Hay
dos caras sobre el cambio climático: uno radica que la economía del mundo debe
romper ataduras de los combustibles fósiles, para desarrollar mecanismos más
limpios y más sostenibles de la energía. Lo segundo es que el cambio del clima
es crítico y una realidad, y los más pobres y vulnerables son los más afectados
y por lo tanto, necesitan a corto plazo ayuda urgente.
La
acción urgente que se requiere necesita de dinero. Es un asunto que se prevé en
el informe de la Comisión Mundial sobre Economía y Clima[1] - “mejor crecimiento mejor
clima”, el gasto de dinero para combatir el cambio climático impulsará el
crecimiento económico, la creación de empleos y la prosperidad.
Los
líderes del mundo en cada país deben entender que existen dos problemas que
resolver, si eso resulta así sabrán asignar las finanzas como correspondan. De
no ser así, seguiremos destruyendo al planeta.
Reducir
la cantidad de carbono en la atmósfera no es nada barato. Billones de dólares
ya están disponibles para invertir en energía, las comunicaciones y la
infraestructura urbana. Entonces será fundamental que estos fondos sean
utilizados en una energía más limpia y una infraestructura más resistente y no como
hasta ahora se viene haciendo - extraer y quemar más carbón, petróleo y gas.
Al
mismo tiempo, debemos hacer frente a los impactos irreversibles del cambio
climático. Estos se están haciendo evidentes en todo el mundo, sequías e
inundaciones. Porque el cambio climático no hará diferencias sociales en los
países, los países más ricos como los más pobres están siendo afectados.
Los
países ricos se han comprometido a proporcionar a los países en desarrollo más
pobres, con US $ 50 mil millones al año a partir de 2020 para ayudarles a
adaptarse, y según va el tiempo no hay tal promesa de apoyo financiero antes de
esa fecha.
Para
hacer frente a esta situación de apoyo financiero a corto y a largo plazo, en
abril de este año los delegados de la octava Conferencia Internacional sobre
Adaptación Comunitaria para el Cambio Climático adoptaron la Declaración de
Katmandú sobre la financiación climática (al final se adjunta la declaración
completa)[2]. En la declaración se hace
tres exigencias fundamentales:
- Todo el financiamiento global para el cambio climático debe ser dividido en partes iguales entre la mitigación y la adaptación.
- La mitad de toda la financiación internacional para la adaptación debe ser asignado a las comunidades más vulnerables.
- A nivel nacional, la mitad de toda la financiación para la adaptación debe ser asignado a las comunidades más vulnerables.
Tenemos
todas las informaciones que científicos han indicado desde mucho tiempo – el
cambio climático es quizás el desafío más importante que enfrenta la humanidad.
Esta realidad crítica y llamada de atención está siendo aceptada por políticos,
empresarios, economistas, religiosos y gente de todas las clases sociales.
El domingo
21 de septiembre, debemos sumarnos a la GRAN
MARCHA CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO, iniciativa mundial, será una manera de
sembrar semillas en las mente de millones de personas. Dos días después, en la
Cumbre del Clima el Secretario General de la ONU, los jefes de gobierno harán
promesas de acción para hacer frente al cambio climático. Nosotros los
panameños haremos igual marcha y te invitamos a levantar tu voz contra el
cambio climático.
Nuestra
supervivencia está amenazada y la de todo lo que amamos. Hay que mantener el
calentamiento global por debajo de los peligrosos 2 grados centígrados,
reduciendo a 0 las emisiones de carbono. Para conseguirlo necesitan forjar un
acuerdo realista a escala global, nacional y local que convierta nuestras
sociedades y nuestras economías limpias para el año 2050. No perdamos
esperanzas, aunque las cosas han sido negativas hasta ahora, sembrar conciencia
es tarea fundamental de todos nosotros.
Declaración de Katmandú sobre Financiación
de la Adaptación Local al Cambio Climático
Octava
Conferencia Internacional de Adaptación Comunitaria al Cambio Climático
Nosotros,
representantes de diversas organizaciones de la sociedad civil, públicas,
privadas, locales, regionales, agencias internacionales, gubernamentales y no
gubernamentales, reunidas en Katmandú, Nepal, en la Octava Conferencia
Internacional de Adaptación Comunitaria al Cambio Climático, impulsamos de
manera conjunta la siguiente Declaración de Katmandú sobre financiación de la
adaptación local al cambio climático.
Estamos
comprometidos con el financiamiento y la implementación de estrategias de adaptación
comunitaria al cambio climático a nivel local (CBA, por sus siglas en inglés),
debido a que los impactos del cambio climático se sienten particularmente en
los países y comunidades más vulnerables, precisamente las que menos
contribuyeron con la crisis actual. Reconocemos que el nivel de decisión para
mitigar las emisiones y financiar las soluciones de mitigación y adaptación al
cambio climático es insuficiente para prevenir la interferencia antropogénica
en el clima, en plazos que aseguren el desarrollo sustentable.
Reiteramos
las consideraciones de todas las declaraciones internacionales anteriores
relacionadas con el desarrollo sustentable y el cambio climático, incluyendo
los objetivos de desarrollo internacionalmente acordados, el Programa de Acción
de Estambul en favor de los países menos adelantados para el decenio
2011-20201; el Plan de Acción de Mauritius; los principios y convenciones de
Río; el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; la Declaración de las
Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas; la Alianza de
Busan para la Cooperación Eficaz al Desarrollo; la Declaración de los
Inversores por una Economía Baja en Carbono; y la Declaración Universal de los
Derechos Humanos; señalamos la necesidad de implementarlas de buena fe y
subsecuentemente llamamos a financiar la adaptación al cambio climático desde
un enfoque basado en los derechos humanos.
Reconocemos
los desarrollos sobre adaptación al cambio climático de muchas comunidades que
se encuentran en riesgo, aunque sabemos que no son suficientes para enfrentar
los impactos del cambio climático.
Compartimos
los siguientes principios para lograr la adaptación comunitaria, consistentes
con nuestros respectivos objetivos, y llamamos al financiamiento para
adaptación a basarse en principios de equidad, urgencia de la justicia
climática, eficiencia, efectividad, adecuación, adicionalidad, transparencia,
equidad de género, responsabilidad, inclusividad, participación,
sustentabilidad, con estrategias flexibles que favorezcan a los que menos
tienen, gestionadas localmente, de largo plazo y basadas en el conocimiento
científico e indígena, los derechos humanos y los procesos democráticos,
participativos e inclusivos.
- El financiamiento debe llegar a las comunidades locales más vulnerables. Financiar la adaptación local tendrá éxito mientras ésta sea liderada por los países y comunidades más vulnerables, con enfoques ajustados a cada contexto de necesidades específicas, capitalizando los valores y fortalezas comunitarias.
- Deberán ser programáticamente priorizadas las necesidades de los grupos y comunidades más vulnerables, incluyendo a los pobres, mujeres, niños y jóvenes, pueblos indígenas y los sin tierra, cuyas capacidades deberán ser fortalecidas para acceder a los recursos destinados a la adaptación al cambio climático.
- Todos los actores interesados deberán tener acceso a la información sobre la viabilidad, envío y utilización de financiamiento para adaptación al cambio climático, que asegure la responsabilidad mutua y la transparencia, incluyendo el seguimiento de los flujos financieros en todas las etapas.
- Se requieren fuertes salvaguardas socioambientales y robustos procesos de consulta multiactorales, para asegurar que las intervenciones de adaptación no incrementen la vulnerabilidad dentro y entre las fronteras territoriales, limitando el bienestar y las posibilidades de elección de las futuras generaciones.
Fortalecer el financiamiento internacional
a la adaptación local
Los
gobiernos de los países desarrollados deben escalar el financiamiento público –
un buen punto de partida sería el objetivo a mediano plazo señalado por la
Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático y sus protocolos
asociados. Sin un adecuado financiamiento, aumentará la vulnerabilidad y la
adaptación demandará mayores recursos. La movilización y distribución del
financiamiento debe acelerarse. El Fondo Verde para el Clima debe cumplir su
promesa de distribuirse en partes iguales entre la adaptación y la mitigación.
Los
organismos financieros internacionales, incluyendo el Fondo Verde para el
Clima, deben priorizar el cambio sistemático y transformacional, canalizando
fondos hacia el nivel local mediante la multiplicación de prácticas exitosas y
estrategias de procesos de planeamiento e implementación. Esto supone
integrarlas a la reducción del riesgo de desastres, ayuda humanitaria,
conservación, desarrollo, así como desarrollar las capacidades de los países y
comunidades para el acceso a fondos y su manejo.
El
financiamiento debe basarse en las necesidades locales y viabilizarse mediante
mecanismos de acceso directo bajo procesos equitativos, simples y
transparentes, algunos de los cuales se mencionan específicamente en el
instrumento de gobierno del Fondo Verde para el Clima.
El
financiamiento debe enfocarse en desarrollar el capital natural, la resiliencia
climática y los modos de vida, bienes comunitarios, resiliencia rural y urbana,
salud, nutrición, capacidad técnica, fortalecimiento institucional,
construcción de resiliencia en infraestructura de servicios básicos, sin
comprometer la integridad ambiental ni la soberanía nacional.
Los
requerimientos para procesos de fuerte participación multiactoral y salvaguardas
socioambientales son clave para asegurar que las actividades de adaptación
pertenezcan completamente a las comunidades, no solamente a nivel del gobierno
nacional, asegurando la equidad e inclusión que permitan la necesaria
protección social. Para ser efectiva, la financiación para adaptación debe
ofrecer no solo recursos, sino también participación pública inclusiva y
significativa.
Las
agencias de financiamiento deben sostener una visión compartida y considerar la
implementación de mecanismos para reunir fondos mediante una plataforma única
que evite la duplicidad de tareas.
Vemos
la necesidad de incluir y coordinar con más organizaciones para ampliar la base
financiera y de conocimientos, profundizando el impacto de las actividades de
CBA. Mayor incorporación de gobiernos y ONG incrementará el volumen de
financiamiento y la cobertura general, incluyendo las cuestiones regionales.
Fortalecer el financiamiento nacional a la
adaptación local
Los
gobiernos deben ser el principal canal para el financiamiento de la adaptación
y asegurar la planificación e implementación coordinada de las estrategias de
adaptación, sustentabilidad y responsabilidad del sector público con las
comunidades locales.
Los
marcos nacionales de política sobre cambio climático y sus presupuestos, con
fuerte financiamiento que articule las diferentes necesidades locales de
adaptación, debe lograrse mediante el desarrollo de políticas participativas
con claras normas de colocación de fondos en el nivel local.
Deben
concretarse inversiones significativas en el fortalecimiento de las capacidades
de los gobiernos locales, para implementar su preparación antes de que accedan
a fondos climáticos.
Alentamos
a los países designados como autoridad del Fondo Verde para el Clima a
priorizar las acciones de adaptación, en consulta con los mecanismos de
coordinación sobre cambio climático, teniendo presente la importancia de
generar asociaciones entre diversos actores.
Al
menos un 50% de todo el financiamiento para adaptación deberá orientarse al
nivel de acción local.
Sumando actores no estatales al
financiamiento local
Las
ONG y otras organizaciones sin fines de lucro cumplen un importante rol de
apoyo al fortalecimiento de capacidades y acompañamiento ético. Los Estados
nacionales tienen la responsabilidad hacia sus propios ciudadanos de asegurar
que en sus países los fondos se orientan hacia las comunidades.
El
financiamiento para adaptación al cambio climático del sector privado debe
implementarse de acuerdo a las necesidades y deseos de las comunidades locales.
Las empresas y negocios locales deben diferenciarse de los inversores privados
de gran escala. Desde la perspectiva del financiamiento a la adaptación local,
el sector privado debe tener como función principal apoyar a las empresas
domésticas y de mediana escala, incluyendo a los pequeños agricultores.
Las empresas
y negocios locales pueden ser empoderados a partir del acceso a financiamiento
comercial, información, tecnologías apropiadas de bajo costo y organizaciones
sociales, particularmente las relacionadas a la seguridad alimentaria,
producción y soberanía. Las innovaciones domésticas en financiamiento a la
adaptación deben ser promovidas.
En
apoyo a la implementación de los principios y enfoques mencionados, los países
desarrollados deben aportar urgentemente financiación adecuada y acorde a sus
obligaciones internacionales. La adaptación comunitaria al cambio climático es
vital para nuestros esfuerzos de construir un mundo justo y sustentable.
Katmandú,
26 a 30 de abril de 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario