22 de mayo de 2020

Soluciones basadas en Nabgwana – Naturaleza Madre

Por Geodisio Castillo, Centro de Desarrollo Ambiental y Humano, Panamá

DÍA INTERNACIONAL DE LA BIODIVERSIDAD


Mujeres extrayendo jugo de caña de azúcar. Geodisio Castillio
Ante la aparición del Covid-19, nos preguntamos si el confinamiento humano ha favorecido a que Nabgwana (Madre Naturaleza) respire y si esto haya contribuido más a abordar el cambio climático.
Aquí en nuestro pequeño territorio de la nación gunadule, una comarca con cultura propia ubicada en la costa este del Caribe de la República de Panamá, las comunidades Gunadules siguen manteniendo casi el 80% de bosque tropical en su estado natural y el resto dedicado a la agricultura de nainu [1] familiar.

Nuestros bosques están llenos de hermanos árboles y plantas que dan vida a nuestro pueblo y a Nabgwana. Es un gran jardín botánico con numerosos productos bioactivos que representan nuestro patrimonio cultural y natural, una riqueza natural cuyo valor económico no puede ser calculable en términos cuantitativos, ya que los impactos positivos que tienen estos ecosistemas para mitigar efectos del cambio climático son muy diversos. En base a esta farmacia natural que tiene el pueblo gunadule, los inadulegan (médicos botánicos) son los que atienden a los enfermos.

Es una relación intrínseca biocultural donde los conocimientos y prácticas de duleina (medicina botánica gunadule) se van dinamizando y cambiando en esa relación de los bienes de la naturaleza que usamos desde los conocimientos ancestrales. Se respeta a la naturaleza, se pide permiso a los hermanos árboles y plantas para su uso; es una gestión de la biodiversidad como base de la resiliencia climática y que empodera a los inadulegan y productores familiares a conservar las diversas especies para enfrentar los riesgos generados por las políticas estructurales y económicas y el cambio climático. De esta forma, se contribuye directamente a mejorar la calidad de vida de la población.

Cada vez se presta más atención al potencial de la biodiversidad, entre ellos inagan (árboles y plantas medicinales), utilizados para prevenir y curar enfermedades. Por lo tanto, su conservación en el bosque es importante para el pueblo gunadule. Tal es como se utiliza para enfrentar al coronavirus las hojas y ramas del inagagbid [2] (o udud bungid o udud bulu), conocido comúnmente en castellano como hombre grande o guabito amargo. Otra planta medicinal gunadule para la prevención es maniswar (Smilax spp.), conocido en castellano como zarzaparrilla; su jugo purifica la sangre.

La situación actual ha hecho que pensemos en cambios o innovaciones necesarias y dinámicas de nuestro sistema de gobernabilidad, basado en la propia naturaleza que nos enseña, aplicando los conocimientos ancestrales, porque ese “colectivismo” [3] con la que estamos educados culturalmente puede ser el parámetro que señale el mañana sostenible de nuestra sociedad.

Los Pueblos Indígenas de la nación gunadule tienen mucho que ofrecer para contrarrestar los efectos del cambio climático, ya que, a pesar de ser víctimas de éste en diversas formas, poseen importantes conocimientos que deben ser tomados en cuenta para impedir su avance y la afectación directa a los pobladores de esta y de otras regiones del mundo. Estos conocimientos son la alimentación sana desde una agricultura familiar, la salud duleina, los impedimentos de la desertificación, la conservación de cuencas hídricas y las políticas de conservación amplia de la biodiversidad desde el conocimiento comunitario, entre otras aportaciones.

Desde este contexto, el pueblo gunadule, a través de su Instituto del Patrimonio Cultural del Pueblo Guna (IPCPG) del Congreso General de la Cultura Guna (CGCG), ha establecido desde finales de 2019 un Centro de Atención y de Aprendizaje Ina Ibegungalu [4] para revalorizar y fortalecer duleina. Por lo que la protección y conservación del área será importante para mantener la presencia de la diversidad de especies de árboles y plantas medicinales nativas en el sitio. Igualmente, su producción será importante para mantener la productividad y biomasa del área, cultivando especies de árboles y plantas nativas, incluyendo las medicinales, y de esta forma continuar abordando el cambio climático desde un enfoque basado en los ecosistemas.

[1] Nainu se refiere a una parcela agroforestal de composición agrodiverso o policultivos, manejado bajo sistema familiar y comunal.
[2] Inagagbid es un arbusto conocido por la ciencia como Quassia amara que se utiliza contra el paludismo o malaria, conocimiento indígena de los hermanos de Suramérica.

[3] Pero esta colectividad del que vivimos ha ido rompiéndose por las culturas foráneas al que más hemos apreciado.
[4] Dicho Centro o farmacia natural está ubicado en las montañas del Área Silvestre (protegida) de Nargana, Corregimiento de Nargana, sitio Bingandi, por el kilómetro 27 de la Carretera El Llano-Carti, Comarca Gunayala.

Publicado en: Cobertura Forestal No. 61. El boletín de la Coalición Mundial por los Bosques - https://globalforestcoalition.org/es/forest-cover-61/#fc6105

 

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