala, aún mantiene su estado natural, con el 80% de sus bosques en su estado negsered y el resto en estado de regeneración natural, recuperándose bajo el sistema agroforestal de nainu familiar[4]. Sin embargo, estos conocimientos se están perdiendo.

Entonces, el agua es un recurso esencial para la vida en la Tierra Madre, y su conservación y uso responsable son fundamentales para garantizar la supervivencia de todas las especies de animales y vegetales, tanto terrestre y marina.

El ciclo hidrológico o el ciclo de agua[5] es vital, no solo porque permite la vida en el planeta y regula el clima, sino también porque conserva los ecosistemas naturales. El movimiento del agua a través de sus diferentes estados (líquido, sólido y vapor) la hace responsable de los climas, la temperatura, la humedad, la erosión del terreno y de llevar sustancias de un lugar a otro, la alteración de este ciclo de agua, como ocurre con el cambio climático, afecta la vida de los ecosistemas del planeta.

¡Cuidemos y protejamos este recurso esencial para la vida y por la paz!



[1] Negsered - (bosque maduro primario), también conocido como barbecho herbáceo, bosque sucesional o barbecho forestal

[3] Wagua, A. (recop. sint. y trad.) 2011. En defensa de la vida y su armonía. Elementos de la espiritualidad guna. Textos del Babigala. Proyecto EBI Guna / Fondo Mixto Hispano Panameño. 358 p.

[4] Castillo, G. 2010. Bosques para la Vida: Causas ocultas de Deforestación y Degradación de los Bosques en las Comarcas Kunas. Revista Cultural Lotería No.493, Noviembre-Diciembre 2010. Panamá. 105-124 pp.

Declaración de rendición de cuentas del Día Internacional de los Bosques

Declaración del Día Internacional de los Bosques instando a la rendición de cuentas en la protección de los bosques. Firmado con más de 130 signatarios, de 39 países diferentes.

Declaración en castellano:

Declaración de adhesión al Día Internacional de los Bosques

Un llamamiento a la rendición de cuentas mundial sobre los bosques

21 de marzo de 2024

 


El Día Internacional de los Bosques de este año llega en un punto de inflexión crítico, ya que los líderes mundiales se debaten entre una ambición sin precedentes y una complacencia devastadora. Aunque los recientes compromisos hacen más factible que nunca el progreso hacia la protección de los bosques a nivel mundial, las presiones industriales sobre los bosques continúan la deforestación y degradación de los bosques de alta integridad ecosistémica, fundamentales para garantizar un futuro seguro y sostenible.

La ONU ha designado el tema de este año como "Bosques e Innovación", para celebrar la intersección entre los bosques y la tecnología para hacer frente a las crisis del clima y la biodiversidad. Nosotros, sin embargo, pedimos que se preste atención a algo aún más fundamental para impulsar un cambio positivo: la rendición de cuentas.

Los países han asumido compromisos pioneros en el marco de los convenios sobre el clima y la biodiversidad que no sólo pueden impulsar la protección de los bosques, sino también soluciones y nuevas economías sustentables.

Sin embargo, durante décadas, la comunidad internacional no ha cumplido sus compromisos. Los gobiernos, particularmente en el Norte Global, han firmado acuerdos internacionales sobre bosques con una mano mientras los debilitaban con la otra, lo que ha creado un sistema desigual e incoherente inhóspito para el progreso. De hecho, mientras que algunos gobiernos ya han dado pasos hacia el cumplimiento de esta ambición, otros buscan soluciones alternativas, lagunas jurídicas y políticas que socavan activamente sus compromisos, reforzados por industrias que afirman querer progresar pero que, en cambio, se aferran al status quo. Con sólo un puñado de años para evitar un cambio climático catastrófico y el colapso de la biodiversidad, no hay más tiempo para promesas fallidas de los gobiernos y palabrería del mercado.

La innovación en un vacío de responsabilidad no sólo es propensa al fracaso, sino peligrosa.

En cambio, pedimos rendición de cuentas. Responsabilidad, no sólo en los trópicos sino también en el Norte Global, para detener y revertir la deforestación y la degradación de los bosques para 2030. Responsabilidad con los principios de equidad en lugar de impulsos proteccionistas.

Responsabilidad ante la integridad científica y los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales. Rendir cuentas a las generaciones presentes y futuras por encima de los intereses a corto plazo y de las industrias que pretenden encarnar la innovación pero que, en cambio, frenan el desarrollo de economías sostenibles.

Dentro de seis años, el Día Internacional de los Bosques debe ser una celebración de lo que la unidad internacional fue capaz de lograr. Eso sólo puede ocurrir bajo un sentido compartido y equitativo de la responsabilidad y un compromiso con el progreso verdaderamente global.

Con responsabilidad, continuará la innovación.

Documento completo en: 

https://www.nrdc.org/sites/default/files/2024-03/idof-statement-accountability-20240321.pdf



5 de marzo de 2024

América Latina expande el marco legal contra los delitos ambientales

Varios países están ampliando sus leyes y códigos penales para combatir las actividades ilegales que degradan la naturaleza, pero siguen existiendo muchas lagunas.

Por Lucía Cuberos 8 Feb 2024

Agentes medioambientales brasileños identifican zonas deforestadas en el territorio indígena Pirititi, en el estado de Roraima, en 2018. La deforestación ilegal es una de las mayores amenazas para la Amazonía (Imagne: Felipe Werneck / Ibama, CC BY-SA)

Los delitos ambientales son la cuarta actividad delictiva más lucrativa del mundo. La deforestación ilegal, la minería, la pesca y el comercio de especies silvestres entre sus formas más habituales, se han convertido en un enorme motor financiero, que en 2018 se estimaba generaba entre US$ 110.000 y US$ 281.000 millones en ingresos ilícitos anuales a nivel global, según datos de Interpol.

Países como Francia y Bélgica han dado grandes pasos en la creación de marcos jurídicos para frenar estos delitos contra el medioambiente de bajo riesgo y altas ganancias, mientras que el año pasado se puso en marcha la Alianza Mundial contra los Delitos contra la Naturaleza.

América Latina es especialmente susceptible de sufrir delitos contra la naturaleza debido a su rica biodiversidad y a la abundancia de recursos minerales. La región está empezando a dar pasos importantes para desarticular las redes delictivas transnacionales asociadas, y gobiernos han comenzado a elaborar leyes que permiten aplicar sanciones económicas más duras, e incluso establecen responsabilidades penales para los infractores.

Progresos en materia de justicia ambiental en América Latina

En los últimos años, varios países latinoamericanos han puesto en marcha una serie de leyes y políticas medioambientales sólidas. Venezuela y Brasil, por ejemplo, tienen normativas específicas, mientras que Bolivia otorgó derechos legales a la naturaleza en 2010. Ecuador fue pionero en 2008  al reconocer los derechos constitucionales del medioambiente y luego agregar delitos ambientales específicos a su Código Penal en 2020. Además, cerca de la mitad de los países de la región han creado unidades ambientales especializadas para mejorar la aplicación de las normativas en el sector.

Fuente para más lectura, en: https://www.redaccion.com.ar/america-latina-expande-el-marco-legal-contra-los-delitos-ambientales/