18 de diciembre de 2019

El acuerdo comercial Unión Europea-Mercosur intensificará la crisis climática provocada por la agricultura

Por GRAIN
Idioma Español
26 noviembre 2019

"La realidad es que el TLC entre la Unión Europea y el Mercosur originará un importante aumento de las emisiones globales de gases con efecto de invernadero. Aunque hasta donde sabemos no se ha entregado una auditoría completa sobre el impacto climático del acuerdo, GRAIN calculó las emisiones procedentes del sector agrícola, analizando las disposiciones del acuerdo que establecen objetivos cuantitativos para un aumento del comercio en varios productos agrícolas importantes". 

La imagen de las llamas arrasando el Amazonas en agosto de 2019 hizo que las personas en todo el mundo se dieran cuenta de la conexión entre los agronegocios y la crisis climática. La selva estaba siendo quemada para dar lugar a la producción de carne, soja y otras materias primas agrícolas y así aumentar las ganancias de las corporaciones transnacionales de alimentos. Un importante motor de esta devastación es el comercio. Actualmente, un nuevo acuerdo comercial amenaza con aumentar aún más la expansión de los agronegocios en Brasil, con serias consecuencias para el clima.

Tan sólo dos meses antes de los incendios que capturaron la atención de todo el mundo, la Unión Europea y el grupo de países del Mercosur —Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay— anunciaron orgullosamente que se había logrado un nuevo tratado de libre comercio (TLC), tras veinte años de conversaciones. El acuerdo fue promocionado como un pacto del siglo XXI, que empujaría a los países miembros hacia estándares ambientales más altos, incluyendo fuertes límites a la tala y la deforestación. La Unión Europea incluso alardeó que el nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro había renegado de su promesa de campaña de retirarse del acuerdo climático de París,[1con tal de lograr este acuerdo comercial.

La huella de carbono del TLC Unión Europea-Mercosur

La realidad es que el TLC entre la Unión Europea y el Mercosur originará un importante aumento de las emisiones globales de gases con efecto de invernadero. Aunque hasta donde sabemos no se ha entregado una auditoría completa sobre el impacto climático del acuerdo, GRAIN calculó las emisiones procedentes del sector agrícola, analizando las disposiciones del acuerdo que establecen objetivos cuantitativos para un aumento del comercio en varios productos agrícolas importantes. Calculamos que tan sólo estos compromisos generarán cerca de 9 millones de toneladas de emisiones de gases con efecto de invernadero adicionales al año. Esto es casi tanto como el total de emisiones anuales de la ciudad brasileña de Belo Horizonte, con una población de 3 millones 900 mil personas. [2]




El nuevo TLC UE-Mercosur es descrito como un acuerdo en que Europa venderá más autos y quesos a América Latina mientras los países del Mercosur venderán a Europa más carne bovina y etanol. Si bien es cierto que el aumento de producción y exportaciones de automóviles y otros bienes y servicios claramente contribuirá a la alteración del clima, nuestro análisis se centra sólo en la agricultura, un componente principal del acuerdo. Analizamos los cambios en el volumen de los mercados de varios bienes agrícolas que producen una alta emisión de gases con efecto de invernadero. La expansión de la oferta corresponde a lo que los gobiernos de ambos lados del Atlántico prometieron a sus agricultores y a quienes defendían los intereses del agronegocio cuando negociaron el acuerdo. Si acaso estas promesas serán cumplidas, o incluso sobrepasadas, está por verse.

Las mercancías para las cuales medimos el impacto son: carne de res, queso, etanol (de caña de azúcar), fórmula alimenticia para niños, pollos, arroz, leche en polvo descremada y azúcar. La mantequilla y los productos de soja fueron excluidos de los cálculos porque, aunque sus aranceles caerán significativamente bajo el acuerdo, no se establecieron cuotas. En otras palabras, la producción y el comercio de estos productos probablemente aumentará como resultado del acuerdo, pero no podemos señalar cuánto. Las cifras obtenidas serían mayores si se incluyeran, ya que la soja en particular es una gran fuente de emisiones adversas para el clima. [3]

Calculamos que el impacto directo del TLC será un aumento de las emisiones de gases con efecto de invernadero de 8 millones 700 mil toneladas por año, procedentes de estos ocho productos agrícolas (ver Anexo). Eso es más que la ciudad de Lisboa, Portugal, o Córdoba, Argentina y un poco menos que Bruselas [4]. Puesto de otra manera, es equivalente a casi una semana de emisiones producidas por Royal Dutch Shell, una compañía responsable del 3% de la energía de todo el planeta [5]. Comparado al nivel actual de emisiones procedentes del comercio de estos productos entre la Unión Europea y el Mercosur, el aumento de las emisiones será de un 34%. Éste es un aumento enorme para gobiernos que, al menos en Europa, dicen ser los defensores del clima.

¿Cómo obtuvimos estas cifras?

El aumento en el comercio fue calculado comparando las cuotas nuevas y antiguas (o con los niveles actuales de comercio donde no existían cuotas) una vez que el período de transición del TLC se haya completado. Para el aumento de las emisiones, asumimos que el aumento de comercio será logrado con un aumento de producción [6]. Las emisiones en sí fueron calculadas para el nivel actual de comercio y comparadas con aquéllas producidas bajo las nuevas cuotas, usando la metodología GLEAM de las Naciones Unidas. Esto incluye todas las emisiones procedentes de la producción de ganado, granos para alimentación animal y los insumos asociados, procesamiento de la carne y refrigeración, y el transporte hasta la venta al público, pero sin incluir las emisiones durante la venta al público y las posteriores a la venta que provienen de la preparación en las casas, los desechos de los alimentos, etcétera [7].
Los productos agrícolas de mayor impacto climático son las carnes, las aves y el etanol, que provienen del Mercosur y los quesos que provienen de Europa. Dos tercios de las nuevas emisiones serán producidas en las fincas, incluidos los fertilizantes y el estiércol, mientras que cerca de un 30% provendrá de los cambios de uso del suelo, incluida la deforestación. Si bien la mayor parte del incentivo para aumentar la producción y el comercio provendrá de las cuotas y aranceles, el TLC también impone reglas sobre denominaciones de origen, lo que creará nuevos derechos de mercado para los productores de queso de Europa en América Latina. Finalmente, es importante notar que aunque el Mercosur generará la mayor parte de estas nuevas emisiones, las emisiones procedentes del crecimiento de las exportaciones de lácteos desde la Unión Europea hacia el Mercosur aumentarán en un increíble 497%.

Otros impactos ambientales, sociales y económicos

Además de agravar la crisis climática, las disposiciones agrícolas del TLC Unión Europea-Mercosur conllevan otras amenazas. Por ejemplo, según lo señala la industria azucarera de Francia, 74% de los pesticidas usados en los campos de caña de azúcar de Brasil están prohibidos en Europa, y Brasil ha aprobado recientemente una variedad de caña de azúcar modificada genéticamente que está prohibida en Europa [8]. El gobierno de Brasil también permite el uso de glifosato antes de la cosecha para acelerar la maduración, mientras que muchas ciudades y países de Europa están luchando para prohibir el glifosato [9]. Esto significa que es probable que bajo este acuerdo entren a Europa productos transgénicos y agroquímicos no deseados.




Además, el acuerdo permite la expansión de los mercados para los productos del agronegocio y no contribuye en nada para apoyar a los pequeños agricultores o a la producción de alimentos. De hecho, se espera que la apertura de los mercados para la exportación procedente de América Latina, resulte en un aumento de la presión sobre las comunidades indígenas y campesinas que están siendo expulsadas de sus tierras. Otro efecto puede ser el aumento de las disputas por el agua debido a la demanda de riego y la crianza de vacunos, y aún más, debido a la deforestación y a la pérdida de biodiversidad [10]. En Europa, este acuerdo comercial ayudará a los intereses de los agronegocios al mismo tiempo que perjudicará a los pequeños agricultores, comunidades rurales y la agricultura sustentable. En una región donde las inversiones y el desarrollo económico promovido por los tratados de libre comercio benefician solamente a las grandes compañías, se espera que el acuerdo Unión Europea-Mercosur dispare la caída de los precios a los productores, profundizando la deuda y la bancarrota que ya golpea las áreas rurales de Europa.

El acuerdo comercial también enmascara una seria contradicción. Se espera que las mayores importaciones de etanol de la Unión Europea a través del TLC sean usadas para alcanzar los objetivos de uso de combustibles del transporte “verde” de Europa. Lo mismo puede suceder cuando la Unión Europea aumente sus importaciones de productos de soja más baratos, lo cual podría ser una atractiva materia prima para la industria del biodiesel de Europa. De acuerdo con la organización Transport & Environment, esto podría llevar a una mayor deforestación y acaparamiento de tierras en países como Brasil. [11] Los gobiernos de la Unión Europea podrían terminar causando una mayor destrucción del clima en el extranjero con tal de lograr sus objetivos climáticos en sus países.

Combatamos los Tratados de Libre Comercio para salvar el clima




Los acuerdos comerciales son poderosos impulsores de la expansión del sistema de producción industrial de alimentos, la cual, según el International Panel on Climate Change, señala que es responsable de hasta el 37% de las emisiones globales de gases con efecto de invernadero [12]. Los encargados del cabildeo a favor de los diferentes sectores involucrados, desde el sector de semillas al de los supermercados, han estado presionando a los gobiernos para firmar e implementar estos pactos desde hace décadas. Les brindan a las compañías de productos agrícolas y alimentos, y a los agricultores que los abastecen, mayores mercados y mayores derechos de inversión —una oportunidad de obtener mayores ganancias. A su vez, la expansión del sistema de producción industrial de alimentos crea una enorme presión sobre nuestro clima [13]

Dado que el sistema de producción de alimentos contribuye de modo tan importante a la crisis climática, seguir haciendo más de lo mismo simplemente no es una opción. Por desgracia, los nuevos acuerdos de negocios reflejan viejas formas de pensar —precisamente la forma de pensar que es la principal responsable de la crisis. El TLC Unión Europea-Mercosur no es un caso aislado. La agricultura industrial también es importante en las negociaciones EUA-China, las que, según Trump, duplicarán las exportaciones agrícolas de Estados Unidos a China [14] Y el próximo acuerdo Unión Europea-Australia-Nueva Zelandia probablemente aumentará las importaciones Europeas de carne de res y lácteos con aumentos en la intensidad de las emisiones de CO2 [15]

Si realmente tomamos en serio la reducción de las emisiones de gases con efecto de invernadero, tenemos que emprender acciones efectivas en torno a los principales mecanismos globales que promueven la expansión de la producción industrial de alimentos y de la agricultura —y los acuerdos comerciales encabezan la lista. Los directores ejecutivos de compañías como Danone y JBS están conscientes del desafío, pues están en juego sus propios modelos de negocio —que producen estas emisiones climáticas y dependen de este sistema comercial [16]. Pero el “cuidado” no se logrará a partir de la compensación por la destrucción, como lo promueven estas compañías. Esto debe provenir abrir espacio para que participen los sistemas locales de producción de alimentos controlados por las comunidades. Esto significa entregar recursos y la conducción a campesinas y campesinos, procesadores regionales, a los circuitos comerciales cortos y los mercados locales. Para que esto se pueda lograr, necesitamos urgentemente detener los nuevos acuerdos comerciales como el de la Unión Europea-Mercosur.


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Fuente: GRAIN

 

24 de noviembre de 2019

CENTRO DE ATENCIÓN Y APRENDIZAJE: INA IBEGUNGALU

Geodisio Castillo

Inauguración

El día 20 de noviembre del presente año, se inauguró el CENTRO DE ATENCIÓN Y APRENDIZAJE - INA IBEGUNGALU. Un sueño hecho realidad, una lucha de muchos años que Onmaggeddummad Namaggaled junto a los Inadulegan vienen dialogando, presentando propuestas internas para hacer realidad sus sueños. Finalmente, al crear su Instituto del Patrimonio Cultural del Pueblo Guna (IPCPG), se hace realidad INA IBEGUNGALU. Desde el centro podrán los Inadulegan dar atención a los enfermos, desarrollar los conocimientos entre los Inadulegan y capacitar a los futuros Inadulegan.

Momentos de uso de la palabra del presidente del IPCPG e invitados. Foto: Gubiler
Existen muchos trabajos y/o investigaciones que valoran los conocimientos indígenas para los servicios de salud primaria. Eso viene dándose desde la Declaración de Alma-Ata[1]. De ahí, la medicina se encamina hacia la medicina social, llamada salud colectiva, surgido en Abiayala (América Latina) como un campo distinto al de la salud pública característica de los países del norte (Rocha-Buelvas, 2017). Es decir, la medicina no solo debe ser vista biológicamente del proceso de la enfermedad, debe pasar a centrarse en las condiciones sociales de la producción de la salud. Según Libreros Piñeros (2012), es un proceso que surge de las interacciones entre lo histórico, lo biológico, lo social, lo espiritual y lo cultural. El reto es pues, atreverse a un auténtico diálogo entre saberes para generar cambios en las estructuras políticas, económicas, y culturales de las diferentes sociedades que posibiliten mejorar las condiciones de vida y de salud de las personas.

Durante miles de años los pueblos indígenas lucharon exitosamente contra enfermedades, ante lo cual la medicina “moderna” ha guardado silencio. Romper con la ideología hegemónica de la biomedicina, para que los profesionales de salud reconozcan las dinámicas expresada en las practicas indígenas de salud. Por eso, rescatar los conocimientos ancestrales para proteger la salud es una opción que hoy cobra fuerza. En ese empeño, y en busca de una justa articulación entre la medicina “moderna” y la medicina indígena, en este caso Duleina, el Centro Ina Ibegungalu atenderá a los enfermos y capacitará a la juventud interesada en obtener los conocimientos botánicos para uso medicinal; los facilitadores serán los doctores Inadulegan.

Centro Ina Ibegungalu: choza de Aprendizaje y de Atención. Foto: Gubiler
Al evento de la inauguración del Centro Ina Ibegungalu, asistieron 31 Inadulegan, representando a las 49 comunidades de la que compone la Comarca Gunayala, más dirigentes (saglagan) y 15 jóvenes (mayoría son suwaribed[2]), y los sagladummagan de los Congresos Generales (cultural y político-administrativo)[3]. Además de ellos, hicieron su presencia invitados de diferentes instituciones de gobierno nacional y representantes de Sotz’il de Guatemala, Consejo Indígena de Centro América (CICA) y Coordinadora Nacional de Pueblos Indígenas de Panamá (COONAPIP), entidades que auspiciaron el subproyecto Duleina, con fondos de la Cooperación Alemana.

Talleres

En estas primeras actividades, los talleres ejecutados los días del 20 al 22 de noviembre se busca socializar con el participante las formas en que los Inadulegan focalizan y resuelven sus problemas de salud individual y colectiva. Se busca que el participante sea inducido sobre el sistema de uso de duleina, sobre todo explorar los valores, la actitud, y los sentimientos con los cuales los pacientes se aproximan. También se alienta a los participantes que se consideren motivados a la realización de debates.

Horacio Arosemena, presidente de Inadulegan se dirige a los talleristas y participantes. Foto: Gubiler
Quince (15) jóvenes fueron seleccionados para participar en los talleres. Interesados en conocer sobre duleina, y los aspectos socioculturales y políticos de las comunidades, y su efecto en la salud de la población. Participar en la verificación del bosque de Bingandi, principalmente de las plantas medicinales, para su conservación y manejo del bosque en el sitio.

El manejo de los bosques dirigido por los Inadulegan, se practica de muchas maneras diferentes según el contexto social, cultural y ambiental del lugar. Es esencial para los Inadulegan, porque los beneficia de varias formas, principalmente conservando las plantas nativas medicinales, e igual beneficia a las comunidades como a toda la Comarca, por ejemplo, proveyendo importantes productos alimenticios y conservando el agua, así como garantizando la conservación de los bosques para las plantas y/o árboles medicinales. Además, para la verificación del bosque se utilizó el dron, para la toma de fotos y su posterior descripción.

Propósito

Con en el inicio de los Talleres sobre Diversidad de plantas medicinales nativas (curativas), Conservación y manejo de los recursos naturales y Verificación de bosque natural presentes en la unidad de conservación de plantas nativas, se espera que los participantes estén sensibilizados y mejor informados sobre el valor de los conocimientos ancestrales de duleina, la salud de las comunidades para planificar las futuras actividades de aprendizaje.

Objetivo

  1. Conocer la iniciativa de los Inadulegan para mejorar la salud de las comunidades.
  2. Mejorar el conocimiento sobre el contexto sociocultural y político de las comunidades y su efecto en la salud de la población.
  3. Analizar la situación actual de salud de la población.
  4. Conocer la conservación y manejo de los recursos naturales.
  5. Desarrollar actitudes de diálogo a partir del taller, que favorezcan la toma de decisiones para futras actividades en Ina Ibegungalu
Productos esperados del taller

1.   Participantes con mejor conocimiento sobre la situación sociocultural y político de las comunidades y su efecto en la salud de la población.
2.   Informados sobre los sistemas de aprendizaje de duleina.
3.   Informados sobre conservación y manejo de recursos naturales.
4.   Propuesta de líneas de acción y de un plan de trabajo para desarrollarlas en forma conjunta por la Asociación Inadulegan, Ministerio de Salud y otras instituciones del sector, y agencias de cooperación técnica y financiera.

Agenda

Hora
Primer día
20/11/19
Segundo día
21/11/19
Tercer día
22/11/19
08:00 a.m.
Llegada de los participantes
Presentación:
Trabajo de campo:
10:00 a.m.
Inauguración de Ina Ibegungalu
-  Diversidad de plantas medicinales nativas (curativas)
-  Diálogo entre participantes e Inadulegan
-  Verificación de bosque natural presentes en la unidad de conservación de plantas nativas
-  Conservación y manejo de los recursos naturales
-  Utilizando el dron
12:00 md.
Receso
02:00 p.m.
Introducción al taller
Presentación:
Trabajo de campp:
 
Presentación:
- Situación sociocultural y político de las comunidades y su efecto en la salud de la población
- Diálogo entre participantes e Inadulegan
-  Diversidad de plantas medicinales nativas (curativas)
-  Diálogo entre participantes e Inadulegan
- Verificación de bosque natural presentes en la unidad de conservación de plantas nativas
- Conservación y manejo de los recursos naturales
- Utilizando el dron
05:00 p.m.
Receso
07:00 p.m.
Presentación:
Plenaria/diálogo:
Plenaria/diálogo:
 
-  Sistema de aprendizaje de duleina
-  Diálogo entre participantes e Inadulegan
-  Consolidación de problemas y líneas de acción para la iniciativa de Inadulegan, Onmaggeddummad Namaggaled y el IPCPG
-  Evaluación del taller
-  Clausura
10:00 p.m.
Descanso

A manera de conclusión

La medicina es parte de la cultura de un pueblo. No hay pueblo, que no haya desarrollado algún sistema de medicina, es decir, un sistema ideológico o doctrinario acerca de la vida y la muerte, la salud y la enfermedad, y más concretamente sobre las causas de las afecciones, la manera de reconocerlas y diagnosticarlas, así como las formas o procedimientos para aliviar, curar o prevenir las enfermedades, y además para preservar y promover la salud.

Verificando el bosque de Bingandi. Foto: Gubiler
La medicina indígena son prácticas médicas que han surgido en los espacios geográficos y sociales de los pueblos indígenas, y que surgieron antes de la colonia, y/o en el proceso, cuyos conceptos, metodologías terapéuticas se basan en la historia, la cosmovisión y la identidad cultural de cada pueblo indígena. Lo cual no significa que no se hayan modificado en el tiempo, incorporando elementos conceptuales, médicos y terapéuticos de las diferentes sociedades que los han dominado[4]. Lejos de desaparecer, la medicina indígena ha resurgido en la actualidad, y está ganando su lugar. Las curas con plantas medicinales nativas y los tratamientos espirituales varían dependiendo del pueblo indígena, pero también existen muchos parecidos. La mayoría de ellos han sido desarrollados a lo largo de los siglos y utilizados con mucha confianza por su población.

La conservación y manejo sostenible del bosque de Bingandi es importante, porque aparte de garantizar las plantas medicinales, garantiza también la salud y la vida misma de la población Gunadule. Los recursos naturales, especialmente el agua y el suelo, son esenciales para el funcionamiento y estructura de los sistemas de producción agroecológica de las plantas medicinales y alimentarias, y para la sostenibilidad ambiental y social.

El Centro Ina Ibegungalu, está ubicado en la montaña o riachuelo Bingandi. Dentro de la Zona Cultural Terrestre de la Comarca de Biosfera (kilómetro 27 de la Carretera El Llano-Carti), de la Comarca Gunayala[5]. Establecido en el Plan General de Manejo y Desarrollo de la Comarca, Bingandi como uno de los sitios de desarrollo (PEMASKY/AEK, 1995). De ahí, cumplir con la meta establecida hace 32 años.

Bibliografía

Libreros Piñeros, P. (2012). El proceso salud enfermedad y la transdisciplinariedad. The health-disease process and transdisciplinarity. Revista Cubana de Salud Pública 2012; 38(4): 622-628.

PEMASKY/AEK (1995). Biosfera de la Comarca Kuna Yala. Plan General de Manejo y Desarrollo (Resumen Ejecutivo: documento de trabajo). Congreso General Kuna, Nusagandi, Kuna Yala, Panamá. 77 p.

Rocha-Buelvas, A. (2017). Pueblos indígenas y salud colectiva: hacia una ecología de saberes. Physis: Revista de Saúde Coletiva, Rio de Janeiro, 27 [4]: 1147-1161, 2017. https://www.scielosp.org/pdf/physis/2017.v27n4/1147-1161/es


[1] Declaración de Alma-Ata. Conferencia Internacional sobre Atención Primaria de Salud, Alma-Ata, URSS, 6-12 de septiembre de 1978. http://www.paho.org/Spanish/DD/PIN/alma-ata_declaracion.htm
[2] Suwaribed: custodio y guardián de la comunidad
[3] Onmaggeddummad Namaggaled y Onmaggeddummad Sunmaggaled
[4] Jaime Tomás P. Page. Política Sanitaria y Legislación en Materia de Medicina Indígena Tradicional en México. http://www.scielo.br/pdf/csp/v11n2/v11n2a03.pdf
[5] CGK, 1987. Resolución No. 3 del 7 de noviembre de 1987. Congreso General Kuna, Comunidad de Achudup (Assudub). Y también se aprueba su Plan General de Manejo y Desarrollo de la Comarca. En esta declaración del pueblo Gunadule, se incluye la protección y conservación de mar y tierra (nos olvidamos de las resoluciones y no lo aplicamos). Luego en 1994, es declarada por INRENARE (hoy Ministerio de Ambiente) como Área Silvestre (protegida) del Corregimiento de Nargana; ahí se excluye la parte marina.