13 de agosto de 2016

PLAN DE MANEJO COMARCA DE BIOSFERA DEL CORREGIMIENTO DE NARGANA: SINTESIS Y DIAGNOSTICO

Geodisio Castillo

Hay registros y memorias que hacen historia natural y no la utilizamos. Ello permite a los pueblos e individuos recordar su pasado y lo celebramos. Pero hay otros eventos del pasado que no la tomamos en cuenta, siendo el mismo, fundamental para el desarrollo social, económico, ecológico y cultural de los pueblos; en consecuencia, da elementos para la planeación del porvenir y sirve para remontar eventos similares ocurridos anteriormente (Toledo, Barrera-Bassols, 2008).
 
Tierra, Golfo de Gunayala y comunidad de Aggwadub. Foto: Gubiler
Este encuentro entre lo biológico y lo cultural, está claramente plasmado en el Plan de Manejo de la Comarca de Biosfera y en el actual Plan Estratégico de Gunayala 2025 (CGG, CGCG, 2015); no es nada complicado su entendimiento, para tomar acciones a partir de la estrategia. Y las estrategias están hechas para desentrañar la esencia, estructura y dinámica biocultural, para ponderar sus fortalezas y debilidades, a revelar su importancia o trascendencia para el futuro del pueblo, y a identificar las distintas amenazas que se ciernen sobre ella (Toledo, Barrera-Bassols, 2008). Es decir, su amenaza o falta de operatividad de una estrategia es parte de los fenómenos modernos, principalmente procesos técnicos y económicos, como también informáticos, sociales y políticos.

En este breve artículo se intenta remontar lo que ya hemos realizado sobre la estrategia de desarrollo comarcal en un área silvestre protegida – Comarca de Biosfera, que actualmente su parte terrestre solo es reconocida por el Ministerio de Ambiente, como Área Silvestre ubicada dentro del Corregimiento de Nargana.

Únicamente tomaremos del Plan sus objetivos y su síntesis y diagnóstico (PEMASKY/AEK, 1995), para tener una información, de lo que se dijo o se escribió, es lo que ocurre hoy en día, nada ha cambiado desde entonces. Y se espera que con la estrategia actual inicie cambios…

OBJETIVOS DEL PLAN DE MANEJO Y DESARROLLO

El presente Plan de Manejo y Desarrollo de la Comarca Kuna Yala, cuya meta es declarar al territorio Kuna como Comarca de la Biosfera, es solamente la primera fase de estudio y cubre el sector noroccidental de la comarca, Corregimiento # 1, que corresponde a una extensión de aproximadamente 250,435 hectáreas de tierra y mar para el manejo y desarrollo. Sin embargo, faltan muchos datos e informaciones científicas para poder tomar decisiones para el manejo eficaz y sostenible de los recursos naturales, resolviendo con prioridad la NECESIDAD HUMANA de nuestro pueblo. Por lo tanto, el Plan debe ser flexible, abierto a discusión y evaluación continua. De ahí, la revisión resumida, enfatizando las prioridades que el PEMASKY debe satisfacer en los años venideros. Es decir, hemos de preparar un Plan Operativo realista y acorde con las necesidades urgentes de la Comarca: la alimentación, por ejemplo.

Objetivos del plan:
  1. Proveer los lineamientos generales para la conservación y el desarrollo de la Comarca Kuna Yala
  2. Constituirse en un instrumento de apoyo y de consulta permanente para el personal del Programa-PEMASKY y de la Unidad de Manejo o de Conservación: investigadores individuales, profesionales, estudiantes e instituciones que preparen proyectos relacionados con el desarrollo socio-económico y cultural de la Comarca Kuna, según las metas y objetivos para el desarrollo de la Comarca Kuna Yala
  3. Promover la investigación científica y socioeconómica básica y aplicada y el monitoreo de recursos biofísicos en la Comarca
  4. Servir como instrumento de difusión hacia profesionales, estudiantes, comunidades y público en general
  5. Promover la participación interinstitucional para ejecutar proyectos relacionados con la conservación para el desarrollo de la Comarca Kuna
  6. Establecer directrices para la búsqueda de financiamiento de los programas a desarrollar en la Comarca
  7. Establecer directrices para la autogestión financiera de los programas a desarrollar en la Comarca, con miras al autodesarrollo (autodeterminación)
  8. Apoyar la creación de un marco legal adecuado que garantice la estabilidad de la Comarca Kuna

SÍNTESIS Y DIAGNÓSTICO

El Corregimiento no.1, que en sí es la Unidad de Manejo o de Conservación (Unidad de Estudio), como toda la Comarca Kuna, tiene muestras significativas de ecosistemas tropicales terrestres y marinos, que son componentes integrales del puente evolutivo que se extiende entre continentes por el Istmo de Panamá. El reconocimiento científico y tradicional hecho en el área señala una existencia diversa, abundante en flora y fauna silvestres, tanto de la selva como del mar, incluyendo especies desconocidas, únicas, migratorias y en vías de extinción.

En la unidad se encuentran cuatro zonas de vida: Bosque muy Húmedo Tropical (Bmh-T), que es la que predomina y la más pequeña es Bosque Pluvial Premontano (Bp-P); el resto es Bosque muy Húmedo Premontano (Bmh-P) y Bosque Húmedo Tropical (Bh-T), ubicados hacia las planicies costeras.

No hay inventario detallado sobre la flora de la unidad. Una revisión bibliográfica y recopilación de datos en el campo nos indica que la selva del área es prístina o bien poco alterada y con una flora entremezclada del sur y centroamericana. La selva es lluviosa y nubosa en su parte alta, en la cordillera de San Blas.

Una gran variedad de especies de plantas puebla el área. Ha sido reportados cuatro nuevos géneros de flora en la unidad: Reldia (Gesneriaceae), Sanblasia (Marantaceae), Plowmania (Commelinaceae) y "Sapi garda" (Simarubaceae).

Se han reportado 100 especies de mamíferos, sin incluir especies marinas y voladoras; 440 de aves; 45 de peces de agua dulce; 30 de reptiles y anfibios; varias especies de tortugas marinas y así como de insectos acuáticos.

La selva verde, manglares, arrecifes, cuando se combinan con otros rasgos geográficos, hídricos y climáticos, el área sobresale como un lugar excepcional de interés e importancia económica para la conservación, investigación, educación y turismo natural.

Pero el componente integral de esta conservación de nuestro huerto verde ha sido nuestra cultura ecológica, que puede ser un ejemplo de buen manejo y uso de la tierra en forma sostenible para otras etnias en Panamá y Abia Yala.

El área de mayor importancia, en donde se desarrollan las diferentes actividades socio-económicas, es la Zona Cultural, tanto terrestre como marina.

Esa buena relación hombre-naturaleza y nuestra cultura misma, pueden verse afectadas adversamente por el manejo continuo de los recursos y la educación no acorde con nuestra realidad, el avance de la deforestación, presencia de colonos dentro de la Comarca, límites de la Comarca, la carretera, el aumento de la población y la demanda de terrenos y recursos marinos, el mal uso del suelo por jóvenes agricultores, la emigración de jóvenes, el turismo y su efecto sobre la cultura y la baja producción agrícola. Cabe señalar que el clima es bastante húmedo, con fuertes precipitaciones, limita la actividad agrícola monocultural. Suelos con pendientes que van de 40 a 100% y superficiales favorecen altamente los procesos erosivos y de pérdida del suelo. Actividades que favorezcan la erosión serán altamente dañinas y para recuperar el suelo se necesitará la inversión de fuertes sumas de dinero.

Estas son las condiciones que el joven agricultor o grupos agrícolas organizados de jóvenes enfrentan. Esto es resultado de situaciones como la ocupación y concentración de las mejores tierras productivas en áreas planas adyacentes a los ríos y costas por la población más vieja del área y que en algunos casos han sido abandonados sin uso, porque sus dueños están viviendo en las ciudades. El aumento de la población, la falta de un verdadero desarrollo agrícola y pesquero y de una asistencia agrícola efectiva y apoyo técnico eficiente y constante, la existencia de un flujo migratorio muy activo de jóvenes hacia centros urbanos, dejando abandonadas sus parcelas agrícolas, ha hecho que otros migren hacia tierras más marginales, donde los suelos son susceptibles a la erosión que afecta la cantidad y calidad de agua. Toda esa problemática puede ser solucionada, cuando conscientemente tomemos un cambio de actitud hacia los recursos naturales y de nuestro sistema tradicional (costumbre), guiarnos por lo más positivo de nuestra costumbre. Pero, sin embargo, las especies de flora y fauna no pueden recuperarse, por lo tanto, para DEFENDER Y PREVENIR la destrucción de estos recursos y su BIOSFERA, lo prioritario para el pueblo Kuna es RESOLVER su NECESIDAD HUMANA-LA ALIMENTACION. Porque la conservación como instrumento para el desarrollo económico-social y cultural, es justicia social. Pues sin ella, sin alimentos, no hay desarrollo y mucho menos paz. Aunque PEMASKY planifique el manejo de estos recursos, debe haber una participación conjunta para solucionar estos problemas.

Por lo tanto, debe tomarse como prioridad dentro del Plan de Manejo la Extensión Agrícola con una Educación Relativa al Ambiente dirigida a un desarrollo participativo en la producción agrícola y agroforestal: producción alimentaria sin destruir los recursos naturales, buscando siempre la "calidad de vida" de la población.

Finalmente, por lo dicho en líneas finales del Plan, podemos indicar que, la agroecología se convierta en una estrategia de sostenibilidad (Sámano, 2013). Por lo tanto, el Congreso General Guna, debe tomar las pautas necesarias, apoyando a los productores agrícolas, utilizando como método y estrategia la ciencia de la agroecología; es decir, aplicar los conocimientos tradicionales con los científicos, para que los sistemas de producción agroforestal de nainu sean innovadas, sean orientadas para la investigación-desarrollo y sean más armoniosa con el ambiente y comience a incrementar la producción (Castillo y Beer, 1983; Sámano, 2013).

Referencias:

Castillo, G. y Beer, J., 1983. Utilización del bosque y de sistemas agroforestales en la Región de Gardi, Kuna Yala (San Blas, Panamá). CATIE, Turrialba, Costa Rica. 55 p. + Apéndices

CGG, CGCG, 2015. Gunayala 2025. Plan Estratégico de Gunayala 2015-2025. Congresos Generales, Comarca Gunayala. 112 p. + Anexo (documento inédito)

PEMASKY/AEK, 1995. Biosfera de la Comarca Kuna Yala. Plan General de Manejo y Desarrollo (Resumen Ejecutivo: documento de trabajo), Equipo Técnico Consultor de PEMASKY. AEK, PEMASKY, CGG, OIMT. Kuna Yala, Panamá. 77 p.

Sámano Rentería, M. A., 2013. La agroecología como una alternativa de seguridad alimentaria para las comunidades indígenas. En: Revista Mexicana de Ciencias Agrícolas Vol.4 Núm.8 12 de noviembre - 31 de diciembre, 2013 p. 1251-1266

Toledo, V. M. y Barrera-Bassols, N., 2008. La memoria biocultural. La importancia ecológica de las sabidurías tradicionales. Icaria editorial, Barcelona, España. 232 p.

9 de agosto de 2016

9 de octubre: Día Internacional de los Pueblos Indígenas. Caminos empinados de los pueblos indígenas en América Latina

Ollantay Itzamná
09/08/2016

ALAI AMLATINA, DD/MM/2016.- Uno de los legados involuntarios de la última globalización cultural occidental es justamente la glocalización (despertar de las identidades particulares diferenciadas). El presente siglo, en comparación, a los anteriores, es y será testigo de diferentes procesos de reconstitución identitarias y territoriales de los pueblos indígenas, dentro y fuera de las fronteras de los bicentenarios estados republicanos de la región.
 
Ceremonia del fuego sagrado maya
En y desde diferentes puntos geográficos del Abya Yala, los pueblos despojados y subalternizados construimos caminos de emancipación con diferentes dinámicas, aprovechando los intersticios o descuidos que el sistema-mundo-occidental siempre deja en su intento de hegemonía cultural.

Dichos caminos están fundamentados en los derechos colectivos de los pueblos indígenas establecidos en el derecho internacional y en algunos ordenamientos jurídicos internos de los países. Específicamente, el derecho a la consulta previa, libre e informada es una de las mejores herramientas jurídicas que los pueblos utilizamos para hacer prevalecer nuestros derechos ante los intereses empresariales foráneos en nuestros territorios.

Si bien los procesos de reconstrucción identitaria, tanto individual como colectivo, han tenido avances significativos en los últimos años, sin embargo, existen agendas postergadas pendientes que ayudarían, en buena medida, a dar un salto cualitativo de los derechos culturales hacia el ejercicio de los derechos políticos de los pueblos. Entre estas agendas pendientes están:

Recuperación de tierras y territorios para hacer frente a la expansión del capitalismo de acumulación por despojo

En los últimos años, los estados nacionales se han sometido al expansionismo global del capitalismo neoliberal. Ya no hay Estado que proteja y defienda la vida, la dignidad y la soberanía de los pueblos. Mucho menos, la preservación del sistema-tierra.

En estas circunstancias, la lucha por la restitución de los territorios indígenas no es únicamente un asunto económico, ni sólo para el ejercicio del poder indígena, sino es sobre todo para proteger la Vida en y desde los territorios.

Instaurar estados plurinacionales con autonomías indígenas

En el marco normativo de los Estados naciones mestizos vigentes no es posible la garantía, ni el ejercicio de los derechos colectivos de los pueblos indígenas.

Los Estados nacionales son esencialmente monoculturales y centralistas, donde los pueblos indígenas subsistimos sin Estado (sin derechos), e incluso en contra de la voluntad de éste. Por ello, es urgente transformar los estados mestizos en estados plurinacionales, descentralizados y con autonomías de territorios indígenas.

Para que los pueblos disfrutemos y ejerzamos nuestros derechos colectivos, los territorios indígenas deben ser autónomos política, legislativa, jurídica, económica, cultural y administrativamente. Todo esto debe estar dispuesto expresamente en las constituciones políticas de los Estados plurinacionales.

Disputar la hegemonía de la modernidad desde la propuesta del Buen Vivir

La racionalidad lineal simplificadora se ha impuesto en el planeta como el único modo de ver y explicar el mundo. De allí, la supremacía de la ciencia occidental como la ciencia universal. Eso pasa también con el método de la construcción del conocimiento, con el conocimiento escrito, etc.

La modernidad tecnológica, en la medida en que se ensancha como estilo de vida, ha acelerado los procesos devastadores en contra de nuestra Madre Tierra.

Nuestra Madre Tierra necesita tiempo, pausa, descanso, para restaurar sus condiciones vitales y reequilibrar su temperatura adecuada. Para esto debemos cambiar nuestros hábitos de consumo. Dejar de soñar con ser ricos, vivir con austeridad y restaurar la convivencia equilibrada en la comunidad cósmica.  Éste es el camino hacia el Buen Vivir.

Restaurar el rol de la comunidad humana dentro de la comunidad cósmica

Las y los indígenas tenemos el gran desafío de pensar, sentir y actuar con lógicas comunitarias. Necesitamos ser más defensores que líderes, más cooperantes que competentes, ser más comunidad que individuos.

La lógica y el modo de estar comunitario deben reextenderse a nuestro modo de convivencia en y con la comunidad cósmica, donde el sujeto de derechos ya no sólo seamos los humanos, sino también el resto de los seres materiales y espirituales.  Debemos restaurar nuestra misión de cuidadores y puentes simbólicos en el tejido de la comunidad cósmica.

Superar el monoteísmo y antropocentrismo

Los humanos (varones) nos creemos el centro (medida) de toda la casa cósmica porque creemos que somos los únicos predilectos (imagen y semejanza) del único Dios verdadero. De esta falsa conciencia antropocéntrica nace el individualismo liberal consumópata que cree que toda la naturaleza está a su disposición para saquear.

El antropocentrismo macho, blanco y rico es la base de todos los intentos criminales de la anulación sangrienta de la comunidad humana multicultural en el planeta. Por ello, restaurar y ampliar/profundizar nuestras ecoespiritualidades plurales y abiertas, y trascender hacia un modo de pensar, sentir y actuar cosmocéntrico es nuestra tarea urgente.

Superar los dispositivos coloniales aprehendidos

Es fundamental avanzar de los derechos culturales (muchas veces folclorizadas) hacia el ejercicio de los derechos políticos. Tierra y territorio con autonomía, autodeterminación de los pueblos, consulta previa, etc., son caminos que necesariamente debemos recorrerlos como pueblos.

Si lo indicado hasta ahora ya son caminos empinados, los caminos de transformación hacia adentro son igual o más difíciles aún. Debemos matar al colonizador racista, machista, monoteísta, clasista, antropocéntrico que habita en cada uno de nosotros/as.

¿Cómo hacer que las y los indígenas, a mayor grado de educación académica y “ascenso” social, no sigamos reproduciendo endémicos males como el racismo, clasismo e individualismo instalados en y por el sistema? ¿Cómo hacer que a mayor oportunidad de acceder a espacios de tomas de decisiones no seamos prepotentes, avaros e insensibles con los nuestros y los otros? ¿Cómo hacer que en la medida que los patrones nos permitan a su mesa no miremos con desprecio, ni desdén a nuestros hermanos/as despreciados por los patrones?

¿Cómo estar en el sistema sin aprehender, ni reproducir/defender los vicios del sistema como virtudes idealizados? Estos y otros son desafíos casi existenciales para salir de la condición de la colonialidad en la que subsistimos.




6 de agosto de 2016

Territorios y Soberanía Alimentaria: Donde las luchas de comunidades campesinas y del bosque convergen

Este número del Boletín del WRM ha sido producido conjuntamente con GRAIN. GRAIN trabaja apoyando las luchas de los pequeños agricultores y de los movimientos sociales a favor de sistemas alimentarios basados en la biodiversidad y controlados por la comunidad, y en contra del sistema alimentario industrial controlado por las empresas. El WRM apoya las luchas de las comunidades que dependen de los bosques en defensa de sus territorios y bosques y contra las plantaciones industriales de árboles, las industrias extractivas y otras amenazas a la vida y el sustento de estas comunidades. Si bien cada una de estas organizaciones tiene su historia y enfoque particular, consideramos que estas luchas están íntimamente conectadas y, de hecho, a menudo nos cruzamos en reuniones, correos electrónicos, foros y declaraciones.
 
Nainu de producción alimentaria del Grupo Nadigana, Yandub-Nargana. Foto: Gubiler / 2012
En los últimos años hemos ido más lejos que eso y establecimos relaciones de trabajo más activas, en un principio sobre todo en América Latina, pero más recientemente también otras partes del mundo. Por ejemplo, ambas organizaciones trabajan actualmente en un proyecto conjunto que tiene como objetivo apoyar las luchas de las comunidades locales contra las plantaciones industriales a gran escala de palma aceitera en África Occidental y Central. De manera que la producción conjunta de este boletín es una consecuencia lógica de ese proceso.

Después de todo, numerosas comunidades que dependen del bosque son campesinas, y numerosos campesinos constituyen comunidades que dependen del bosque; y todas son productores de alimentos. Se ven afectadas por igual por la agenda corporativa, ya sea por la expansión de los monocultivos de eucalipto y de otros árboles, o por los inversores extranjeros que compran tierras para plantar cultivos para los mercados internacionales de alimentos y agrocombustibles.

También son vilipendiados de la misma forma y a menudo por las mismas personas: por destruir los bosques tropicales del mundo con sus prácticas de cultivo itinerante, por provocar la erosión del suelo debido al sobrepastoreo y por su supuesta falta de capacidad para producir alimentos suficientes para una población mundial en constante crecimiento. Se los suele encasillar en el estereotipo de atrasados y reticentes al progreso. Y, como mostramos en uno de los artículos en este boletín (sobre REDD+ y la agricultura), ahora son el blanco de proyectos y programas que alegan frenar la deforestación en nombre de la lucha contra el cambio climático.

Pero la verdad es que los campesinos y las comunidades que dependen de los bosques no son los responsables de esos problemas. Los verdaderos culpables son las economías de plantación impulsadas por las corporaciones, en acelerada expansión, con sus monocultivos contaminantes y acaparadores de agua. Éstas ocupan una creciente cantidad de tierras fértiles y se instalan en bosques nativos y otros ecosistemas frágiles. En el proceso, producen grandes cantidades de emisiones de gases de efecto invernadero. Y encima - es importante recalcarlo -, no producen tantos alimentos. Lo que hacen es producir materias primas para un voraz mercado mundial de exportación que alimenta la industria del papel, la industria ganadera y, más recientemente, la industria de los agrocombustibles. A pesar de ello, se les ordena a las comunidades que dependen de los bosques que permanezcan fuera de los bosques y que encuentren su alimento y sustento en otro lado. Las comunidades campesinas son expulsadas de sus tierras para dar paso a plantaciones “más productivas”.

Como resultado, en todo el mundo los campesinos y las comunidades que dependen de los bosques son acorralados en menos y menos tierra. Actualmente los campesinos representan más del 90% del total de fincas agrarias del mundo, pero controlan sólo una cuarta parte de las tierras agrícolas. Sin embargo, aun así, logran producir la mayor parte de los alimentos del mundo y sin la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero que producen los establecimientos agrícolas industriales a gran escala. Pero si se permite que la actual ola mundial de acaparamiento y concentración de tierras se agudice aún más, será muy difícil para los campesinos y campesinas seguir haciéndolo. Y entonces, ¿quién alimentará al mundo?

La soberanía alimentaria: una lucha común

Para contrarrestar el sistema de alimentos impulsado por las empresas y para articular una visión que pone a los campesinos y las comunidades del bosque en el centro de la lucha contra la crisis alimentaria, la crisis ambiental y la crisis climática, La Vía Campesina - el movimiento campesino mundial - lanzó como solución, a mediados de 1990, la “soberanía alimentaria”. Durante las últimas dos décadas se ha convertido en eje central de la lucha por un mejor sistema alimentario de varios movimientos y organizaciones. Ubicar a la soberanía alimentaria en el centro de la agenda también significa reconocer el papel fundamental de las mujeres en el cultivo y la reproducción de semillas, así como en proveer de alimentos a sus familias y comunidades desde tiempos ancestrales. Al mismo tiempo que sostienen la vida, las mujeres también juegan un papel esencial al frente de las luchas por la defensa de los territorios y, por lo tanto, de la soberanía alimentaria.

Entre otras cosas, esta lucha incluye:
•   Una reforma agraria integral para devolverle tierras a los pequeños agricultores y las comunidades locales, y la defensa de los territorios que son tan importantes para las comunidades campesinas y del bosque.
•   La agroecología como el método de cultivo natural para alimentar al mundo.
•   Basarse en el conocimiento indígena y las semillas locales.
•   Una oposición frontal al sistema alimentario industrial, a los intereses comerciales de las empresas y a las tecnologías controladas por la agroindustria.
•   Enfocarse en los mercados locales y en los circuitos cortos bajo el control de las comunidades locales.
•   Entender que esta lucha reúne a diferentes productores de alimentos (agricultores, pescadores, pastores), diferentes circunscripciones (productores y consumidores de alimentos), en diferentes lugares (Norte y Sur).

Los campesinos y las comunidades que dependen del bosque tienen aquí la misma lucha, y un adversario común.

La agenda climática

Este número del boletín del WRM se centra en la lucha contra la crisis climática, otra agenda que los campesinos y las comunidades que dependen del bosque tienen en común. Ellos sienten los desastrosos impactos del cambio climático en carne propia y en su vida cotidiana, pero también se dan cuenta que son la clave para evitar la crisis del clima.

Por más de 10 años, en cada conferencia sobre el clima, los gobiernos del mundo han perdido mucho tiempo impulsando falsas soluciones con el fin de evitar introducir cambios reales en los actuales modelos de producción y consumo. Entre estas falsas soluciones están las propuestas de convertir a los bosques en “sumideros de carbono”, que podrían compensar las emisiones provocadas en otro lugar bajo el mecanismo REDD e iniciativas afines como el enfoque “REDD a escala del paisaje”. Ahora los negociadores del clima también debaten una vaga propuesta de agricultura “climáticamente inteligente”, con la misma intención de compensar las emisiones de gases de efecto invernadero en lugar de reducirlas en la fuente. Los gobiernos nos hunden cada vez más en esta crisis porque no logran abordar las causas reales del cambio climático y las empresas controlan cada vez más la agenda de las conferencias y las tecnologías relacionadas con las falsas soluciones que son propuestas y respaldadas por la ONU.

El director de la FAO, Graziano da Silva, en un debate sobre la próxima cumbre del clima, manifestó hace poco: “Creemos que la agricultura, en su sentido amplio - incluidas la silvicultura, la pesca y la acuicultura - puede y debe desempeñar un papel central en la lucha contra el cambio climático (..)” (1) Sin embargo, ni las empresas de monocultivos forestales industriales ni las empresas del agronegocio pueden ser jamás parte de la solución ya que los modelos de los que dependen son el problema (2). Por el contrario, son las comunidades campesinas y las comunidades que dependen de los bosques las que ofrecen y practican de manera convincente la soberanía alimentaria como solución. Como ha calculado GRAIN, el sistema industrial de alimentos es en gran medida responsable de la crisis climática pues produce aproximadamente la mitad de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Mientras que, por el contrario, un sistema alimentario basado en el manejo adecuado del suelo, la agricultura natural, los mercados locales, los alimentos frescos y la distribución equitativa de la tierra, no solamente sustentaría a numerosas comunidades campesinas y comunidades que dependen del bosque en todo el mundo, sino que también sería capaz de reducir las emisiones y que los suelos vuelvan a capturar carbono.

Pero hay un largo camino por recorrer antes de llegar allí. Como se muestra en uno de los artículos del boletín, la industria de los fertilizantes domina las discusiones y la toma de decisiones en torno a qué hacer con la agricultura y con el sistema alimentario mundial. Otro artículo reflexiona acerca de cómo los acuerdos comerciales hunden al mundo cada vez más en la crisis climática. Los proyectos REDD+ y los mercados de carbono dejan indemnes a los contaminadores e impiden a las comunidades locales acceder a los bosques de los que obtienen su sustento. Otro artículo pone de relieve cómo los sistemas de certificación creados para dar “etiquetas verdes” a las industrias de monocultivos, como las de árboles para madera y celulosa, las de soja o palma aceitera, buscan alianzas con REDD. Una conversación entre GRAIN y WRM sobre los sistemas de certificación y las plantaciones de palma aceitera arroja cierta luz sobre lo que significan estos mecanismos para las comunidades locales. Y el tema de la expansión de las plantaciones de eucaliptos en Mozambique y Brasil, también tratado en este boletín, merece atención: estas plantaciones pueden ser llamadas “inteligentes” desde una perspectiva empresarial, pero de ninguna manera desde la perspectiva del clima, la soberanía alimentaria y el bienestar de las comunidades.

En los preparativos de las movilizaciones en torno a la próxima cumbre climática de la ONU en París, este mes de diciembre, los movimientos sociales de todo el mundo se disponen a impulsar soluciones reales y denunciar las falsas soluciones que están en la mesa de negociaciones de la ONU. Es importante entonces presentar de manera central las luchas y soluciones de los campesinos y campesinas, así como de las comunidades que dependen de los bosques.


2. Ver más información acerca de cómo las plantaciones de monocultivos a gran escala son el principal motor de la deforestación en: http://wrm.org.uy/es/listado-por-temas/deforestacion/causas-directas/monocultivos-de-arboles-a-gran-escala/
Y sobre el papel de la agricultura industrial como principal motor de la deforestación en: http://wrm.org.uy/es/listado-por-temas/deforestacion/causas-directas/ganaderia-y-agricultura-industriales/

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Fuente: Boletín Mensual WRM, número 219, octubre, 2015
Boletín mensual del Movimiento Mundial por los Bosques (WRM)