El hermano árbol, Nargandi. Foto: Gubiler |
Conservar y proteger los bosques naturales conlleva muchas expectativas
para las comunidades locales que controlan sus bosques, porque con ello están “gobernando su propio destino”. Bajo condiciones propicias, los bosques localmente
controlados puede contribuir mucho al buen
vivir local y al desarrollo sostenible. Son muchas las expectativas que esperan las comunidades locales de los programas
REDD+, que están tocando puertas, tanto de gobierno, empresas privadas y/o ONGs
nacionales e internacionales.
Al ser REDD+ tema de actualidad y
se ha escrito mucho sobre el mismo, nos sumamos a apreciar ciertos puntos para
que las comunidades o nosotros que nos acercamos a nuestras comunidades
informemos sobre lo que se nos avecina. Entrarán o pasarán, el derecho de
decisión lo tiene el pueblo guna. Los
señalamientos que se plantearán no es único, hay mucho sobre el tema, y bien
pueden hojear mucha literatura que están al alcance de todos. Y este breve
artículo se basa en muchas de estas referencias bibliográficas.
REDD+
Son actividades que reducen las emisiones por evitar la deforestación y degradación
forestal (REDD) y contribuyen a la conservación, manejo sostenible de los
bosques y mejoramiento de las existencias o secuestro de carbono forestal
(REDD+). En otras palabras es minimizar la destrucción de
los bosques y su degradación ayuda a disminuir las emisiones de carbono en la
atmósfera. Pero la conservación de los bosques no sólo impide las emisiones de
carbono, sino que también ayuda a eliminar el carbono que ya está en la
atmósfera. Ha esto se le llama secuestro de carbono. El resultado es un aumento
de las reservas de carbono en los bosques y en los suelos (FAO 2002). Al tomar
en cuenta esto, a REDD se le agrega el “plus”, lo que ahora llamamos REDD+.
Esto significa que bajo REDD+ se crearían nuevos
tipos de ”áreas protegidas de carbono” en grandes áreas de bosques, evitando la
deforestación y la degradación de estos bosques con el objetivo principal de
reducir las emisiones de CO2. Esto podría llevarse a cabo mediante
acciones de gobierno (como las áreas protegidas) o podría hacerse mediante
áreas protegidas a nivel local o pueblos indígenas (por empresas, ONG de
conservación y otros).
Sobre deforestación
lo entendemos mejor, sabemos de qué se trata o de qué estamos hablando, pero
menos entendemos sobre lo que es la degradación.
La degradación[1] de los bosques, lo
definen como la reducción de la capacidad de un bosque de proporcionar bienes y
servicios – como fibra, alimentos, hábitat, agua,
almacenamiento de carbono, sitios sagrados y otros valores culturales,
socioeconómicos y productivos; aquí no nos referimos a la disminución dela superficie forestal sino de la calidad del estado de los bosques,
respecto a uno o a más elementos del ecosistema forestal (estrato vegetal,
fauna, suelo, agua, etc.), a las interacciones entre estos componentes y, más
generalmente, a su funcionamiento (Lanly
2003).
Muchas veces, la degradación de bosques o degradación forestal es un
proceso en el cual áreas de bosque natural son gradualmente transformados en
tierras degradadas o convertidos a otros usos. Esto debido muchas veces a las
actividades humanas, como la recolección de leña, incendios forestales,
plantaciones, pastoreo, entre otros, que
dañan el suelo y la vegetación en tal grado que se inhibe o retrasa seriamente
el restablecimiento del bosque posterior al abandono (OIMT 2003). Un bosque afectado y dañado no puede proporcionar
la misma cantidad y calidad de servicios de ecosistema de los cuales depende la población humana y silvestre. Manejar los bosques para evitar la degradación es una estrategia clave
para prevenir la deforestación (OIMT 2003).
Aunque se tiene cierta idea de qué tipo de cosas
están incluidas dentro de REDD+, quedan muchas preguntas abiertas y los pueblos
indígenas luchan para asegurar que sus derechos fundamentales sean respetados
en cualquier acuerdo de REDD+. Si estos derechos no son reconocidos y
respetados, entonces REDD+ tendrá graves consecuencias para los pueblos
indígenas porque tiene que ver con el control de sus bosques y los recursos
(Castillo 2009, 2011). Por el contrario, los
bosques gestionados y controlados por comunidades son mejores para la
conservación que las áreas estrictamente protegidas (Porter-Bolland et al. 2011)
Fondos privados o mercado voluntario de carbono
Ya se conocen
que hay dos posiciones en este debate que apoyan dos propuestas diferentes
respecto a la pregunta de dónde provendrá el dinero para pagar REDD+. Una
propuesta es hacerlo a través de la creación de fondos que serían asignados a
proyectos o programas REDD+. La otra propuesta es a través de la utilización de
un ”mercado” de ”permisos y créditos de carbono”, es decir, a través de la
compra y venta de créditos por emisiones reducidas.
Un permiso de carbono o crédito es igual a una
tonelada de carbono, y los permisos de carbono y créditos son objeto de
comercio entre los países ”compradores”, o empresas, y ”países vendedores”, o
empresas (Erni, C. & Helen eds. 2010).
Algunos de estos fondos ya se han establecido para
ayudar a los países a prepararse para la opción de mercado, por lo que son una
mezcla de los dos enfoques[2]. En el marco del
enfoque de mercado, los gobiernos o empresas que tienen que reducir sus
emisiones pueden comprar créditos de proyectos REDD+ en lugar de reducir sus
emisiones (Erni, C. & Helen eds. 2010).
Además de los fondos establecidos por las
organizaciones internacionales y los gobiernos, hay un número cada vez mayor de
fondos privados creados por las agencias de conservación de la naturaleza, pero
también por fundaciones privadas y empresas.
El mercado voluntario facilita a las entidades (principalmente privadas)
y a las personas que no están dentro de los sectores regulados asumir su
compromiso con el cuidado del clima “compensando” sus emisiones en proyectos
limpios en países en desarrollo. Y como ya conocemos muchas de estas regiones
caen en territorios indígenas.
Aunque los mecanismos voluntarios
no están regulados (DEUMAN 2008; Erni, C. & Helen eds. 2010) y,
consecuentemente, generan controversias, son innovadores, ágiles y flexibles.
Estos mercados, a menudo difíciles de entender, tienen el potencial de ser una
herramienta inmediata para la acción mientras la comunidad internacional se
queda atascada a la hora de implementar REDD+ eficiente.
Perfecto, las acciones voluntarias han producido algún impacto, sin embargo, debido
a la amenaza a escala global que representa el Cambio Climático, el
voluntarismo no puede remplazar la acción efectiva del Estado, es decir las
metas legalmente vinculantes (DEUMAN 2008).
Es por ello, cuando estas empresas quieren
colaborar en alianza con pueblos indígenas están apurados, todo lo quieren
hacer a su ritmo, pero deberían entender que los pueblos indígenas tienen su
ritmo, tienen su caminar como la naturaleza lo es. Por eso los bosques aún
prevalecen.
Además 20 a 30 años de compromisos con empresas, es
un tiempo que habría que estudiar a fondo, porque es un período en el cual todo
puede ocurrir, todo puede cambiar, no hay seguridad que todo se mantenga como
al principio. Las políticas cambian, las personas cambian, las actitudes
cambian, las situaciones económicas cambian, el ambiente cambia.
Por otro lado, es importante recordar que muchos de
estos proyectos solo están empezando y algunos ya han enfrentado muchas
críticas sobre si en realidad están reduciendo las emisiones[3].
Debido a que los fondos privados son de carácter
voluntario, no dependen de ningún acuerdo futuro sobre la financiación de
REDD+. Tampoco están sujetos a ninguna norma desarrollada por la ONU a menos
que así lo decidan. Hay una serie de estándares o normas voluntarias que se
están desarrollando para regular la forma en que estos fondos privados pueden
funcionar (pero, sólo si deciden aceptarlas). Pero necesitan ser auto-regulados
y con un código global de conducta (Stoddard
2009).
Según Erni, C. & Helen (eds. 2010), algunos de
los estándares tienen por objeto asegurar que REDD+ no haga daño y pueda
beneficiar a los pueblos indígenas y a otros grupos que podrían ser vulnerables
a sus impactos negativos. Una reciente serie de normas son los Estándares
Sociales y Ambientales REDD+ desarrolladas por la Climate, Community and Biodiversity Alliance (CCBA) y CARE International. Estas normas contienen
algunas protecciones importantes para los derechos de los pueblos indígenas y
comunidades locales.
También están destinadas a promover la mitigación
de la pobreza y la conservación de la biodiversidad, y deben generar lo que
ellos llaman “co-beneficios sociales y ambientales.” Dichos estándares están
disponibles en varios idiomas en http://www.climate-standards.org/REDD+/
Una cosa importante que hay que observar, si el
carácter voluntario no depende de ninguna norma u organismo regulador que actualmente exija el cumplimiento de
estándares de calidad en relación con el desarrollo y comercialización (DEUMAN 2008) y que tampoco lo obligue llegar a acuerdos, impondrían restricciones a los pueblos
indígenas en nombre de la protección del carbono (Erni, C. & Helen eds.
2010). Por ejemplo, mientras los pueblos indígenas y/o comunidades locales
conservan y protegen los bosques para disminuir las emisiones de carbono en la
atmósfera, las empresas como las aéreas, debido a limitaciones tecnológicas
actuales, seguirán quemando combustibles fósiles, para seguir ofreciendo
servicios de transporte y generando capitales.
El conocimiento sobre REDD+ y sus implicaciones es
aún limitada entre nuestras comunidades. Entonces, es muy importante estar
plenamente informados de lo que planean hacer los gobiernos nacionales,
empresas y ONGs (nacional e internacional) con REDD+ de modo que las
comunidades indígenas estén conscientes de las posibles repercusiones en sus
tierras, recursos o territorios (Erni, C. & Helen eds. 2010; Experiencias…
2011).
Conclusión
REDD+
Que en la
forma en que actualmente ha sido diseñado REDD+, tiene varias debilidades,
incluso peligros. Algunos problemas son ante todo técnicos, sin embargo la
mayoría son de carácter ético.
El mercado
voluntario de carbono o las empresas tienen la
libertad de fijar sus propias metas, por lo que los motivos que originan estas
iniciativas pueden responder a objetivos que difieren de la búsqueda por
mitigar el Cambio Climático. Sin embargo no se trata de restar importancia a la
acción voluntaria del sector empresarial ya que existen empresas innovadoras
que a conciencia quieren que las emisiones disminuyan (DEUMAN 2008).
En cualquier
caso, para las comunidades locales e indígenas y sus dirigentes, es importante
saber en qué consiste REDD+, cuáles son las posibles ventajas y los posibles
impactos negativos, de manera que ellas estén preparadas y puedan dialogar,
negociar y defender sus derechos en caso de que los Programas REDD+ tengan como
objetivo sus tierras y territorios (Castillo 2009; REDD 2009; Erni, C. &
Helen eds. 2010; Experiencias…2011).
Debemos ser nosotros mismos, los
garantes de nuestra propia existencia en la construcción de una REDD+ propia,
anteponiendo nuestra prioridad territorial y gobernanza a partir de nuestros
conocimientos tradicionales, nuestros principios como pueblos o naciones
(Experiencias…2011)
Referencias:
ANAM/REDD+ Panamá (s.a). Preparación para REDD+ en Panamá: Retos y
Oportunidades. 40 diapositivas (Powerpoint)
Castillo 2011. El pueblo kuna en el control
local forestal: saber local. En: http://gubiler.blogspot.com/2011/04/el-pueblo-kuna-en-el-control-local.html
Castillo 2009. The
Forests Dialogue. Diálogo sobre la
inversión en bosques localmente controlados. Antecedentes y Estudio preliminar. Yale University, USA. Panamá, Panamá. 20 p.
DEUMAN 2008. Informe final “Estudio sobre el
mercado de carbono voluntario de carbano”. CORFO. 174 p.
Erni, C. & Helen Tugendhat (eds.)
2010. ¿Qué es REDD? Una guía
para las comunidades indígenas. IWGIA (Grupo Internacional de Trabajo sobre Asuntos
Indígenas), SERVINDI (Servicios en Comunicación Intercultural), AIPP (Alianza
de los Pueblos Indígenas de Asia), FPP (Programa de los Pueblos de los Bosques)
y TEBTEBBA (Centro Internacional de los Pueblos Indígenas para Políticas de
Investigación y Educación). NORAD, DANIDA. Lima, Perú. 94 p.
Experiencias de Países Amazónicos y Paraguay sobre Derechos y REDD. Sistematización del Taller Regional. Rainforest Foundation Noruega y CEPLAES, 2011. Quito, mayo-junio 2011. 44 p.
FAO 2002. Captura de carbono en los suelos para un mejor manejo de la tierra. Basado en el trabajo de Michel Robert, Institut national de recherche agronomique, París, Francia. FAO,
Roma. 73 p.
Lanly, Jean-Paul 2003. Los factores de la deforestación y de la
degradación de los bosques. Documento sometido al XII Congreso Forestal Mundial, Québec City,
Canadá. http://www.fao.org/DOCREP/ARTICLE/WFC/XII/MS12A-S.HTM
OIMT 2003. Restaurando los bosques.
Presentamos las Directrices de
la OIMT para la Restauración, Ordenación y Rehabilitación de Bosques Tropicales
Secundarios y Degradados. Preparadas
por Organización Internacional de las Maderas Tropicales en colaboración con el
Centro de Investigación Forestal Internacional (CIFOR), la Organización de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Unión Mundial
para la Naturaleza (UICN) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF)
Internacional. 8
p.
Porter-Bolland et al. 2011. Community managed forests and forest
protected areas: An assessment of their conservation effectiveness across the
tropics. Forest
Ecology and Management xxx (2011) xxx–xxx 12 p. http://www.cifor.org/publications/pdf_files/articles/AGuariguata1101.pdf
REDD en Panamá 2009. Informe
de supervisión independiente de la Asociación Indígena Ambiental. En: Realidades REDD: Cómo podrían impactar las estrategias para reducir las
emisiones por deforestación y degradación forestal sobre la diversidad
biológica y los Pueblos Indígenas en los países en desarrollo, Coalición
Mundial por los Bosques, diciembre de 2009. pp. 63-73
Stoddard, T. 2009. El
carbono voluntario necesita auto-regulación y un código global de conducta. Alianza Internacional para la
reducción y compensaciones de carbono (ICROA por sus siglas en inglés). United Kingdom. http://www.mercadosambientales.com/pages/dynamic/article.page.php?page_id=7315§ion=news_articles&eod=1
[1] Es
igualmente importante pero mucho más difícil de medir, por la ausencia de
métodos de evaluación consensuados, y su definición; por eso actualmente pocos
países tienen la capacidad de informar sobre las superficies forestales
degradadas o el grado de degradación de los bosques
[3] El Proyecto
Acción Climática Noel Kempff en Bolivia, por ejemplo, ha enfrentado
críticas por parte de Greenpeace
quien señala que dicho proyecto no ha logrado demostrar
sus pretensiones de reducir las
emisiones de forma efectiva y permanente. Otro ejemplo es la
“Realidad de REDD+ en Perú”, un informe (2011) que entre otras conclusiones encuentra que las
políticas y programas de REDD están socavando los derechos de los pueblos
indígenas y probablemente conducirán a conflictos sobre la tierra y los
recursos. Y hay más ejemplos.
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