20 de enero de 2013

La interculturalidad en la educación kuna

Geodisio Castillo

“Los principios y objetivos educativos en la Comarca Kuna Yala serán encaminados hacia la formación integral de los kunas, desde el sistema de enseñanza intercultural y plurilingüe, en defensa del ambiente, del proceso productivo, social, económico, político y religioso kunas

    Anmar Igar, Estatuto de la Comarca Kuna Yala, artículo 297. 2001

 
He seguido de cerca el proyecto del Congreso General Kuna (CGK) sobre la Educación Bilingüe Intercultural (EBI). El cual considero como parte o una de las bases fundamentales del desarrollo sostenible que busca la Comarca para el futuro de sus hijos y nietos. Esto significa para mí personalmente y debe serlo para todos los kuna y los panameños en general valorar la gran riqueza con que cuenta nuestra cultura múltiple panameña. Lógicamente el resultado del proyecto es un PLAN. Por lo tanto, debe ser discutido por todos los interesados y no caer en nuestro sectarismo cultural.

Como se necesita más comentarios al respecto, debe informarse los avances o las discusiones o resultados preliminares del proyecto vía correo electrónico. Para los que no le llegan, puedan aportar o iniciar el diálogo. El asunto no debe considerarse únicamente de expertos. Porque el idioma es nuestra vida que día a día se acaba. Como igual debe de ser presentado los avances de los estudios para formular el plan integrado de desarrollo comarcal[1]. Así podremos decir que hemos dejado o legado algo para nuestras futuras generaciones. ¡HEMOS PARTICIPADO TODOS!

Uno escucha tanto la utilización de la palabra participación en el campo del desarrollo social. Todos remarcan la importancia de ser “participativos”, más aún cuando nos relacionamos con otras culturas. En este sentido, es posible afirmar que casi nadie se atrevería a desarrollar proyectos con poblaciones indígenas sin afirmar que su enfoque de trabajo es participativo. Pero ¿qué significa la participación en un contexto de interculturalidad en  el proyecto EBI?

“La participación es un componente permanente durante todo el proceso de gestión de un proyecto (desde el diseño, la planificación, la ejecución, el seguimiento y hasta su evaluación). Se caracteriza por una interacción o comunicación mutua de los indígenas con el personal del proyecto”.

Cuando presentamos el proyecto EBI para Kuna Yala, que debe ser motivo de ejemplo para otros pueblos indígenas del país, y en este marco mencionamos que el eje del proyecto es la interculturalidad, pero desde la partida el eje del proyecto no ha sido un trabajo intercultural. De ahí, a veces en el público surgen dos preguntas:

  • ¿Hay una diferencia en trabajar el tema de la educación en comunidades rurales y en comunidades indígenas? ¿No es lo mismo?
  • ¿Qué significa Interculturalidad? ¿Qué tiene que ver con el proyecto?
Estas preguntas pienso que han sido contestadas. De no ser así deben ser respondidos. Todo lo que diga en adelante, pueda que se ha dicho. Pero vale la pena recalcar, para buscar el diálogo u opiniones de todos,…

Sabemos que el tema de interculturalidad surge desde el contexto histórico como la educación misma debe verse desde el mismo contexto.

Sin duda, la relación entre diversas culturas es propia del ser humano y no se inicia con la llegada de los españoles a AbiaYala.

La situación de la educación de nuestro pueblo (en general los pueblos indígenas) está determinada por un proceso histórico cuyo resultado ha sido la dependencia, la pérdida de identidad y la marginación. Nuestra educación está en buena parte determinada por las condiciones del hábitat y los nuevos desafíos impuestos por el empobrecimiento y el proceso de modernización, y los procesos de salud-enfermedad y los propios sistemas de educación para los pueblos indígenas, son sistemas culturales.

Seria sencillo pensar que nuestro pueblo kuna o los pueblos indígenas estamos afectados tan fuertemente por la pobreza y que esto se puede resolver con un buen programa de “lucha contra la pobreza”. Pero no es así, porque hay factores particulares, culturalmente relevantes para esta situación de la educación y que merecen especial atención y en forma integral.

Entonces surgen otras preguntas que necesitan responderse:

  • ¿Cómo insertar la educación kuna dentro de la educación nacional o viceversa?.
  • ¿El sistema nacional educativo realmente está pensando para el kuna o viceversa?
Entonces el proyecto EBI debe considerar especial atención en:

·         Cambio forzado del estilo de vida
·         Organización social que pierde fuerza
·         Conceptos propios sobre educación

La educación, para nosotros (los indígenas) no es simplemente la ausencia de conocimientos modernos sino es el resultado de relaciones armónicas del individuo consigo mismo, con la comunidad y con la naturaleza, que apuntan al bienestar y la plenitud y tranquilidad espiritual y cultural. La cual contradice a la educación occidental. Pero reconociendo que no podemos echarnos para atrás ante nuevas realidades. ¿Entonces qué nos queda hacer? Asumir responsablemente nuestro futuro ante sistemas que juntos podemos socializarlos interculturalmente. Una “patria nueva” tendremos que construir.

La “cuestión indígena se ha incorporado en la agenda política de casi todos los gobiernos latinoamericanos, en especial allí donde la presencia de la población indígena es importante. La demanda fundamental combina peticiones de orden económico y material con la exigencia al respeto a la diversidad cultural. Los beneficios derivados de estas exigencias no son privativos a las comunidades indígenas, sino que se proponen cambios mayores a nivel de toda la sociedad y el Estado.
 
Ver: Bengoa, José “La emergencia indígena en América Latina” FCE. México, 2000.
 

Por eso, que debemos enterar ideas falsas que “sólo podemos”. De ahí que la educación además de bilingüe es intercultural, deberá ser planificado por todos, porque de esta manera podremos juntos resolver el conflicto histórico intercultural.

Por qué debemos de actuar así, puesto que nuestra cultura debe ser dinámica, es decir adaptarse a cambios sin perder la esencia histórica y cultural como pueblo.

La interculturalidad es como una apuesta por el derecho a la convivencia democrática, al mutuo reconocimiento, en donde el criterio de “verdad” se hace más evanescente. Es una manera de radicalizar la democracia.

En Abia Yala, toda organización, desde la sociedad civil se apuesta por aprovecharse de nuestra diversidad cultural como una fortaleza aprovechable, más que como un obstáculo en el camino de la construcción de  nuestra identidad.

Bueno, espero haber aportado algo nuevo; esperamos más comentarios, pues disculpen el mío. Porque la verdad siento que algo tan conflictivo como la educación no lo puede resolver un proyecto, una persona, un colectivo de expertos. Pero son medios significativos que deben ser bien agradecidos, aplaudidos para que sigan apoyando y participando; igual que estos medios, nosotros los kunas interesados, como la juventud, los productores, los comuneros, la dirigencia, los políticos, todos debemos y podemos aportar.

He dejado algunos interrogantes, que pueden ser respondidos por otros, o que el proyecto EBI ya lo respondió, quisiera conocerlos.

Saludos a todos,

Septiembre  2004

Nota: Como el trabajo data del 2004, usa la "k". En la actualidad hay un gran avance de EBI

[1] El Instituto de Investigación y Desarrollo de Kuna Yala (IIDKY) de los Congresos Generales Guna, por mandato de los mismos, ha iniciado el proceso de formulación del Plan Integral de Desarrollo Comarcal. Aspiración de hace muchos años, que por alguna razón no ha podido seguir o terminar. El IIDKY ha asumido ésta responsabilidad para terminar de una vez el plan.

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