Geodisio Castillo
geodisio@gmail.com
Ogob,
coco, cocotero o palma de coco pertenece a la familia de las Arecaceae,
conocido como, “árbol de los cien usos”, “árbol de la vida”, entre otros, por
los muchos productos útiles que proporciona (Ohler, 1986).
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INTRODUCCIÓN
OGOB
o coco en castellano, viene cultivándose desde hace miles de años y su
dispersión es tan amplia que en la actualidad existe un fuerte debate sobre su
centro de origen geográfico (Ohler, 1986; Purseglove, 1968). Sin duda es el
cultivo arbóreo más importante del planeta tierra, con alrededor de 3,000
millones de hectáreas cultivadas, que involucra a más de 13 millones de
personas relacionadas directa o indirectamente con los productos de esta palma
(Borgtoff y Balslev, 1993).
Niño cargando ogob a hombros. Foto 1:
Gubiler
|
Es
una de las palmeras más cultivadas en el mundo. Se cultiva en más de 86 países
de zonas tropicales y sub tropicales, fundamentalmente en Indonesia, India,
Malasia, Filipinas, Islas del Pacífico, Centroamérica y el Caribe, países del
sudeste de Asia y África tropical, siendo un importante sector económico en los
países productores. Generalmente se cultiva en grandes o pequeñas plantaciones
de tipo de nainu familiar. Las principales áreas productoras están ubicadas en
las áreas costeras.
El
cultivo constituye una fuente para obtener muchos productos para la vida del
hombre tales como: materiales para el fuego, recursos para fabricar vivienda,
aceite y proteína de alto valor nutritivo. La pulpa seca llamada copra,
contiene gran cantidad de aceite, que a la vez se emplea como materia prima
para la fabricación de margarinas, grasas vegetales y jabones finos de tocador.
La torta que queda como subproducto se usa en la alimentación del ganado y
aves. El cascarón duro que queda al separarse el albumen se utiliza en
artesanía y para la obtención de carbón activado; así mismo el mesocarpio
fibroso es fuente de una buena fibra utilizada en la fabricación de colchones,
alfombras, sustrato para cultivos, etc.
El
cultivo de ogob, coco o cocotero, ocupa un lugar muy importante en el proceso
de desarrollo económico-social del pueblo dule, como cultivo comercial para
obtener divisas[1]
o como mayor fuente económica (Castillo y Beer, 1983). Si bien en éstas últimas
décadas ha mermado grandemente la producción por factores de carácter
fitopatológicos y su vejez (senil) que afectan a las plantas, pensamos que, en el
descenso de la producción, también afecta el proceso de transición de la
familia extensa hacia la familia nuclear de la sociedad dule, a grupos
nucleares (Alvarado, s.f.).
Al
disminuir las unidades de trabajo o mano de obra disminuye la capacidad de
producción, por tener menos mano de obra que puedan atender el mantenimiento
del cultivo. Además, de esta problemática agregamos la dependencia a que ha
llevado el cultivo por el mercado colombiano. Desde entonces hasta la
actualidad la baja producción agrícola en la Comarca.
El
éxito económico del cultivo depende del precio que alcance el producto en el
mercado. Entonces, el manejo del cultivo requiere cierta técnica de
conocimiento dule y occidental que es necesario saber, innovar o adaptar, para
alcanzar el éxito esperado.
UN CULTIVO TROPICAL:
ORIGEN Y DISPERSION
OGOB
(Cocos nucifera, L.), es una planta antigua
esparcida en casi todos los países tropicales y subtropicales de África, Caribe
y América del Sur del continente de Abiayala. De esta especie no se conocen
individuos silvestres. Su mayor variabilidad se presenta en el sureste asiático
y en segundo lugar en el Caribe. Hay muchas variedades que generalmente son
reconocidas sólo en la localidad en donde prosperan.
El
origen de la palma de ogob, parece no haber sido resuelto; oscuras dudas aún
quedan sobre su origen: ¿es originario de Abiayala o asiático? (Ohler, 1986;
Purseglove, 1968). Algunos autores argumentan que el ogob tiene origen de
Abiayala otros que el origen es asiático (Candolle, 1955; Ohler, 1986). Igual discusión existe si el ogob es de
origen Sur o Centroamérica de Abiayala (von Martius, 1823).
En
los tiempos de la invasión española y/o europea, el ogob, únicamente no se
encontró por el Pacífico de América Central, también se encontró por el
Atlántico de nuestro trópico (Ohler, 1986). Según Ohler (1986), ambas costas
tienen presencia de ogob, observándose claramente que las costas del Atlántico tienen
cocoteros semejantes a las “Alta Jamaica”, mientras que en las costas del
Pacífico está presente el coco “Alta Panamá”, que es bastante análoga a una de
la variedad que crece en Jamaica, denominada San Blas. La variedad San Blas
crece en la región de San Blas (actual Gunayala), en el Caribe.
La
dispersión del ogob a través del Pacífico parece haber ocurrido desde Nueva
Guinea a la Polinesia y de aquí a Abiayala Tropical, no obstante que la
distancia entre ellas es considerable. Heyerdahl (1953, citado por Ohler, 1986),
opina que los indígenas de Abiayala habían llevado los cocoteros a las islas
del Pacífico en sus desplazamientos por mar.
Según
Harries (1977), se conoce que los cocoteros presentes en las costas del
Atlántico de Abiayala proceden de la isla de Santiago en el archipiélago o
península de Cabo Verde, introducidas por los españoles hacia 1549. Y no desde
Panamá, donde los cocoteros son de otra variedad distinta.
Algunas
especies son originarias de este continente, encontradas en estado silvestre.
Entre ellas se encuentra el ogob “San Blas” (Castillo y Beer, 1983; Fremond, et al., 1966; Harries, 1977, citado por
Ohler, 1986; Ohler, 1986; Purseglove, 1972). La domesticación y/o producción
del ogob “San Blas” comienza a mediados del siglo XIX, cuando la población dule
comienza su presencia, y se convierte como un cultivo más que se suma a la
dieta del pueblo.
BREVE RESEÑA HISTORICA
La
migración del pueblo dule a mediados del siglo XIX a la costa del Caribe a la
actual Comarca de Kuna Yala (Gunayala), fue favorecida a finales del siglo. Eso
debido que para esta época final del siglo el empleo del aceite de ogob para
fabricar margarina, tuvo una gran demanda, favoreciendo mucho el
establecimiento de plantaciones de ogob en la región (Ohler, 1986).
Esto
puede explicar por qué las edades de las plantas resulten caducas y de baja
productividad, alcanzando 100 años o más, afectando la producción del ogob en Gunayala.
Y a pesar de esta realidad nuestros agricultores son renuentes a cortarlos
mientras sigan produciendo, y, es que además es un hermano.
Es
por eso, la necesidad de rehabilitar el cultivo. La rehabilitación incluye el
manejo adecuado del control de malezas, uso de fertilizantes naturales e
intercalaciones, bajo nuestro sistema agroforestal de nainu a escala familiar.
Sin embargo, para el buen desarrollo de la planta se debe conocer su historia,
su condición, el suelo, entre otros.
Nos
narran[2]
que, en la Comarca, la economía era solidaria, es decir, había intercambio
interno de productos agrícolas y otros productos de consumo familiar o de uso
doméstico, no hubo necesidad de comprarlos. Las costas se encontraban llenas de
plantaciones de ogob y massunnad (plátanos) y otros cultivos menores, había
diversificación de cultivos.
No
es hasta los comienzos de la década del siglo XX, que los wagas (extranjeros)
comenzaron a viajar por Gunayala. Entonces, es cuando el ogob, que por décadas
sirvió de intercambio con otros productos agrícolas entre comunidades y/o
habitantes, comenzó a servir como medio principal de intercambio o trueque con
los wagas. Luego, en la década del año de 1930 y comienzos del 40, cuando
llegaron a las costas de la Comarca los barcos para comprar o intercambiar ogob
por mercancías, como la tela, joyas, machetes, rifles, hachas, corbatas, sombreros
negros[3],
utensilios de cocina, entre otros. Estos barcos, venían desde la ciudad de
Colón o de Cartagena (Colombia).
El ogob
bajo sistema agroforestal, a orillas de un río. Foto 2:
Gubiler
|
Década
para el pueblo dule, el cultivo de ogob, aún, no era considerado como algo
lucrativo, es decir, como medio para acumular capital (dinero). En 1949, la
exportación de ogob a Colombia fue estimada en casi 180 millones por año
(Castillo y Beer, 1983).
Durante
la segunda guerra mundial, la economía natural y solidaria dule sufre cambios.
Estados Unidos que, antes compraba el ogob a Filipinas ya no lo hicieron, por
la intervención de los japoneses. Y, es así, que Panamá fue escogido para
reemplazar esta fuente de importación para Estados Unidos. Comenzó en Gunayala
la compra de ogob en efectivo por US$0.10 (diez centésimos el dólar de Estados
Unidos, equivalente a balboa), un nuevo tono económico entra en la Comarca. Y
el Congreso General Guna acepta esta oferta.
Al
acabar la guerra Estados Unidos abandona a Panamá y regresa a Filipinas a
importar los ogob. Los cultivos de ogob en Gunayala quedan sin mercado. Pero
para estos tiempos, llega a la Comarca la compañía “Hurraca Oil Company” a
comprar ogob y convertirlo en copra por un valor de US$0.10 la libra. La copra,
que es el núcleo de ogob al que se le quita la corteza, cortado y secado con
calor o al sol. Este tratamiento no solo evita el costo de embarque por exceso
de humedad sino también previene la descomposición del aceite (Rivera Hernández, et
al., 2001).
El
riesgo de que la copra se dañe era muy grande durante la estación lluviosa y el
precio muy bajo. Para la compañía fue una pérdida, este tipo de compra, y
cerró. Luego aparecen los colombianos, ofreciendo US$0.03 a US$0.05 centésimos
por ogob, dependiendo de la estación.
El
resultado de la venta del ogob por dinero, puso aspiraciones fuertes en la
sociedad agrícola dule, que comenzaron a cambiar sus cultivos de massunnad por
nainus de ogob. En dos a tres años, se declinó el intercambio de productos
agrícolas que existían entre las comunidades. Y a los comienzos de 1950 llega
el fin de la existencia de los trueques internos. Ahora, se compra todo, arroz,
maíz, plátano y otros productos alimenticios con el capital acumulado. Tanto
fue así, que 1964, la exportación de ogob a Colombia solo alcanzó 50 millones
por año (Castillo y Beer, 1983).
En
la actualidad la producción del ogob sobresale en las poblaciones costeras de
la provincia de Colón y la comarca Gunayala, y sigue siendo fundamental para su
economía y su alimentación.
El
cultivo del ogob de la variedad tres filos, conocida como “San Blas”, es la
especie que más se produce en la Costa Abajo de Colón y Gunayala. Solo en Colón
se cultivan 156,785 plantas de ogob, de las cuales 112,000 están en edad
productiva[4].
Lo
que sigue después, se sabe y se vive en la actual Comarca Gunayala. De la
dependencia del ogob, solo podemos salir diversificando los cultivos agrícolas.
Volver a revalorar el sistema de producción agroforestal de nainu familiar.
DIVERSIDAD Y FORMAS
Se
reducen a dos principales grupos: altas de fecundación cruzada (alógamas) y
bajas de autofecundas (autógamas). La variedad “San Blas” pertenece al del
grupo altas.
Periodo
de vida – altas (criollo), 70 a 80 años (hasta 100 años), - bajas (manila)
produce a los tres (3) años y vive aproximadamente 50 años. La criolla produce
entre 5 y 7 años, después de ser trasplantadas.
El
número de frutos por racimo es menor en la variedad alta que en la variedad
baja. Las altas producen de 4 a 30 cocos por racimo, su producción anual es de
80 a 100 frutos por palmera.
La
planta baja con promedio de vida más corto, su producción comienza más
temprana. Contiene mayor número de frutos por racimo, que llega de 6 a 40 y de
150 a 200 cocos por año. Tiene una gran ventaja por poder cosecharse desde el
suelo, lo que es imposible con las palmas de variedades altas.
MEDIO ECOLÓGICO
Clima y precipitación: ogob precisa una temperatura elevada
y tan constante como sea posible; esto es alrededor de 27° a 30° C. como máximo
y de 22° C. como mínimo. Requiere clima sin grandes variaciones térmicas, tanto
durante el día como por la noche. No florece bien en climas con temperatura por
debajo de los 21° C.
Tipo
pluvial tropical, en donde la precipitación resulta el factor climático más
importante, tanto por su magnitud como por su distribución a lo largo del año.
Pluviosidad de 1,200 mm. 2,500 mm. de
lluvia anual. Acepta mayor cantidad de precipitación, siempre y cuando haya
buen drenaje del suelo que permita evacuar el exceso.
Necesita
una luminosidad de 2,000
horas al año para su buena producción. No florece bien en zonas de cielo
nublado.
Humedad relativa: para el cultivo la mínima mensual no
ha de ser inferior al 60% de saturación y la humedad óptima está alrededor del
80% de saturación.
Altitud: la altura snm (sobre el nivel del
mar) tiene marcada influencia para los efectos del cultivo de ogob que no vayan
más allá de los 600 m. snm.
Suelos: ogob crece en diferentes tipos de
suelos; siempre que tengan buenos drenajes y una aireación adecuada y libre
crecimiento de raíces.
Textura: desde suelos arenosos con 97% de
arena, suelos pesados con 70% de arcilla e incluso, en suelos con cerca del 80%
de materia orgánica, las de aluvión (suelos de bancos), ubicados en los
márgenes del río. pH 5.2 a 8.0
Vegetación: podemos encontrar al cultivo de ogob
entre agligan (manglares) – agli ginnid (Rhizophora
mangle), agli sissid (Avicennia
germinans), y, otros. También lo encontramos, entre masargan (caña blanca –
Gynerium sagitattum), demar nur
(uvita de playa – Cocoloba uvifera),
entre otros.
UN CULTIVO DE MÚLTIPLES
ASOCIACIONES
Según
Nair (1979), en su trabajo sobre pluricultivo intensivo con ogob en la India,
se debe entender que el multicultivo/policultivo, cultivos mixtos o cultivos
multiestratificados es el sistema general de plantar más de un cultivo en la
misma tierra. El intercultivo se utiliza para el cultivo de plantas anuales o
bienales entre los ogob y por cultivos mixtos se entiende el de arbustos y
árboles perennes debajo de los ogob. El cultivo en varios pisos o estratos
(multiestratificado) se refiere a una combinación de cultivos debajo de los
ogob que crecen a distintas alturas y que poseen diferentes tipos de sistemas
radicales por lo que aprovechan diferentes profundidades del suelo.
Paisaje
natural de ogob en isla y haciendo turismo. Foto 3: Gubiler
|
Si
notamos lo anterior estamos definiendo una agricultura de nainu[5]
familiar con presencia de ogob y otros cultivos en diferentes estratos. Este
sistema de cultivo mixto o de nainu, también incluye a los cultivos de
cobertura y abonos verdes.
Para
conocer bien la aptitud del ogob de asociarse con otros cultivos, es necesario
conocer la morfología de su raíz.
Raíz - raíces delgadas, largas y en gran
cantidad. Radicales en la zona superficial, su papel es absorber minerales. No
llevan pelos absorbentes. Existen dos clases de raíces: cilíndricos sinuosas de
1 cm. de diámetro y 1 a 2 m. de longitud; las de segundo orden, llevan raíces
superiores y terminan en radicales. Llegan a una profundidad de 30 y 120 cm. La
zona de mayor actividad de las raíces se concentra en sus raíces superficiales
en un radio de 2 m. desde la base de la palma. Su sistema radical se le conoce como
adventicia.
Intercalación de cultivos. Hay infinidades de cultivos probados
en experimentos, otros tradicionalmente practicados, que pueden intercalarse
entre la palma del ogob o palmas. Se pueden practicar intercalaciones en
pequeñas parcelas (nainugan) de 0.1 a 0.4 has. o más, en interfaces de edad de
palmas de ogob entre 30 – 40 años, para la variedad “alta” el espacio normal
entre plantaciones es de 7.5 x 7.5 m.
En
la India, Malasia, Filipinas y Nueva Guinea se encuentran la asociación ogob +
siagwa (coco + cacao), donde se ha aprovechado las antiguas plantaciones de
ogob para intercalar o mezclar el siagwa (Theobroma
cacao).
En
Malasia el ogob no solo se encuentra asociado con el siagwa, sino con otras
especies de cultivos de ciclo corto, como el oba (maíz), gaa (chile picante),
coliflor, lechuga, tomate, entre otros. Y con algunos de ciclo largo o
perennes, tales como, masi (bananos o plátanos), osi (piña), gabi (café),
principalmente.
Para
la asociación siagwa + ogob, se considera que por lo menos se necesita un
mínimo de 2.5 has. para establecer una plantación rentable. La asociación
siagwa + ogob, aparte del comportamiento satisfactorio de ambos, hay efectos de
sinergismo en la combinación.
Investigaciones
preliminares sobre los microorganismos de la rizófera indican que las mezclas
de estos cultivos favorecen la alta incidencia de microorganismos tanto en el
ogob como en el siagwa, siendo mayor la incidencia cuando el siagwa se cultiva
en doble hilera entre el ogob. Entre los microorganismos encontrados están los
fijadores de nitrógeno Beijerinckia sp.,
solubilizadores de fosfato Pseudomas sp.,
entre otros.
Cultivos multiestratificados. La asociación mango + ogob + masi,
es un ejemplo típico de un cultivo multiestratificado. Los diferentes cultivos
sembrados o intercalados para establecer la multiestratificación de cultivos
con el ogob se pueden apreciar en la foto 2.
Es
importante conocer las diferentes fases de crecimiento del ogob para un cultivo
intensivo. Del ogob se conocen tres fases de crecimiento que pueden ser
aprovechados para intercalar los cultivos anuales o perennes.
En
la primera fase que es de crecimiento, que dura unos 8 años, se pueden
intercalar cultivos anuales o perennes temporalmente, cultivos que no necesitan
sombra. Luego al pasarse a su segunda fase, que dura entre 8 a 25 años, se
puede dejar de intercalar los cultivos, para su desarrollo normal. Y al final
cuando el cultivo pase a su tercera fase, de 25 años en adelante, se puede
intercalar cultivos adaptados a sombríos, el cultivo del ogob puede
multiestratificarse, p. e., ogob + pimienta negra + siagwa. Otros buenos
ejemplos lo encontramos en Gunayala: ogob + gay (caña de azúcar) + masi, ogob +
mango + dargwa (otoe) + gay, ogob + osi + swiddi (guanábana), ogob + aswe
(aguacate) + wagub (ñame) + moe (zapallo), ogob + agli (manglar) + frutales +
naiwar (bellota), entre otros.
DENSIDAD Y NUTRIENTES
La
densidad de los cultivos de ogob se debe tomar muy en cuenta. Aunque para el
ogob no existe una recomendación general para el espaciamiento, ya que la
densidad correcta depende de varios factores que varían de una zona a otra,
como la disponibilidad de agua, el suelo, la variedad, el policultivo, ente
otros (Ohler, 1986).
Es
porque el sistema radicular tiene un arreglo geométrico complejo, que está
cambiando constantemente, y es probable que ocurra una competencia entre las
raíces vecinas por los nutrientes.
Al
intercalar los cultivos sin un abonado natural adecuado puede agravar el
proceso del agotamiento de nutrientes en el suelo. Produce un grave amarilleo
de los oogob debido a la deficiencia de nutrientes.
Incluso
un sistema de raíz bastante escaso puede ser capaz de agotar el suelo
rápidamente de casi todos los nutrientes disponibles. La toma de nutrientes
puede no verse afectada por la densidad de la raíz, dentro del rango normal de
densidades (Andrew & Newman, 1970; Cornforth, 1968).
Los
nutrientes dependen del rendimiento y de la gestión agrícola; es decir, como
ejemplo, la parte de los nutrientes eliminados al sacar las nueces cosechadas
pueden devolverse enterrando las cáscaras en el suelo, utilizándolas como abono
orgánico o quemándolas y distribuyendo las cenizas en el nainu. Las hojas o
parte de ellas pueden ser utilizadas como combustible o para techar chozas,
esto ayuda a aumentar la cantidad de nutrientes eliminados.
ENFERMEDADES DEL OGOB
Existente
plagas y enfermedades que atacan al ogob. Uno de los más letales de las
enfermedades es la Porroca. Muñoz (1994) reportó la aparición del Porroca por
primera vez en Panamá en 1976 cerca de la frontera con Colombia, próximo a la
comunidad de Puerto Obaldía; palmas con síntomas similares aparecieron en la
Provincia del Pacífico de Darién en 1988.
La
enfermedad se ha ido expandiendo a través del istmo de Panamá en la última
década. Se caracteriza por la producción de hojas tiesas, enanas, usualmente
conlleva a la muerte de las palmas en un lapso de dos años (Gilbert &
Parker, 2008).
Según
Gilbert & Parker (2008), la propagación de la Porroca puede ser evitada
simplemente al morir la palma, o la incidencia de la enfermedad puede aumentar
muy rápido, afectando rápidamente hasta la mitad de las palmas en una isla. Medidas
locales, pueden ser utilizadas para controlar la enfermedad y plagas tales como
el corte selectivo y el uso del humo, pueden no ser medidas efectivas para el
control de la enfermedad en plantaciones pequeñas e individuales.
Gilbert
& Parker (2008) indican que no hay evidencia que Porroca pueda ser
transmitida a través de semillas, y tal transmisión es poco probable ya que la
producción de fruta cesa rápidamente con el inicio de los síntomas. No se
conoce si Porroca puede afectar otras palmas en la agricultura o en ecosistemas
forestales.
CONSIDERACIONES FINALES
Queremos
poner énfasis en que el monocultivo del ogob nos ha tornado dependiente de los
precios externos (Colombia). Si pensáramos como un occidental que para su
manejo adecuado necesitaremos de insumos también externos de precio creciente
(fertilizantes y agroquímicos en general), costes que no están al alcance de
nuestro pequeño agricultor.
Por
lo tanto, el sistema estratificado o agroforestal de nainu parece ser la
alternativa para mejorar la producción del ogob, que hemos dejado de un lado
para dejarnos depender. Además, el uso limitado de las variedades del ogob,
hará que la producción sea vulnerable a la aparición de plagas y enfermedades
de gran magnitud.
La
producción del ogob sumado a la producción de frutas, leña, madera, medicina,
textilería, entre otros, ofrecen a nuestro agricultor una mejor estabilidad
económica y psicológico que de hecho se practica en forma natural. Con este
sistema contribuimos a mantener estable nuestro ecosistema. Mantener y
desarrollar nuestro sistema agrícola de nainu no detiene el progreso, sino que
nos hace el futuro posible. Porque el desarrollo es construir el futuro.
BIBLIOGRAFIA
CONSULTADA
Alvarado, E. (s.f.). Estudio
Socio-Económico y Político de San Blas, Costa Arriba y Costa Abajo. Estudio preliminar (sin publicar)
Andrew, R. E., E. I, Newman, 1970. Root density and competition for nutrient. Oecol. Plan 5,
319-334
Borgtoft, P. H.; Balslev,
H. 1993.
Palmas útiles. Especies ecuatoriales para agroforestería y extractivismo.
Ediciones ABYA-YALA. Quito, Ecuador. 158 pp.
Candolle,
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Castillo, G. y Beer,
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Yala (San Blas), Panamá. CATIE-UNU, Turrialba,
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1985.
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Fremond, Y., Ziller, R., et M. de Nucé de Lamothe, 1966. Le cocotier, Maisonneuve, París. 267 p.
Gilbert, G. S. & Parker, I. M., 2008. Porroca:
Una Enfermedad Emergente del Coco en Centroamérica. Plant Disease 92:826-830, 8 p.
Harries, H. C. 1977. The Cape Verde
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227-231.
Martínez, A. y
Enriquez, G., 1981.
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cocotero en Panamá. Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), Colón,
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Rivera Hernández, et al., 2001. Extracción de
aceite de coco a partir de la copra por medio de disolventes químicos.
Conciencia Tecnológica, núm. 17, Instituto Tecnológico de Aguascalientes,
Aguascalientes, México.
von
Martius, C. F. P., 1823. Historia Naturalis
Palmarum. Munich, 1823-50.
[1] El
dólar estadounidense, la divisa mundial
[2]
Comunicación colectiva, Congreso Tradicional, Corregimiento No. 1, 10 al 14 de
agosto de 1985. Comunidad de Digandiggi (Niadub), Kuna Yala
[3] Desde
entonces, el uso del sombrero negro al igual que la corbata se convierten en
costumbre o uso tradicional de los saglagan y sagladummagan (jefes de las
comunidades y “caciques”)
[4] Mirta
Rodríguez P. La Estrella de Panamá. Cuba ayudará a Panamá a mejorar su cultivo
de coco, 14/09/2017. http://laestrella.com.pa/vida-de-hoy/planeta/cuba-ayudara-panama-mejorar-cultivo-coco/24022658
[5] Nainu,
semánticamente significa “tierra propia” y/o parcela de siembra (Castillo y
Beer, 1983)
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