20 de marzo de 2014

Mantengamos y protejamos nuestros bosques y agua: nuestro futuro está en juego

Siempre ha sido parte de nuestra cultura preservar los árboles y plantas nativas. Son gestiones propias para conservar la diversidad biológica, como jardines botánicos con presencia de cultivos para la alimentación. Pero nuestra Nana o NabgwanaMadre Tierra, amanta la tierra con su leche - el agua. Dependemos del agua. Muchas otras culturas lo saben y comparten esta visión de la vida.

La Asamblea General de las Naciones Unidas ha proclamado el 21 de marzo el Día Internacional o Mundial de los Bosques, también llamado Día Forestal Mundial. Y el día 22 de marzo se celebra el Día Mundial del Agua, bajo el tema “agua y energía”, porque están estrechamente relacionados entre sí y son interdependientes. Es otro día dedicada al ambiente para seguir reflexionando sobre los desastres que hemos hecho y continuamos haciendo. 

Preservar los árboles que componen nuestros bosques es porque son nuestros hermanos que permiten la supervivencia de otras especies de plantas asociadas a ellos, de las aves que en ellos anidan, y el sostén del suelo, evitando las inundaciones y la erosión; nos suministran alimentos y vivienda y nos protegen, proporcionando aire puro y agua limpia, salvaguardan la biodiversidad y actúan como un amortiguador contra el cambio climático.

Además es importante cuidar el ambiente y las áreas de conservación como es el área protegida de Narganá y toda la biosfera de Gunayala, porque se sabe que tantas plantas como los árboles cumplen con la misión de purificar el aire (fotosíntesis) y mantener los manantiales de agua dulce. La destrucción del área de conservación destruiría los Galus o biotopos[1] y ecorregiones[2] que son de importancia  de carácter único de su morfología, geología, clima, suelos, hidrología, flora y fauna existentes.

Los territorios de los pueblos originarios constituyen una gran parte de las zonas verdes del país y se ubican en áreas protegidas de una gran diversidad biológica. La cordillera de Gunayala protege las cuencas altas, que suministran fuentes de agua para el consumo de las comunidades. Los recursos hídricos generan y transmiten vida. Contrario cuando el agua convertida en energía hidroeléctrica se convierte en costo. De allí que su defensa es innegable, como hoy luchan los hermanos Ngäbe Bugle por el Río Tabasará, para que esta no se inunde y con ello la biodiversidad y la vida misma del pueblo.

Nos toca a nosotros defender y preservar lo nuestro, a nuestros hermanos árboles, haciendo hincapié en la educación y revalorando o recuperando nuestros conocimientos ancestrales, porque una población educada, con conciencia ambiental sobre la necesidad y la utilidad de contar con bosques, hará que se conserven mejor los últimos reductos significativos de árboles, para que el futuro cambie de actitud, dar mayor equidad a los necesitados y los bosques continúen siendo nuestro hogar. ¡Luchemos por mantener un planeta siempre verde!

Notas:
[1]. Espacio geográfico con unas condiciones ambientales determinadas (como suelo, agua, atmósfera, etc.) para el desarrollo de ciertas especies animales y vegetales.
[2]. Región ecológica o biorregión, es un área geográfica relativamente grande que se distingue por el carácter único de su morfología, geología, clima, suelos, hidrología, flora y fauna.

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