domingo 6
de julio de 2014 - 12:00 a.m.
Es necesario revisar la
estrategia en el sector agropecuario. Mejorar las márgenes de ganancia es
posible con un cambio de mentalidad
Leo y escucho muchas voces
pregonar sobre la necesidad del sector agropecuario de alcanzar un máximo
rendimiento en la producción nacional, como parte de la solución de este
importante segmento del sector primario. ¿Pero me pregunto a quién
verdaderamente beneficia un enfoque de máximo rendimiento?
Los suelos, el agua, la
flora y fauna son todos recursos naturales, que son la base de la producción
del sector agropecuario. Como tal tienen una determinada capacidad de carga o
soporte para sostener la producción, existe un balance entre todos estos
factores que permiten un equilibrio que a su vez permite rendir frutos.
Es indudable hoy en día que
a través de la tecnología podemos alcanzar mayores rendimientos y mediante el
uso del análisis de los suelos conocer mejor el potencial de cultivos y
mediante semillas certificadas incrementar la producción. Pero cuando esa
tecnología viene atada a paquetes tecnológicos de costosos insumos que tienen
que ser comprados fuera de la unidad de la finca, entonces se vuelve una
práctica onerosa y arriesgada especialmente para el pequeño productor.
Esto nos lleva de vuelta al
título de este escrito, ¿Porque un ‘Enfoque Productivista de Máximo
Rendimiento/Hectárea (Ha)’ predomina sobre un enfoque ‘más sostenible de Óptimo
Rendimiento/Ha’?
Por buena que sea la
intención de un enfoque ‘High Tech’ para el productor nacional, está distante
de la realidad del promedio del pequeño productor con una extensión promedio de
0.5 a 2 hectáreas por minifundio, cuya edad promedio ronda sobre los 52 años y
cuyo nivel promedio de escolaridad no sobre pasa sexto grado. Es fácil ver
porque una propuesta que apuesta a paquetes de tecnología llave en mano no
necesariamente son la panacea para este segmento del sector agropecuario.
PROPUESTA
Abogo por un enfoque de
óptimo rendimiento donde el objetivo principal es dejar al productor en mejores
condiciones de ingreso y con posibilidades de tener un nivel digno de vida en
el medio rural. Este enfoque permitirá al productor obtener un ingreso
apropiado y hacer rentable su esfuerzo y trabajo.
El enfoque es muy sencillo,
significa concentrarse en alcanzar la máxima productividad posible con el menor
costo para que en cada quintal producido se tenga el mayor margen de ganancia.
¿De qué vale producir 100
quintales con un margen de utilidad de $2.00 c/u, cuando puedo producir 80
quintales con un margen de utilidad de $4.00? ¡Ganando $320 vs. $200!
BENEFICIOS
De esta manera no solo nos
enfocamos en la rentabilidad del productor, sino que evitamos inundar el
mercado con sobre producción, que causa que la sobreoferta le bajen el precio
pagado al productor como usualmente sucede, siendo este último el gran
perdedor.
La agricultura
industrializada de alto impacto ambiental te encierra en un amarre tecnológico
que deja vulnerable económicamente al agricultor promedio y aliena al pequeño y
mediano productor agropecuario. Acelera el agotamiento de los recursos
naturales por una actitud extractiva que no incorpora medidas de conservación y
manejo racional.
Rescatar técnicas
complementarias de cultivos (asocio de leguminosas con granos) el uso de
tecnología apropiada, siembra a nivel, sistemas de captación de agua y
contención de erosión, son algunos de las técnicas y conocimientos existentes.
Hacerlo con un sentido de respeto y comprensión de la sostenibilidad y límite
de capacidad de carga de nuestros campos que obliga a revisar la manera como
practicamos la agricultura y la perdida de muchos conocimientos tradicionales
del pasado, conocimientos que han sido recopilados y sistematizados para una
agricultura productiva y sostenible con investigadores como Miguel Altieri,
chileno de la Universidad de California en Berkeley y David Pimentel de la
Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva York.
UN CAMBIO NECESARIO
Para realizar mucho de estos
cambios tenemos que desaprender para volver a aprender y rescatar muchos de los
conocimientos de antes. Necesitamos un cambio de paradigma de como vemos el
campo y su preciada función de abastecernos de alimentos tan necesarios para
una seguridad alimentaria basada en una soberanía productiva de alimentos.
Requiere de un modelo de extensión nuevo, de la mano y en intimo acompañamiento
del productor, utilizando métodos transferencia horizontal o de campesino a
campesino! No debemos despreciar el conocimiento del productor adquirido a
través del contacto íntimo con el campo, solo porque no tuvo estudios
superiores.
También exige un modelo de
apoyo del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) acorde a la realidad de
los productores pequeños de este país, no puede ser solo modelos de alta
tecnología que los endeuda y luego, cuando no logran los réditos proyectados ya
sea por falta de acompañamiento o porque la tecnología es llave en mano donde
el pequeño productor nunca llega a comprender lo que le vendieron, termina
endeudado, perdiendo sus tierras y en peores condiciones de la que
originalmente estaba.
No digo que la tecnología de
punta no sea buena, pero tiene su gente, que cuenta con capacidad financiera e
integración en la cadena productiva. Solo estoy diciendo que no es la solución
para todos. Existen alternativas más sencillas (tecnologías apropiadas), de
sentido común, bajo costo y al alcance de todos, que no tiene costo, solo
requiere acceso a la información.
DESAFÍO
El problema es que no tiene
grandes patrocinadores porque no se vende nada (solo se transmite
conocimiento), no implica grandes negociados, sus soluciones y mecanismos no
son tan costosos que pongan en riesgo el patrimonio del beneficiario.
Existe harta evidencia de la
eficacia y viabilidad de estos sistemas en la región de los trópicos húmedos.
En Panamá hay experiencias de este tipo en diversos puntos del país como
Darién, Chiriquí y Los Santos. Lo importante es escalar estas experiencias y
diseñar políticos de Estado que promuevan estas tecnologías para servir a ese
gran porcentaje de pequeños productores que merecen mejores días y que labran
la tierra como uno de los oficios más nobles del campo.
Fuente: LA ESTRELLA DE PANAMA - http://laestrella.com.pa/economia/optima-produccion-versus-maxima-produccion/23784330
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