Con
motivo de la celebración del Año Internacional de la Agricultura Familiar
saludamos a los pueblos originarios y los pequeños y medianos campesinos del
planeta, quienes llevan a cuestas la economía social de la producción
agroecológica. Estas actividades se basan en los conocimientos o saberes
ancestrales, la capacidad y en intensidad del trabajo a conciencia, y no
necesariamente en el capital. Porque son formas o prácticas adaptadas al
ambiente local, con una gran diversidad de condiciones naturales, sociales,
económicas y culturales. Estos sistemas de producción agroecológicas garantizan
la seguridad y la diversidad alimentaria, y lo han demostrado con el tiempo que
son modelos sostenibles socialmente, económicamente y ecológicamente. Es un
sistema agroecológico para el buen vivir.
Sin
embargo, a estos sistemas de producción no se les quieren reconocer, los
políticos los quieren desaparecer. Por tanto, resulta necesario promocionar la
revalorización y rescatar estos conocimientos tradicionales. En nuestro caso, rescatar
los cultivos tradicionales en la Comarca Gunayala que se están perdiendo como oba (maíz criollo), gualu (camote), gabidubaled
(frijol terciopelo o abono), bagwa
(cardomomo rosado), pi (piñuelo), dargwa (otoe), wari (ñampí), wagub (ñame),
warsuid (tabaco), oros ginnid (arroz rojo), entre otros.
Estos son tareas fundamentales que deben ejecutar los agricultores Gunas con
apoyo real del Congreso General Guna (su oficina).
La
agricultura de nainu familiar o la
agricultura familiar, son nainus o
fincas pequeñas, manejadas por familias o comunidades, lo que no quita que haya
otro tipo de ingresos, pero es fundamentalmente un trabajo familiar. Los nainus permiten el desarrollo de la
biodiversidad manejando una gran diversidad de cultivos, integrando árboles y
animales. Estos tipos de agricultura, no necesitan insumos externos ya que
muchos son producidos en el mismo nainu.
Por
lo tanto, es preciso que la agricultura de nainu
familiar evolucione, respetando las normas culturales y/o tradicionales que han
hecho presente nuestra existencia como pueblos. Este tipo de agricultura se
conoce por agricultura orgánica, agricultura natural, agricultura sostenible,
agricultura ecológica, agroforestería, entre otros; siempre y cuando mantengan
algunos principios como “asegurar unas
condiciones de suelo favorables para el crecimiento de las plantas, realizando
un buen manejo de material orgánico, las cubiertas vegetales y la actividad
biótica del suelo”, “reciclar la biomasa y asegurar la disponibilidad de
nutrientes y el balance de flujos de nutrientes”, “incrementar las coberturas
vegetales para favorecer la recogida de agua y el manejo del suelo, para
minimizar las pérdidas de energía solar, del aire y del agua, adecuando el
manejo al microclima local”, “fomentar la agrobiodiversidad, para promover los
procesos y servicios ecológicos”.
Además
los sistemas de la agricultura de nainu
o agroecológicos integrados han demostrado mayor capacidad de adaptación y
resiliencia al cambio climático, incluyendo sequías, huracanes, cambios de
temperatura y modificaciones de fechas de siembra.
Los
procesos de la agricultura familiar están comenzando a imponer acciones de
desarrollo rural y el combate a la pobreza. Porque de hecho la agricultura
familiar como lo es la agricultura de nainu
familiar no es sinónimo de pobreza. Hay familias de agricultores pobres,
pero las hay con una enorme capacidad de trabajo, de transformación, de
inversión y de manejo y gestión de sus sistemas productivos que se vinculan con
los mercados. Entonces, ellos (los
agricultores) necesitan construir capacidades, formar alianzas y generar
pequeñas tecnologías apropiadas que motiven la innovación y la evolución de los
sistemas de producción agroecológicos.
Los nainus están envejeciendo, es decir, hay pocos jóvenes dedicados al
agro. Eso es evidente solo al hacer un recorrido por la Comarca. La mayoría de
la mano de obra productora de cultivos para alimentar a las familias o a la
sociedad misma está en las ciudades. ¿Quiénes se están quedando en el campo?,
los adultos, los adultos mayores y algunos jóvenes, por falta de expectativas,
oportunidades y de apoyo van buscando la migración, entonces hay un desafío
tremendo para todos de cómo generar oportunidades de desarrollo para la
juventud para que pueda ser esta generación la generación de remplazo, la
generación del mañana.
Hoy no basta con
resoluciones, sino actuar, como algunas comunidades lo están haciendo,
asegurando el apoyo a jóvenes agricultores, aunque sean pescadores. Entonces a
nivel estructural se requiere avanzar en el
establecimiento de políticas económicas, sociales, culturales y ecológicas
transversales, con énfasis en los sistemas de producción agroecológicas propias
basadas en los
principios de la soberanía alimentaria
que permitan la persistencia de las
familias en la Comarca con una adecuada calidad de vida. Esto lo puede hacer el
propio Congreso, es hora de evolucionar.
Celebremos el Año Internacional
de la Agricultura Familiar, aunque estas acciones deben ser constantes y no
necesariamente en un año específico, evolucionar nuestra agricultura de nainu familiar, con acciones a favor del
desarrollo humano y ecológico de los sistemas de producción agrícolas propios
basados en la unidad familiar, pesquera y comunal. Con estas acciones los
pequeños agricultores como los pueblos originarios del planeta contribuimos a “alimentar el mundo y cuidar el planeta”.
Referencias:
Altieri, M. A. 2002. Agroecology:
the science of natural resource management for poor farmers in marginal
environments. Agriculture, Ecosystems and Environment
93:1–24.
Altieri, M. A. and Nicholls, C. 2008. Los impactos del cambio climático sobre las comunidades
campesinas y de agricultores tradicionales y sus respuestas adaptativas. Agroecología (Spain) 3:7--‐28.
Borron, S. 2006. Building Resilience for an Unpredictable Future: How Organic Agriculture Can Help Farmers Adapt to Climate Change.
Rome: Food and Agriculture Organization of the United Nations.
Foro Rural Mundial, Programa Regional
Fida Mercosur Claeh. 2013. Alimentar el mundo, cuidar el planeta. 2014
Año Internacional de la Agricultura Familiar. 23 p.
http://www.familyfarmingcampaign.net/files/galeria/Alimentar_el_mundo2.pdf
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