3.3.-Aiban Velarde: el
puer aureus
Nació en
Ukubseni, Dule Nega o Guna Yala, el 26 de agosto de 1973. Trabaja como profesor
de castellano en su región natal. Estudió en la Universidad Nacional de Panamá.
Está antologado en Poetas Novísimos Panameños, INAC, 1998. Ganó el
premio Pedro Correa Vázquez de la Escuela de Español, de la Universidad de Panamá. Veamos uno de sus poemas:
10.- SAPI IBE NEGA
Gana Abisua na bega burba
idimake daniki
Neg salila na gine unniye
Na bega inna obane guichi
Sapi dula ganagan e dutumala
ogannoenaiye
Billi gamba ukunaibe
negase yob.
Soo wa burbured aknakue si
yob
Aburaguale, pipirmakaguale
Kaigan sikui gi pila dor yob gueguichi
Bo ginnid nagabali
Bia
sikui barru sipugan bukua
Naibe
mar bipirmagna said kalugangi
Ua
bur mar bugmalad gi
Ibo
yargi e naigan tada nakue sik
Atakenanai
Niga
oboenai nana Pinwegunsob se
Inna di ochi gobemala
Kuile sae mala ye marsosoguay negagi
Wiboidarse gannar nae ye
Nega duu e nukugine
Bogachi bye gue nai
abirgunaguale
Dula gayagan ninider soguele
Gannar ulupse nan burba gi
Agdenanaigudoye
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Te hablo en el lenguaje de la
primera placenta
De la primerísima morada de
los espíritus
Donde inhalo frente a ti
Hasta las hojas moradas de
los árboles
En la estación profunda del
parto
Donde hacen estrépitos los
cascabeles
El polvo se alza cual si fuera humo
Se enreda y da vuelta y más vueltas
Con sartales floridos de jade
Junto a los cañaverales
En las cercanías de las
neblinas rojas
Donde vive la codorniz blanca
Donde la serpiente se enrosca
Junto a las moradas de los halcones
En el lugar de nuestro origen
Sus ramas apuntan donde emerge
el sol
Sus membranas apuntan hacia el horizonte del alma
Dancemos paras los dueño de la fiesta
Bebamos, bebamos la chicha dulce
De la gran estilista del arco iris.
Volveremos afincar nuestras raíces
En el sueño del universo y colgaremos todas
Las hamacas
Girando alrededor del sol
Y solo entonces
Todas las voces
Volverán a fermentase en un solo útero
Hasta convertirse todo en la tinaja de oro (10).
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La estructura
del poema descansa sobre la base de tres estrofas. Cada una de ellas se apoya
en el uso temporal de los verbos: la primera lo hace mediante el presente de
indicativo; la segunda echa manos al imperativo, y el tercero lo remata con el
futuro.
En la primera
estrofa, el emisor se ocupa de un tema, de “el lugar de nuestro origen”,
que es el hábitat donde reside un grupo de organismos relacionados
ecológicamente. Allí encontramos a los espíritus, las hojas, los árboles, las
estaciones, los cascabeles, el polvo, el humo, el jade, los cañaverales, las
neblinas rojas, la codorniz blanca, las serpientes, los halcones, la radiación
solar, el alma…, por lo tanto, esta primera
estrofa se puede leer como un texto de geografía o bien como uno de
metageografía, hasta llegar el momento del parto, cuando la “morada de los
espíritus”, el árbol:
“sus ramas apuntan hacia donde
emerge el sol
Sus membranas apuntan hacia el
horizonte del alma”
En estos dos
versos, el alma y el sol se encuentran como para decirnos: Ecce Dule.
Del espacio
despreocupante de la placenta de la primera estrofa, pasamos a la segunda,
donde se nos recibe con un imperativo y se nos invita a participar de una
fiesta: debemos danzar y beber en honor de los dueños de la fiesta. ¿Quiénes
son estos dueños de la fiesta? Los seres humanos. La palabra fiesta y la
palabra día, en Dule
Gaya (el idioma de los dulemar) se
dice “iba”. La recepción pasa en forma rauda, tan solo en tres versos,
(¿no es acaso un soplo la vida?) y enseguida pasamos a la tercera y última estrofa, cuyos pilares están
cimentados sobre el uso que hace el poeta del futuro: Volveremos,
colgaremos, volverán, en otras palabras, allí es cuando llega el gran
momento del hombre que tiene que “afincar nuestra raíces en el sueño del
universo”.
Sapi Ibe es una metáfora del tiempo, que va del
tiempo fugaz al tiempo congelado. Nos desprendimos de una placenta maternal
para luego volver de nuevo a su seno y compartir, esta vez para siempre, todos
juntos el mismo lecho: el lecho de la madretierra, que es una tinaja de oro.
Aiban Velarde
está en el pleno cenit de su producción. Todo lo suyo conocido hasta ahora lo
ubica como el mejor poeta de su generación tanto en castellano como en
dulegaya, es verdaderamente un auténtico poeta bilingüe: es a todas pruebas el Puer Aureus del Olimpo panameño.
*Arysteides
Turpana: texto publicado en Identità
delle Comunità Indigene del Centro America, Messico e Caraibi:aspetti culturali e antropologici. Istituto
Italo-Latino Americano, Roma, 2008., pp:79-80.
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