30 de septiembre de 2011

CAMBIO CLIMÁTICO ¿QUÉ HACEMOS?

Geodisio Castillo
Centro de Desarrollo Ambiental y Humano (CENDAH)
geodisio@gmail.com



Introducción


Los pueblos indígenas están en la primera línea del cambio climático. Viven en  lugares del mundo donde su impacto es mayor y dependen en gran parte, o exclusivamente, del medio ambiente natural para su medio de vida, su cultura y sus vidas, por lo que son los más vulnerables de la tierra a sus efectos.

Hay “medidas paliativas” para detener el cambio del clima; las cuales violan sus derechos y facilitan que los gobiernos, las empresas y otros reclamen, exploten y, en algunos casos, destruyan su tierra, como lo hace el propio cambio climático.

Estas medidas paliativas, incluyen:

• Biocombustibles  • Energía hidroeléctrica
• Conservación de los bosques
• Compensación de las emisiones de carbono

¿qué tan seguros estamos del fenómeno del cambio climático?

Desde 1750 el planeta está experimentando un calentamiento neto, y que durante el presente siglo continuará calentándose a consecuencia de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI).

En 1824 Joseph Fourier consideró que la Tierra se mantenía templada porque la atmósfera retiene el calor como si estuviera bajo un cristal. Él fue el primero en emplear la analogía del invernadero. En 1859 John Tyndall descubrió que el CO2, el metano (CH4) y el vapor de agua bloquean la radiación infrarroja.

En 1903, Svante August Arrhenius, publicó Lehrbuch der Kosmischen Physik (Tratado de física del cosmos) (Arrhenius, S. 1896, 1903), el cual trataba por primera vez de la posibilidad de que la quema de combustibles fósiles incrementaría la temperatura media de la Tierra. Entre otras cosas calculaba que se necesitarían 3000 años de combustión de combustibles para que se alterara el clima del planeta, todo bajo la suposición que los océanos captarían todo el CO2 (actualmente se sabe que los océanos han absorbido un 48% del CO2 antropogénico desde 1800), (Sabine, C. L. et al. 2004).

Pero ya sabemos que, solamente la mitad del CO2 lanzado a la atmósfera cada año realmente se mantiene allí, pues por lo menos el 45 % es secuestrado rápidamente por sumideros de carbono tales como las plantas y el océano. Mientras las emisiones de dióxido de carbono crecen y el planeta se calienta, sin embargo, los estudios sugieren que estos sumideros ya empiezan a saturar y no podrán continuar tomando la misma parte de las emisiones. El dióxido de carbono es menos soluble en un océano más caliente, por ejemplo, y suelos más calientes tienden a sostener menos carbono. A medida que las temperaturas aumentan, una porción menor de emisiones de CO2 es retenida por la tierra y los sumideros del océano.

El cambio climático es un fenómeno cíclico que responde a causas naturales y en menor grado a la mano del hombre.

Estos rápidos cambios están dando como resultado la pérdida de especies raras o amenazadas – BIODIVERSIDAD.


Por lo tanto, tenemos que enfrentar en el futuro a la ingente labor de tener que cambiar los espacios protegidos para seguir el ritmo de hábitats y ecosistemas en movimiento
Manglar en la entrada Narwadi, Yanndub-Narganá/Agguanusadub. Foto: Gubiler, 2011

El efecto invernadero
El cambio climático se produce por el aumento de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera.
Un invernadero es una estructura que se utiliza en la agricultura para mantener los cultivos calientitos y con una humedad óptima, para el desarrollo de los cultivos.
La Tierra es un gran invernadero. Es decir, la atmósfera que cubre la Tierra crea un invernadero y mantiene el Planeta a una temperatura propicia para el desarrollo de la vida.
Casi la mitad de la radiación solar que llega a nuestra atmósfera penetra la superficie de la Tierra, mientras el resto es reflejado por la atmósfera misma y retornada al espacio atravesando la atmósfera o absorbido por gases y partículas de polvo. La energía solar que alcanza o es absorbida por la superficie de la Tierra (la atmósfera evita que salga) calienta el suelo y los océanos, que, a su vez, liberan calor en la forma de radiación infrarroja.
Mientras que otra parte de la radiación al chocar con algunos gases y partículas en la atmósfera se regresa nuevamente a la superficie terrestre calentándola más. Lo que resulta de todo esto es el calentamiento de la Tierra (ver, Figura 1).

Figura 1: El efecto invernadero
La existencia de dióxido de carbono (CO2) y otros GEI en la atmósfera se originó hace millones de años como parte del proceso de la formación y la evolución de la Tierra, un fenómeno que también se dio en otros planetas del sistema solar. Entre mayor sea la concentración de GEI mayor es la captura del calor, y viceversa. Nuestra atmósfera cuenta, precisamente, con una concentración justa de GEI para la existencia de la vida en la Tierra como hoy la conocemos.
Sin ningún GEI en la atmósfera nuestro planeta tendría una temperatura 30°C más fría – o de 18°C bajo cero –, lo que lo haría inhóspito para la vida. En contraste, si la concentración del GEI fuese muchísimo más alta, la temperatura podría llegar a extremos tales que hiciesen de la Tierra un escenario no factible para la vida. Algo así como Venus, en donde la enorme cantidad de CO2 en su atmósfera genera un fuerte efecto invernadero que determina una temperatura que alcanza los 460°C.
El dióxido de carbono (CO2) no es el único gas de efecto invernadero. Otros gases de efecto invernadero son de:
q  Origen natural:
ü  Dióxido de carbono (CO2)
ü  Metano (CH4)
ü  Óxido nitroso (N2O
ü  Vapor de agua (H2O)
ü  Ozono (O3)
q Origen artificial:
ü  Clorofluorocarbonos (CFC), como sus sustitutos: Hidrofluorocarbonos (HFC) y Perflourocarbonos (PFC)
ü  Hexafluoruro de azufre (SF6)

El vapor de agua es el GEI más potente y en un día claro puede explicar hasta 65% del efecto invernadero. Pero no son los seres humanos, quienes producen la mayor parte de los GEI, ni la podemos controlar directamente: cuando la temperatura sube, la evaporación y las concentraciones de vapor de agua aumentan automáticamente. Por eso, en las estrategias para enfrentar el cambio climático no está contemplado.

Después del vapor de agua, el CO2 es el mayor causante del efecto invernadero producto de la acción humana, y explica aproximadamente 25% del mismo. Algunos GEI capturan la radiación mejor que otros, como es el caso de los fluorocarbonados, cuya concentración en la atmósfera es relativamente baja, pero cuyo poder es relativamente mayor que otros GEI.

¿Cuáles son las principales fuentes humanas de los gases de efecto invernadero?
Las concentraciones de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso han aumentado considerablemente desde mediados del siglo dieciocho, época del inicio de la revolución  industrial, como consecuencia de la acción humana –origen antropogénico, en el lenguaje científico– (ver, Figura 2).

Figura 2: Parte proporcional que representan diferentes GEI antropogénicos.


Fuente: IPCC, 2007
 
El CO2 es el gas de efecto invernadero de origen antropogénico que más ha contribuido al calentamiento global, y se produce a consecuencia del consumo de los combustibles fósiles y de la deforestación: los árboles y las plantas que componen los bosques contienen carbono; al quemarse, que es la forma más usual de deforestación, o descomponerse después de que han sido talados, emiten CO2. Cerca de 2 gigatoneladas de carbono se emiten cada año a medida que los bosques se talan para madera o se queman para proporcionar áreas agrícolas o de pastoreo.

Las emisiones de metano se producen principalmente a consecuencia de diversas actividades agropecuarias, como el cultivo del arroz –procesos de descomposición orgánica en las aguas de inundación– y la cría del ganado –la emisión producida por el proceso digestivo y las heces–. Las emisiones de óxido nitroso se derivan principalmente del uso de agroquímicos en la agricultura. Si bien el CO2 es un GEI de menor potencia que el metano, el óxido nitroso o los fluorocarbonados, su abundancia relativa en la atmósfera y su incremento exponencial en los últimos cincuenta años explican por qué es el principal responsable del incremento de la temperatura.

El efecto invernadero es global. Los GEI que se emiten en cualquier lugar del planeta, sean producidos por un automóvil que circula en China o por las termoeléctricas de Texas, tienen consecuencias para el cambio climático de la Tierra como un todo. Es decir, el impacto de este tipo de contaminación no es de naturaleza local sino global.

Pérdida de la cobertura forestal en Guna Yala: Años 1992, 2000, 2007 y 2008
Como se ha dicho que la tala y quema, una práctica agrícola tradicional guna, es la que más ha contribuido a la emisión del CO2, veamos cuán hemos contribuido a ello (ver, Cuadro 1).

Cuadro 1: Cobertura de bosque en Guna Yala 

Fuente: Castillo, 2009

La migración del pueblo guna hacia la cordillera de San Blas y hasta llegar a las costas actuales de la Comarca de Guna Yala, data a mediados del siglo XVI. Desde entonces hemos iniciado el uso sostenible del bosque para hacer una agricultura ecológica o de nainu. Un sistema del hemos hablado en otras ocasiones.

Hemos talado y quemado, para luego ser aprovechado por cultivos para la alimentación de las comunidades. Eso se aprovecha por tres hasta cinco años de ser posible, para luego ir a talar y quemar o hacer otro nainu. Esta rotación de parcelas o nainu se hace más común en terrenos de ladera. El otro nainu aprovechado se deja descansar o en barbecho para que el suelo descanse y recupere su estado natural, pero no así la micro-biodiversidad existente, esta muere y posiblemente ya no se recupera. La biodiversidad mayor huye para buscar otros bosques y sobreviven.

Los mejores terrenos que son planas, aluviales y costeras han sido de uso intensivo – quema -, y siempre ha ofrecido alimento a las comunidades. ¿Pero qué ha pasado o qué está ocurriendo?, ¿Por qué la producción agrícola ha bajado? Porque solo lo estamos aprovechando, no lo estamos alimentando para recuperarse; se ha perdido los conocimientos tradicionales de uso del suelo o agricultura ecológica. Escuché a una persona diciendo que esto “lo que está ocurriendo debemos darle gracias a la educación y al trabajo que se le ofreció a nuestros padres en las bases militares de los gringos como cocineros o lavaplatos”, desde entonces agrega: “todos nuestros hijos queremos vestirnos con sacos y olvidarnos de la agricultura, ya no queremos ensuciarnos de lodo”, “estamos menospreciando a la tierra que a diario nos da alimento”. Esta reflexión lo dejo a ustedes.

La verdad es que la cobertura forestal de Guna Yala, ha disminuido, pero siempre ha estado en recuperación o en regeneración natural como lo demuestra el cuadro 1. Desde 1992 hasta el 2008 hemos perdido solamente 3 a 4 % de cobertura forestal. Del 2007 a 2008, en un año perdimos 3% de cobertura, eso es debido al llamamiento del Congreso General Guna a producir, al ver que la producción alimentaria ha bajado. En los momentos actuales (aún los datos están en proceso de dar resultados), podemos asegurar que nuestro bosque está en estado de recuperación, existen muchas áreas o nainugan en estado de regeneración natural.

Según Castillo (2010), a manera de ver las cosas no se puede hablar de deforestación y degradación del bosque dentro de las comarcas o territorios indígenas, excepto la Comarca Ngäbe-Bugle. Es decir, primero no hay datos que comprueben que exista deforestación y degradación del bosque. Segundo, estos territorios de la Eco-Región Darién-Guna mantienen hasta el año 2008, más del 87% de su superficie cubierta de bosques (ANAM 2009). Tercero es que, los sistemas de uso de la tierra que realizan nuestros pueblos es amigable con el bosque al considerar al árbol su hermano y a la tierra su Madre. En la Comarca Ngäbe-Bugle, la deforestación es una ola que avanza, solo se mantenía en el año 2000, 43.12% de capa forestal, pero se mantuvo hasta el 2008 en 43.70% de cobertura verde (ANAM 2009), significativo trabajo u esfuerzo realizaron.
 
Los océanos y la pérdida de arrecifes de coral en Guna Yala
Los océanos sirven de “sumidero” para el CO2, absorbiendo parte de lo que tendría que estar en la atmósfera. El incremento del CO2 ha dado lugar a la acidificación del océano. Además, a medida que la temperatura de los océanos asciende, se vuelve más complicada la absorción del exceso de CO2.



Corales muertos. Foto: Gubiler, 1997

El calentamiento global está proyectado para causar diferentes efectos en el océano, como por ejemplo, el ascenso del nivel del mar, el deshielo de los glaciares y el calentamiento de la superficie de los océanos. Otros posibles efectos incluyen los cambios en la circulación del océano.

El cambio climático está transformando los sistemas de arrecifes de coral, están sufriendo “descoloramiento” o “blanqueamiento” como resultado del calentamiento de los mares.

Solamente la zona cultural marina-costera del AP de Narganá, mantiene aún, el 75% de sus arrecifes de coral en estado natural. A nivel comarcal se ha perdido casi 75% de los corales, las causas ya lo sabemos…




Distribución de actuales emisiones por sector, (Gt de CO2)
Cada gigatonelada (Gt) son 1.000 millones de toneladas

Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), las emisiones de CO2 alcanzaron el nivel más alto de la historia en el 2010, lo que constituye un "serio revés" para la lucha contra el calentamiento del planeta. Lo cual complica las posibilidades de cumplir el objetivo de prevenir un aumento de la temperatura global de más de 2 °C, considerado como el límite para evitar un cambio climático peligroso.

El informe, según las últimas estimaciones de la AIE, el año pasado se emitieron a la atmosfera un nivel récord de 30.6 gigatoneladas (Gt) de CO2, “una progresión 5% respecto al anterior año récord, 2008, cuando los niveles habían alcanzado 29.3 gigatoneladas".

En América del Sur las emisiones de CO2, que más está contribuyendo al efecto invernadero es por el cambio del uso del suelo y silvicultura (53%), luego le sigue la agricultura (23%), energía (21%), desechos (2%) y procesos industriales (1%) [Fuente: Climate Analysis Indicators Tool (CAIT)].

Vulnerabilidad al cambio climático
La vulnerabilidad se refiere a que tan sensibles somos a los efectos negativos del Cambio Climático

ü  A los efectos de las marejadas y al aumento del nivel del mar (inundaciones)
ü  La destrucción de humedales (manglares, humedales y fangales), ecosistemas que nos protegen frente a la subida del nivel del mar
ü  Los lugares talados y quemados son vulnerables a las lluvias intensas, lo que puede provocar inundación

tendencias…
La demanda por alimento y energía hacen que los impulsores directos de la pérdida de biodiversidad, aumenten la explotación de los recursos naturales, cambiando hábitat, contaminando con nitrógeno y fósforo, se introduzcan especies exóticas o invasoras y aumente el calentamiento del planeta.

Los seres humanos aportan más nitrógeno reactivo a los ecosistemas a nivel mundial que todos los procesos naturales juntos

La diversidad biológica se deteriora a todos los niveles y en todas las escalas geográficas

Muchas de las medidas que podrían adoptarse para erradicar la extrema pobreza probablemente aceleren de inmediato la pérdida de diversidad biológica

Los impulsores directos de la pérdida de diversidad biológica, permanecerán constante o aumenten en el futuro inmediato
 
Enfrentar al cambio climático
Hay tres formas de enfrentar al cambio climático. De inmediato hay que descartar el tercero que es “esperar o posponer todo tipo de acción”, es decir, no hacer nada, lo cual no nos lleva a nada fructífero.
La primera es mitigación – controlar la concentración de GEI en la atmósfera, y lo segundo es adaptación – aprender a vivir con las consecuencias de un clima alterado.

mitigar el cambio climático: REDD, REDD+, REDD++

q  Importancia de la conservación de bosques
ü  7500 GtCO2 (2.400 GtCO2 en reservas petróleo)
q  Actividades incluidas: degradación, manejo de pastizales, usos de la tierra, manejo forestal, etc.
q  No financia absorción sino evitar emisión
q  Mecanismo de financiación:
ü  Mercado de carbono
ü  Fondos públicos internacionales
q  Contabilidad Nacional o Sub-Nacional
q  Bosques y plantaciones
q  Co-gestión de los habitantes de los bosques
 
"Los planes de REDD podrían otorgar un gran valor monetario a los bosques del mundo. Esto podría ser el desencadenante de la apropiación de tierras, dejando a los pueblos indígenas sin nada".

Bosque nuboso, Área Protegida de Narganá. Foto: Gubiler, 2011






























Los bosques mitigan los efectos del cambio climático mediante

ü La conservación del carbono
ü La retención del carbono
ü La sustitución del carbono

Conservación de carbono. La forma más directa es reducir la tala y la degradación forestal. Esta estrategia se conoce como «reducción de emisiones provocadas por deforestación y degradación» (REDD)
 
Retención de carbono. Al crecer los árboles absorben CO2 y lo «retienen» mediante la fotosíntesis para producir madera. Se hace mediante la plantación y la repoblación forestal.

Sustitución de carbono. Los productos obtenidos en explotaciones madereras sirven como sustitutos de otros provenientes donde generan emisiones altas de gases de efecto invernadero. Sustituir el uso de combustibles fósiles por otros obtenidos a partir de la madera

soluciones naturales: manejo adaptativo
La cobertura de áreas protegidas (AP´s) es un instrumento clave para frenar la pérdida constante de ecosistemas y especies.
Mediante la creación de áreas protegidas o de programas de gestión de los recursos naturales y prevención de la contaminación, pueden dar marcha atrás a esta tendencia.

Las actividades de mitigación del cambio climático y de adaptación a éste pueden tener consecuencias positivas y negativas en la diversidad biológica, según las opciones que se adopten; p.e., el mantenimiento de los bosques naturales para el almacenamiento del carbono tiene mayor beneficio para la diversidad biológica que sembrar rodales de una sola especie de árboles (monocultivos)

q  Las APs también sirven como amortiguadores naturales contra los efectos del clima y otros desastres, proporcionando un espacio para que las aguas de inundaciones se dispersen, estabilizando el suelo frente a deslizamientos de tierra y bloqueando las mareas de tormenta 
q  Las APs pueden mantener los recursos naturales sanos y productivos para que puedan resistir los impactos del cambio climático y seguir proporcionando comida, agua limpia, vivienda e ingresos a las comunidades de bajos ingresos que dependen de ellos para su supervivencia. Más aún, 33 de las 100 mayores ciudades del mundo obtienen su agua potable de la captación en bosques dentro de APs
q  Las áreas protegidas desempeñan un papel fundamental en la reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera. 15% de las reservas de carbono terrestre del mundo - 312 gigatoneladas – está almacenado en APs en todo el mundo



A manera de conclusión:

¿Qué hacemos? La pregunta no es ésta, sino qué estamos haciendo. Saber lo que hacemos hacer, los productores seguir cultivando la tierra utilizando los conocimiento tradicionales (recuperarlos) aplicándolo a la producción sostenible. Los sistemas agroecológicos existen, solamente falta un soplo, para ser diseminados. Hemos estando mitigando el cambio climático desde muchos siglos. Pero hoy hay que hacer que la tierra sea parte de nosotros. Es un reto para la dirigencia del Congreso General Guna y de todos nosotros que conocemos y hablamos del tema casi a diario.

Nuestra tierra nos necesita!....

Hoy somos responsables del sexto período de extinción más importante de la historia de la Tierra, y el mayor desde que desaparecieron los dinosaurios hace 65 millones de años (CDB, 2006)
Gracias por su atención


Nota: Recalcar, insistir, es enseñar, es facilitar, y hablar de cambio climático que muchos ya sabemos y somos “expertos”, es hacer que la conciencia hacia el ambiente, vuelva en nosotros. Y debemos seguir hablando a diario del tema, pero ya no en la teoría, sino en la práctica. Hacer lo que sabemos hacer, conservar nuestros bosques para seguir mitigando y produciendo la tierra con nuestros sistemas agroforestales o agroecológicos. Adaptarnos, es el otro paso…

Esta presentación en su original es en “PowerPoint”, se ha adaptado para este blog y para que el documento (impreso) les llegue a todos los participantes (e interesados) al Taller-Seminario sobre Protección y Vigilancia Comunitaria, realizada los días 18 y 19 de septiembre de 2011, en la comunidad de Gardi Sugdub. El taller forma parte de las actividades de capacitación del subproyecto sobre “Vigilancia Comunitaria” del Congreso General Guna (CGG), administrado por Instituto de Investigación y Desarrollo de Kuna Yala (IIDKY), apoyado por el Corredor Biológico Mesoamericano del Atlántico Panameño de la Autoridad Nacional del Ambiente (CBMAP II-ANAM).

Este no fue el único tema, pero como es de actualidad y a sugerencia de los interesados se hace público. Otros temas que se dialogaron fueron sobre el Área Protegida de Narganá: Reseña, Protección y Vigilancia Comunitaria: Beneficios y Desventajas y Manejo Autogestión Compartida.
Se espera comentarios de este documento.

Referencias:
ANAM, 2009. Proyecto de asistencia técnica para la actualización del mapa de vegetación, uso y cobertura boscosa de Panamá. Informe final de actualización de la cobertura boscosa y uso del suelo en la República de Panamá: 2000 – 2008. ANAM/CBMAP, CATHALAC, BM. Panamá.
Castillo, G., 2010. Bosques para la vida: Causas ocultas de deforestación y degradación de los bosques en las Comarcas Kunas. En: Revista Cultural Lotería, No. 493. Noviembre-Diciembre 2010. Panamá. pp. 105-124
Castillo, G., 2009. Forest context in Panama: Diálogo sobre bosques. En: The Forests Dialogue. Fiel Dialogue on Investing in Locally Controlled Forestry. Results meeting, 22-25 August 2009. Panama City, Panama. (PPT, 73 dispositivas)
Cunningham Kain, M., Mairena, D., Mairena, C. E. (eds.), 2010. Guía sobre cambio climático y pueblos indígenas: Un cuaderno de referencia. 1ª. Edición en español. Managua: Nitlapan-UCA. 219 p.
Sabine, C. L., Richard A. Feely, Nicolas Gruber, Robert M. Key, Kitack Lee, John L. Bullister, Rik Wanninkhof, C. S. Wong, Douglas W. R. Wallace, Bronte Tilbrook, Frank J. Millero, Tsung-Hung Peng, Alexander Kozyr, Tsueno Ono, and Aida F. Rios, 2004. «The Oceanic Sink for Anthropogenic CO2». science 5682 (1097403). p. 367 - 371.
Svante Arrhenius, 1903. Lehrbuch der Kosmischen Physik (vols. I y II, 1026 páginas). Leipzig: S. Hirschel Publishing House