Geodisio Castillo
Aunque oros ginnid – arroz rojo o macho (Oryza
rufipogon, Griff.), no es
originario de Abiayala, es un alimento de gusto importante en la dieta del
pueblo Guna. ¿Cuándo fue introducido a la Comarca?, no es conocido, podría ser finales
del siglo XIX cuando nuestros padres realizaron viajes en barcos mercantes (Dunham,
Olien y Roberts, citado por Howe 2004) y pudieron traer estas semillas entre
las semillas de arroz blanco (Oryza sativa L.).
Oros
ginnid es considerado como arroz
maleza, varias especies de Oryza es
conocido desde hace miles de años en Asia. Estos arroces maleza y otros
introducidos como contaminantes con variedades de alto rendimiento de Oryza
sativa - o producidos por cruzamientos con estos- se convierten en un
problema serio en los países en los que la siembra directa está reemplazando al
trasplante del arroz en una o más de una siembra en los sistemas de siembras
múltiples (Delouche et al. 2007).
Delouche et al.
(2007) indica, que el arroz (Oryza sativa L.) es una especie de origen
asiático y, específicamente, se considera que China es el centro de diversidad.
Las especies de arroces maleza y las especies cultivadas de arroz han
evolucionado a partir de formas salvajes de Oryza.
Siendo China el centro de la diversidad de arroz, existen variados leyendas. Cuenta una leyenda del sureste asiático que O. sativa existió desde tiempos inmemoriables, una planta de arroz pero que sus espigas no tenían granos. Llegó la diosa Kuan Yin, que oprimió las plantas contra sus senos hasta que la leche de sus senos se derramó sobre las espigas, creando así el arroz blanco. Pero cuando las apretó demasiado, salió algo de sangre y así se crea el arroz rojo. Lo que explica la existencia de dos tipos de arroz rojo y blanco.
Siendo China el centro de la diversidad de arroz, existen variados leyendas. Cuenta una leyenda del sureste asiático que O. sativa existió desde tiempos inmemoriables, una planta de arroz pero que sus espigas no tenían granos. Llegó la diosa Kuan Yin, que oprimió las plantas contra sus senos hasta que la leche de sus senos se derramó sobre las espigas, creando así el arroz blanco. Pero cuando las apretó demasiado, salió algo de sangre y así se crea el arroz rojo. Lo que explica la existencia de dos tipos de arroz rojo y blanco.
En América y Europa, el cultivo de arroz es
históricamente más reciente, los arroces maleza fueron introducidos como
contaminantes con las semillas y se han desarrollado tipos nuevos y diferentes
como consecuencia de su cruzamiento con los tipos cultivados. En Estados Unidos
de América y países de América Latina y el Caribe desde un principio ha
predominado la siembra directa[1],
en donde los tipos más dañinos de arroces maleza son los arroces rojos, variedades de O.
sativa con características de granos con pericarpio rojo (Delouche
et al. 2007). Los otros arroces maleza, incluyendo los arroces rojo, han estado presentes en el
Caribe y en el resto de América por largo tiempo; O. rufipogon está presente como arroz maleza en Colombia y
Venezuela (Labrada ed. 2004). Estos arroces rojos son las más difíciles de
manejar y económicamente las más perjudiciales (Delouche
et al. 2007), según la agronomía occidental.
Oros ginnid puede ser una especie silvestre endémica[2]
de América Central y América del Sur, a partir de su subtipo Oryza
glumaepatula; sin embargo, de acuerdo con
recientes análisis genéticos se ha determinado que está más cercana a las
formas de arroz africano (Labrada ed.
2004).
Todos los estudios
genéticos realizados en las últimas décadas coinciden en quién es el ancestro
de nuestro arroz cultivado Oryza sativa
L. (oros sibbu – arroz blanco). Se trata de otra especie de vegetal, un arroz
silvestre cuyo nombre es Oryza
rufipogon Griff (Khush 1997, Londo et al. 2006). Los granos de estos son de color ocre rojizo y de
tamaño pequeño, este color es por lo que se le conoce como oros ginnid o “arroz
rojo”. Pero se le considera una
amenaza agronómica en la producción de semilla y siembras comerciales (Arias y
Chaparro 1976) debido a que se comporta como una maleza que afecta la
productividad del cultivo del arroz.
El arroz es uno
de los alimentos más difundidos del mundo, constituyendo la base de la dieta
alimentaria de países asiáticos y africanos, principalmente en los países pobres,
donde el arroz es el principal pábulo de subsistencia. A ese cereal se le
reconocen varias propiedades y, como ocurre con cualquier grano, su deficiencia
radica en la insuficiencia de vitamina A. Al producirse una ingesta excesiva de arroz, el
inconveniente que se experimenta por carencia de vitamina A denominada
“retinol”, se expresa generalmente en problemas de visión, es
la principal causa de la ceguera y vulnerabilidad a graves enfermedades infecciosas en
el mundo de hoy (Paine et al. 2005)[3].
Ante esta
situación surge el arroz dorado, fruto de la ingeniería genética, lo que popularmente
se conoce como un cultivo transgénico, un grano de creación humana
directa. Por ello se creó un arroz cuyo grano puede almacenar β-caroteno,
también conocido como provitamina A, un compuesto que nuestro
cuerpo necesita adquirir obligatoriamente desde la dieta para fabricar vitamina
A. El β-caroteno existe en estado natural, es ese compuesto químico que le da su color naranja chillón a
la zanahoria (Beyer et al. 2002), de
allí que es recomendable comer zanahoria para tener buena vista para no sufrir
de ceguera nocturna.
En
la actualidad no hay ninguna variedad de arroz capaz de acumular β-caroteno en
el endosperma del grano. Por lo cual, el programa de biofortificación en
pro-vitamina A quedó enfocado exclusivamente a la introducción por ingeniería
genética de los genes necesarios para lograr ese objetivo[4].
Así se crea el Proyecto
Golden Rice (GR)
o Arroz Dorado (Grain 2000).
Hasta el momento el arroz dorado modificado genéticamente
(MG), no ha resuelto la lucha contra la
malnutrición, ya que dispone de muy pequeña cantidad de pro-vitamina A. La
deficiencia de vitamina A no es algo que se pueda solucionar con la aparición de
alimentos GM, sino que es algo mucho más complicado. Las deficiencias en
macro-nutrientes son síntoma de pobreza, higiene deficiente, degradación ambiental
y desigualdad social. Mientras los países gastan o despilfarran millones de
plata en otros rubros, menos en alimentos nutritivos.
Esta situación también ocurre con otros cultivos, como con la patata o
camote (Ipomoea batatas) MG mejorada con proteínas, se vende con la excusa de mejorar el nivel
de ingesta de nutrientes de los escolares de la India. Sin embargo, el camote
MG contiene un ridículo 2,5 % de proteínas, mientras que los camotes crujientes
no MG tienen un 6% y las legumbres contiene una media de un 22% de proteínas. Todavía
ninguna de estas variedades MG está disponible para consumo humano. A pesar de
su concepción humanitaria, tiene significativa oposición de los ambientalistas
y activistas anti-globalización…
Siendo realistas, vemos que la fruta y la verdura tienen centenares de veces más
vitamina A que el arroz dorado MG. El cilantro (Coriandrum sativum), la moringa (Moringa oleifera)
y las hojas de curri[5] contiene casi 14000
mg/100g de β-caroteno (precursor de la vitamina A), mientras que el arroz dorado presenta
unos ridículos 30mg/100g. Incluso gualu o camote (Ipomoea batatas) y oros ginnid no MG cultivado por los agricultores Gunas contiene más
β-caroteno.
Volviendo
a oros ginnid, desde el punto de vista ecofisiológico como mecanismo de
adaptación O. rufipogon Griff. debe
haberse adaptado a diferentes ambientes (Diamont et al. 2005). O. rufipogon han evolucionado hacia una especialización para sobrevivir en
ambientes estacionales (Grillo
2009). De ser así, oros ginnid debe
haberse adaptado a nuestro ambiente y cultura, los agricultores Gunas siembran
este cultivo entre otros cultivos (cultivo mixto) o en monocultivo,
principalmente en humedal (Castillo y Beer 1983).
Una de las prácticas que los agricultores Gunas han
dejado de utilizar o poco lo practican es cortar las malezas y arbustos y luego
sembrar oros guinnid, masi (Musa spp.) y oba (Zea mays);
inmediatamente al día siguiente o pasados algunos días talar los árboles[6]
y dejar árboles económicos y medicinales o en cultivo enmalezado[7]
(Castillo y Beer 1983).
Oros ginnid (Oryza rufipogon Griff.) es una planta
muy distinta como se ha planteado en líneas anteriores. Crece en forma de
roseta (con los tallos extendidos a “ras” del agua). Las espigas maduras se
rompen al mínimo contacto y las espiguillas cuentan con un raquis muy largo en
la lemas, una estrategia muy útil para liberar las semillas y dispersarlas
adheridas al pelaje o plumaje de los animales. Las espigas son pequeñas y con
poca cantidad de grano; mientras que estos son de color ocre rojizo y de tamaño
pequeño. Este color de grano es la razón por la que también se le conoce como “arroz
rojo” o macho. Debido al pequeño tamaño de su grano, el reducido tamaño de su
espiga y el número de semillas tan escaso que producen, son plantas muy poco
productivas a escala mayor (Khush 1997, Sweeney & McCough 2007, Watve 2011,
Zhu et al. 2007). Sin embargo, en Gunayala
se ha demostrado que a pequeña escala o familiar la producción es factible.
El agricultor Guna siembra oros ginnid en charcas o humedales, su
corto ciclo de vida es una adaptación a ambientes estacionales, ya que vive en
charcas que se secan e inundan dependiendo de la época del año. En consecuencia
es una planta insensible al fotoperiodo que florece en cuanto puede (tres o
cuatro meses tras germinar), con el objetivo de producir semillas antes de que
el terreno se seque demasiado. Por ello es una planta con la estrategia de “sobrevive
como puedas”, sin fecundación cruzada, es la propia flor quien se fecunda a sí
misma. Es una planta también muy productiva, ya que los herbívoros suelen dar un
buen banquete de ella y como contramedida precisa de producir muchos
descendientes (Grillo 2009, Morishima 2008, Vaughan et al. 2008 y Zhu et al.
2007).
Según Vivekanandan et al. (1979), citado por Delouche et al. (2007), en algunos países de Asia el arroz con pericarpio
rojo son mantenidas y producidas como un alimento para ceremonias particulares,
mientras que en el valle de la Artibonita en Haití selecciones de arroz rojo
han sido cultivadas para obtener alimento utilizado en el destete de los niños
(Delouche et al. 2007). Y aquí en
Gunayala, oros ginnid se cultiva y es uno de alimentos básicos en la dieta del pueblo.
Adaptado a la cultura Guna, sirve de alimento al
pueblo, se consume sin otros complementos, es decir, solo bastaría una taza de
café como acompañamiento. Hace algunas décadas la producción de oros ginnid fue
alta hasta bajarse paulatinamente, hoy en día poco se produce, pero aún su
producción se mantiene en algunas comunidades.
La sustitución de las variedades tradicionales en los campos por un
reducido número de variedades “mejoradas” de cultivos constituye la causa
principal de la erosión genética en el mundo, con efectos importantes también
sobre los nainus familiares. Los nainus o huertas familiares han sido
tradicionalmente importantes no sólo como sitio de conservación, especialmente
de cultivos de verduras, sino también como fuente relevante de vitaminas y
minerales.
Referencias:
Arias,
C.; Chaparro, L. 1976.
Control Químico de Arroz Rojo y otras Malezas. Mimeografiado. Sección de
Semilla del INIA-Guárico. 18 p.
Beyer, P. et al. 2002. Golden Rice: Introducing the β-Carotene Biosynthesis Pathway into Rice
Endosperm by Genetic Engineering to Defeat Vitamin A Deficiency. The Journal of Nutrition 132 (3) 506S-510S.
Castillo, G. y Beer, J. 1983. Utilización del bosque y de sistemas agroforestales en la Región
Gardi, Kuna Yala (San Blas). Turrialba, Costa Rica, UNU/CATIE. 55 p. + Anexos
Castro Espitia, H. A. 1999. Manejo de arroces contaminantes en las áreas productoras de arroz
comercial de Costa Rica. Report of the Global Workshop on
Red Rice Control, 30 August-3 September, Varadero, Cuba, 19-24.
Delouche,
J.C., Burgos, N.R., Gealy, D.R., de San Martín, G.Z., y Labrada, R. 2007. Arroz maleza – origen, biología, ecología y control. Estudio FAO, Producción
y Protección Vegetal, 188. FAO, Roma. 157 p.
Diamont
Pérez, D.J., Mariño Salcedo, N.M. y Askue, J.I. 2005. Diferencias anatómicas en hojas de dos especies del Género Oryza (Oryza
rufipogon Griff., y Oryza sativa L. cv. FONAIAP 1) en tres fases del
ciclo ontogenético. Agronomía Trop. 55(4): 569-585
EAUF-IIIA
1979. Cultivo del arroz.
Manual de producción. LIMUSA, México. 426 p.
Grain 2000. Biotecnología: El caso de la vitamina A. ¿Ingeniería
genética para combatir la desnutrición? Biodiversidad 23, 2000. pp. 10-18
Grillo, M. A. 2009. Genetic architecture for the adaptive origin of
annual wild rice, Oryza nivara. Evolution
63 (4): 870-883.
Howe, J. 2004. Un pueblo que no se
arrodillaba. Panamá, los Estados Unidos y los kunas de San Blas. Plumsock Mesoamerican
Studies, Centro de Investigaciones Regionales de Mesoamérica. 461 p. Serie Monográfica 13
Khush, G. S. 1997. Origin,
dispersal, cultivation and variation of rice. Plant Molecular Biology 35:
25-34.
Labrada
(ed.) 2004. Manejo de malezas para países en desarrollo. Addendum I,
FAO 120 Add. 1, Roma. 305 p.
Londo, J. P. et
al. 2006. Phylogeography of Asian wild rice, Oryza rufipogon, reveals multiple
independent domestications of cultivated rice, Oryza sativa. PNAS 103 (25): 9578-9583.
Morishima, H. 2008. Evolution
and domestication of rice. Rice Genetics IV: 63-77.
Paine, J. A. et al. 2005. Improving the nutritional value of Golden Rice through increased
pro-vitamin A content. Nature Biotechnology 23: 482 – 487.
Sweeney, M. & McCough, S. 2007. The Complex
History of the Domestication of Rice. Annals of Botany 100: 951-957.
Watve, A. 2011. Oryza rufigogon. De: IUCN 2013. IUCN Red List of Threatened
Species. Versión 2013.1.
Vaughan, D. A. et al. 2008. The evolving story of rice evolution. Plant Science 174:
394-408.
Zhu, Q. et al. 2007. Multilocus Analysis of Nucleotide Variation of Oryza sativa and Its
Wild Relatives: Severe Bottleneck during Domestication of Rice. Molecular
Biology and Evolution 24 (3): 875-888.
[1] Los
arroces maleza, incluyendo el arroz blanco, han sido durante mucho tiempo
importantes malezas en la producción del arroz de siembra directa. Sin embargo,
en los últimos 25 años ha aumentado su importancia y se ha difundido a nivel
global con la adopción de ese sistema de siembra en algunas áreas en que
tradicionalmente se sembraba por transplante (Delouche et al. 2007).
[2] Una especie endémica
(también llamadas especies
microareales), es aquella especie o taxón (puede ser un género
por ejemplo) que está restringido a una ubicación geográfica muy concreta y
fuera de esta ubicación no se encuentra en otra parte. La extensión geográfica
puede ser muy variable habiendo especies endémicas de una población determinada
o de una provincia, país,… El endemismo
surge como consecuencia de la especiación que se provoca ante la aparición de
barreras naturales que impiden el intercambio genético, de este modo, aparecen
especies diferentes restringidas a esas zonas geográficas. Estas especies son
más vulnerables a la extinción pues sus poblaciones suelen ser reducidas en
número de individuos y por tanto su respuesta genética ante el cambio de las
condiciones naturales es menor.
[3] Para entender la magnitud del mismo, hay que detenerse a observar los
informes de la Organización Mundial de la Salud, los que revelan que el 40% de
los niños entre 6 meses y 5 años y, el 30% de chicos en edad escolar presentan
síntomas de escasez de vitamina A, al igual que el 50% de las mujeres
embarazadas o en periodo de lactancia. Además, provoca ceguera nocturna y puede
relacionarse con tasas más altas de transmisión del VIH de la madre al hijo,
así como con un mayor riesgo de mortalidad materna.
[4] Por
tal razón era preciso fabricar in vitro plantas de arroces con
tales genes. Gracias a que los científicos conocían qué genes utilizaban otras
especies para sintetizar el β-caroteno, su misión nada sencilla consistía en
tomar esos genes de otros seres vivos e “injertarlos” en futuros embriones de
arroz. Uno de los genes elegidos fue el «fitoeno sintasa», procedente
del bello narciso (Narcissus pseudonarcissus), es un gen que convierte un
compuesto químico llamado ‘geranilgeranil pirofosfato’ en ‘fitoeno’ (Beyer et al. 2002).
[5] Curry o curri es el nombre generalmente
adoptado en Occidente para describir una serie de platos elaborados con una
mezcla de especias, más o menos picantes, desarrolladas en las cocinas
asiáticas, del este y sureste asiático.
[6] Los
árboles talados se dejan pudrirse para que sirvan de abono verde u orgánico
[7] Cultivo
enmalezado, o bien, cuando en algunas áreas, las malezas no compiten
significativamente con los cultivos
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