24 de abril de 2025

Inanaginia: Consolidación y conflicto territorial en Tulenega

Por: Bernal Castillo

Hoy 22 de abril, otra fecha histórica en la historia del Pueblo Gunadule, la muerte de otro líder Inanaginya que consolida los inicios de la autonomía guna y de la comarca de Tulenega.

Una vez que Abisua consolida la estructura del pueblo Gunadule como se conoce en la actualidad de los Onmaggeddummagan (Congresos Generales Guna), de los Sagladummagan (Caciques Generales) y de los siggwimar (secretarios). Se inicia la tercera etapa de la historia de Tulenega con una de las figuras poco conocidas en la historia guna y que ha estado en el olvido por las mismas comunidades, y que, en la actualidad, ha sido reconocido como unos de los baluartes de la autonomía territorial guna, es Inanaginya, quien, desde joven, se interesó por conocer la historia y la cultura guna, por lo que viajó a otras regiones para consolidar estos conocimientos. Uno de sus maestros fue Olowibailer o Gubbi, con quien aprendió la historia sagrada guna del Babigar.

Una vez que fue escogido como el líder o cacique de la región de San Blas y Darién por 1890 en la comunidad de Yandub/Nargana, su figura adquiere relevancia en la región, ya que, siendo sagla de Sasardi, era reconocido como líder en la zona oriental. Durante su gestión, defendió ante el gobierno colombiano volver a retomar la creación de un territorio Gunadule bajo las leyes colombianas, con los ideales de la Comarca de Tulenega.

La etapa que le tocó vivir Inanaginya fue un periodo tan conflictivo, ya que la región estaba en una constante tensión social e inestabilidad política por la presión del gobierno colombiano, que quería usurpar las tierras guna en la zona costera desde el golfo del Urabá hasta San Blas (hoy Gunayala), usurpación que la estaban realizando los colonos de origen afro. Por ello, Inanaginya tuvo que viajar, en varias ocasiones, a Bogotá para denunciar los conflictos de tierras, los abusos en la comercialización de los productos y la entrada ilegal de los exploradores para la explotación del caucho y de la pesca de las tortugas carey.

Según la historia oral, Inanaginya se reunió en varias ocasiones con el presidente Rafael Núñez junto a sus secretarios Eliseo Zúñiga y Fernando Ayarza para manifestar su inconformidad con lo que estaba ocurriendo en tierras guna.

En ese periodo histórico, Inanaginya, una vez siendo el cacique de la región, se enfrenta, entre 1887 y 1895, al conflicto conocido como la Guerra de Aggandi, en donde los guna al ver que sus tierras estaban siendo usurpadas, firmaron un acuerdo de paz liderizado por este cacique para la tranquilidad de la región en Aggandi; pero los funcionarios públicos incumplieron el pacto, y las amenazas y hechos violentos aumentaron con asesinatos a pobladores guna, los cuales respondieron con el incendio del campamento de los colonos.

En 1887, encabezado por el cacique Olotipilele de la región de Urabá intentaron atacar a los caucheros, pero no pudieron por una epidemia de sarampión. Nuevamente en 1888, Olotipilele pudo expulsar a los tagüeros; pero ellos, pidieron el apoyo al gobierno colombiano, ya que les perjudicaba su comercio.

En 1891, se consolida su autoridad como jefe superior de la región donde cada año celebran un congreso en distintas sedes para discutir la problemática de la zona.

Para abril de 1892, Inanaginya viajó a Cartagena, Barranquilla y Bogotá con el fin de reunirse con el presidente de Colombia para denunciar a colonos negros de Cartagena que invadieron las tierras guna en Aggandi:

"Por donde quiera que pasó la comisión indígena fue muy bien recibida, no solamente por la misión que iba a cumplir, sino también porque todos en general han creído en su sinceridad y honradez y han sabido apreciar las virtudes que caracterizan a esa raza a pesar de la poca o ninguna civilización entre ellos, y que no tienen otra religión que las creencias tradicionales de esa tribu.

El jefe de la Comisión dijo a un representante de LA ESTRELLA que su visita a la capital había tenido muy buen resultado, pues el doctor Holguin le había prometido valerse de todos los medios posibles para proteger sus derechos y los de su pueblo, y que de Panamá sería enviada una comisión a hacer salir del territorio indio a los negros intrusos si en realidad éstos se han posesionado de él. Sin embargo, según hemos podido averiguar, esta Comisión no podrá enviarse inmediatamente, porque el Gobierno no puede muy bien disponer por ahora de los 50 hombres necesarios ni hay modo de trasportarlos. Se ha consultado al Ministro de Guerra en Bogotá si no sería mejor enviar tropas de Cartagena en la cañonera la Popa y mientras se resuelve este punto será indispensable alguna demora que parece mortificar á Junanaquina (Inanaginya) y a sus asociados. No quieren regresar sin las tropas, porque el hecho de regresar solo dará a que los más belicosos crean que la misión de sus jefes no ha tenido buenos resultados y que el jefe del Estado les ha negado su protección. Y entonces será inevitable un levantamiento general, y la repetición de los asesinatos y otros actos de violencia que tuvieron lugar hace veinte años en el Darién”.

También, se quejaron del decreto que emitió el gobierno donde todo buque mercante deben llegar primeramente a Cartagena a pagar los impuestos de aduana antes de introducir sus mercancías a las costas de la región guna, comercio que afectaba a sus comunidades, ya que han entrado pocos barcos y las mercancías aumentaron sus precios; por lo tanto, desean que exista un comercio libre en su territorio, petición que el presidente colombiano veía favorable para el desarrollo de la zona. Posteriormente, en agosto de 1892, con el apoyo del gobierno central, los colonos colombianos buscaron la manera de intimidar a los guna de Aggandi, al enviar la cañonera La Popa con soldados, y traer a Inanaginya, al sargento mayor Bernardo y a otros cuatro miembros del séquito del cacique, para firmar un acta de paz.

Con ello, asentaron con mayor propiedad los colonos para explotar la tagua desde el río la Miel y las bocas del Atrato, perdiendo los guna su vasta extensión, y su repliegue con mayor intensidad a las costas de San Blas (Gunayala). Después de esta acción, la figura de Inanaginya fue reconocida por el gobierno colombiano donde lo nombraron General y le otorgaron créditos comerciales, que después pagó cumplidamente con el envío de cocos, tagua y carey. Hay que destacar que Inanaginya continuó la labor del sagla Abisua cuando volvió a reorganizar la unidad territorial con la Comarca de Tulenega hasta su muerte el 22 de abril de 1907.

En el periódico El Nuevo Tiempo se anuncia su fallecimiento:

“Muerte de un Cacique

Cartagena 23 de abril.

Excelentísimo señor General Reyes. Bogotá. El Cacique Iñanaquina falleció anoche de viruela.

Camilo S. Degado”.

 

FRAGMENTO TOMADO DEL LIBRO ANMAR NABBA TULENEGA. Tulenega: nuestro territorio. Estudio Histórico y Etnohistórico del Pueblo Gunadule en el Siglo XIX (2023).

Documento histórico de Colombia de 1906 donde se indica la figura de Inanaginya como Cacique del pueblo guna.






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