19 de marzo de 2011

Historia del Pez Sierra, la Manta Raya, el Delfín y la Tortuga Baula

Por: Bernal D. Castillo[1]

Introducción
Los relat os orales expresan el pensamiento y la cosmovisión de un pueblo. Son contados y cantados a través de los ritos, ceremonias, cuentos y leyendas por nuestros ancianos, centrados su respeto y veneración a la Madre Tierra. Nuestros padres, curiosos, como cualquier hombre del planeta, desde los tiempos inmemoriales, trataron de entender e interpretar los fenómenos que ocurren en el universo. Fueron muy estudiosos; se interesaron por conocer las profundidades del mar, sus habitantes y el porqué de sus hábitos y se especializaron en ellos, y de estos nos hablaron, nos trasmitieron sus conocimientos a través de estas historias y relatos.

Nos cuentan nuestros sabios que en el inicio de esta tierra, después de la tercera generación, Baba envió a Olonaikabaler para cuidar la tierra, tuvo descendientes. Los dules no llegamos a la tierra por simple capricho, sino con un propósito importante que nos puso Baba y Nana sobre la tierra. Baba, a cada uno nos dio un don y una misión específica. Igual don y misión le dio a cada habitante de las profundidades del mar y de toda la naturaleza, estos animales surgieron mucho antes que el hombre, que los cuidaría, que aprendería su conducta y su lenguaje.

De esta forma, presentamos las historias de algunos animales del mar, por su vitalidad y relación con la vida cotidiana dule, que nuestros abuelos nos relatan, la historia del pez suku (Sierra), nidirbi (Manta Raya), uagi (Delfín) y yaukninniled (Tortuga Baula), que son unas de las tantas historias que cuentan los ancianos kunas en el Onmakednega y en sus casas, para que estos relatos no se pierdan a la nueva generación.

Suku (Pez Sierra)

Los hombres que llegaron a cuidar de los animales del mar, eran vigorosos, valientes, atrevidos y hábiles.

Los que cuidaron al pez Suku (Sierra) fueron los nietos, los descendientes de Biler.

Los peces Sukumar son como enormes barcos o patrullas que vigilan a los peligrosos tiburones que acechan, para reprimirlos cuando atacan. Por lo tanto, parece que es un buen pez. Su nombre en kuna es Olokipyakiler, vigilante custodio de la tierra, del océano, es como ama de llaves del océano hacia las costas, que no permite que se acerquen los grandes y peligrosos peces a las costas.

El pez suku existe en los mares, es enorme; en los ríos es más pequeño, ya que en los mares tiene que enfrentarse con otros grandes peces.

Nidirbi (Manta Raya)

Nidirbi también se le conoce como Olopyopipiler, hombre Manta Raya, era un hombre bravo, de pocas palabras, era un hombre violento, de ofrecer puños, de dar golpes de pecho, así era su conducta, su comportamiento.

Cuando se emborrachaba, le pegaba a los otros, cuando se molestaba enseguida daba brincos y brincos, era su manera de pelear; por eso lo llamaron Machi Olopyopipiler, porque abusaba de su fuerza contra los otros, porque tumbaba a los otros.

Hoy podemos ver a este pez Manta Raya, que cada vez que come o pesca, sale de la superficie del mar con un gran brinco y cae dándose un gran golpe sobre el mar.

Toda esa conducta o hábitos, eran seguidos, observados, estudiados y analizados por nuestros padres.

Hoy, los hombres hemos empezado a tener la conducta violenta de este pez, por lo cual no nos diferenciamos en nada con Machi Olopyopipiler, que no obedeció las normas de Baba (gran padre), que no vivió en solidaridad con sus hermanos, hizo lo que le dio la gana, utilizando su fuerza contra sus hermanos, sin observar las buenas normas de convivencia, vivió sin más leyes que sus fuerzas.

Por su conducta prefirió vivir en las inmundicias, en vez de vivir tranquilo en medio de un ambiente sano que ofrecía Baba a todos los seres de esta Tierra, y al despreciar todo lo que le ofrecía Baba creó su propio castigo.

Uagi (Delfín)

Uagi (Delfín) es un pez que se desliza suavemente, es buena gente, igual puede andar boca arriba, deslizarse sobre la superficie del mar, saltar y dar brincos, y es uno de los animales más veloces del mar.

Los Uagi (delfin) son capaces de salvar a las personas y transportarlas hasta la orilla de las playas, o sacar a las personas que se hunden, a la superficie, y dan empujoncitos con su hocico en el estómago de las personas que se ahogan, para hacerlos respirar.

Durante la gran inundación en el tiempo de Dada (Abuelo) Aiban en tiempos inmemoriales, fueron los uagi (delfines) quienes salvaron a muchos de nuestros padres, llevándolos en su lomo a lugares secos o los dejaban sobre los troncos.

Los uagi (delfines) tienen varios nombres como Oloawiwipipiler, Oloainikipipiler, Olowicoaginyaliler, por silbar, por echar agua por sus lomos.

Aunque no es humano, es uno de los animales más bondadoso que hay. Sin embargo, nosotros que nos consideramos los mejores seres humamos sobre la tierra, entre nuestros propios hermanos nos despreciamos, nos matamos, y estos animales te salvan, te protegen, y nosotros nos portamos como si no tuviéramos el espíritu de Baba, tenemos a nuestros padres y madres, que nos orientan, nos da consejos y no practicamos las relaciones humanas.

Yaukninniled (Tortuga Baula)

Olodiweginyaliler es el nombre de yaug ninniled, este hombre trabajaría para Baba en el gran océano, para custodiar y anidar toda clase de vida que hubiera en sus profundidades. Era hombre tortuga, fuerte, vigorozo. Ellos habitan en los “ríos de plata”, en las grandes islas, de ahí salen las tortugas, ellos son los encargados de enviarlos a diferentes lugares cada año.
Protegiendo la tortuga baula en Armila

Puedes ver que llegan a las playas, llegan a sus recintos cansados, justo en el momento de desovar. Llegan a estas playas, a sus sitios donde nacieron, y al nacer estas tortuguitas vuelven al mar, a las profundidades hasta tener la edad adulta, como su madre, vuelven al sitio donde salieron.

Las tortugas, también, tienen una gran variedad de especies. Una de ellas es conocida como Yaukninniled (Baula), que si las tocas, te quedas pegado adherido a ella; sin poder despegarte de ella, te arrastrará, te llevará hacia las profundidades del océano.

Ocurrió una vez que en tiempos remotos una pareja oriunda del poblado de Gugimur fue a esperar y cazar una tortuga. La mujer nunca había visto el mencionado reptil. Esa noche, específicamente a la media noche, llegó de forma inesperada una tortuga, que la mujer llegó a avizorarla. De inmediato la mujer fue tras la tortuga y la agarró.

La tortuga fue hacia el mar con la mujer. Dicen nuestros abuelos que era un Yaukninniled (tortuga baula). Su esposo quedó pasmado, sin hacer nada. Así, la tortuga se llevó a la mujer, quien sumergiéndose llegó a gritar a su esposo maldiciéndolo:

“-¡Cuando vayas al monte ojalá te lleven los malos espíritus!”.


Referencia:

Revista Cultural Lotería No. 486. Septiembre / Octubre – 2009. Panamá.66-69 pp.



[1] Recopilación y síntesis. Antropólogo e historiador Dule. Miembro del Centro de Desarrollo Ambiental y Humano (CENDAH). El relato fue por el Saila dummad Eriberto González y la traducción en kuna preparada por Anelio Merry López y revisado por Reuter Orán.

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