Humedal artificial, resultado de drenaje. Cangandi. Foto: Gubiler |
El 2 de febrero se
celebra el Día Mundial de los Humedales. Todos debemos conocer que existe una
gran relación entre humedales y agricultura, tema central de este año. La
celebración está promovida por la convención Ramsar, tratado internacional en
defensa de los humedales.
Desde 1997, todos los años organismos oficiales,
organizaciones no gubernamentales y grupos de ciudadanos de todos los niveles
de la comunidad, resaltan el valor y la importancia de estos ecosistemas,
encargados de regular el ciclo del agua y los nutrientes, el control de
inundaciones y sequías, proveen agua, sirven de refugio a la vida silvestre y
contribuyen a la regulación del clima. Esta oportunidad sirve para realizar actos y actividades
encaminados a aumentar la sensibilización del público en general acerca de los
valores de los humedales y los beneficios que reportan en general.
“A
menudo los humedales se han considerado un obstáculo para la agricultura, y
todavía siguen siendo drenados y recuperados para habilitar terrenos agrícolas.
Pero cada vez se comprende mejor el papel fundamental que desempeñan los
humedales en apoyo de la agricultura, y hay prácticas agrícolas exitosas” basadas
en los conocimientos o saberes ancestrales de pueblos originarios y campesinas que
sustentan unos humedales sanos. Ejemplos: el cultivo de werug (Manicaria saccifera),
oros ginnid (Oryza rufipogon) se cultivan en humedales de Gunayala.
Cultivo de arroz en fango Gardi Sugdub. Foto Gubiler |
¿Pero
qué ocurre en nuestro país?, que los humedales de la bahía de la capital se
encuentran en peligro de desaparecer ante el avance de proyectos inmobiliarios,
lo que esperaría desastres naturales y pérdidas económicas en el futuro. Igual existen 39 humedales en el país que se deben protegerse y eso sin contar las que existen en Gunayala.
El
Centro de Desarrollo Ambiental y Humano (CENDAH) apoya que estos humedales no desparezcan,
y además al ser un sitio Ramsar, es protegido por “un tratado
intergubernamental que sirve de marco para la acción nacional y la cooperación
internacional en pro de la conservación y el uso racional de los humedales y
sus recursos”.
Según la Convención de
Ramsar “la diversidad cultural y biológica de los humedales representa una
riqueza que nos sustenta física y psicológicamente. El patrimonio cultural de
los humedales es resultado de la milenaria asociación de estos con las
personas, una relación que ha aportado 'riqueza' a la sociedad humana y que
debe seguir haciéndolo para las generaciones futuras”.
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