24 de noviembre de 2012

CANGANDI: ASEGURA SU FUTURO ALIMENTARIO Y MITIGA EL CALENTAMIENTO GLOBAL

Agricultores de Cangandi. Foto 1: Gubiler
La agricultura es extremadamente vulnerable al cambio climático. El aumento de las temperaturas termina por reducir la producción de los cultivos necesitados, y provoca la proliferación de malas hierbas y pestes. Los cambios en los regímenes de lluvias aumentan las probabilidades de fracaso de las cosechas a corto plazo y de reducción de la producción a largo plazo. Aunque algunos cultivos en ciertas regiones del mundo puedan beneficiarse, en general los impactos del cambio climático son negativos para la agricultura, amenazando la seguridad alimentaria del planeta.

Dicha experiencia la vivió el pueblo Maya, època de sequías, deforestación y altas temperaturas que afectaron la calidad de la tierra y como consecuencia contribuyeron al declive de su civilización, a su fragmentación social y a su colapso político. Y con ello el declive de la producción agrícola.

Cepas de plàtanos y bananas para la siembra. Foto 2: Gubiler
La lluvia es uno de los factores climáticos que más influyen en la erosión de suelos, sobretodo en terrenos en laderas, de modo que el agua de lluvia puede afectar debido entre otros factores a sus características hidrodinámicas asociadas, como el tamaño de las gotas, la velocidad de caída terminal al impactar en el suelo, especialmente si este no cuenta con cobertura.

Aunque algunos no lo aceptemos la degradación del suelo en Gunayala es una realidad que está causando erosión, y con ello se pierde su capacidad productiva, generando menos ingresos, empobreciendo aún más a nuestra familia y desnutriendo más a la niñez.

Esta situación demanda actualmente acciones de corto plazo y de respuestas inmediatas y con una buena planificación para el mañana acorde a nuestra realidad. Por ello, conservar el suelo para mejorar la productividad de los cultivos es una tarea muy apremiante, aunque difícil por los problemas culturales de nuestro agricultor y la dirigencia y la falta de recursos financieros.

Una de las alternativas para lograr este objetivo es utilizar el aparato “A”, instrumento sencillo que se usa para trazar curvas a nivel (Ver foto 3). Las obras de conservación de suelos inician con el trazado de curvas a nivel, porque así se logra que el agua se distribuya pareja en el nainu (parcela agroforestal ya sea familiar, comunal, privada o grupos/asociaciones), penetrando lentamente y sin causar erosión. Y ayudan a mejorar la fertilidad del suelo que estamos regando, logrando así mejores rendimientos. También se usan especies vegetales que, sembradas como barreras vivas, contribuyen eficaz y eficientemente a proteger el suelo y, de manera simultánea, a acumular agua de lluvia para la posterior utilización en los cultivos y el mejoramiento de los acuíferos subterráneos.
 
Utilizando el aparato "A" para cultivos en laderas. Foto 3: Gubiler
Lograr un mañana para que las personas tengan suficiente comida, es una de las tareas de la comunidad de Cangandi. Con estas acciones se hace frente a la problemática alimentaria y las prácticas agroecológicas adecuadas contribuyen a mitigar el calentamiento global. Como la agricultura sin labrar (de no-laboreo o NL), pretende reducir las emisiones de carbono de los suelos mediante la eliminación del laboreo, práctica común o tradicional de los agricultores dules o gunas.

Los días 9 al 11 de noviembre, en la comunidad de Cangandi se realizó el taller sobre conservación de suelos y agua. Cuyo objetivo principal del taller sobre la conservación de suelos y agua como práctica agroecológica en la agricultura, es crear las condiciones biofísicas y edáficas favorables para el buen crecimiento de los cultivos, germinación de semillas, emergencia de plantas jóvenes, crecimiento de las raíces, desarrollo de las plantas, y en general la formación de granos o frutos y una buena cosecha. Finalmente todo ello depende de un buen mantenimiento del nainu.

Anterior al taller sobre conservaciòn de suelos y agua, los agricultores de la comunidad recibieron capacitaciòn en sistemas agroforestales y planificación de nainu. En base a estos conocimientos adquiridos y sumados los conocimientos tradicionales propios del dule, se realizó el taller pràctico sobre conservación de suelos y agua.

La agricultura de nainu ofrece una gama de beneficios no solo de carácter productivista, sino multifuncional. En lo particular, las prácticas para la conservación de suelos y agua, son una de tantas formas también de cosecha de agua, lo cual ayuda a la recarga del manto freático a través del proceso de infiltración.
 
Vista panoràmica del cultivo de yuca. Foto 4: Gubiler
La comunidad de Cangandi en la Comarca Gunayala, ha establecido cultivos de plátano/banana y cacao. Y pretende aumentar ambos cultivos, utilizando el sistema de nainu, innovándolo o mejoràndolo. Otros cultivos posibles es el otoe, la yuca, la caña de azùcar y la piña. Es un reto para los agricultores de Cangandi, “para que el mañana no sea incierto para las futuras generaciones”, como lo dijo un dirigente de la comunidad.

Este subproyecto agroforestal es auspiciado por el Corredor Biológico Mesoamericano del Atlántico Panameño de la Autoridad Nacional del Ambiente (CBMAP II - ANAM), administrado y ejecutado tècnicamente por el Centro de Desarrollo Ambiental y Humano (CENDAH) y la comunidad de Cangandi.
 
Mayor información: geodisio@gmail.com

 



No hay comentarios:

Publicar un comentario