17 de julio de 2019

DULEINA: FOMENTANDO UNA VIDA SALUDABLE


Geodisio Castillo

Las plantas son uno de los grupos biológicos que ha venido evolucionando en los distintos periodos geológicos y ha sobrevivido ante diferentes cambios del clima que se han ido presentando. La gran diversidad de especies vegetales que existe en el planeta y en particular en el Área Silvestre del Corregimiento de Nargana al igual que en toda la Comarca Gunayala, ha permitido que desde hace mucho tiempo nuestros pueblos hayan usado y seguiremos usando las plantas para tratar o aliviar algunas enfermedades. El uso de duleina es para beneficio de todos...

Plantas medicinales en Bingandi. Foto: Gubiler
El documento Plan Estratégico de Gunayala 2015-2025 (PEGY, 2015) indica que, “la espiritualidad dule se relaciona armónicamente con todos los elementos del Negadu (Universo) donde el ser humano es sólo un elemento más, con Nabgwana (tierra) que es la madre que da la vida, y la hamaca es un signo sagrado, eje de su cultura. Esta cosmovisión se ha transmitido de generación en generación a través de la tradición oral. Sin embargo, a medida que pasan los años, el conocimiento del pueblo dule se va perdiendo y erosionándose. Y los cantos espirituales han sido influenciados por otras religiones; de allí la falta de liderazgos, entre otros”.

La pérdida de valores culturales[1], es evidente, los conocimientos ancestrales se pierden, porque ya no hay diseminación oral sobre los cantos de los saglas en Ommaggednega, donde se les enseña a las mujeres, hombres y jóvenes sobre el uso biocultural sostenible de los recursos de negsergan y de muu billi; es decir, se ha perdido el cuidado y el respeto a Nabgwana. Ni la agricultura si antes era agroecológica y sostenible, no se practica por los jóvenes. Los recursos forestales, maderables y no maderables de uso doméstico, cultural y medicinal ya no les importan a los jóvenes, talan, queman y no hacen uso adecuado del producto forestal que a la larga va degradando al ambiente, la pérdida de biodiversidad, que es nuestro patrimonio cultural y ecológica, aunado a los efectos del cambio climático. ¡Vamos mal!

Guzmán, et al. (2002) indican que, la otra causa indirecta de deterioro ambiental en particular los arrecifes coralinos, se podrían señalar es por las faltas de estudios científicos enfocados al manejo, de planificación, de protección, de educación ambiental y de legislación adecuada. Entre las causas directas o antropogénicas se podrían mencionar la sobrepoblación, la sobrepesca y la extracción tradicional del coral utilizados para relleno y expansión de islas y como material de construcción. La sobrepoblación indígena en el archipiélago ha hecho que el uso tradicional de los recursos del arrecife se haya transformado en una forma común de impacto ambiental, ya que se ha ignorado la principal función de barrera natural de los arrecifes, la cual protege las islas del oleaje directo evitándose la erosión. Sin embargo, Guzmán, et al. continúan indicando que la mayor diversidad de especies de coral y el mejor desarrollo de arrecifes de la República de Panamá se encuentran dentro de la Comarca. De igual forma se consideran entre los mejores conservados de la Provincia Biogeográfica Costera del Atlántico Noroeste Tropical, pero información científica preliminar y contundente demuestra un descenso de la cobertura de coral vivo en 72% entre los años 1983 y 1997.

“La invisibilidad de los conocimientos indígenas[2] y con la pérdida de los conocimientos ancestrales, el proceso de deterioro ambiental en Gunayala se viene dando con los años y la gestión para su recuperación y la prevención no se ha dado” (PEGY, 2015).

Fomentando una vida saludable

Indudablemente la salud es vida, así han vivido nuestra gente, lleno de naturaleza, un ambiente no contaminado, comidas naturales u orgánicas y aplicando su medicina natural basado en conocimientos ancestrales. A pesar de ello, según PEGY (2015), la salud en Gunayala no es la mejor, por falta de una política pública exitosa, de prevención, protección, promoción y provisión. Es decir, que las comunidades de la Comarca Gunayala no debe ver la salud solamente como cura de enfermedades, sino verlo en forma integral asociado a estilos de vida saludables.

Algunos países de Abiayala han avanzado en el desarrollado de políticas públicas[3]; no obstante, se plantea poca efectividad de los procesos educativos en salud comunitaria, situación evidente en las poblaciones indígenas, en donde a pesar de la necesidad de valorar las prácticas relacionadas con la promoción y conservación de la salud, fundamentadas en las cosmovisiones y relaciones con la naturaleza, no se percibe el reconocimiento de la perspectiva intercultural en las acciones educativas en salud para los pueblos indígenas (DULEINA, 2019; PEGY, 2015; Quintero Laverde, et al., 2012).

Esta iniciativa de DULEINA es de revalorización por la necesidad de apoyar o complementar las actividades de salud de los habitantes, ya que los centros de salud y el hospital que se encuentra en el lugar no se da abasto para atender el número de población y sus necesidades del pueblo, es decir, las enfermedades no llegan a curar a los enfermos en las expectativas que desean los habitantes de la comarca (DULEINA, 2019).

La finalidad fundamental de la iniciativa o subproyecto DULEINA de Onmaggeddummad Namaggaled, a través de su Instituto del Patrimonio Cultural del Pueblo Guna (IPCPG) es establecer un centro de atención a los enfermos y de formación o aprendizaje para revalorizar y/o fortalecer Duleina. Dicho centro estará ubicado en las montañas de Bingandi – una farmacia natural. Entonces la protección y conservación del área será importante para mantener la presencia de la diversidad de especies de plantas medicinales nativas en el sitio. Igual su producción será importante para mantener la productividad y biomasa del área, cultivando especies de plantas medicinales nativas. Y no solo de extracción.
 
Los cultivos de plantas medicinales se establecerán bajo el sistema agroforestal de nainu o prácticas agroecológicas. El cual se asociará entre los árboles o bien establecer un policultivo de plantas medicinales con cultivos alimenticios para la dieta de los inadulegan y visitantes. Siendo la agroecología la materia que más asiduamente ha abordado la dimensión del poder en la agricultura. Su desarrollo será cultural y no desde la concepción de “el desarrollo” que es un proyecto cultural de la modernidad capitalista, el cual, durante medio siglo, y bajo el pretexto de mejorar la vida de los habitantes, ha terminado por incorporar la vida de la gente en los cálculos políticos, para funcionalizarla según las dinámicas de la acumulación del capital (Giraldo, 2018).


Otro aspecto dentro de la iniciativa es el uso, manejo y conservación de los recursos naturales. Los productos forestales no maderables (PFNMs), presentes en el área de la iniciativa serán garantizados para uso doméstico, alimentario y medicinal. La recolección de los PFNMs puede tener un impacto menor sobre los ecosistemas forestales respecto a otros usos, brindando mejores beneficios sociales, económicos y culturales y potencialmente compatibles con los esfuerzos para integrar el uso y la conservación de la biodiversidad (Shanley, et al., 2004).


PFNMs presentes en Bingandi. Foto: Gubiler
Para la construcción del Centro se utilizará tecnología dule o guna, utilizando material local que se encuentren en el área. Palma werug (Manicaria saccifera) para el techado la mejor con una durabilidad de más de 20 años, postes o maderas del lugar durables, las paredes serán de caña blanca (Gynerium sagitattum) o jira (Socratea exorrhiza), los amarres serán con bejuco real (Heteropsis oblongifolia).

La estrecha relación salud-naturaleza se puede entender a través del ejercicio de Duleina de los sistemas del saber y conocimiento, que involucra el saneamiento y la territorialidad, su ordenamiento y aprovechamiento de los recursos. Esta relación se materializa a través de las plantas medicinales que corresponden a especies vegetales con principios activos que tienen propiedades terapéuticas comprobadas empírica o científicamente (Garzón Garzón, 2016).

El uso Duleina va más allá de lo práctico pues implica recordar y memorar sus historias, así como develar su origen. Debido a esto, la historia espiritual de la planta es clave para su uso, pues da cuenta de las razones por las cuales son empleadas por la comunidad.

Los inadulegan utilizan todas las partes de la planta medicinal. Desde la raíz, el tallo, las ramas y las hojas, en infusión o en baño. La práctica de duleina es holística, en tanto que no trata al enfermo como un simple elemento aislado, y para sanarlo, además del uso de plantas medicinales, se convocan a elementos espirituales, con ello se da vida a las plantas medicinales para sanar al enfermo (DULEINA, 2019).

En fin, esta iniciativa de DULEINA es la de revalorizar la necesidad de apoyar o complementar las actividades de salud de los habitantes, ya que los centros de salud y el hospital que se encuentra en el lugar no alcanza con los parámetros de la necesidad del pueblo, es decir, las enfermedades no llegan a curar a los enfermos en las expectativas que desean los habitantes de la comarca.

La relevancia de la iniciativa surge desde la necesidad y la importancia de Duleina que ofrece el pueblo Gunadule desde la conservación de la cosmovisión y espiritualidad, es integración e interculturalidad en salud indígena. Duleina es fruto de miles de años de acumulación de saberes y conocimientos. Acorde a dicha naturaleza, Duleina es extremadamente dinámica e incorpora a su modelo elementos de otras prácticas, culturas o medicinas.

Según la iniciativa DULEINA (2019), la medicina de los pueblos indígenas en términos generales se entiende como “el conjunto de todos los conocimientos teóricos y prácticos, explicables o no, utilizados para diagnóstico, prevención y supresión de trastornos físicos, mentales o sociales, basados exclusivamente en la experiencia y la observación y transmitidos verbalmente o por escrito de una generación a otra. Puede considerarse también como una firme amalgama de la práctica médica activa y la experiencia ancestral”. Se dice que la medicina indígena es un sistema, en tanto que tiene un complejo de conocimientos, tradiciones, prácticas y creencias; porque dichos componentes se estructuran organizadamente a través de sus propios agentes, los cuales son los especialistas terapeutas, parteras, promotores, sobadores; que posee sus propios métodos de diagnóstico y tratamiento, además de sus propios recursos terapéuticos como lo son las plantas medicinales, animales, minerales y porque existe población que confía en ella, lo solicita y los practica. En este concepto abierto cabe una diversidad de tradiciones médicas de origen diferente al de los pueblos indígenas. Por ello referiremos la especificidad de la medicina indígena como “medicina indígena”, que se diferencia de otras tradiciones muy presentes en la llamada medicina popular, principalmente de la tradición campesina.

La concepción de los pueblos indígenas respecto a la salud está ligada a una concepción holística del mundo, como consecuencia, se prefiere definir la salud en términos de un bienestar integral que incorpora, infaltablemente, la dimensión de espiritualidad (DULEINA, 2019; OPS, 2009). De esta manera, el concepto de “salud integral” abarca, el bienestar biológico, el psicológico, el social y el espiritual del individuo y de su comunidad en condiciones de equidad. Visto así, la salud de las poblaciones indígenas es un resultante de la integración de elementos fundamentales, como el acceso a la tierra, el nivel de participación en la sociedad nacional y la libertad para vivir su propia singularidad cultural en lo que respecta a su alimentación, vestimenta, vivienda, trabajo, educación y, especialmente, sus posibilidades de acceso, acorde al derecho que les asiste, a los servicios públicos de atención de la salud en condiciones de equidad y dignidad.

La salud, es, además, un derecho humano que asiste a todas las personas, indistintamente de su género, religión, color, etnia, idioma y edad. Es el derecho que existe a la oportunidad de recibir atención de salud en lo personal, lo familiar y en la comunidad, y es un deber y responsabilidad del Estado, asegurar efectivamente los derechos a la salud de las poblaciones indígenas (DULEINA, 2019; PEGY, 2015).

Otro aspecto importante en esa iniciativa a ser utilizada, es el uso de la página web, sirve para proyectar informaciones sobre el Centro de Atención y Aprendizaje para los visitantes a la Comarca Gunayala. Para que estén informados y ser atendidos. De ahí, la importancia de una página web que promueva educación ambiental o de conservación dirigida hacia la gente, la juventud, la mujer y los niños, el interés que deben tomar hacia la medicina dule. La página web será instalada en la oficina de enlace del IPCPG/CGCG en ciudad de Panamá, para la socialización de la información se cuenta con el aval del congreso y se respetaran y aplicación de las guías o protocolos comunitarios dules sobre saber y conocimiento.

Objetivo General de la iniciativa DULEINA

Implementar los saberes y conocimientos ancestrales sobre plantas medicinales, para fortalecer Duleina, a través del uso, manejo y conservación de los recursos naturales.

Específicos

1.      Desarrollar un proceso de cultivo de plantas nativas medicinales, base para la medicina del pueblo Gunadule en el desarrollo curativo de diferentes enfermedades.

2.      Capacitar en técnicas de uso, manejo y conservación de los recursos naturales de manera sostenible para uso medicinal de las plantas nativas.

3.      Promover la conservación de los recursos naturales, las plantas nativas y Duleina, a través de las plataformas de medios de comunicación existentes.

Resultados Esperados

A través de los resultados esperados por la iniciativa es alcanzar a obtener los objetivos y ofrecer un servicio de calidad en el mundo de Duleina con plantas medicinales nativas.

1.      Un centro de atención y capacitación, construido de forma tradicional dentro de ½ hectárea el cual ofrece atención y tratamiento con Duleina y promueve la conservación de los recursos naturales.

2.      40 inadulegan (médicos botánicos) son capacitados en técnicas de cultivos de plantas medicinales, Duleina y modelo indígena de uso, manejo y conservación de recursos naturales.

3.      Elaborado un plan de promoción y educación en conservación sobre la eficiencia de la Duleina entre hombres y mujeres capacitadas en conservación y manejo de los recursos naturales para uso sostenible de las plantas nativas medicinales

4.      Establecido dos (2) hectáreas de terreno agroforestal con cultivos de plantas nativas medicinales.

5.      Una estrategia de comunicación que contenga una página web y material escrito que dé a conocer la importancia de los beneficios y propiedades que ofrece Duleina, plantas medicinales nativas y la conservación de los recursos naturales.

Ubicación de la iniciativa


A manera de conclusión:

A mi gente: “regresar”, progresar, aprender y aprehender lo mejor de nuestra ciencia médica botánica, es aportar el saber y conocimiento a la humanidad. De esta forma, mantenemos viva nuestra cultura para compartir lo mejor de sus elementos prácticos para mejorar la salud y espiritualidad. Para nosotros no existe una separación entre naturaleza y cultura. Los inadulegan no solo piensan, lo sienten; porque saben que el organismo se relaciona que se necesitan unos a otros. Eso es poseer una visión holística o lo suficientemente amplia sobre la salud, entonces hablamos de una “vida saludable”. Seguimos construyendo …

El Instituto del Patrimonio Cultural del Pueblo Guna / Onmaggeddummad Namaggaled, avanza en la construcción del mañana... Actualmente, existe un renovado interés por nuestras culturas de los pueblos dules (indígenas) del mundo, y mucho más entre nuestra gente joven. Desde ahora INVITAMOS a esta juventud a conocer y tener la oportunidad de compartir personalmente experiencias con los INADULEGAN en el Centro de Atención y Aprendizaje en Bingandi. Será un Centro donde instalarse a vivir aprendiendo, e incluso asumiendo sus prácticas sociales, desde lo productivo hasta el cuidado de la salud. Hemos avanzado la construcción del Centro y pronto anunciaremos su inauguración. Y damos gracias a todos los que nos apoyan sin condiciones, porque finalmente el beneficio de la salud es de todos...

Bibliografía

DULEINA, 2019. DULE INA - Medicina tradicional Guna con plantas medicinales. Subproyecto presentado a Sotz’il, Guatemala. 23 p.

Garzón Garzón, L. P., 2016. Conocimiento tradicional sobre las plantas medicinales de yarumo (Cecropia sciadophylla), carambolo (Averrhoa carambola) y uña de gato (Uncaria tomentosa) en el resguardo indígena de Macedonia, Amazonas. En: Revista Luna Azúl. No. 43, julio - diciembre 2016. Universidad de Caldas. pp. 386-414

Giraldo, O. F., 2018. Ecología política de la agricultura. Agroecología y posdesarrollo. San Cristóbal de Las Casas, Chiapas, México: El Colegio de la Frontera Sur, 2018. 211 p.

Guzmán, H. M. et al., 2002. Distribución, Estructura, y Estado de Conservación de los Arrecifes Coralinos de Kuna-Yala (San Blas), República de Panamá. 41 p. Informe Final Presentado a PEMASKY & NATURA.

OPS, 2009. La salud de los pueblos indígenas de las Américas: Conceptos, estrategias, prácticas y desafíos. Área de Tecnología y Prestación de Servicios de Salud. 66 p.

PEGY, 2015. GUNAYALA 2025. Plan Estratégico de Gunayala 2015-2025. Congreso General Guna y Congreso General de la Cultura Guna, Panamá. 212 p. + Anexo: PAC

Quintero Laverde, M. C., et al., 2012. La salud en la cosmovisión de una comunidad indígena. Retos educativos con perspectiva intercultural. En: Revista Aladefe, abril 2012, N° 2 Volumen 2. https://www.enfermeria21.com/revistas/aladefe/articulo/30/la-salud-en-la-cosmovision-de-una-comunidad-indigena-retos-educativos-con-perspectiva-intercultural/

Shanley, P. et al. (eds.), 2004. Explotando el mercado verde. Certificación y manejo de productos forestales no maderables. Editorial Nordan-Comunidad. Montevideo, Uruguay. 447 p.




[1] También hace falta valorar los conocimientos indígenas vs los conocimientos científicos. Son conocimientos asociados o adquiridos por nuestros ancestros, las creencias y prácticas, aunque no es un conjunto unificado de información ni de distribución regular, como lo es los conocimientos científicos actuales (PEGY, 2015)
[2] Invisibilidad de los conocimientos indígenas por parte de los planes ambientales ejecutados y promovidos por losl gobiernos y ONG’s. Es decir, los conocimientos indígenas o ancestrales no han sido valorados y promovidos
[3] Panamá. Asamblea Nacional. Ley 17 de 27 de junio 2016. Que establece la protección de los conocimientos de la medicina tradicional indígena. G. O. No. 28063-B, miércoles 29 de junio de 2016

7 de julio de 2019

Guna Yala

Juan Mate
17 de abril de 2018
 
Una característica clave de la región costera y marina de Guna Yala es su rico y extenso desarrollo de sistemas de arrecifes coralinos que se han desarrollado en un área de 638 km2 de baja descarga fluvial y con la influencia de aguas limpias y claras de mar abierto en la costa caribeña de Panamá (D'Croz et al., 1999; Andréfoüet y Guzman 2005). Anteriormente conocida como San Blas, la región de Guna Yala tiene aproximadamente 365 islas de coral (Ventocilla et al., 1995) y se extiende por aproximadamente 480 km a lo largo de la costa este caribeña de Panamá desde 79o16'W hasta la frontera colombiana (Andréfoüet y Guzman 2005). Con la excepción de la ciudad fronteriza de Puerto Obaldia, exclusivamente la Comunidad Indígena Guna (Lessios y Castillo 2001) habita la región de Guna Yala. Los Guna han tenido autonomía y autoridad en la región desde 1938 (Andréfoüet y Guzman 2005) y el Congreso General Guna es reconocido como la máxima autoridad (Howe y McDonald 2015). Además, la autonomía de la comunidad local a través del "Sáhila" también es clave para la gobernanza del Guna.

Morbeb – Lobatus gigas. Foto: A. Castillo
 La mayor parte de la información científica en Guna Yala proviene de la pequeña y altamente productiva estación de campo que el Smithsonian Tropical Research Institute operó en Guna Yala desde 1977 y 1997 hasta su cierre en 1998 (Robertson et al., 2009). Sin embargo, pocas investigaciones, aunque puntuales, en los últimos años han aportado información relevante sobre los recursos marinos y los impactos antropogénicos en Guna Yala.
 
Uso y manejo de recursos marinos
 
La extracción de recursos marinos en Guna Yala incluye peces como sardinas, meros, pargos, bonito, caballa y jureles, así como crustáceos y otros mariscos, incluidas la langosta, el cangrejo araña, el caracol y otros caracoles grandes y el pulpo (Colton 2011). Todos pescaban con artes de pesca artesanales, como líneas de mano y anzuelo, mano, redes agalleras y otros. La langosta es el recurso pesquero más importante que contribuye en gran medida a la economía de Guna (Castillo y Lessios 2001).
 
No existe una reglamentación sobre las capturas de peces y, en general, independientemente de su tamaño, se conserva. Acerca de los crustáceos y otros productos del mar, la langosta espinosa Panulirus argus puede tener la mejor gestión de todos los recursos marinos debido al alto valor económico para la comunidad, así como caracol como Lobatus gigas, hasta cierto punto.
 
El Congreso Guna puede hacer cumplir en gran medida tres regulaciones panameñas relacionadas con la explotación de los recursos marinos en Guna Yala. El primero se refiere a una temporada de cierre temporal para la langosta del Caribe Panulirus argus, del 1 de marzo al 30 de junio de 2018 (Resolución Administrativa N ° 004 de la Autoridad de Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) del 26 de febrero de 2018). Durante la temporada de cierre, se prohíbe la posesión, el transporte y la comercialización de partes enteras, o subproductos de la langosta. Una nueva resolución entra en vigor cada año sucesivo. La aplicación es estricta para la comercialización, pero continúa ocurriendo para el consumo local durante la temporada de cierre. El segundo se refiere a una temporada cercana para las especies de caracoles en Strombus spp. (Resolución Administrativa N ° 17 de la Autoridad de Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) de 22 de mayo de 2015). Durante la temporada de cierre, se prohíbe la posesión, el transporte y la comercialización de este caracol. Este marco legal es válido por cinco años después de la emisión. Dado que las especies del Caribe de Strombus se han reclasificado en el género Lobatus spp. La regulación se aplica también a este género. El consumo de caracol local todavía ocurre en Guna Yala. El tercero se refiere a la prohibición de la posesión, el transporte y la comercialización de todos los cohombros de mar (Orden ejecutiva Nº 217 de 31 de diciembre de 2009). Un poco menos de la mitad de la exportación consiste en individuos pre-reproductivos (Castillo y Lessios 2001).
 
Otras especies como el mero Goliath Epinephelus itajara, sin protección legal en Panamá, y listadas en la categoría de riesgo de la Lista Roja de la UICN como en peligro crítico, son atacadas por jóvenes Gunas para ser vendidas en restaurantes y hoteles en Guna Yala.
 
Las tortugas marinas han tenido algún grado de protección en Guna Yala que varía de un año a otro y ha habido un período en el que el consumo o la comercialización de cualquiera de sus partes, así como la destrucción o alteración de los hábitats de anidación, estaban prohibidos. Sin embargo, ocasionalmente se encuentran cadáveres de tortugas, muestran actividad de caza para su carne. Un área importante para la conservación y manejo de baulas (Dermochelys coriacea) en Guna Yala es la playa de 4.8 km alrededor de la comunidad de Armila, cerca de la frontera con Colombia. Se ha informado que Armila tiene la mayor abundancia y densidad de nidificación en el Caribe centroamericano, una región considerada la cuarta agregación de anidación más grande para esta especie en el mundo (Patino-Martinez et al., 2008). La comunidad de Armila con ~ 700 habitantes es muy activa en la conservación de la tortuga baula, por lo que no hay construcción costera, consumo de huevos ni captura de hembras adultas (Patino-Martinez et al., 2008). Cada año, la comunidad celebra el Festival Tortuga durante la segunda o tercera semana de mayo.
 
Nidirbi barbad – Aetobatus narinari. Foto: A. Castillo 
A pesar de que Guna Yala sigue sufriendo numerosos disturbios naturales y antropogénicos, sus arrecifes de coral continúan siendo los mejores en la costa caribeña de Panamá. Las principales causas antropogénicas para la modificación del ecosistema arrecifal son la extracción de coral, las prácticas de terraplenado como resultado de la expansión de la población y la mala gestión de los recursos (Guzmán et al., 2003). Blanqueamiento de corales, sedimentación y enriquecimiento de nutrientes debido a la deforestación en cuencas costeras, la mortalidad masiva del erizo de mar Diadema antillarum también contribuyó significativamente al deterioro de los sistemas de arrecifes en Guna Yala (Ogden y Ogden 1993, Guzmán 2003, Lessios 2005). Con respecto al cambio climático, el aumento del nivel del mar es el principal tratamiento para la isla y la comunidad indígena. El aumento del nivel del mar se ha estimado en 2,0 cm / año (Guzmán et al 2003) e inunda las islas coralinas arenosas blancas de Guna Yala, que afectan a las comunidades que viven en ellas. Esto seguro requiere que el pueblo Guna y sus líderes consideren un cambio cultural, que puede incluir una migración gradual y organizada al continente (Guzmán et al, 2003), un proceso que ya cuenta con planes gubernamentales aprobados para comenzar a movilizar grandes comunidades a tierra firme (Howe y McDonald 2015).
 
Las principales actividades económicas en Guna Yala son el turismo, la pesca de langosta, la mola broding y la exportación de coco, todas las cuales están estrechamente vinculadas al medio ambiente marino. Entre estos, el turismo ha mostrado un aumento exponencial en los últimos ocho años como resultado del camino recién asfaltado a Carti (Howe y McDonald 2015). Sin embargo, los ingresos de esta actividad no parecen permear para beneficiar a la región. Más aún, la creciente industria turística ha alentado aún más a los Guna a extraer coral y otros organismos relacionados con los arrecifes para venderlos como souvenirs (Guzmán 2003). El aumento del turismo y de la población Guna ha provocado un aumento de la basura y los desechos humanos (Colton 2011; Howe y McDonald 2015). La basura orgánica como el banano y las pieles de plátano constituyen la mayor parte de los desechos corriente, así como los restos de la cocina casera, botellas de vidrio, latas, alimentos procesados (Colton 2011; Howe y McDonald 2015). La mayoría de estos termina en el mar o se quema con las consecuencias de la contaminación del aire. Recientemente, los campos terrestres continentales y la actividad de reciclaje pueden reducir el impacto de los desechos en Yuna Yala.
 
Se han propuesto áreas de manejo local como mecanismos para empoderar a las comunidades Guna para proteger y preservar áreas marinas cercanas a sus comunidades (Guzmán et al., 2003; Colton 2011). Algunas comunidades adoptaron la recomendación (Paulson 2017), sin embargo, aún no está claro si se está llevando a cabo la protección y administración de los recursos. Estamos de acuerdo con Guzmán et al. (2003) en que es el pueblo Guna el que debe decidir el esquema de manejo, si corresponde, para sus áreas marinas protegidas o para la protección de sus recursos marinos.
 
Literatura citada
 
Andréfoüet S, Guzmán HM (2005) Coral reef distribution, status and geomorphology–biodiversity relationship in Kuna Yala (San Blas) archipelago, Caribbean Panama. Coral Reefs 24(1): 31-42
 
Clifton KE, Kim K, Wulff J L (1997) A field guide to the reefs of Caribbean Panama with an emphasis on western SanBlas. In: HA Lessios and IG Macintyre (eds.), Proceedings of the 8th International Coral Reef Symposium 1:167-184
 
Colton HM (2011) El manejo de recursos marinos en el área de Yandub-Narganá, Kuna Yala: estrategias, objetivos y dificultades. Pp 1-27. Independent Study Project (ISP) Collection. 1465. http://digitalcollections.sit.edu/isp_collection/1465
 
Guzmán HM (2003) Caribbean Coral Reefs of Panama: Present Status and Future Perspectives. 241-274 In: Latin American Coral Reefs. Cortés J (ed.). Elsevier Press B.V., Ámsterdam.
 
Guzmán HM, Guevara CA, Castillo A (2003) Natural Disturbances and Mining of Panamanian Coral Reefs by Indigenous People. Conservation Biology 17(5): 1396–1401
 
Howe J, McDonald L (2015) Trash in the water. An indigenous people confronts waste. Revista Harvard Review of Latin America. XIV(2): 60-62
 
Lessios HA (2005) Diadema antillarum populations in Panama twenty years following mass mortality. Coral Reefs 24:125–127 DOI 10.1007/s00338-004-0443
 
Ogden J, Ogden NB (1996) The coral reefs of the San Blas Islands: revisited after 20 years. Biological Conservation 76:215-215. 10.1016/0006-3207(96)83258-7
 
Paulson S (2017) Coral species distribution and percent cover of sessile organisms on protected and non-protected coral reefs in Digir, Buga, Dubbir, and Kanir Kinnidup, Guna Yala, Panama. Pp 1-17.   Independent Study Project (ISP) Collection. 2730. http://digitalcollections.sit.edu/isp_collection/2730
 
Robertson DR, Christy JH, Collin R, Cooke RF, D'Croz L, Kaufmann KW, Heckadon Moreno S, Maté JL, O'Dea A, Torchin ME (2009) The Smithsonian Tropical Research Institute: Marine Research, Education, and Conservation in Panama Coral Reef Development in the Tropical Eastern Pacific (TEP). Pp 73-93. In: 2009 the Smithsonian Institution Proceedings of the Smithsonian Marine Science Symposium, Eds. Michael A. Lang, Ian G. Macintyre, and Klaus Ruttier.
 
Shulman MJ, Robertson DR (1996) Changes in coral reefs of San Blas, Caribbean Panama: 1983-1990. Coral Reefs 15:231-236
 
Ventocilla J, Herrera H, Nuñez V (1995). Plants and animals in the life of the Kuna. University of Texas Press, Austin. 150 pp
 
Patino-Martinez J, Marco A, Quiñones L, Godley B (2008). Globally significant nesting of the leatherback turtle (Dermochelys coriacea) on the Caribbean coast of Colombia and Panama. Biological Conservation 141 1982-1988. DOI: 10.1016/j.biocon.2008.05.012

 

2 de julio de 2019

EL TIEMPO

Conversaba con un amigo al frente de una pizza sobre el tiempo. Me decía que él sospechaba que el tiempo para los guna tenía otra connotación, que no tenía que ver con las horas que nos guían a diario ni las fechas del calendario. Simple y sencillamente era el tiempo, momentos y etapas lentas y aceleradas de las vivencias de cada ser humano. Este tema vino a colación con respecto a una situación de consulta que le estábamos haciendo a un Sagla. Él, había notado, que para decidir sobre un tema, las autoridades estaban tomando el asunto con toda la paciencia. Una paciencia que le gustaba y la vez le hacían cuestionar sobre el tema del tiempo.
Atardecer por Wissubwala. Foto: Gubiler

Mientras el terminaba de disfrutar su primera rebanada de pizza yo disfrutaba mi raviolis, que me acaban de servir. Y los minutos que son los marcadores de esos momentos, seguía corriendo. O tal vez se mantenía detenido, pues creo y también lo escuché de alguien alguna vez, que cuando hacemos alguna actividad con menos celeridad el tiempo pasa lento. Pero es que si no tuviéramos estos marcadores de esos instantes que son las horas, no nos habríamos preocupados que a una hora determinada, ambos teníamos un compromiso con otras personas. Que nuestras vidas están marcadas en una agenda. Le contaba a mi amigo de lo puntal que eran muchos abuelos en las reuniones de la aldea, y no precisamente porque que cargaran un reloj en la muñeca. También las interminables horas que se prolongaban las reuniones en la Casa del Congreso, cuando un tema lo ameritaba. En ese momento no hay una hora determinada para cerrar la reunión, es más, si tienen que hablar todos los presentes, se les otorga la voz a cada uno.

Seguíamos deleitándonos con nuestro almuerzo y continuábamos  conversando sobre el tema. Él, me contaba de las reuniones ejecutivas que había presenciado, tediosas y bajo presión para decidir sobre un tema en determinada hora. En ideas puntuales anotadas en una hoja, sin excederte del limitado tiempo de los demás. Si. Así son las reuniones ejecutivas, me decía.


A veces escuchamos decir que quisiéramos congelar las horas y los días. Yo no le hayo sentido a eso. Creo que a veces somos tan contradictorios en ese sentido. A quién no se le escapa una sonrisa o frunce el ceño en su soledad, recordando un evento que pasó. Y cuando vuelve a su realidad dice: aquellos momentos. Pero se siente satisfecho por mal o bien que le vaya en el día de hoy.

Pasaron las horas, disfruté el almuerzo y cavilamos sobre el tiempo con mi amigo. Mi amigo se encuentra en su propio espacio y tiempo, en sus reuniones ejecutivas. Yo, mientras escribo este momento me acorde de otro pensamiento indígena que dice: el tiempo pasa sobre nosotros como cuando nos sentamos y miramos el cielo que pasa de adelante hacía atrás. Si, asi es el tiempo lo vemos pasar como aquellas nubes en frente y sobre nosotros, mientras el futuro se formas atrás de nosotros y es incierto. Que disfruten su tiempo hoy,

I.Kungiler
14 de junio de 2019
Gardi Sugdup, Archipiélago de Dulenega.