30 de abril de 2021

De Tulenega a Nurdargana: lucha del territorio ancestral del pueblo Gunadule

Por: Bernal Castillo

Hoy conmemorando los 150 años de la creación del territorio ancestral de Tulenega, los Onmagged cantan esta historia casi olvidada en la historia guna y en especial en la historia panameña donde sus nietos lo ha vuelvo cantar, donde nace los cimientos de la autonomía del pueblo guandule.



La historia del pueblo gunadule es una constante lucha desde la llegada de los españoles hasta la actualidad por defender su territorio, ya que es el sitio donde convive para mantener su identidad cultural. En ese sentido, la creación de la “Comarca de Tulenega de 1871”, fue un sueño de las autoridades gunas por tener un estatus legal de su tierra, que estaba siendo constantemente visitada por exploradores de naciones extranjeras de Inglaterra, Francia, los Estados Unidos e Irlanda para iniciar estudios de exploración para la construcción de un canal interoceánico. Luego, su territorio fue invadido por los intereses de empresas industriales para la explotación del caucho, que provocó “la guerra del caucho” a finales del siglo XIX en el Darién y en Aggandi, debido a las concesiones otorgadas por las autoridades colombianas. Posteriormente, cuando se dio la sobreexplotación del caucho donde pierde importancia económica, la tagua surge como el nuevo tesoro de explotación en las tierras gunas.

Podemos indicar que, con la Comarca de Tulenega de 1871, el pueblo guna cede su territorio ancestral y queda sujeto a las leyes colombianas para legalizar sus tierras, ya que dicha comarca abarcaba desde Madunnunudub (Punta Arenas) en la región del Golfo de Urabá (Colombia) hasta la región de Escriban o Punta Escribano (Colón). Sin embargo, por la presión del gobierno colombiano y negros que habían quedado sin trabajo y tierras, comienzan a explotar el caucho, tagua y otros productos, muchos poblados gunas en la costa de la región del golfo de Urabá y el río Atrato, quedaron abandonadas, provocando un desplazamiento de los gunas a las cabeceras de los principales ríos y la costa norte del Darién panameño. No obstante, estos poblados desolados fueron pobladas por los colonos colombianos caucheros, entre otros. Por ello, hoy vemos que muchos poblados con la frontera con Colombia tienen nombre en guna: Capurganá, Sapzurro, Acandi, Unguía, Tanela, Cutí, entre otros. Por ello, existen poblados gunas tanto en Colombia y en Panamá, ya que en la mentalidad guna no existe un límite territorial como lo establecen los estados nacionales, por eso manifiestan que tienen sus hermanos viviendo en ambos lados de la frontera.

Por ello, los gunas a finales del siglo XIX, volvieron a reunirse para reestructurar su autogobierno con la creación de la figura del Sagladummad (Cacique General) en la nueva zona de refugio, lo que es hoy, Gunayala (San Blas) en 1880 para la unificación de las autoridades gunas, y volver a negociar un nuevo territorio. No obstante, no se logró, ya que ocurrieron los hechos de la separación de Panamá de Colombia, y no es hasta con la nueva república de Panamá en 1938 se logra, nuevamente la, anhelada comarca guna.

La comarca de Tulenega de 1871 fue una realidad de las autoridades gunas por mantener su territorio. Sin embargo, para las autoridades colombianas había otros intereses, al no permitir la influencia de los gunas en la región del Darién y el golfo de Urabá, ya que la presencia de ellos era casi un obstáculo para la explotación de las riquezas boscosas en la zona. Igualmente, el cambio de leyes que eran a favor de los indígenas bajo el gobierno de Rafael Núñez deja sin efecto los convenios, acuerdos y leyes a las poblaciones indígenas. Por ende, merma el estatus legal de la Comarca de Tulenega, al favorecer la presencia de colonos en las tierras gunas.


Consideramos que la no reglamentación y ejecución de la comarca de Tulenega para el pueblo guna en la región panameña fue mejor en sus aspiraciones como pueblo, ya que si diera su implementación, actualmente las tierras gunas estuvieran ocupadas por otros pobladores y hubieran perdido con mayor eficaz sus tierras y su autonomía territorial, como lo ocurrido en la zona colombiana desde el golfo de Urabá hasta Cabo Tiburón, hoy están pobladas por comuneros de origen negro que por falta de tierras invadieron estas tierras gunas. También podemos considerar que los gunas mantuvieron en jaque a los exploradores extranjeros para impedir la construcción de un canal por sus tierras, y evitar sus injerencias en tierras panameñas, ya que, en sus asambleas, a través de los cantos sagrados de los saglagan como Olocupilele o Gubbi, Dunabiler (Tinapilele), Yaquiñanilel, Palicua, Guavia, Massi Golo, Olonusanilele, Abisua e Inanaginya, negaban que sus tierras fueran vendidas a otras naciones extranjeras. Qué lindo escuchar el último canto sagrado de Gubbi en defender las tierras de Tulenega en 1870:


“Hijo, cumple con las ordenes que te e dado, antes de morir, habre tu i todos tus hermanos mucho los ojos; porque viene un tigre con cuatro ojos 8 lengua i otras cuantas patas; i que no los dejaran pasar porque les haría males inmensos, i que si querían por la fuerza podían traer 1,000 o 2,000 hombres, los quisieran que ellos savian defenderse”

Dicho canto se refería a la presencia del waga en las tierras de Tulenega, que algunos vendrán como amigos para explotar y vender el territorio guna. Fue una política de las autoridades gunas en defender su territorio en el siglo XIX, ya que no existía una confianza con las autoridades colombianas. No obstante, en la región de Panamá mantuvieron su estatus territorial que hoy prevalece como un pueblo autónomo.

En la actualidad, la historia de la creación de la Comarca de Tulenega ha tomado importancia entre las autoridades gunas, en reconstruir esta historia oral y con evidencias documentales, de las tierras que no fueron incluidas en el sector occidental de la Comarca de Gunayala, ya que existen certezas que desde el periodo colonial y en el siglo XIX, antes de la creación del Estado nacional panameño estas tierras estaban ocupadas por los gunas. En ese sentido, el Congreso General Guna, ha demandado al Estado panameño por la recuperación de las tierras ancestrales de Nurdargana. Dicho reclamo viene desde la década de 1910 por las autoridades gunas antes de la formación de la Comarca de San Blas en 1938, pero los gobiernos panameños no le tomaron importancia, donde hubo reclamos constantes. No es hasta el 2009 que las autoridades gunas presentan la demanda y fue hasta el 2020 que la Comisión Interamericano de Derechos Humanos con sede en Washington D.C. acepto la demanda de estas tierras, por lo que, el caso se elevó a nivel internacional como una violación de los derechos humanos a un pueblo indígena Latinoamericano, y que se debe dictaminar su sentencia en el 2021.

Por consiguiente, los gunas viven un estatus de autonomía territorial, pero que hoy se ven seriamente amenazadas por la influencia del “otro” como lo expresan los sabios gunas, una injerencia de otras culturas en debilitar su identidad cultural, por lo que, las autoridades gunas han vuelto a reestructurar su autogobierno como en los tiempos de Tulenega y de la Revolución Tule de 1925. Por lo tanto, son sus asambleas generales, sus cantos sagrados, su historia donde las autoridades gunas relatan y cantan en sus congresos a la niñez y la juventud en fortalecer su identidad de la existencia de la comarca de Tulenega. Hoy sabemos que fue la primera experiencia donde se otorgó un territorio a una población indígena en América Latina, y que ha servido de modelo a otras poblaciones en Abiayala (América) en la defensa de autonomía territorial y cultural.

 

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