Geodisio Castillo
Nainu con plantación vieja de sia, del grupo Nadigana, Yandub. Foto: Gubiler, 2005 |
Se cree que el árbol de cacao es originario
de la Amazonía hace unos 4000 años (Motamayor et al. 2002) y que más tarde se extendió a América Central, en
especial México. Sin embargo, la evidencia histórica y fidedigna indica que el
cultivo de cacao es originario de México y América Central (Hardy 1961). Los
españoles no lo vieron cultivados en Sur América, aún cuando lo encontraron
creciendo en forma natural en muchos lugares de los bosques a lo largo de los
afluentes de los ríos Amazonas y Orinoco (Patiño1960, citado en Hardy 1961).
La primera clasificación de las plantas
familiarizadas con el cacao la realizó en Guatemala, en 1869, el botánico suizo
Gustavo Bernouille[1] (Bernoulli 1871, citado
por Hardy 1961). Estas investigaciones fueron continuadas en 1886 por el alemán
Karl M. Schumann publicando un estudio de las especies de Brasil (Schumann 1886,
citado por Hardy 1961). En 1964 el biólogo español José Cuatrecasas Arumi,
clasificó un total de 22 especies de Theobromas,
de los cuales indica que la mayoría probablemente son de origen suramericanos,
pero le atribuye a Theobroma cacao,
L., un origen centroamericano (Cuatrecasas 1964).
Siagua
o sia en lengua Guna[2] o
cacao (Theobroma cacao, L.) en lengua
castellana, es muy difundida en América Central antes de la invasión española.
Los aztecas elaboraban una bebida aromática
con las semillas el xocolatle; “alimento de los dioses”, considerado por
Linneaus al darle a la especie el nombre Theobroma;
siendo el cacao sinónimo de fuerza, valor, resistencia (Enríquez 1985; Hardy
1961). El sia es una de las plantas
endémicas encontradas por los invasores españoles en Panamá (Castillero Calvo 2010).
El sia
fue domesticado por los años 250 y el 900 por la civilización Maya en lo que
ahora es México y Centroamérica. La bebida de sia se popularizó en Europa a principios del siglo XVII y, fue ampliamente
difundida en el siglo XIX a nivel mundial (Castillero Calvo 2010; McCook 2002).
Hay suficiente literatura sobre la sia
silvestre y cultivadas; la cual pueden ahondar sus conocimientos sobre la botánica,
ecología y fisiología del árbol. Sin embargo, presentamos lo siguiente:
Morfología: Se ha observado que los árboles o
plantas de la sia silvestre alcanzan hasta
10 metros de altura, en promedio suelen medir 6 m. con una desviación estándar
de 4. Éstos árboles tienen de 3 a 25 cm. de diámetro a la altura del pecho
(DAP). El tronco recto se desarrolla en formas muy variadas, según las
condiciones ambientales. La corteza
externa es rugosa de color café oscuro y el grosor de la corteza interna es de
2 mm. Es en los troncos y ramas que aparecen insertadas las flores, durante la
época de floración.
Las copas de
los árboles silvestres observados son siempre
verdes, las ramas tienen un crecimiento disparejo con tendencia rastrera por
buscar espacios de mayor luminosidad. Tiene un promedio de 1.5 metros a 4
metros; presenta ramas un poco gruesas de color café oscuro y con muchos
espacios desarrollados, tiene una fuerte interacción con el bosque que lo rodea. Presentan hojas enteras, simples,
alternas y coriáceas, miden entre 20 a 50 cm. de largo y 12 cm. de ancho. Las
hojas adultas son de color verde oscuro, y las hojas de rebrotes o ramitas
jóvenes son de color verde claro brillante.
Las flores del
sia silvestre presentan flores
pequeñas solitarias o en racimos, se encuentran a lo largo del tronco y de las
ramas, sostenidas por un pedicelo de 1 a 3 cm. Son de color blanco o
amarillentas, con 5 sépalos libres, 5 pétalos cortos, tubo estaminal corto, con
5 lóbulos petaloides alternando con 5 lóbulos fértiles; cado uno con 4 a 5
anteras; ovario supero y el estilo con 5 lóbulos.
Sus frutos de tamaño, color y forma de
la baya o mazorca son variables, la pared del fruto es delgada y algo áspera
con canales longitudinales de 12 a 25 cm. de largo, el color varía entre
amarillo a naranja, en el interior se hallan las semillas en promedio de 25 a
30 unidades. Son ovaladas y están recubiertas por un mucilago de sabor dulce;
los frutos maduran en los meses de noviembre a diciembre. Los frutos del cacao
son muy importantes para la fauna silvestre ya que son consumidos por aves y
mamíferos cuando los frutos están maduros.
Las semillas presentan una superficie algo áspera de color café claro o
chocolate, de 2 a 3 cm. de largo, de sabor amargo con aroma a chocolate, cada
mazorca presenta entre 25 a 30 semillas cubiertas con un mucilago de color
blanco de sabor dulce.
Hábitat/ecología: Siagua es
una planta de espacios abiertos, éste crece bajo la sombra[3]
asociado a árboles más grandes, compartiendo el segundo y tercer estrato de
bosque[4].
Se ha visto que para su desarrollo pleno, los árboles silvestres requieren de
sombra, dado que la Luz directa es perjudicial para su desarrollo biológico,
los perjuicios de ésta se traducen en daños mecánicos a su estructura,
presencia de enfermedades fungosas y ataque de insectos[5].
El ciclo de vida y la
forma de vida de los árboles o
plantas silvestres de sia, son parte
del sistema florístico circundante del bosque, comienzan su etapa de vida
cuando adquieren todos los nutrientes y empiezan a crecer durante varios años.
A partir del séptimo año, florece y fructifica la sia[6]. Los arboles de cacao
pueden alcanzar un ciclo de vida de 70 años o más, dependiendo de las condiciones
ecológicas y climáticas.
Variedad tipo forastero o criolla de sia en Gunayala. Foto: Gubiler, 2013 |
Las condiciones
climáticas son importantes como la temperatura
que determina el cultivo de sia, se
desarrolla en climas con temperatura promedio de 24 a 26º C. y no más de 30º C.
en este caso se ha visto que la lluvia y la radiación solar juegan un papel
importante en su ciclo de vida, porque regulan taza de floración, abundante
entre los meses de agosto y septiembre. Asimismo, se ha confirmado que la
humedad relativa también es muy importante en su desarrollo ya que un exceso de
ella podría contribuir a la propagación de algunas enfermedades del fruto.
El agua y suelo son necesario la vida del sia,
porque es una planta sensible
a la escasez de agua, pero también al embalse, por lo que se ha visto que
precisa suelos provistos de un buen drenaje, francos arcillosos, muy ricos en
materia orgánica, profundos y pH hacia a neutros. La distribución de la precipitación
durante el año es importante, considerando que el mínimo debe ser 1,300 y 2,800
mm. por año con una estación seca corta, menor de 2 meses y medio.
Se observado que los
rodales silvestres de sia, que se desarrollan en tierras que muestran matas
de color café plomizo, indican que los suelos tienen problemas de drenaje. En
esta zona el agua permanece mayor tiempo y es probable que en niveles
inferiores (1 m) exista un horizonte con problemas de permeabilidad.
Los rodales
silvestres de sia normalmente se
desarrollan en medio de otros árboles y/o plantas, esto constituye una ventaja
como rompevientos naturales, evitan cualquier tipo de riesgo provocado por vientos intensos; que fuera un factor
de perjuicio para la planta de sia
que podría ocasionar un desecamiento, muerte y/o caída de las hojas.
Distribución del
cultivo
Cuenta nuestra historia oral que el pueblo Guna procede de las faldas
montañosas de la Sierra Nevada, hasta asentarse en los ríos Amuggadiwar, Abiadiwar, Gosgundiwar, Ibirdidiwar (Río Atrato,
actual Colombia) (Smith 1982; Brown2005,
citados en Castillo 2010; Castillo 2000), posteriormente migraron a las faldas de Dagargunyala (Cerro Tacarcuna), luego ocuparon (antes del siglo VIII) todos los ríos que llevan
nombres Gunas en el actual Darién (Duiren –Tuira, Suggunaggwe – Chucunaque, entre
otros), hasta mediados del siglo XIX llegan a las costas de la actual Comarca Gunayala,
trayendo consigo las semillas de sia
con otras semillas nativas de uso doméstico para la alimentación del pueblo. Además
siendo la sia una planta de uso medicinal
en la cultura Guna.
Eso confirmaría los
trabajos de algunos investigadores como Schultes (1984), Motamayor et al. (2002), entre otros, que proponen
que la distribución de cacao desde Sudamérica hasta Mesoamérica se debe a que
la planta fue transportada por el hombre, ya que de otra manera hubiera sido
imposible que el cacao atravesara los fríos Andes por el oeste, o la aridez del
Golfo de Urabá por el noreste.
Sin embargo, otros investigadores (Cuatrecasas 1964; Ogata 2003), proponen que el cacao, al igual que muchas otras
especies, es una planta con una amplia distribución natural en el continente y
que por lo tanto los humanos no son los responsables de la distribución del
cacao en Mesoamérica, sino las características propias de la especie.
La especie Theobroma
o siagua tiene una amplia
distribución desde el Sur de México hasta el norte de Colombia y Venezuela;
además que existe la teoría de “cacao criollo moderno” que corresponde a los
genotipos de cacao trinitario que se encuentran ampliamente distribuidos en
Centro América (Motamayor et al. 2002).
En Panamá, la variedad “Matina” fue la que ocupó la mayor área de
cultivo y fueron las primeras plantaciones de cacao establecidas por los españoles
en 1610; esta es una variedad de tipo forastero (Cerda y Orozco 2009)[7],
uniforme, mazorcas amelonadas, de tamaño mediano, de cáscara verde blanquecinas
cuando tiernas, semillas moradas de tamaño mediano a pequeño. En 1804 había más
de 800 árboles de cacao en Panamá (Castillero Calvo 2010).
Sia se encuentra distribuida en todo
el territorio de la Comarcas
Gunas y del país. Y en todos los territorios de los pueblos indígenas de
Panamá, en estos bosques podemos encontrar árboles en estado silvestre.
Según Cerda y Orozco (2009), actualmente la superficie total sembrada
con cacao es de 5,100 hectáreas que están en manos de unos 3,500 productores (as)
indígenas o mestizos que se encuentran en zonas pobres del país, la producción
nacional es de 1,275,000 libras (578 t) de cacao seco por año, con un rendimiento
promedio de 250 libras de cacao seco por hectárea. Alrededor de un 90% de los cacaotales
y de la producción se encuentran en la provincia de Bocas del Toro, el 10% restante
distribuido en otras zonas de Panamá (Cuadro 1).
Cuadro 1: Superficie y producción de cacao en diferentes zonas de Panamá
Provincias o zonas
|
Superficie con cacao (Has.)
|
Producción
(lb. cacao seco año)
| ||
Bocas del Toro
|
4,600
|
1,150,000
| ||
Comarca Ngäbe-Bugle
|
350
|
87,500
| ||
Chiriquí, Coclé, Colón, Darién, Veraguas y el resto del país
|
150
|
37,500
| ||
Total
|
5,100
|
1,275,000
|
Fuente: Cerda y Orozco 2009
Valor cultural del siagua por el uso y conservación
Se ha observado, que
nuestros agricultores jóvenes, no conocen a los parientes silvestres del sia; lo que incluye aseverar que sia silvestre en Gunayala es
relativamente desconocido, y no hemos encontrado rodales silvestres. Pero su
conocimiento es ancestral, es por ello que son percibidos como recursos de
importancia natural y cultural.
Lo que explica la
importancia de conservar el árbol de sia,
adquiere relevancia, en la medida en que se ha verificado que en la actualidad
las comunidades de Gunayala tienen parcelas abandonadas, tienen conocimiento y
prácticas tradicionales de consumo (madun
con sia, oba con sia)[8] y sia cultivado; lo que permite aseverar
que la valoración del sia silvestre o
no silvestre, con base a la costumbre Guna, tiene elementos sólidos por efectos
de la réplica así como por asimilación de los atributos de la misma, como
especie cultural formando parte de la vida del pueblo Guna.
De acuerdo a la información
recopilada por el Instituto de Investigaciones Koskun Kalu del Congreso General
de la Cultura Kuna (IIKK/CGCK 2005), indican su origen, su utilidad en la
sociedad y en la medicina, el canto sagrado del Sia Igar[9].
En la cultura Guna Sia Igar es uno de
los cantos terapéuticos de gran relevancia y su uso varía de acuerdo a la
situación o la enfermedad que se presente. No solo sia sirve como bebida, otros usos se dan en la manteca para el
cutis especialmente para la cara, para preparar chicha fuerte fermentada,
recuperar el alma y el espíritu del enfermo, fortalecer el sistema reproductor
humano, fortalecer nuestra salud, entre otros[10].
La invasión europea
casi acaba con los pueblos indígenas y sus conocimientos (en algunos países fue
total el exterminio). Estos conocimientos apenas están siendo revalorados. En
sus estudios realizados en Gunayala, el Dr. Hollenberg et al (2007) notó que los Gunas sufrían 10% menos de infarto, enfermedades
al corazón, cáncer y diabetes que en Panamá mismo. Asegura que la clave
de la salud de los Gunas está en la cantidad de chocolate que consumen.
Por lo tanto, es
necesario desarrollar acciones valorizando los rodales seniles de sia y si encontramos rodales silvestres
y sus parientes y de los parientes silvestres en Gunayala, a través de un buen
programa o proyecto planificado, como la iniciativa tomada por el Congreso
General Guna (CGG) hace más de dos años con CocoaWell[11].
Pero lo más importante es que los propios agricultores tomen la iniciativa y,
junto con las autoridades locales crean y generen responsabilidad compartida
para su preservación, conservación y desarrollo sostenible. Porque es bien
conocido, que existen familias que actualmente realizan aprovechamiento de los
rodales, y han cultivado, que es un indicador de la valoración que le asignan a
la especie.
¿Por
qué sia puede constituirse en una
alternativa cultural, alimentaria y económica de base?
Siempre el agricultor Guna ha mantenido el
concepto del reconocimiento de los valores del bosque. Los sistemas de nainu o agroforestales, donde se
incorpora el sia como cultivo
principal, tienen la virtud de constituirse en una actividad económica que mejora
las condiciones de vida a la vez que recupera conocimientos tradicionales,
formas de vida y prácticas culturales, compatibles con la conservación de los
recursos naturales.
Se podría decir que una desventaja es que en
estos sistemas (con plantas silvestres) los ingresos se estabilizan alrededor
del octavo año y generan ingresos en un horizonte de al menos 20 años[12].
La ventaja es que las familias campesinas e indígenas, al incorporar estos
sistemas agroforestales en sus múltiples actividades económicas, aportan a su
diversificación y sus inversiones de largo plazo.
Sin embargo, la razón principal que nos ha
convocado a denominarla una alternativa económica de base es que consideramos
apropiado a un marco discursivo y cultural que hoy legítima las demandas
territoriales de estos sectores, que es un sistema productivo de base familiar.
Es decir que ocupa principalmente mano de obra de la familia, y muy
difícilmente las grandes empresas agropecuarias (que dominaron el mercado a
principios del siglo XX) hoy encuentran las condiciones sociales y técnicas
(mano de obra gratuita o incorporación de maquinaria) para competir en estos
rubros.
Como alternativa cultural y alimentaria, el
CGG había aceptado realizar mejora en el cultivo del sia, ya que actualmente los cultivos se encuentran abandonados, en
estado senil y por lo tanto, susceptibles a enfermedades como la moniliasis y
escoba de bruja.
Con CocoaWell se llegó al acuerdo de que una
solución a la situación planteada es la reproducción vegetativa o asexual por
medio de la “CLONACION POR ESTACA O ENRAIZAMIENTO DE RAMILLAS”, que se dan de
dos formas: enraizamiento de ramillas e injertación[13].
No hay experiencia de parte de los agricultores Gunas sobre el sistema de
clonación por estaca o enraizamiento de ramilla; el cual nos indica la
necesidad de un programa de entrenamiento o capacitación a los agricultores.
Este sistema de propagación vegetativa
presenta múltiples ventajas para el agricultor como el corto tiempo que
transcurre desde que se siembra en vivero hasta que se lleva a campo (de tres a
cuatro meses), el no suministro de riego durante los primeros dos meses y la poca
mano de obra calificada que se requiere; en resumen, “el bajo costo por
planta”.
Si el CGG hace realidad el compromiso
adquirido no solo con CocoaWell, sino también con los agricultores que están en
espera, estableciendo jardines clonales, cuyo objetivo básico sería lograr que las
plantas mejoradas tengan un rendimiento superior a l de las no mejoradas. Estos
se lograrían a través del proceso de selección de árboles de sia con características genotípicas y
fenotípicas deseadas con el fin de que estén proporcionando constantemente material
vegetal básico en la producción de clones de sia. Si se encuentran parientes silvestres sin enfermedades, serían
los mejores materiales para la clonación.
Un
estudio necesario en la Comarca y en otros territorios de los pueblos indígenas
del país
Lo anterior nos indica la necesidad de
realizar estudios o diagnóstico sobre el estado actual del sia en la Comarca. Los saberes ancestrales aún existen y antes que
se extingan hay una gran necesidad de realizar un diagnóstico sobre el sia no solo en la Comarca Gunayala, sino
también en otros territorios de los pueblos indígenas del país.
Para ello debemos enfocarnos a nivel de las
Comarcas y otros territorios de los pueblos indígenas, luego por cada nainu de los agricultores, como sujeto
de interés específicos y a través del cual se desarrollan las valoraciones,
análisis, reflexiones y propuestas de políticas públicas al menos a nivel de
las Comarcas[14]. Junto a nuestros
agricultores podemos aproximar el análisis para incrementar y mejorar los sistemas productivos de nainu. Con ello valorar las variedades
nativas.
El presente trabajo de campo de observación y
diálogo, no contabilizó los cultivos de sia
silvestre y cultivadas existentes a nivel de la Comarca. Muchos de estos
cultivos están en abandono, lo que da a entender que nuestros agricultores sí
se han dedicado al cultivo de sia
apenas llegaron migrando a las actuales Comarcas y territorios Gunas (Wargandi,
Madungandi, Gunayala, Púcuro y Paya). El
cultivo del sia abarca a las tierras
comarcarles de los hermanos Embera-Wounaan.
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[1] Meyer-Holdampf 2002-2003. http://plants.jstor.org/person/bm000000656
[2] Existe también sur sia,
del género Herrania, que no es Theobroma (Schultes 1958, citado por
Hardy 1961). Sur sia debe consideración
para su mejoramiento y producción en la Comarca. http://gubiler.blogspot.com/2013/05/sur-sia-cacao-de-mono-un-cultivo-que.html.
[3] Theobroma
cacao es una especie típicamente umbrófilo que indica claramente los
requerimientos de sombra para su pleno desarrollo y producción. En los rodales
silvestres encontrados, las plantas demuestran que están perfectamente adaptados
a la semisombra.
[4] Crece asociado al estrato circundante del bosque, entrando al
equilibrio con la fauna asociada al rodal, donde se hallan los dispersores de
semilla (monos, ardillas, ñeques, entre otros) y los polinizadores (Insectos),
responsables de la fructificación y la sobrevivencia de la especie en este tipo
de hábitat.
[5] Se ha observado que en estados iniciales la
planta cultivada de siagua requiere
mayor tasa de luminosidad.
[6] Comunicación personal de algunos agricultores mayores de edad
(2012).
[7] La riqueza genética es amplia, reconociendo tres grupos genéticos
de cacao, los cuáles, corresponden con una distribución geográfica diferente:
(a) Criollo (distribución Mesoamérica
y norte de Venezuela y Colombia; (b) Forastero
o Amazónico (cuenca del Alto y Bajo Amazonas) y; Trinitario (producto del cruce entre Criollo Mesoamericano y
Forastero)
[8] Bebida o chicha de plátano maduro con cacao y maíz con cacao
[9] Igar, literalmente
significa camino y otras interpretaciones como agenda, conocimiento, tema,
conducta, entre otros, para el caso nuestro se define como conocimiento o
tratado que se transmite mediante cantos terapéuticos el cual permite que el
paciente pueda irse recuperándose de su convalecencia. En este caso Sia Igar significaría el tratado que
invoca al espíritu del sia, “para
recuperar el alma, espíritu de la persona que tuvo un susto tremendo, cuando
está enfermo con fiebre y vómito, escalofrío, inconsciente, desmayado”.
[10] Desde su existencia los pueblos indígenas, creían firmemente en las
propiedades medicinales del sia, cosa
que actualmente está siendo “descubierto” por científicos occidentales (Hollenberg
et al 1997; Bayard, Chamorro, Motta,
Hollenberg 2007).
[11] Se firmó un acuerdo entre el CGG y CocoaWell el 29 de octubre de
2011, en la comunidad de Yansibdiwar, “el objetivo mutuo es … apoyar la mejora
del cultivo de cacao y la sostenibilidad para su economía, el medio ambiente, y
la cultura, bajo los principios del comercio justo”… Después de varias
reuniones y visitas técnicas con asistencia del Centro Agronómico Tropical de
Investigación y Enseñanza (CATIE) se llegó a la posibilidad de establecer un
programa de jardines clonales de cacao, seleccionando a las comunidades de
Usdub, Uggubseni y Mandiyala, para comenzar la iniciativa.
[12] La sia cultivada florece
y fructifica a partir del cuarto año y solamente la mitad de todos los árboles
logran dar buenas cosechas.
[13] Injertación: Este proceso (yemas o púas), es práctico y de fácil
implementación que consiste en unir los tejidos jóvenes de dos plantas, que
continúan su desarrollo como una sola. Uno de ellos es la yema que al crecer se
transforma en la parte superior o la copa (clon) y el otro es el patrón, el
cual constituye la parte inferior de la planta o la raíz.
[14] Para que la política pública sea nacional deberá incluir al
campesino productor en el estudio, a nivel del país. El cual debería ser mejor,
un estudio completo
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