8 de marzo de 2020

Monografía. Estudio Regional sobre las Dimensiones Sociales en el Manejo de Áreas Marinas Protegidas: Casos en Costa Rica, Nicaragua, Honduras y Panamá

Caso Panamá

CASO DE LA CONSERVACIÓN MARINA EN LA COMARCA DE LA BIOSFERA NARGANA[1]

La Comarca Gunayala ubicada al este en la República de Panamá, está formada por más de 365 islas coralinas, con una longitud de 320 km y una anchura de 10-20 km. Su superficie continental abarca unos 4,480 km2, alcanzando una extensión total de 7,513 km2 de tierra y mar. El territorio de Gunayala está constituido por 4 Corregimientos (administración política del país), con 51 comunidades; la mayoría de estas comunidades, 38 de ellos son islas coralinas, 11 están ubicadas en las costas y dos en tierra adentro a orillas de las cuencas de Mandinga y Gangandi.

El caso que presentamos se trata del área protegida ubicada dentro del Corregimiento de Nargana en la Comarca de la Biosfera de Gunayala, establecida por resolución del Congreso General Guna (CGG) en noviembre de 1987. Posteriormente reconocida por el gobierno nacional por Decreto de la Junta Directiva del Instituto Nacional de Recursos Naturales Renovables (INRENARE)[2] el 2 de agosto de 1994., con una extensión aproximada de 250,435 hectáreas de tierra y mar. Del cual 46,341 hectáreas corresponden a la zona marina-costera cultural[3]. Según, la resolución de la declaración del área protegida la autoridad administrativa y la responsabilidad del área protegida recae en el pueblo guna, a través del Congreso General Guna (INRENARE 1994).

El área protegida se ubica en la parte occidental de la Comarca (Mapa 7) y protege importantes sistemas coralinos y de bosque, con un 86.14% de cobertura forestal y el resto en estado de regeneración natural o bajo el sistema agrícola de nainu (agroforestal) (ANAM, 2009). La mayor diversidad de especies de coral y el mayor desarrollo de arrecifes del país se encuentra dentro de la Comarca. De igual forma se consideran entre los mejores conservados de la Provincia Biogeográfica Costera del Atlántico Noroeste Tropical.

Mapa 7. Mapa Área Protegida de Narganá

 

Dentro del área protegida, en su zona cultural marina-costera, se ubican 28 comunidades. Es la mayor cantidad de comunidades que existen en este corregimiento o área protegida de Narganá. Estas comunidades se dedican mayoritariamente a la agricultura y a la pesca de subsistencia y para comercialización, y en menor medida actividades derivadas del turismo.

Resultados y Análisis de la información obtenida:

Desde el punto de vista de la Administración gubernamental: la Autoridad de Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP)[4]:

La Autoridad de Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP) es la entidad rectora sobre los recursos acuáticos y su ambiente. La finalidad de ARAP con respecto a las Áreas Protegidas en territorios indígenas, es velar por que se cumpla la preservación y protección de la fauna, flora terrestre, y marina, con el objeto de lograr un manejo adecuado en la explotación de los recursos naturales, artificiales renovables y no renovables. Sin embargo, la ARAP tiene una débil presencia institucional dentro de los territorios indígenas, como es el caso en la Comarca Gunayala, donde esta institución no se ha involucrado a nivel de toda la Comarca. Esto ha hecho que la ARAP esté débil en generar información, valoración, conservación y uso de la biodiversidad, con la finalidad de disminuir los niveles de pobreza y conservar el ecosistema marino costero. Además, sus sistemas de inspección, vigilancia y control son débiles y no participativos.

La ARAP, entidad establecida[5] desde hace cinco años, considera que las diferencias en la toma de decisiones entre Áreas Protegidas en territorios indígenas y en territorios no indígenas deben ser tomadas en cuenta; al respecto se mencionó como elemento importante el involucramiento de las comunidades en el proceso de elaboración del Plan de Manejo: “durante la elaboración del Plan de Manejo del área protegida debe estar inmersa la opinión consensuada de la comunidad del lugar para garantizar el compromiso y divulgación del mismo”.

En relación a cuáles han sido las fortalezas y debilidades de la apertura del estado de Panamá al reconocimiento de pueblos y territorios indígenas y su papel en la conservación y manejo de recursos, el entrevistado confirma la importancia de la participación y del involucramiento de las comunidades en las áreas protegidas. Se indica la necesidad de que la ARAP y otras entidades involucradas, “fomenten un sistema de adiestramiento, en materia de aprovechamiento, conservación y manejo de recursos en áreas protegidas, a todas la comunidades y autoridades comarcales”.

Con respecto al manejo del Área Protegida de Narganá, se comentó lo siguiente: “ARAP no cuenta con dicha información, “la ANAM es la encargada del manejo e implementación del Plan de Manejo del AP de Narganá”. Además, la ARAP desconoce la estructura de manejo del AP de Narganá, “debido a que la misma no fue elaborada por la ARAP”. Con respecto a esta estructura de manejo señaló que desde la ARAP “Consideramos que deben estar inmersos durante la elaboración y ejecución del Plan de Manejo, pero desconocemos el rol específico”.

Sin embargo, se señaló que la ARAP es consciente de que las instituciones locales comarcales deben “velar por el cumplimiento de las reglamentaciones ambientales que atañen al área, que se plasmen en el Plan de Manejo del área protegida”.

Desde la posición de ARAP frente a la forma de gobernanza del territorio guna, se reconoce como positiva y favorable la gobernanza desde el Congreso General Guna, frente a la limitada presencia de la institución en el área y la estrecha relación que se mantiene con las máximas autoridades del Congreso General Guna, lo que según el entrevistado permite realizar las giras de inspección, vigilancia y control en sus comunidades, áreas de pesca, ríos y arrecifes. La ARAP conoce que los representantes de cada sector en la estructura de manejo del AP, son elegidos mediante postulaciones y llevado al Congreso General Guna (CGC), con la participación y el voto de todas las autoridades comarcales (Sagla), que son los que escogerán los diferentes representantes de cada sector postulado”.

En relación a la equidad de género y juventud en relación al manejo del área protegida, la ARAP considera que toda la comunidad debe estar inmersa en el cumplimiento del manejo ambiental del área, para así garantizar la completa divulgación y para que las generaciones jóvenes internalicen la importancia del buen manejo del recurso.

En relación a los beneficios que perciben las comunidades locales del área protegida, desde la visión de la ARAP son ingresos del ecoturismo que pueden llevar a cabo en el sitio, y el uso sostenible de los recursos ambientales que el sitio brinda.

Sobre la visión ideal desde la ARAP para un Área Marina Protegida (AMP) manejada por un pueblo indígena, se respondió lo siguiente: “El área perfecta para un Área Marina Protegida seria desde Ustupu hasta Porvenir, que contemple una (AMP) manejada por el pueblo Guna, en sus leyes todas son protegidas y que no permita la pesca o cualquier otra actividad de personas que no sean de la comunidad”.

Sobre cómo las comunidades indígenas puedan integrarse de una mejor forma en la gestión y conservación de los recursos, se respondió que sería importante tomar como base el respeto y cumplimiento de las leyes nacionales, y la capacitación a todas las comunidades sin excepción de edad, en la conservación de los recursos y de los beneficios que brindan.

En relación al fortalecimiento de la participación de mujeres y de la juventud en la toma de decisiones de un área protegida, la ARAP considera “que dicha participación se debe integrar desde el principio, con consulta ciudadana en la elaboración del Plan de Manejo y en la ejecución del mismo”.

Con respecto a las responsabilidades locales para la participación, se mencionó que “la organización debe estar sujeta a las leyes internas de la comunidad (sagla), quien da la última palabra en cualquier proyecto a realizar en la comunidad. Se dio el ejemplo de un proyecto de masificación de cultivo de tilapia, en la comunidad de Armila, que fue rechazado por el sagla, estando aprobado.

En relación a la pregunta de cómo podemos respetar la cultura y tradiciones de las comunidades (que han dependido tradicionalmente del mar) y hacer conservación marina al mismo tiempo, se respondió que se hace necesaria hacer recomendaciones para la integración de las comunidades indígenas a la gestión de los recursos del mar en áreas marinas protegidas.

Desde los miembros de las comunidades de Aggwanusadub, Yandub-Nargana, y la comunidad de Digir[6]

Sobre el conocimiento general que tenían los presentes en el encuentro sobre el Área Protegida de Nargana, los dirigentes que han podido asistir a las Asambleas Generales del Congreso General Guna (CGG), conocían el origen del Área Protegida de Narganá. Un pescador leyó el artículo 46 de Anmar Igar[7]: “El Congreso General podrá declarar lugares marinos o terrestres, áreas y ecosistemas protegidos; o adoptar otras medidas para la conservación y reproducción de especies”. Con ello afirmaba que el pueblo guna, es autónomo en establecer lo que quiere y aceptar proyectos cuando es beneficioso para el pueblo y rechazarlos cuando no son beneficiosos. Los jóvenes desconocían la existencia del AP de Narganá, dijeron que el CGG no divulga estos asuntos ambientales. Solo lo hacen algunas organizaciones, como CENDAH o Balu Wala a través de proyectos. Consideraron necesario comunicar sobre estos asuntos ya que en las mismas escuelas no se conoce la existencia del área protegida. Los mayores en edad, conocían mejor la historia del AP de Narganá, establecida en 1987 por el propio CGG, administrada primero por la Asociación Ecológica Kuna (AEK), (que tenían profesionales gunas aglutinados en el Programa de Ecología y Manejo de Áreas Silvestres de Kuna Yala (PEMASKY)) y luego traspasada a la administración del CGG. Algunos participantes, mencionaron que desde ese entonces no se ha tenido más información o comunicación al respecto, “hemos dejado de conocer qué se hace o qué hace el CGG con el área protegida, ha habido proyectos después del año 2000, cuando la AEK pasa el área de Nusagandi a manos del CGG, qué proyectos o programas existen en la actualidad”. Se mencionó que ha habido poca o nula participación comunitaria en eventos que deben haberse organizado de parte del CGG. En relación a la falta de información sobre el territorio también se expresó con preocupación lo siguiente:

“Desconocemos qué está ocurriendo en nuestros límites, los colonos han invadido o están invadiendo nuevamente, según escuchamos”.

“Ahora escucho que quieren vender carbono, convertir nuestros árboles en carbono, no entiendo, qué es eso, pero a nuestros hermanos árboles jamás, jamás lo venderemos a nadie, es el futuro de nuestros hijos y nietos”, puntualizó un participante de la comunidad de Digir.

Se dialogó también sobre el aspecto general del AP de Narganá, se dijo que han visto de él un beneficio, pero que el CGG actualmente no lo está tomando en serio, sienten la necesidad de reforzar sus conocimientos y participar en acciones futuras que puedan surgir del área protegida. Tal es así que el diálogo se centró más en sus acciones concretas sobre la conservación de los recursos marinos y la pesca de langosta. Se mencionó el proyecto de las pequeñas áreas marinas protegidas comunales (AMP) de las comunidades que se involucraron en el proyecto la ONG Balu Wala[8]. Sin embargo, se mencionó que la comunidad no participó en la toma de decisiones sobre el desarrollo del proyecto, en relación a la pesca, ni al área protegida. Las decisiones eran tomadas por la Junta Directiva de Ambiente de cada comunidad y grupos de Balu Wala. Las decisiones no eran delegadas a miembros de la comunidad.

También se mencionó la veda a la langosta (Panulirus argus) y de las tortugas marinas en la Comarca[9], que para algunos langosteros y comuneros esta veda fue una prohibición, porque en su percepción se les negaba el derecho de pesca libre. Se mencionó el proyecto relacionado sobre la basura, en la que se incentivaba a la comunidad para no botar basura al mar. Sin embargo, se mencionó la falta de seguimiento de algunos de estos proyectos, por lo que se pudieron continuar con las iniciativas.

Al consultar a cada uno de los participantes su opinión sobre los beneficios del AMP, la mayoría concordaron que en nada ha beneficiado el área marina. Sin embargo, se mencionaron algunos beneficios como: el turismo comunal en la comunidad de Digir, y la veda que mejoró la producción de langosta y por tanto los beneficios económicos derivados de la venta de langostas. Sin embargo, otros mencionaron que solo algunos miembros se beneficiaron. También se mencionó como uno de los beneficios la importancia de no botar la basura al mar. Pero la comunidad no le ha dado seguimiento a la actividad, es decir, no ha seguido recogiendo basura o mantener el AMP limpio de basura.
 
Gubiler 2012

Diálogo comunitario como metodología para recolectar perspectivas de las comunidades
En relación a recomendaciones para que funcionen mejor las áreas marinas protegidas, los participantes de los diálogos mencionaron las siguientes:

  • Con el apoyo de entidades de ambiente
  • Comunicación con el pueblo y entrega de los informes al día
  • Colocar una persona responsable que dirija bien los proyectos
  • Colocando nuevamente boyas, tendiendo una lancha para supervisar a las AMPs
  • Con el apoyo del congreso local y CGG en la vigilancia
  • El pueblo tendría que participar más en actividades de AMPs.
  • Haciendo charlas y poco a poco incentivar a la comunidad y en especial a los niños
  • Promocionar y educar a la comunidad
  • Que se le page a las personas que se encarguen de las AMPs en cada comunidad
Se mencionó además que las comunidades pueden integrarse en la conservación de los recursos a través de su capacitación, participación en reuniones con la comunidad ya sea pescadores, agricultores y otros, contando con el apoyo del congreso local y CGG, e informando a los niños sobre los proyectos que se tienen para su aprendizaje.

En relación al fortalecimiento de la participación de mujeres y de la juventud, los entrevistados también recomendaron que la mejor forma es con su involucramiento en los talleres y en las reuniones y realizando experiencias de intercambio a otras AMPs establecidas a nivel nacional y local para el aprendizaje.

En cuanto a “vivir mejor” en la comunidad, los entrevistados expusieron la importancia de los siguientes temas: el acceso al agua, acceso a la salud con instalaciones de salud en su territorio, el mejoramiento y embellecimiento de los parques comunales, apoyo de las comunidades para la recolección de basura en los mares y playas y concienciación para turistas nacionales y extranjeros sobre el ambiente.

Finalmente se consideró que, si se reactivan este tipo de proyectos en la comunidad, las personas estarían más conscientes, y ayudaría al turismo de las comunidades.

Tendencias y reflexiones

Las entidades gubernamentales ANAM y ARAP no tienen mucha actividad participativa con los pescadores ni con las comunidades, por la débil presencia institucional en la Comarca. Por su parte el CGG, particularmente su Junta Ejecutiva y desconocen realmente el manejo del AP de Nargana, el cual indica que se hace necesario su capacitación en los temas ambientales y áreas protegidas, así como la necesidad de hacerlo de forma más participativa integrando a los miembros de las comunidades. De este punto de vista el CGG debe tomar en serio y necesario iniciar el planteamiento de un plan Comarcal de desarrollo integral.

Es claro que bajo la condición actual del Área Protegida de Narganá no se está cumpliendo a cabalidad sus objetivos por la que se ha creado. De igual forma las Áreas Marinas Protegidas comunales, que formaron parte del proyecto mencionado y que no son reconocida por el Congreso General Guna (CGG), no cumplen sus objetivos en la actualidad, ya que fueron creados por proyectos que no llegaron a finalizar sus metas.

Es necesario que el CGG defina y revise el plan de manejo del AP de Narganá y defina de forma urgente los mecanismos que faciliten el diálogo para mejorar el manejo sostenible de la pesca, y generar beneficios para los pescadores. Además, se hace necesario como estrategia para prevenir un futuro negativo ante un cambio de clima devastador que ya está presente.

Se observa que hay una nueva visión de parte de los pescadores, principalmente los que se dedican a la pesca comercial de langosta y otros mariscos, de conocer más las ventajas de la veda y el manejo sostenible de los productos. Ello es, porque existe una necesidad sentida por la problemática alimentaria y la desnutrición. A esta situación sumamos a los jóvenes que están migrando a las ciudades, dejando abandonadas las parcelas agrícolas de las que dependen las familias y a las propias familias. Como el trabajo agrícola es pesado, es de mucho esfuerzo, jóvenes que se han quedado en las comunidades tienden a la pesca comercial de langosta y pulpo principalmente para obtener una economía rápida, con poco esfuerzo. Jóvenes que aún quedan en las comunidades han tomado conciencia de la problemática alimentaria y han comenzado a organizarse en "grupos agrícolas de producción". Otros grupos participan en la pesca y venta de la langosta y han formado “grupos de langosteros”, otros buscan acercamiento a ONGs gunas como CENDAH y otros que laboran en el área, para que les oriente en el uso planificado de la tierra y pesca.

En las comunidades de Aggwanusadub y Yandub-Narganá se observan diferentes niveles de inequidad, que tienen que ver tanto con las estructuras de organización como con los sectores productivos especialmente la pesca de langosta. Además, se requiere de apoyo continuo para fortalecer las organizaciones pesqueras, a través de capacitaciones y asistencia técnica.

Es urgente buscar mecanismos adecuados para que las mujeres y jóvenes participen más en actividades de gestión de recursos marinos y costeros

La nación guna está sin duda influenciada por un sistema capitalista, un sistema negativo en el desarrollo agrícola y pesquero de la Comarca. Se necesita innovar y rescatar los conocimientos tradicionales y el modo de vida cultural, que está siendo hasta el momento “bombardeado” por el sistema occidental actual.

A pesar de que las autoridades gunas participaron para apoyar en el proceso de OSPESCA para la veda de langosta en el Caribe centroamericano, los pescadores guna, actores clave, conocen poco o nada de este reglamento regional[10].

Conclusiones

Desde las instituciones estatales, al menos desde la ARAP se reconoce la importancia de la gobernanza comunitaria indígena de áreas protegidas para el buen manejo de recursos y se justifica su importancia en el marco de la limitada presencia de las instituciones públicas en estos territorios.

También se considera importante la integración de las comunidades indígenas a la Gestión de los recursos del mar en un AMP, así como el respeto de sus estructuras internas de toma de decisión y las leyes internas de la comunidad.

A pesar de que el AP Narganá está bajo una gobernanza comunitaria, en su caso bajo la administración de la máxima autoridad guna, el Congreso General Guna, las personas de la comunidad (entrevistadas) sienten vacíos como la falta de información, limitada participación comunitaria y falta de integración de jóvenes.

Igual situación ocurre en otras iniciativas comunitarias de manejo, mencionadas en este estudio de caso donde la toma de decisiones queda solo en unos pocos.

Aún en las iniciativas comunitarias de manejo, como los casos presentados de veda de langosta, las pequeñas áreas marinas protegidas comunales y el proceso participativo para la realización del Plan de Manejo Marino-Costero, urge una visión de “proceso” y de “fortalecimiento” que genere en estas iniciativas una visión de largo plazo y de empoderamiento local que permitan su continuidad a través de la participación local. Cuando estas iniciativas comunitarias de manejo nacen en marco de proyectos de corto plazo, estos procesos comunitarios parecen no tener más continuidad fuera del marco de los proyectos en donde se gestionaron. Es necesario entonces el trabajo paralelo en procesos del fortalecimiento de las comunidades y de las personas para que se dé continuidad local del trabajo y de las iniciativas que promueven un manejo comunitario y al mismo tiempo de forma equitativa para que haya un pilar social que lo sostenga[11].

En este sentido es esencial también hacerlo en un marco de derechos que promuevan el uso responsable de recursos y la seguridad alimentaria, que sigue siendo un elemento esencial para las comunidades que dependen de los recursos.

Desde las experiencias comunitarias de manejo y gobernanza local también se hace necesaria el puntualizar en la distribución equitativa de beneficios. En el caso del AP de Narganá que nace de las mismas estructuras e iniciativas del pueblo guna, según los resultados mostrados, existen aún en iniciativas comunitarias vacíos y cuestionamientos en cuanto a la generación de beneficios de las áreas protegidas.

Los beneficios generados percibidos van de la mano de la recuperación de recursos para algún sector de la comunidad- en este caso para los comercializadores de langosta y para los involucrados en turismo comunal, sin embargo, no se perciben estos beneficios fuera del marco económico-productivo ni a un nivel de mayorías.

Se considera esencial e importante las estructuras locales, como en este caso el congreso local y Congreso General Guna, de toma decisiones para el manejo de las áreas marinas comunitarias, pero se hace necesaria la integración de más actores como mujeres, jóvenes y pescadores, con el fi n de tener una gobernanza participativa que genere beneficios para los pobladores.

El tema de los derechos de acceso, sigue siendo fundamental en procesos de manejo de recursos y gobernanza de Áreas Protegidas. Por ejemplo, el tema de la integración de más miembros de la comunidad en los procesos de toma de decisiones es elemental inclusive en formas de gobernanza comunitaria con estructuras jerárquicas.

La integración y el reconocimiento de pescadores, mujeres y jóvenes en el manejo de las AMP sigue siendo un reto no solo para las AP de gobernanza más tradicionales sino también para las comunitarias. En este sentido se hace importante visibilizar y rescatar el papel fundamental que juegan estos actores dentro de sus familias y comunidades para la seguridad alimentaria y en los esfuerzos de organización para el manejo y uso responsable de recursos.

La seguridad alimentaria como elemento fundamental en la conservación y manejo de recursos.

Aún es un reto dentro de las estructuras de pesca artesanal a nivel regional, el alcanzar incidencia participación y apoyo a niveles locales, como es el caso del ejemplo mencionado de los problemas con las regulaciones regionales como las vedas que en el caso de Guna Yala no llega esta información a los pescadores, ni éstos son parte de los procesos de toma de decisiones de estas estructuras.

La investigación se realizó entre Octubre, 2011 y Mayo del 2012. Durante los meses de Marzo- Junio del 2012, CoopeSoliDar R.L trabajó la integración de este documento final.

Todo el documento, leer en: https://app.box.com/s/qyrkukqu3duou3urqx61



[1] Elaborado por Geodisio Castillo (Panamá).
[2] Actualmente la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM). Desde que se estableció el área protegida, hubo convenios y actualmente sigue vigente el convenio de cooperación y asistencia técnica y administrativa entre el CGGANAM, pero no hay acciones concretas entre ambas entidades
[3] Específicamente la Zona Cultural comprende el ambiente tanto terrestre como marino de la cultura guna. La parte terrestre incluye todas las tierras utilizadas para las actividades agrícolas, infraestructura física, comunidades y sitios religiosos en el sector continental y en las islas. La parte marina incluye el mar desde la plataforma continental, sus arrecifes, islas y manglares. En su parte terrestre comprende 52,038 hectáreas y en la marina 46,341 hectáreas.
[4] La Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM) que es la entidad rectora sobre el ambiente y recursos naturales del país, no respondió la entrevista. Por lo tanto, no se pudo obtener la opinión y perspectivas de parte de la ANAM con respecto a Áreas Protegidas en territorios indígenas.
[5] Ley No. 44 de 23 de noviembre de 2006 que crea la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá, unifica las distintas competencias sobre los recursos marino-costeros, la acuicultura, la pesca y las actividades conexas de la administración pública y dicta otras disposiciones. No 25680 Gaceta Oficial Digital, lunes 27 de noviembre de 2006.
[6] Para el caso de nuestra entrevista con dirigentes y comunidades gunas, se realizaron dos diálogos colectivos con pescadores/agricultores (tienen ambas actividades productivas) y compradores de langostas de las comunidades de Aggwanusadub y Yandub-Narganá, participaron 23 personas, entre dirigentes comunales, pescadores y compradores de langostas e independientes, 4 mujeres entre ellos. Posteriormente se realizó un segundo diálogo en el marco de un encuentro de langosteros en la comunidad de Digir, al que asistieron 20 personas, y entre ellos 7 mujeres. En total participaron en los diálogos 43 personas.
[7] Ley Fundamental del pueblo guna
[8] Grupo creado entre 2004-2005, en las comunidades de Dubbir, Uggubseni, Digir, Aggwanusadub, Yandub-Nargana y Wargandub. Sin embargo, muchos de los que participaron en los dialogos de la comunidad no saben cómo empezó Balu Wala a organizarse, ni quien la dirigía.
[9] El artículo 45 de Anmar Igar, dispone que “habrá un tiempo de veda para todos los animales vulnerables de extinción parcial o total, que señalarán las autoridades regionales; no se utilizarán medios y técnicas que permitan la explotación a gran escala de manera que pongan en peligro su existencia en los mares, costas y tierras de Kuna Yala”.
[10] Es allí, donde el Centro de Desarrollo Ambiental y Humano (CENDAH), está desarrollando talleres participativos a través de su proyecto experimental Piloto del manejo de la langosta a través del uso del arte de pesca: Refugios Artificiales (sombras/casitas cubanas), ubicados en Nainus Marinos, específicamente en la zona pesquera de Aggwanusadub y Yandub-Narganá. Hasta el momento se han realizado conjuntamente con MASPLESCA y la ARAP varios talleres para los pescadores, estudiantes, autoridades y líderes de las comunidades entre otros, para que conozcan el Reglamento sobre la veda regional establecida por los países centroamericanos.
[11] Recientemente, los días 2 al 25 de junio del 2012, el Instituto de Investigación y Desarrollo de Kuna Yala (IIDKY) de los Congresos Generales (administrativa y cultural) realizaron el primer taller sobre planificación estratégica (situacional) con miras al fortalecimiento institucional con una visión a largo plazo en la búsqueda de procesos para el mañana. Todos los temas que se han planteado en el estudio de caso fueron sometidos a discusión. La dirigencia de los Congresos Generales y los funcionarios de los Congresos Generales reconocieron tal situación de gobernanza como bien se plantea en el párrafo.

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