Por Grupo ETC
Idioma Español
País
Internacional
4 febrero 2019
En el Grupo ETC nos es fundamental tratar de
entender las tendencias emergentes en ciencia y tecnología. Queremos comprender
las implicaciones de las nuevas realidades que están surgiendo a nuestro
alrededor, ya sea que se relacionen con inteligencia artificial, ingeniería
social, formas extremas de modificación genética, poder de las corporaciones,
vigilancia, autoritarismo o caos climático.
Sabemos que es tentador —y a
menudo útil— aplicar los conceptos del pasado para entender el presente o el
futuro, pero queremos reservar un espacio para intentar nombrar lo que es nuevo
de las situaciones a las que nos enfrentamos, aunque nos falten claves y palabras
para explicar este momento tan convulsionado.
Compartimos aquí doce especulaciones que reflejan
cómo estamos entendiendo el mundo en 2019 y más allá. En algunos casos, estas
reflexiones son un adelanto de la investigación y análisis que esperamos publicar
este año. Estamos muy contentos de compartirlos con ustedes y esperamos con
interés los debates y las discusiones que se avecinan.
1. Feudalismo de datos
La paradoja del control cada vez mayor que tienen
sobre todos nosotros los nuevos amos de Silicon Valley es que la mayoría de las
personas, al menos en teoría, consintieron en ese control. Todos los usuarios
de Facebook, Amazon, Alibaba, Google y Apple aceptaron “voluntariamente”
términos y condiciones haciendo clic en la casilla correspondiente. En lugar de
obligarnos a comprar cosas —la táctica favorita de los monopolios de software
en el lejano siglo XX—, los nuevos señores feudales de la información nos
sedujeron en línea, creando interfaces atractivas y ofreciendo sus servicios
“gratis”, y por medio de nuestros teléfonos inteligentes nos sometieron a la
servidumbre de la acumulación de datos y del control del comportamiento. Sin
embargo, ya estamos pagando el costo. Hemos entregado a las compañías de
plataformas digitales un control extremo sobre los activos más valiosos de la
economía de la información, lo que les permite anticipar nuevas tendencias y
manipularlo todo, desde movimientos políticos hasta patrones de tráfico,
obteniendo enormes ganancias en el proceso.
La etapa actual de adquisición de datos masivos
incrementará el poder de los amos de la información, pues también están
extrayendo información ecológica, agrícola y ambiental, que están procesando y
utilizando para lograr mayores ganancias corporativas. Pronto, más de un billón de sensores que
generarán bronto-bytes (1000 billones de billones de bytes) se incorporarán a nuestros alimentos, actividades cotidianas, sistemas de
transporte e incluso a nuestros cuerpos, lo que le otorga a Silicon Valley mayor poder, no
sólo sobre los detalles de nuestras vidas individuales, sino también sobre el
entorno, la alimentación y los genes que les dan forma. A medida que Alphabet, Alibaba y Amazon pasan de estar
en línea a ser omnipresentes, es como si un puñado de monarcas se apoderaran de
la mayor parte de la tierra común en el mundo antes de que alguien se diera
cuenta de lo valiosa que es. Lo extraño es que todos seguimos entregando ese
control, sin pensarlo dos veces, al mismo tiempo que contemplamos la invasión
de las plataformas de datos masivos como algo inevitable pero benéfico, casi deseable.
Los magnates de Silicon Valley no tuvieron que despojarnos por la fuerza de
nuestros preciados recursos comunitarios porque muchos de nosotros ya los
habíamos entregado voluntariamente.
2. Capitalismo sin ley
El pacto de fines del siglo XX entre los gobiernos
neoliberales y las poblaciones de las economías más industrializadas se fincó
en el supuesto de que los poderosos necesitaban de las masas para operar los
sistemas de producción y a cambio les darían leyes justas y seguridad social.
Dada la aceleración de la inteligencia artificial (IA), las cadenas de
bloques (blockchains)
y la automatización, ya no queda claro que las oligarquías corporativas
necesiten de las masas para operar sus economías. Ni siquiera parecen necesitar
soldados o espías de la vieja escuela (humanos) para reprimir a la disidencia.
El neoliberalismo parece estar cayendo en desgracia y el capitalismo sin ley
está echando raíces. La Amazonia enfrenta un ataque de tala y quema, mientras
que Amazon expande agresivamente su imperio de datos y distribución. A medida
que los ricos países colonialistas rompen su compromiso con las masas, los
políticos naturalmente buscan culpar de las crisis socioeconómicas acumuladas a
los migrantes y refugiados y a grupos y religiones marginadas. Las redes
sociales han encontrado nuevas herramientas para convertir la duda y la falta
de información en odio. ¿Qué relación hay entre el auge del populismo
autoritario (Trump, Bolsonaro, Brexit, Venezuela) y el cambiante panorama
tecnológico? En opinión del Grupo ETC, hay una relación estrecha.
3. Intolerancia segmentada / Ingeniería de memes
Hace dieciséis años, el Grupo ETC advirtió que
la Fundación Nacional para las Ciencias de Estados Unidos estaba investigando
lo que luego denominaron “ingeniería memética”: el análisis de datos masivos y
tecnologías neuronales para comprender en tiempo real cómo se forjan las ideas
y cómo puede manipularse ese proceso. En 2003, legisladores de Estados Unidos tuvieron el sueño escalofriante de que la ingeniería
memética podría ayudarlos a “enfrentar las amenazas a la supremacía cultural
estadounidense”. La industria de las encuestas ha seguido las actitudes del
público durante décadas, pero los ingenieros meméticos de la era Trump están
surfeando con otros propósitos la información acumulada por las redes sociales
y las bases de datos políticas. Los ladrones corporativos tienen una capacidad
sin precedentes para apelar a lo peor de nuestra naturaleza —los sentimientos
anti-inmigrantes encabezan la lista actual. Ahora sabemos que al rastrear y
extrapolar actitudes y crear perfiles influyentes, compañías como Cambridge
Analytica desarrollaron métodos para manipular audiencias estratégicas en
escala masiva. Las plataformas digitales se están usando para probar la
tolerancia de la población a políticas extremas —ya sea el enjaular niños en la
frontera entre México y EUA o el saqueo terminal de la selva amazónica. Las
plataformas digitales apadrinadas desde Silicon Valley han racionalizado y
amplificado mediante algoritmos y con fines de lucro la
destrucción del tejido social que promueven los libertaristas (libertarians) de
derecha.
Usar los medios de comunicación masivos para
distraer al público de sus verdaderos enemigos es, por supuesto, una práctica
tradicional de las élites gobernantes. Pero las sofisticadas técnicas de manipulación
a través de algoritmos de selección de fuentes de noticias, redes de bots
y cuentas falsasson
objetivos que se mueven rápido, impulsados por las ganancias corporativas y
totalmente carentes de transparencia. Facebook admitió en noviembre de 2018 que
su plataforma se usó para apoyar el genocidio de musulmanes en Myanmar. En ETC
nos preguntamos, ¿en qué medida la política algorítmica está dirigiendo el
mundo? En un año en que nos enteramos que la selección belga de fútbol se confió a la inteligencia artificial para perfeccionar sus
novedosas estrategias mundialistas, también dudamos si algunos de los mensajes
y movidas políticas más extrañas de los gobiernos poderosos del mundo no son
arrebatos mal pensados de twitter, sino más bien resultado de análisis
estratégicos, impulsados por inteligencia artificial, que sugieren algunos
juegos de poder bastante contra-intuitivos. Es decir, ¿los líderes
reaccionarios son tontos beligerantes, peones de alguien más en el juego de
ajedrez tridimensional de la inteligencia artificial, o una combinación
inescrutable de los dos? En 2019 trataremos de anticiparnos. Sigamos la pista
al meme #robogov.
4. Inteligencia artificial y destino
Quienes están en el poder tienen una forma de
promover las ideas —y a los intelectuales que las promueven— que hace que su
agenda política y económica parezca predestinada. En la década de 1990, el “fin
de la historia” de Fukuyama y el “no hay alternativa” de Thatcher fueron ideas
poderosas para desarmar la disidencia social. Ambos afirmaban y aplaudían el
inevitable dominio del modelo económico neoliberal. Hoy en día, el
neoliberalismo ha perdido algo de su brillo, pero Silicon Valley ha adoptado
los mismos métodos para allanar el camino a la inteligencia artificial,
impulsada por datos masivos que controlan las coporaciones. La “singularidad”
es la hipótesis de que la invención de la super-inteligencia artificial
desencadenará abruptamente un crecimiento tecnológico descontrolado. “No se
puede simplemente detener el progreso tecnológico”, le dijo recientemente Yuval
Noah Harari, una de las nuevas voces de la inevitabilidad, a TheGuardian.
“Aun si un país deja de investigar la inteligencia artificial, otros países
continuarán haciéndolo”. El análisis de Harari tiene muchos matices, pero las
versiones más crudas de la inevitabilidad pueden consultarse a granel en
las consultorías de relaciones públicas contratadas por empresas de IA,
blockchains y genómica. No importa si quien expresa la inevitabilidad es un
vegano que medita dos horas al día (como Harari) o un experto que sale
tambaleándose del restaurante de la compañía, el efecto neto de este discurso
es eliminar lo que posiblemente sea la herramienta más poderosa de todas las
personas cuyos medios de vida están amenazados por las nuevas tecnologías: la
capacidad de decir no clara y llanamente. (El aplastamiento de
la disidencia por medios tecnológicos, tema que ETC abordó hace más de 20 años). Nada es inevitable, ya se
trate de la burbuja multimillonaria de inversión en inteligencia artificial, o
de genómica, o sus vínculos con los imperios anarco-feudales de datos y la
segmentación de la intolerancia. El surgimiento de la deliberación democrática
como herramienta puede ser una salida y una solución.
5. El lucro le gana al horror
200 años después de la publicación de Frankenstein de
Mary Shelley, el anuncio del científico chino He Jiankui(extrañamente emocionado) de que había editado
genéticamente no uno, sino dos seres humanos, cerró el 2018 en suspenso. Fue un
año en el que otros biocientíficos ensalzaron con orgullo su capacidad para dar
nueva forma a las poblaciones mediante organismos equipados con exterminadores
genéticos (su nombre oficial es “impulsores genéticos”). Al modificar
el ADN de unas gemelas para que no contrajeran al nacer el VIH de su padre,
Jiankui pensó que tenía una solución elegante para el sida, pero los críticos
acusaron que también estaba levantando la tapa de la eugenesia comercial. Por
su parte, el cártel de los impulsores genéticos, algunos de cuyos miembros
establecen sigilosamente sus propias empresas, afirma que su tecnología de
edición genética combatirá la malaria y la extinción de especies, cuando en
realidad están creando peligrosas herramientas agroindustriales para aplicarse en los sistemas alimentarios
del mundo. Quizás haya algunos científicos cuyo deseo de conocimiento los lleva
a lugares oscuros, pero el peligro irreversible sobreviene cuando el
conocimiento se quiere usar para remodelar la vida, obtener ganancias y
construir carreras empresariales. Las restricciones impuestas
a los impulsores genéticos y la modificación genética humana, que tienen detrás
la moraleja de la novela de Shelley, indican que es posible mantener al
monstruo de Frankenstein encerrado, pero es urgente una supervisión más seria
de la innovación, que impida desde el principio la creación de ensamblajes
nefastos.
6. Rellenos y hambrientos
Según un artículo de 2018, un tercio de la humanidad padece
síndrome metabólico. El síndrome metabólico está
definido por la Mayo Clinic como “un conjunto de afecciones: aumento de presión
arterial, alto nivel de azúcar en la sangre, exceso de grasa corporal en la
cintura y niveles anormales de colesterol o triglicéridos, que aumentan el
riesgo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y diabetes”. Los
acicates del síndrome metabólico son la “comida industrializada del sistema
corporativo, con alto contenido de calorías y baja en fibras” y la disminución
de la actividad física. Al mismo tiempo, la falta de alimentos está afectando a
más personas que nunca: uno de cada nueve humanos pasa hambre. La Organización Mundial de la Salud estima que en 2017, la desnutrición atrofió el
crecimiento de 151 millones de niños menores de cinco años. El cambio climático
fue identificado como una de las principales causas de la mala nutrición, pues
ocasiona perturbaciones que conducen a la reducción de nutrientes en cultivos básicos. Mientras tanto, muy pocos
legisladores reconocen que la mala nutrición también es común entre
personas obesas porque su dieta depende mucho del azúcar. Viejo pero bueno, el
libro de Raj Patel, Stuffed and Starved: The Hidden Battle for the
World Food System [Rellenos y hambrientos: la batalla oculta por el
sistema alimentario mundial] (2ª edición, 2013) es un resumen pertinente de las
tendencias mundiales que aún se están desarrollando en 2019 —doce años después
de su primera edición.
7. Piensos para animales o humanos, da lo mismo
Los agronegocios se están moviendo hacia un
paradigma de producción de alimentos altamente mecanizado en el cual materias primas genéricas como
maíz, soya y azúcar se procesan en distintas fábricas de texturas y derivados,
luego se combinan con sabores producidos por microorganismos sintéticos en
tinas, alimentados por esas mismas materias primas. No importa si el producto
final son croquetas para mascotas, alimento para pollos o frituras para niños
en edad escolar. Los procesadores corporativos usan la misma base nutricional
deficiente para todo, presentada en diferentes formas, colores y sabores. Un
modelo tiránico de producción de alimentos que contrasta con
los agrosistemas indígenas, por ejemplo la chacra que gira en torno a la papa
en los Andes o la milpa, cuyo eje es el maíz en México. Se han cultivado
sustentablemente durante miles de años junto con muchas otras especies
agroalimentarias, medicinales y de fauna, en condiciones específicas,
co-evolucionando con las comunidades que los procuran y respondiendo a cambios
en el clima, los suelos, los vientos. La agroindustria global utiliza estrechas
innovaciones tecnológicas para expandir la presencia de sus monocultivos sobre
una cantidad limitada de tierras, de las cuales los campesinos del mundo
utilizan apenas una cuarta parte para alimentar al 70% de la población mundial.
La agroindustria altamente mecanizada busca expandir a todo el orbe el modelo
de producción de piensos para humanos y/o animales, para lo cual quiere
arrancar de raíz la diversidad agrobiológica y los pueblos que la nutren,
adueñándose en un solo movimiento de la tierra y de los estómagos de quienes
engrosarían las filas del síndrome metabólico.
8. Intereses por las nubes
El informe especial del IPCC sobre el límite de 1.5
grados del calentamiento global provocó una oleada de urgencia en el debate
sobre el clima. Si bien las conclusiones no son nuevas, muchas fuerzas se
galvanizaron por el tono alarmante de los científicos, funcionarios y
diplomáticos inherentemente conservadores. El debate sobre cómo movilizarnos en
torno a esta urgencia se está acalorando. Una historia a seguir en 2019 es la
propuesta del gobierno de Suiza para abordar la gobernanza de la geoingeniería
en la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEA4), en marzo.
En dicha reunión debería establecerse una prohibición directa de la
geoingeniería —o deberían fortalecerse las moratorias existentes en el Convenio
sobre Diversidad Biológica y en el Convenio de Londres—, pero en vez de ello la
discusión podría deslizarse hacia permitir pruebas y despliegue de las técnicas
de geoingeniería. Es muy importante el cómo los gobiernos intentan resolver la
urgencia de la crisis climática. ¿Serán soluciones impulsadas comunitariamente
que aborden múltiples crisis —nutrición, desigualdad, salud, contaminación— y
desmantelen las fuerzas estructurales que crearon la crisis climática, o serán
arreglos tecnológicos a gran escala, (como la geoingeniería), que generen
burbujas de inversión rentables y concentren aún más el poder? ¿Un nuevo
acuerdo, justo y verde, o un robo en despoblado con el (pre)texto de la
geoingeniería? Nunca ha habido tanto en juego. Las palabras nos faltan.
9. Tecnología democrática deliberativa
En ETC nos alientan algunos ejemplos de
deliberación y toma del control popular: En 2016, el gobierno
de Irlanda tomó la decisión de revisar su prohibición del derecho al aborto,
dando el notable paso de entregar las deliberaciones a una asamblea de
ciudadanos —una muestra transversal inclusiva de amas de casa, estudiantes,
maestros jubilados y conductores de camiones, ni un solo político electo.
Mientras se utilizaba el lema de “recuperar el control” para difundir prejuicios
del otro lado del Mar de Irlanda en Gran Bretaña, los irlandeses discutieron
libremente sobre el acceso de las mujeres a una tecnología que les permitiera
acceder a sus derechos reproductivos. Durante cinco fines de semana, este grupo
discutió las regulaciones que obligaron a más de 170 mil mujeres irlandesas a
viajar al extranjero para abortar, a menudo en secreto, desde 1980. Al final,
los noventa y nueve miembros de la asamblea ciudadana votaron por un cambio. En
el referéndum de mayo de 2018, el 66.4% de los votantes irlandeses expresaron
su acuerdo con la asamblea. Si bien este derecho básico no parece ser una
cuestión principalmente tecnológica, Irlanda ha establecido un inspirador
precedente para la deliberación democrática y lo ha combinado con una
legislación nacional decisiva que ya entró en vigor en 2019. Durante los
últimos años, ETC ha estado trabajando para construir redes de la sociedad
civil que puedan servir como Plataformas de Evaluación Tecnológica, y el
ejemplo de Irlanda inspira para ver cómo nuevas alianzas pueden escalar esos
esfuerzos, impactando positivamente a millones de personas.
10. La edad del consentimiento (libre, previo e
informado)
El movimiento #MeToo ha puesto el tema del
consentimiento en primer plano en los países ricos de todo el mundo, a medida
que mujeres valientes han presentado denuncias de agresión sexual contra
hombres a menudo prominentes y poderosos. El avance del consentimiento como
norma poderosa, sin embargo, va mucho más allá de ese terreno. Las luchas contra
los oleoductos y gasoductos en tierras indígenas de Canadá y América Latina
dependen del Consentimiento Libre, Previo e Informado (CLPI) de las naciones
por cuyos territorios intentan cruzar los ductos. En 2018, ETC formó parte de
quienes impulsan una medida histórica en Naciones Unidas que ahora requiere el
consentimiento libre, previo e informado de cualquier comunidad afectada —como
las de África Occidental— antes de que se liberen organismos con genes
exterminadores al ambiente. Como con #MeToo, la creciente noción de
consentimiento no se aplica de forma equitativa y será resistida por los
poderosos y sus fundaciones. La capacidad de los depredadores neocolonialistas
con tecnología de punta para ignorar, cooptar y eludir las normas no puede
subestimarse, pero los casos significativos están cambiando las expectativas y
se está iluminando el horizonte de posibilidades políticas para un futuro más
consensual.
11. Agricultura inteligente, con gran ancho de
banda, habilitada por redes, rica en genes, intensiva en conocimiento
Imagínese una red global de pares, cuya economía
del conocimiento contiene bronto-bytes de información genética de alta
fidelidad y patrones de comportamiento humano específicos al contexto…
Imagínese que pudiéramos recopilar y aprovechar los resultados de esa red para
mitigar el cambio climático, resolver la pobreza y alimentar al mundo… No, no
estamos tratando de vender un artilugio tecnológico. Nos referimos, por
supuesto, a la densa red mundial de pueblos indígenas y campesinos que han
formado asociaciones multi-generacionales con la tierra y las especies con las
que co-evolucionan, mientras alimentan a la mayoría de la población mundial. La
biodiversidad que protegen, mantienen y administran, pese a los acaparamientos
de la agroindustria, vale billones —en el sentido específico de que sin ella no
es posible ninguna actividad económica. Los agricultores campesinos y las
comunidades indígenas son el futuro, al menos tanto como son el pasado —y con
suerte mucho más. La verdadera “agricultura de precisión” comprende y se adapta
profundamente a las condiciones locales y responde a las necesidades reales de
todos los seres vivos —eso es la agricultura agroecológica. Los duques y
señores feudales de la información aún no la extraen ni se la apropian, y con
un poco de estrategia, trabajo duro y una buena dosis de resistencia, esperamos
que nunca jamás lo harán.
12. La desesperación es la nueva esperanza
La rápida erosión de los gobiernos e instituciones
y la violencia que la acompaña pueden ser no sólo reflejos de pérdida. Aunque
su resultado está lejos de ser seguro, también está en marcha una
transformación. La movilización de nuevas propuestas radicales y la
contra-movilización de fuerzas reaccionarias revela que los sistemas están en
crisis. Es un momento honestidad ruda, pero también de posibilidad creativa sin
precedentes. Hace más de una década, Arundhati Roy escribió: “Otra Tierra no
sólo es posible, está en camino. En los días tranquilos puedo escucharla
respirar”. Si por fin nace un mundo nuevo, patear y llorar un poco puede ser
signo de salud.
Fuente: Grupo ETC
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