29 de octubre de 2013

PLANIFICANDO Y CONSERVANDO SUELOS Y AGUAS: MANDIYALA ADAPTÁNDOSE AL CAMBIO CLIMÁTICO

Geodisio Castillo

Niños de Mandiyala haciendo uso del aparato "A". Foto: Gubiler
Nuestra Comarca es tierra y mar, hace que la tierra sea uno de los recursos más importantes. Desde que existimos el suelo y el agua han sido la base de nuestra vida, la agricultura es el medio en donde hemos vivido antes de pasarnos al mar. El suelo y el agua están interrelacionados.

Sin embargo, nuestro pueblo no escapa a uno de los problemas mayores de nuestro planeta - la pérdida del suelo y el agua (FAO 1993). Hemos sido los humanos uno de los agentes que más ha contribuido a la pérdida de estos recursos tan valiosos. Estos recursos se pierden por la erosión causada por el hombre; se produce cuando no se hace uso de prácticas de conservación de suelos, como por la deforestación, el sobre pastoreo, entre otras acciones.

Los agricultores Gunas, al olvidarnos de nuestros conocimientos tradicionales hemos comenzado a contribuir a la pérdida de la biodiversidad, al talar y quemar los bosques cada yoleb (verano), por otras formaciones naturales, por algunas pocas especies seleccionadas. Pero aún seguimos contribuyendo a mitigar los daños hechos por ajenos. Porque la producción agrícola no es necesariamente incompatible con la preservación y recuperación del ambiente.

Conservar el agua y el suelo es fundamental para nuestra sociedad que vivimos del bosque y para otras actividades económicas, lo que asegura nuestro sustento del buen vivir y la mejora de la calidad de vida de nuestras poblaciones donde la producción cumple con los criterios agroecológicos de sostenibilidad.

Nuestro sistema agroforestal de nainu, asegura la preservación vegetal natural en las orillas de los ríos, arroyos y en la parte superior de las montañas, por ejemplo, ayuda en la reducción de la erosión y las inundaciones. Como también, purifica el agua que consumimos a diario, facilita la polinización de los cultivos y mantiene el suelo rico en nutrientes.  Además, forman corredores importantes para la supervivencia de los animales y las plantas nativas (Bennett 2004). Además de eso, las propiedades sostenibles ofrecen más resistencia a los efectos del cambio climático.

Conscientes de esta situación los agricultores de la comunidad de Mandiyala, auspiciados por el programa del Corredor Biológico Centroamericano del Atlántico Panameño (CBMAP II) de la Autoridad Nacional del Ambiente (ANAM), vienen desarrollando actividades de capacitación sobre todo sobre la planificación de “nainu” (finca) y conservación de suelos y aguas, bajo el subproyecto - Mejoramiento de los nutrientes del suelo del ecosistema. Estas capacitaciones fueron realizadas los días 21,22 y 23, 24 de octubre del presente año.

Agricultores planificando su nainu. Foto: Gubiler
Estas capacitaciones están a cargo de un facilitador del Centro de Desarrollo Ambiental y Humano (CENDAH). En estos talleres de capacitación lo más relevante es la participación de los niños que están aprendiendo haciendo. Fueron ellos, los niños que captaron tan rápidamente la importancia de la preservación de los espacios, denominadas servicios ecosistémicos. Nainus bien manejadas aprovechan estos mecanismos naturales y reducen los costos de producción, usando prácticas agroecológicas para conservar el suelo, el agua y reducir los problemas de demanda excesiva de insumos químicos, plagas y enfermedades, entre otros.

Al obtener conocimientos y practicar el uso de las pequeñas tecnologías, los agricultores de la comunidad de Mandiyala, están adoptando su agricultura al ambiente, aprovechando y manteniendo los servicios ecosistémicos aumenta el valor de sus nainus, mejorando sus nutrientes y su producción. Existe entonces un amplio espacio para que la agricultura de nainu redescubra su vocación de producir en armonía con la preservación y recuperación de los ambientes naturales para el beneficio de todos los Dules.

Este es el primer taller de los dos (2) talleres que quedan en ejecutar sobre la conservación de suelos y aguas. Pero antes de estos talleres, los agricultores tuvieron que planificar sus nainus (1ª. Parte), porque estas también tienen la 2ª. y 3ª. Parte. La participación en este taller fue importante, porque la Inducción en planificación agroforestal de “nainu” (finca) a los agricultores de Mandiyala, cuya finalidad fue elaborar un plan de cambios en el manejo del nainu tomando en cuenta las características únicas de la misma. Por lo tanto el taller sobre la planificación de nainus es un complemento a las capacitaciones grupales y a la asistencia técnica.

Este Taller I trató sobre el estudio del estado actual del “nainu” (primer paso), consistió en un estudio de la situación actual del nainu mediante la aplicación de 7 herramientas. Además, esta parte del taller también tiene como objetivo depertar el interés de los agricultores en la planificación de los cambios en los nainus. Primordial para que los agricultores tengan claridad sobre las ventajas de planificar el desarrollo de sus nainus. Ayuda a conocer y reflexionar sobre la gestión de desastres, donde la evaluación y análisis de riesgos, es una actividad principal. Es por ello que los agricultores necesitan un proceso de reflexión para revisar eventuales experiencias anteriores, para construir el árbol de objetivos del proceso de planificación participativa y motivar a los interesados, y aquellas familias motivadas inicien el proceso de planificación de sus nainus. Es un momento que vale la pena dedicarle y así se hizo.

Igual que la planificación de “nainu” y conservación de suelos y aguas, era la primera vez que los agricultores de Mandiyala participaban en este tipo de taller teórico y práctico. Por eso la metodología principal que se desarrolló en los dos talleres fue diálogo – un diálogo abierto entre agricultores y el facilitador.

Agricultores de Mandiyala. Foto: Gubiler
Al ser la primera vez, el trabajo no se hizo en detalle; una forma sencilla de planificación fue dibujar un mapa de nainu donde se ubiquen los cultivos en su estado actual.  Eso se hace para visualizar los cambios en el manejo de recursos a nivel de nainu. Estos resultados fueron discutidos o dialogados entre ellos. Luego se hace otro mapa del mismo nainu pero con una visión hacia el mañana. ¿Cómo los agricultores de Mandiyala quieren ver su nainu dentro de dos a cinco años? Los trabajos fueron hechos en cartulina y con marcadores, gracias al apoyo de la Escuela del educador Otoniel González.

Los más bello, fue ver cómo los niños que participaron en el taller aprendieron rápidamente a construir el aparato “A” y cómo hacerles uso para buscar la curva a nivel para sembrar la barrera viva de piñas en contorno y así controlar la erosión y pérdida de agua.

En estos talleres los agricultores de Mandiyala se motivaron reducir los riesgos en su cuenca (Río Mandinga), a mejorar los nutrientes del suelo, minimizar o evitar la erosión de los suelos. Por esta razón, la capacitación, la organización y participación comunitaria ayudará a estar preparados, harán de los agricultores menos vulnerables a los desastres, garantizando de este modo la sostenibilidad de sus nainus, incrementando la producción y los servicios de saneamiento a nivel comunitario.

Ambos talleres finalizaron con la siguiente pregunta: ¿Qué piensan acerca de éstas innovaciones, por qué tratarían de probarlas o por qué no?

Bibliografía:

Bennett, A. F. 2004. Enlazando el paisaje. El papel de los corredores y la conectividad en la conservación de la vida silvestre. /Tr. por José María Blanch/ - San José, Costa Rica: UICN. 1,278 p.

FAO, 1993. Erosión de suelos en América Latina. FAO Oficina Regional para América Latina y el Caribe, Chile. Roma, Italia.

27 de octubre de 2013

BUEN VIVIR, UN CONCEPTO EN DISPUTA


Remedios Sánchez
Octubre 2013

 
La persistencia y recrudecimiento de varios problemas sociales, económicos, ambientales y culturales, evidencian que el planeta atraviesa en la actualidad una crisis que amenaza no solo la estabilidad política de varios países, sino que pone en tela de duda los supuestos sobre los que se ha levantado la llamada modernidad. Obsesionados por vivir “mejor”, en términos de tener cada vez más posesiones materiales y supuestos satisfactores, los seres humanos no hemos tenido empacho en echar mano de todo lo que nos rodea bajo la creencia de que la tecnología suplirá los daños que provocamos al planeta y nos permitirá resarcir, posteriormente, la pérdida de ecosistemas, biodiversidad y especies. Poco ha importado que en esta desenfrenada voracidad por vivir mejor, grandes contingentes de seres humanos hayan quedado relegados de la consecución de sus más elementales derechos, o que hayamos olvidado que somos parte de un sistema mayor en el que cada uno de sus componentes tiene una función que alimenta la trama de la vida. Menos importancia hemos dado a la erosión y pérdida de culturas, de lenguas y saberes milenarios, de los que con mayor humildad y una menor devoción a la “verdad” de occidente, podríamos aprender –o haber aprendido- nuevas formas de relacionarnos entre nosotros y con la naturaleza.

En esta lógica de crecimiento económico ilimitado, con un gran simplismo confundimos los medios con los fines, y otorgamos al mercado y al dinero un papel decisivo en la definición del rumbo por el que debería transitar la humanidad (Leff 2006). No hemos concedido oidos a lo señalado un siglo atrás por el economista húngaro Polanyi al advertir la falacia de considerar como mercancías a la naturaleza y a la fuerza de trabajo (Alimonda 2011).

Las astronómicas cifras económicas en términos de producción interna bruta de los países, deuda externa, flujos financieros internacionales, no han podido paliar un descontento social cada vez más amplio respecto a la forma en cómo el mundo está organizado. Los problemas ambientales contemporáneos como los impactos generados por el calentamiento global, el debilitamiento de la capa de ozono, el achicamiento de la masa polar, las crecientes dificultades en el acceso a agua y merma significativa de su calidad, la pérdida de especies y bosques, erosión y pérdida de suelos, contaminación atmosférica, constituyen motivos de alerta para pensar que la carrera por el crecimiento económico continuo es claramente insostenible y que no podemos mantener los mismos patrones de producción y consumo, menos aún reproducir la forma de vida de las economías más ricas del planera. Hay sobradas evidencias para afirmar que el “perfil metabólico”[1] (Fischer-Kowalski y Haberl 2000) - los flujos de energía y materiales que utilizan estos países para satisfacer sus estilos de vida- no alcanzan para todos y que es imperativo comenzar a tomar en serio los límites finitos de la tierra, la escasez de recursos y las restricciones en sus funciones de absorción de residuos y ritmo de reposición natural de los recursos no renovables.

En medio de este panorama complejo, si algo positivo puede desprenderse de la crisis contemporánea que atravesamos es el llamado de atención a la necesidad de reubicar el centro de nuestras motivaciones y a considerar que la complejidad de los problemas actuales demanda respuestas integrales, innovadoras y contundentes, que den sentido a la vida, que doten nuevamente a la naturaleza de su significado propio, independientemente de la economía, y que identifiquen puntos de encuentro entre lo natural y lo social, la ecología y la cultura, lo material y lo simbólico (Leff 2006). Entre los inmensos cambios que debemos introducir, resulta ineludible el desafío de proponer una nueva epistemología que interpele el discurso occidental homogenizante y aportar en lo que hoy se denomina como “pensamiento de frontera”, “que cuestiona la modernidad (…) y se interroga sobre caminos y lógicas alternativas” (Alimonda 2011: 26). Para decirlo en palabras de Escobar, “la habilidad de la modernidad para proveer soluciones a los problemas modernos es cada vez más estrecha, haciendo (…) factible una discusión sobre una transición más allá de la modernidad” (2011: 83).

En este contexto, y recogiendo el conocimiento milenario de los pueblos ancestrales, en los últimos años ha comenzado a configurarse un nuevo paradigma que contradice la noción del progreso sin fin: la noción del Buen Vivir, inspirada en el “Sumak Kawsay” o “Suma Qamaña” de los pueblos indígenas de los andes ecuatorianos y del altiplano boliviano, respectivamente, y que puede equiparse al "Utz K'aslemal" de los pueblos Mayas. Aunque no existe una definición única y compartida del Buen Vivir (lo que desde otra perspectiva también podría ser entendido como una poderosa potencialidad de este concepto en ciernes), resulta interesante discutir algunos de sus fundamentos sobre los que parecería identificarse cierto consenso alrededor de su acepción y alcance.

La noción del Buen Vivir busca la consecución de un equilibrio entre los seres humanos y la naturaleza. En este sentido, propone romper con la visión antropocéntrica que ha colocado a la naturaleza al servicio de los seres humanos y la ha convertido en su objeto de manipulación, dominio y apropiación. Al llamar a modificar nuestra actitud frente a la naturaleza, el Buen Vivir parte del principio de que todo forma parte de una sola unidad y que la alteración de un elemento fractura la estabilidad del flujo vital. Apela por tanto a recrear una forma de co-existencia con la naturaleza que en lugar de asentarse sobre la explotación de los recursos hasta su agotamiento, promueva su optimización para el bienestar colectivo.

Pero, lejos de ser una postura que únicamente aboga por las causas ecológicas, el Buen Vivir reconoce la necesidad de garantizar una vida plena para las comunidades humanas, desligada de la mercantilización a la que inevitablemente nos ha conducido el capital y un proceso de acumulación sin fin que ha desdibujado el sentido mismo de la existencia. De ahí que el Buen Vivir ponga énfasis, en la reciprocidad como principio fundacional de la convivencia humana y en la complementariedad según la que cada ámbito, sector o dimensión de la realidad se corresponden de manera armoniosa con otro ámbito, sector o dimensión del mundo. En la búsqueda de una vida plena, el Buen Vivir está íntimamente ligado a la interculturalidad y a la plurinacionalidad y en esa medida sugiere, por un lado, la necesidad de repensar nuevas formas de organización social y política de la mano con un nuevo modelo económico y aboga por otro lado,  el encuentro entre saberes ancestrales, prácticas basadas en el lugar –para usar el lenguaje propuesto por Arturo Escobar (2011)- y lo mejor del pensamiento occidental y de los logros alcanzados en el mundo contemporáneo.  

El Buen Vivir atraviesa la Constitución del Ecuador y consta como un derecho en la Constitución de Bolivia gracias a la lucha de movimientos sociales –principalmente de los pueblos indígenas- de ambos países y de una correlación de fuerzas que facilitó, en su momento, canales de interlocución y diálogo social. La construcción y concreción de sus postulados y principios está sin embargo aún pendiente. No basta que la incorporación del Buen Vivir conste en los más importantes cuerpos legales nacionales. Esta aparente conquista puede ser al mismo tiempo su mayor debilidad debido a los riesgos de institucionalizar su sentido.

La institucionalización del Buen Vivir y su consiguiente tecnocratización podría coartar y desviar la dimensión contestataria al orden establecido que está implícita en la génesis de esta noción pues con demasiada frecuencia el tradicional concepto de desarrollo, ese ideal de progreso (acumulación) incesante que promueve el capitalismo, es suplantado indiscriminada y acríticamente por el Buen Vivir. En última instancia, al ser cooptado por la institucionalización, el Buen Vivir es solo el ropaje bajo el que, con un aparentemente nuevo léxico, continúa un modelo de crecimiento económico fundamentalmente orientado a satisfacer la demanda externa, una democracia de baja intensidad y un manejo centralizado del poder político. Esta afirmación no es lamentablemente lejana al caso ecuatoriano en donde, antes que cambios estructurales, procesos de redistribución serios y sostenidos y rupturas profundas, bajo el régimen del Buen Vivir impulsado por el gobierno de la Revolución Ciudadana, hay cada vez más cercanía con una política de desarrollo basada en las denominadas ventajas competitivas –patrimonio natural- del que dispone el país y con un estilo de gestión política poco propenso a la participación y el diálogo.

Aunque podría argumentarse que en consideración del lapso transcurrido desde la aprobación de la Constitución ecuatoriana vigente (2008) a la actualidad es aún prematuro plantear una suerte de regresión en el alcance del concepto del Buen Vivir que instrumenta la institucionalidad del poder, algunos elementos de la coyuntura permiten corroborar tal afirmación. En efecto, es poco probable pensar que las excepcionales condiciones con las que ha contado el gobierno –importante respaldo social, control de todos los poderes del Estado, elevados ingresos producto de los altos precios del petróleo- puedan redituarse en los siguientes años a fin de introducir los cambios que aspiraba el país para transitar hacia el Buen Vivir y que posibilitaron el ascenso al poder del Presidente Correa. Estos cambios no se han producido en la magnitud y la forma que se esperaban; más bien se ha acentuado una orientación de la gestión pública distinta a la volcada en el primer plan de campaña y que ha provocado el distanciamiento con sus iniciales aliados: indígenas, ambientalistas y sectores de izquierda.

El proceso de institucionalización del Buen Vivir en el Ecuador ha dado poco espacio al diálogo intercultural, al juego democrático y a una real descentralización de la gestión pública, menos aún ha sentado las bases para avanzar en la construcción del Estado Plurinacional. La participación se circunscribe actualmente, como en el pasado, a los procesos electorales; sin diálogo ni espacios para procesar diferencias. El disenso es sinónimo de traición y no en pocos casos ha significado la criminalización de la protesta social.

En el plano económico, pese a la disponibilidad de un régimen de Buen Vivir y del reconocimiento de la naturaleza como sujeto de derechos[2], el énfasis de las actuales políticas públicas descansa aún en el extractivismo –que en el corto plazo se pretende extender hacia regiones relativamente alejadas de la dinámica del mercado- y en una concepción según la que es necesario inyectar importantes recursos económicos para avanzar en la superación de la pobreza y corregir las asimetrías sociales que soporta el Ecuador. En esta carrera hacia el progreso siguen pendientes políticas para modificar la estructura de propiedad de la tierra, una de las más inequitativas en la región, y disminuyen cada vez más las expectativas sobre los prometidos cambios para modificar la matriz productiva e iniciar la transición hacia una economía post-extractiva.

La propuesta más difundida al respecto, la Iniciativa ITT-Yasuní que proponía mantener en tierra las reservas petroleras de los campos Ishpingo-Tambococha-Tiputini (estimadas en 920 millones de barriles) localizadas al interior del Parque Nacional Yasuní, a cambio de una compensación internacional equivalente al 50% de los ingresos netos de las potenciales exportaciones de dichas reservas (estimadas en 7,2 millones de dólares), fue unilateralmente abandonada por el gobierno a mediados de agosto del 2013. A cambio de esta compensación, Ecuador se comprometía a no emitir 420 millones de toneladas métricas de CO2 a la atmósfera del planeta (cantidad equiparable a lo que cada año emiten Francia o Brasil).

Tal iniciativa constituía una oportunidad excepcional para sentar las bases de una nuevo pacto civilizatorio entre seres humanos y naturaleza, incorporaba el criterio de responsabilidades comunes y diferenciadas, abría las puertas para otro tipo de cooperación y para el reclamo de la deuda ecológica, protegía diversidad biológica única contenida en el Parque Yasuní y la vida de pueblos en aislamiento voluntario; constituía una respuesta efectiva para enfrentar el calentamiento global y el cambio climático. Así lo entendieron pueblos indígenas, jóvenes y diversos sectores sociales que se identificaron con la Iniciativa Yasuní-ITT y que, a raíz de la decisión gubernamental, presionan por la realización de una consulta ciudadana que decida su futuro. 

El abandono de la Iniciativa Yasuní ITT por parte del gobierno ecuatoriano es solo el corolario de una tendencia que comenzó a manifestarse con más claridad hacia mediados de su segundo mandato (2009-2013) y sobre la que el Presidente Correa no ha tenido empacho en reiterar su adhesión: una economía sustentada en las riquezas hidrocarburíferas y minerales del país, una constante minimización de los impactos ambientales y sociales bajo el argumento de las bondades tecnológicas y una división de la sociedad entre supuestos defensores y detractores del progreso.  
En este contexto, la posibilidad de mantener la noción del Buen Vivir como una “ilusión movilizadora”, como una postura política que confronte la racionalidad dominante, que haga eco de otras y diversas visiones e identidades y que reivindique los saberes plurales (Leff 2006; Escobar 2011), no puede supeditarse a lo que haga o deje de hacer el poder. El hecho de que el Buen Vivir siga siendo parte de una epistemología alternativa –y de una ecología política renovada- dependerá en gran medida de la correlación de fuerzas existente en cada sociedad, de la capacidad de organización y propuesta de los sectores sociales, de la necesaria reapropiación política de los conceptos, de la profundización de una democracia participativa y con espacios para la resolución de conflictos y disensos. Ventajosamente, el Sur global presenta evidencias de la construcción de una voluntad social cada vez más grande para iniciar una reconciliación entre los seres humanos y la Tierra y para establecer el cimiento de un nuevo pacto civilizatorio. Disputemos entonces el verdadero sentido del Buen Vivir.


BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA:

Acosta, Alberto y Esperanza Martínez (comp.). El Buen Vivir. Una vía para el desarrollo. Ediciones Abya-Ayala. Quito, 2009.

Alimonda, Héctor. La colonialidad de la naturaleza. Una aproximación a la ecología política latinoamericana. En: La naturaleza colonizada. Ecología política y minería en América Latina. Alimonda, Héctor (coord.). Colección Grupos de Trabajo. CLACSO. Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales. Ediciones CICCUS. Buenos Aires, 2011. ISBN: 978-987-1543-84.7

Escobar, Arturo. Ecología política de la globalidad y la diferencia. En: La naturaleza colonizada. Ecología política y minería en América Latina. Alimonda, Héctor (coord.). Colección Grupos de Trabajo. CLACSO. Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales. Ediciones CICCUS. Buenos Aires, 2011. ISBN: 978-987-1543-84.7

Fischer-Kowalski, Marina y Helmut Haberl. El metabolismo socioeconómico. En: Ecología Política. No. 19. Cuadernos de Debate Internacional. Fundación Hogar del Empleado. Icaria Editorial. Barcelona, 2000. ISBN: 1138-6738.

Leff, Enrique. La ecología política en América Latina. Un campo en construcción. En publicación: Los tormentos de la materia. Aportes para una ecología política latinoamericana. Alimonda, Héctor. CLACSO. Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales. Buenos Aires, 2006. ISBN: 987-1183-37-2

Santos, Boaventura de Sousa. Refundación del Estado en América Latina. Perspectivas desde una epistemología del Sur. Ediciones Abya-Ayala. Quito, 2010. 


Otros documentos consultados:

República del Ecuador. Constitución del Ecuador. Asamblea Nacional Constituyente. Montecristi, 2008.

República del Ecuador. Documento base de posición nacional. Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible Río+20. Martha Moncada (coord.). Ministerio Coordinador de Patrimonio. Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Quito. 2012.

SENPLADES. Plan Nacional para el Buen Vivir 2009-2013. Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo. Quito, 2009.

SENPLADES. Evaluación. Plan Nacional para el Buen Vivir. Secretaría Nacional de Planificación. Quito, 2012.


Notas:

[1] Según algunas estimaciones, las necesidades materiales totales –que incluye los insumos materiales directos y los denominados flujos ocultos- de los países industrializados ascienden a más de 80 toneladas por persona al año (Fischer-Kowalski y Haberl 2000:25).

[2] El reconocimiento de la naturaleza como sujeto de derechos consta por primera vez a nivel mundial en la Constitución ecuatoriana del 2008.

20 de octubre de 2013

PLAN AMBIENTAL COMUNITARIO GARDI SUGDUB 2008-2013


Castillo, G., 2007. Plan ambiental comunitario de la comunidad de Gardi Sugdub, 2008-2013. PMIIE, Fundación Dobbo Yala. Comarca Gunayala, Panamá. 36 p.
 
RESUMEN                                                

PLAN AMBIENTAL: ORIENTACIONES ESTRATEGICAS PARA EL DESARROLLO AMBIENTAL DE LA COMUNIDAD DE GARDI SUGDUP
 
La participación de las comunidades en la gestión ambiental es necesaria si queremos ejecutar planes y medidas para el desarrollo sostenible. No podemos olvidar que los conocedores de sus territorios son la gente que lo habitan; por lo tanto, deben participar en las decisiones porque afectan directamente en sus intereses.
 
Por todo ello, es primordial que la comunidad participe, en todos los aspectos relacionados a:
  • Identificar los problemas
  • Ayudar a resolverlos
  • Implementar las actividades en forma adecuada y sostenible
  • Evaluar la eficacia de las medidas planteadas para ejecutar el plan ambiental
 
El Plan Ambiental Comunitario que presentamos es un instrumento de orientación y de gestión estratégica para el desarrollo sostenible de la comunidad de Gardi Sugdup. El plan contiene un diagnóstico ambiental del mismo, propone soluciones a los problemas identificados, identifica las capacidades locales que pueden ser la base de la solución a dichos problemas, y plantea las necesidades técnicas y financieras para su solución. De esta forma el Plan Ambiental es un plan de acción que se convierte en un instrumento para la gestión de la ayuda técnica y financiera para la aplicación de sus recomendaciones, para que además a mediano plazo se pueda iniciar la elaboración del plan integrado de manejo y desarrollo de los recursos naturales y la diversidad biológica, a nivel de la Comarca Kuna Yala.
 
Descripción general de la comunidad de Gardi Sugdup
 
Nuestra historia oral nos cuenta que la mayoría de los kunagan llegan a las costas desde las selvas o habitando las cuencas altas, medias y bajas de los ríos. Las comunidades de Gardi estaban establecidas en Cuamugandi. Por enfermedades y presencia de vida salvaje animal, hizo que los habitantes se trasladaran de Cuamugandi a Sabdur Biria, en el sitio se han encontrado cerámicas utilizados por antecesores de Gardi. Finalmente los habitantes decidieron trasladarse a las islas que se encontraban frente a las costas. Se ubicaron en  las islas de Yandub, Sugdub, Aspandub (Coibita, actualmente) y Dupbir. A Yandup llegaron grandes  dirigentes, como Niga Kantule y Olonibiguinya. Mientras Sugdup era cementerio de Yandup. Cuenta la dirigencia que los primeros pobladores de la comunidad de Gardi Sugdup, vienen de Aspandup y Yandup. La comunidad de Gardi Sugdup surge después de muugiakua (maremoto, 1882). Se hunde Aspandup, y parte de las islas Dupbir y Yandup quedan ilesas, y la isla que servía de cementerio (Sugdup) sobrevivió totalmente al maremoto. Aproximadamente en 1885, se da inicio a las construcciones de casas en Sugdup. En 1900 ocurre un incendio en Sugdup y los pobladores deciden trasladarse a las islas vecinas. Luego con el tiempo se trasladaron de Yandup a Gardi Sugdup.
 
La región es rica en recursos naturales y diversidad biológica, tanto del bosque terrestre y marina (los arrecifes coralinos) en estado natural en un 75%. De ahí el valor y el objetivo actual del plan para conservar y desarrollar en forma sostenible sus recursos naturales y su biodiversidad. Esta posición geográfica, sus ríos, sus playas la riqueza de flora, la fauna su sistema de trabajo en la agricultura, la pesca, toda esta situación lo lleva hacia un camino para el manejo adecuado, sostenible de los recursos existentes y el desarrollo de programas ambientales, tales como el agroecoturismo, cria de iguanas verde, manejo de cuencas, entre otros.
 
La comunidad es visitada por cruceros, veleros y turistas individuales provenientes de diferentes países, la cual hace de la comunidad un sitio turístico o una comunidad turística, favorecida también por la carretera El Llano-Carti. Esta actividad turística ha hecho muy dependiente a los comuneros, a tal punto que dejan de un lado la producción agrícola.
 
Hay una gran necesidad de generar ingresos económicos a nivel de la comunidad, dada la desnutrición infantil evidente en la comunidad, con una población de 970 habitantes, que va en aumento. Pero el desarrollo económico depende de una buena organización comunitaria, la cual deberá adaptarse a las circunstancias actuales influenciadas por lo externo.
 
La producción agropecuaria o agroforestal, la producción pesquera (p.e., pesca de langosta) y otros rubros económicos no están en incremento hace más de diez años, al contrario se está destruyendo las bases de la producción económica. Hace falta capacidad administrativa y gerencial en proyectos de desarrollo. Sumado a ello la organización de la comunidad se debilita, y principalmente por la falta de dirigencia y líderes. No existe un sistema económico que mantenga las oportunidades de trabajo e ingresos económicos a las familias, que se está generando a través de la carretera El Llano-Carti. De ahí, la existencia alta de emigración de jóvenes (a través de la carretera El Llano-Carti) a las ciudades en busca de nuevas y mejores oportunidades de trabajo; pero cuando llegan a las ciudades chocan con otra realidad – el desempleo.
 
Esta situación ha obligado a los dirigentes de la comunidad crear comisiones de trabajo para manejos  administrativos y financieros basado en métodos tradicionales.
 
 
FODA de diagnóstico social de la comunidad de Gardi Sugdup
 
 
 
PROBLEMAS AMBIENTALES EN LA COMUNIDAD DE GARDI SUGDUP: AUSENCIA O FALTA DE APOYO
                          
  1. Los problemas asociados a los residuos sólidos
  2. Los problemas asociados al conocimiento de uso tradicional del suelo
  3. Los problemas asociados a la carretera El Llano-Carti
 
SOLUCIONES PARA LOS PROBLEMAS AMBIENTALES
 
Soluciones para el problema de manejo de residuos sólidos               
 
Las soluciones que se vislumbran para el problema de manejo de residuos sólidos o la basura en la comunidad de Gardi Sugdup, son aquellas que necesitan ser dialogadas constantemente o ser promocionadas, debatiéndolos en el Congreso Local, entre dirigentes, entre educadores y funcionarios de entidades de gobierno e interesados. El cuadro siguiente presenta algunas opciones de solución.
 
Matriz de opciones de solución al manejo integral de residuos sólidos
 
Causas Directas
Causas Indirectas
Causas Estructurales
Opciones de Solución
Actores
Recursos
No hay un plan comunitario que pueda cumplir el manejo integral de los residuos sólidos
No hay financiamiento ni capacidad técnica
Falta de sensibilización y educación.
 
Falta de liderazgo comunitario
Debatir sobre el tema de la basura o de residuos sólidos en Onmaketnega, buscando alternativas. Establecer normas ambientales comunitaria
Comuneros,  CGK, CGCK, ANAM, SALUD y otros interesados como ONGs
Comunitarios, técnicos e institucionales
No hay relleno sanitario comunal
Falta de consulta técnica
Formular una propuesta de proyecto para el manejo integral comunitario de los residuos sólidos
ONGs, CGK, PMIIE, Políticos, comuneros, ANAM, Salud y otros interesados
Técnicos, financieros y políticos
No hay y desconocen el sistema integral de residuos sólidos
Falta de proyectos sobre manejo de residuos sólidos
Falta de apoyo de funcionarios de gobierno
Falta de apoyo político para la gestión de residuos sólidos
No hay recolección de basura comunal
Pérdida de valores culturales ambientales
No se transmiten los conocimientos
Programa de educación comunitaria en conservación
Dirigentes comunitarios, ANAM, MEDUCA, SALUD
Comunitarios, técnicos, administrativos y políticos
Falta liderazgo comunitario, sensibilización y educación
Programa de educación en conservación Comarcal
Dirigentes comunitarios, ANAM, MEDUCA, SALUD
Técnicos, económicos y políticos
 
 
 
 
 
 
 
 
Soluciones para afrontar la pérdida del conocimiento de uso tradicional del suelo
 
Realmente la pérdida del conocimiento de uso tradicional del suelo es una causa indirecta y estructural
que rescatando estos conocimientos para ponerlos en práctica podamos iniciar la solución del deterioro
del suelo.
 
Veamos algunas soluciones presentadas en el cuadro siguiente:
 
Matriz de opciones de solución de pérdida del conocimiento de
uso tradicional del suelo
 
Causas Directas
Causas Indirectas
Causas Estructurales
Opciones de Solución
Actores
Recursos
Tala y quema
Pérdida de conocimiento de uso tradicional del suelo
 
No se transmiten los conocimientos tradicionales
 
No se practican los conocimientos tradicionales
 
No se revaloriza los conocimientos tradicionales
Falta conocimiento en manejo de bosques
Programa de manejo de bosques y de reforestación
Comuneros,  CGK, CGCK, ANAM y otros interesados como ONGs
Comunitarios, técnicos e institucionales
Falta educación en conservación y concienciación comunitaria
Cumplimiento de normas y controles establecidos
Falta programas y proyectos de rescate del conocimiento tradicional
Eliminación de influencias
Quema de rastrojos
Falta de aplicación de leyes y normas de uso tradicional del suelo
Cumplimiento de normas y controles establecidos
Comuneros,  CGK, CGCK, ANAM y otros interesados como ONGs
Comunitarios, técnicos e institucionales
Eliminación de influencias
Malas prácticas agrícolas
Falta tecnología agrícola adecuada a la realidad del área y cultura kuna
 
Talleres de capacitación en tecnología agrícola adecuada a la realidad del área y cultura
Comuneros,  CGK, CGCK, ANAM y otros interesados como ONGs
Comunitarios, técnicos e institucionales
 
 
 
 
 
 
 
 
Soluciones para afrontar la problemática de la carretera El Llano-Carti         
 
Alguna soluciones al deterioro ecológico por la carretera El Llano-Carti, pueden ser solucionadas con decisiones políticas, e iniciando el diálogo ambiental entre comunidades, transportistas, usuarios. Veamos el cuadro donde se plasman algunas soluciones.
 
Matriz de opciones de solución del deterioro ecológico por la carretera El Llano-Carti
 
Causas Directas
Causas Indirectas
Causas Estructurales
Opciones de Solución
Actores
Recursos
Construcción de la carretera El Llano-Carti
Estudio de impacto ambiental no se aplica
 
Política de desarrollo social y económico
 
Intereses económicos (kunas, nacional y extranjeros)
 
Intereses turísticos (kunas, nacionales y extranjeros)
 
Acceso a mercados nacional y extranjeros
 
 
Falta de monitoreo o de seguimiento a la construcción de la carretera
 
Incumplimiento de las leyes
 
Falta presencia de funcionarios de la ANAM
 
Falta presencia de la Policía Nacional
 
Falta normas comunitarias y del propio Congreso General Kuna
 
Falta control y vigilancia
Solicitud de estudios de impacto ambiental
ANAM, MOP, CGK
Técnicos, financieros y políticos
Extracción de cascajos o piedras para la construcción de la carretera
Programa de mitigación al daño ecológico de parte de la constructora de la carretera El Llano-Carti
ANAM, SALUD, comunidades y CGK
Técnicos, financieros y políticos
Tala ilegal y caza furtiva
Programa de divulgación de la Ley Forestal
 
Programa de divulgación de la Ley de Fauna y Vida Silvestre
 
Programa de patrullaje y/o vigilancia comunitaria de aplicación de leyes
ANAM, Policía Nacional, Gobernación, comunidad y CGK
Técnicos, políticos y financieros
Apertura de nuevos caminos de penetración por las comunidades (anexo al El Llano-Carti)
Falta de diálogo y de comunicación entre comunidades y dirigentes
Iniciar diálogo o comunicación entre comunidades y dirigentes
ANAM, MOP, comunidades y CGK
Técnicos, políticos y financieros
Basura
No hay normas
No hay sensibilización y educación
Establecer normas comunitarias
ANAM, comunidades y CGK
Técnicos, políticos y financieros
 
 
 
 
 
 
 
 
PLAN DE ACCION

VISIÓN Y MISIÓN DE LA COMUNIDAD DE GARDI SUGDUP

OBJETIVOS ESTRATÉGICOS                                              


Estas acciones participativas como elementos claves del desarrollo serán ejecutadas a través de tres (3) programas, basados en los objetivos estratégicos que se plantearon para afrontar los problemas, y considerando las opciones de solución que se consideraron válidas, estas son:

 
 
ACTIVIDADES PRINCIPALES                                                             

Para el logro de los objetivos estratégicos planteados por los participantes de la comunidad de Gardi Sugdup, se realizarán las siguientes actividades principales.

Actividades bajo el Objetivo Estratégico No.1: Administración de residuos sólidos o basura de procesos productivos

Para el logro de este objetivo estratégico se realizarán las siguientes actividades:
  1. Fomento y promoción de políticas y acciones para manejar apropiadamente los residuos sólidos, líquidos, gaseosos y orgánicos de los procesos productivos, servicios públicos y actividades domésticas
  2. Desarrollo de un programa de educación y capacitación
  3. Promoción de la creación de un relleno sanitario y de un sistema de recolección de residuos sólido
  4. Capacitación a autoridades locales, funcionarios públicos, empresarios y dirigentes de la comunidad sobre normas sanitarias, producción limpia e importancia de los estudios de impacto ambiental para el otorgamiento de los permisos.

Actividades bajo el Objetivo Estratégico No.2: Educación en conservación y capacitación comunitaria

Actividades
  • Mejoramiento de los niveles de conocimientos, actitudes, comportamientos y prácticas de la población de Gardi Sugdup sobre su realidad ambiental general y problemas ambientales particulares.
  • Aplicación de las normas ambientales planteadas en Anmar Igar (Ley Fundamental de la Comarca) y en los reglamentos de cada comunidad sobre los problemas de la comunidad y su correspondiente aplicación.

Actividades bajo el Objetivo Estratégico No.3: Protección de los recursos naturales y la biodiversidad (carretera El Llano-Carti)

Actividades
  1. Identificación de áreas con potencial para ser protegida
  2. Protección de las áreas naturales de la cuenca Gardi Dummad
  3. Elaboración del plan de protección
  4. Alentar o ayudar a la comunidad de Gardi Sugdup


ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS: PERFILES DE PROYECTOS IDENTIFICADOS
  1. Programa de promoción y educación para la Reforestación de nainugan
  2. Educación comunitaria en conservación
  3. Manejo y reproducción de iguana verde
  4. Manejo de basura y reciclaje
  5. Control de erosión por la cuenca de Gardi Dummad (Programa de manejo de cuenca)
  6. Mejoramiento de cultivo de coco (Coco nucifera)
 
 
EVALUACIÓN DEL PLAN

La evaluación puede definirse como el proceso de recoger los datos sobre las actividades relevantes, los resultados, cumplimiento de los objetivos estratégicos y metas del Plan Ambiental Comunitario con el fin de conocer cuán efectivo se está cumpliendo lo programado.

La evaluación será posible realizarla, si así lo consideran los actores, un día a la semana en Onmaketnega. Porque la participación de los comuneros es importante en la evaluación o seguimiento/monitoreo del plan. Así podrán conocer directamente los problemas y oportunidades derivados de la implementación del plan.

VIABILIDAD DEL PROGRAMA

Un análisis general de factibilidad del plan ambiental es obtenido de los resultados en los seminario/talleres participativos y diálogos ambientales formales (entrevistas) y no formales realizados con los comuneros y otros interesados. Cuyo resultado indica que sí es viable el programa siempre y cuando que la dirigencia y los comuneros asuman o hagan suyo el programa o plan. De ser así podrán desarrollar acciones desde cuatro puntos: económico, político, administrativo y logístico.

Desde el punto de vista económico, las comunidades pueden de alguna u otra forma aportar algún fondo a ciertas actividades del programa. Además se puede solicitar colaboraciones a otras organizaciones locales e internacionales. Se ha llegado al acuerdo que a partir de este programa básico la comunidad de Gardi Sugdup podrá elaborar propuestas específicas de proyectos para cada agencia donante, de manera que con la suma de ellos se logre conseguir la totalidad de las metas propuestas por el programa.

Desde el punto de vista administrativo, también es factible ejecutar el programa, dado que la comunidad, conocen y han participado en la elaboración del programa y como uno de los actores fundamentales dispondrán el apoyo necesario. Además se estará requiriendo un equipo que sea relativamente pequeño para ejecutar el plan ambiental. Y con un componente de seguimiento y evaluación – donde se elaborarán los mecanismos participativos para el monitoreo de implementación y los propios comuneros identifiquen los indicadores para medir el éxito de proyectos en marcha, programas y actividades complementarias ambientales.

Políticamente el programa es factible dado que es interés de la mayoría de los habitantes de la comunidad de Gardi Sugdup, muchos de los cuales participaron en el proceso de planificación, y con conocimiento y aval del CGK, puesto que el mismo CGK al no poder o terminar la elaboración del plan estratégico de desarrollo comarcal, los planes estratégicos comunitarios con énfasis ambiental, fundamenta las bases para el desarrollo de la Comarca.

En fin, es factible hacer realidad el programa desde el punto de vista operativo y logístico, dado que la posibilidad de coordinar tareas y actividades con organizaciones locales y nacionales es considerable. Esto facilitará que las acciones se cumplan ampliamente en los diferentes momentos de ejecución del programa.