17
Jun 2015
POR Barbara Fraser
En todo el mundo las mujeres indican tener menos participación que los
hombres en las decisiones relacionadas al uso del bosque. Foto Freddy Polo –
CIFOR.
LIMA,
Perú. La iniciativa mundial REDD+, con su énfasis en el manejo sostenible
de los bosques, es generalmente dirigida a las comunidades y a lo que ellas
pueden hacer para ayudar a asegurar su futuro.
Y
aun cuando la sociedad civil subraya la importancia de ayudar a las
comunidades forestales pobres e indígenas, un nuevo estudio del Centro para la
Investigación Forestal Internacional (CIFOR) evidencia la existencia de un
grupo muchas veces ignorado: las mujeres.
“El
objetivo de REDD+ es reducir las emisiones generando un cambio en la forma que
las personas utilizan los recursos forestales”, explica la científica de CIFOR,
Anne Larson, autora principal del estudio. “Pero a menos que entendamos cómo se
gestionan los bosques y cómo las mujeres los utilizan, existe el riesgo de que
las decisiones que se tomen tengan un impacto negativo en los medios de vida y
la resiliencia de las mujeres”.
Aunque los proyectos de REDD+
incluyen salvaguardas dirigidas a garantizar que las
mujeres no sean afectadas, a menudo se enfocan sólo en la participación de las
mujeres en reuniones, sin tener en cuenta si las mujeres se sienten incluidas y
si su participación realmente influye en las decisiones de la comunidad, dice
Larson.
Aun
cuando las mujeres consideran que tienen influencia, según Larson la evidencia
sugiere que no están siendo informadas sobre las cuestiones relacionadas con
REDD+.
“Este
es un problema estructural relacionado con las relaciones de género”, dice la
investigadora. “Promocionar la participación sin abordar las cuestiones
subyacentes de género no va a resolver el problema; aunque, obviamente, la
participación legítima es un comienzo”.
¿QUÉ DICEN LOS GRUPOS FOCALES?
Estudios anteriores han demostrado que las
mujeres en las comunidades forestales tienden a tener menos voz que los hombres
y participan menos en las decisiones, especialmente en lo que se refiere a
manejo forestal.
Esto
podría deberse a varias razones, según Larson, que van desde el tiempo dedicado
por las a las tareas del hogar hasta los conflictos con su cónyuge si pasan
demasiado tiempo fuera del mismo.
En
la investigación, parte del Estudio Global Comparativo de CIFOR sobre REDD+,
Larson y sus colegas llevaron a cabo entrevistas mediante la estrategia de
grupos focales en 77 comunidades que participaron en 20 iniciativas
subnacionales de REDD+ en Brasil, Camerún, Indonesia, Perú, Tanzania y Vietnam.
Los
grupos focales se dividieron en grupos sólo de mujeres y también en grupos
mixtos pero con mayoría de hombres.
Los
investigadores examinaron cuánto sabían las personas sobre REDD+ en cada grupo;
cuánta influencia tenían las mujeres en la toma de decisiones de la comunidad y
el manejo forestal; cómo utilizaban las mujeres los bosques en comparación con
los hombres y los compromisos específicos de las iniciativas REDD+ en relación
con las mujeres.
Según
los resultados, las mujeres generalmente sentían que tenían menos voz en las
decisiones relacionadas con los bosques, aunque más participación en las
decisiones del hogar en lo referido al uso de los recursos forestales que en
las decisiones comunitarias.
En
general los grupos donde sólo participaron mujeres sabían menos sobre REDD+ y/o
la iniciativa local de REDD+ (41%) que los grupos mixtos (67%).
ACTIVIDADES DE CAZA Y EL HOGAR
Las
formas en que hombres y mujeres usan el bosque son claves para determinar las
diferencias existentes entre ambos.
En
las comunidades estudiadas, los hombres participan más en las actividades de
caza y recolección de madera, mientras que las mujeres pasan más tiempo
recogiendo leña, frutas y verduras.
“Investigaciones
anteriores han sugerido que las mujeres tienden a utilizar más los recursos
para uso doméstico, mientras que los hombres generalmente controlan los que se
comercializan”, dice Larson.
El
estudio concluye que sería un error suponer que en ausencia de las mujeres en
reuniones, los hombres sabrían cómo representarlas en las negociaciones o
discusiones. Y esto se debe a que “tal vez ni siquiera entiendan cómo difieren
los criterios o prioridades de las mujeres de las de ellos, respecto a los
bienes forestales y los servicios”.
“Las
diferencias de género deben ser reconocidas y consideradas en REDD+”, enuncia.
El
estudio también afirma que las “políticas y acciones que supuestamente son
‘neutrales en lo que al género se refiere’ podrían tener efectos perjudiciales
en las mujeres y su contribución a los ingresos y el bienestar del hogar”.
Anne
Larson advierte que, “a pesar de que las mujeres indicaron que eran
representadas y que podían influir en las decisiones, estaban menos informadas
acerca de los proyectos REDD+ en sus comunidades que los grupos dominados por
hombres. Eso significa que las mujeres podrían en realidad estar siendo más
excluidas de lo que creen”.
“El
estudio presenta algunas lecciones para los proyectos de REDD+ y para políticas
más equitativas hacia las mujeres y los hombres”, según Larson.
La
participación de las mujeres debe ir más allá de la simple asistencia a
reuniones y sesiones de formación, indica. “Ellas deberían participar en
todos los aspectos de REDD+: el diseño, las decisiones, el desarrollo de
capacidades y los beneficios”. “Lo más importante es la necesidad de
llevar a cabo un análisis de género a nivel de la comunidad”, dice Larson.
“Con
solo incluir a las mujeres en las reuniones el problema no está resuelto”.
Para obtener más información sobre la investigación en
género y REDD+ de CIFOR, por favor póngase en contacto con Anne Larson en A.Larson@cgiar.org
Este estudio parte del Programa de Investigación del CGIAR sobre
Bosques, Árboles y Agroforestería.
Fuente: LOS BOSQUES en la noticia. Blog CIFOR
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